No más drama

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—Tras la gran final, los productores decidieron darle la oportunidad a nuestros concursantes de pasar un último día y celebrar en el resort... —Hatchet dió inicio al programa mientras conducía sobre su moto de agua en camino a este mismo lugar.— Ahora mismo ese montón de gusanos se está atiborrando de buena comida, aprovechando los lujos y seguramente revisando sus redes sociales como si fueran realmente interesantes, así de mal está la juventud de hoy en día.

Terminó por bajarse en el muelle de aquel lujoso sitio, esperando que la cámara le enfocara para seguir con su discurso. 

— Tras muchos perdedores, finalmente alguien se alzó con la victoria y el bonito montón de dinero que esta trae consigo, ¡Heather! La mujer con complejo de madre y que se tomó en serio lo de buscar a alguien que fuera capaz de matar por ella. —Siguió con su camino hasta llegar a las puertas del hotel, dónde siquiera era necesario abrir estas para escuchar el ruido de todo el montón de jóvenes, probablemente peleando por alguna tontería.— Ahora mismo, todos están disfrutando de una fiesta en la piscina y mañana todos regresarán a casa, al menos que...

Fue interrumpido por un repentino grito, abriendo la puerta solo para ver qué sucedía y que las cámaras pudieran enfocarlo; después de todo siempre era divertido ver a DJ huyendo de los animalitos del bosque.

—¡Quédense para ver todo lo que vaya a pasar este último hoy, en la Isla del drama! —Terminó finalmente la presentación, empezando a correr hacia el spa para aprovechar también unas horas de relajación, dejándole todo el trabajo a los camarógrafos desde ese momento.

Ellos no tenían derechos a descansos.

—¿No nos pueden quitar las cámaras siquiera en la fiesta de despedida? Esto es tan innecesario... —Se quejó Sadie mientras conversaba con Katie, sentadas en la piscina, esperando pacientemente el ver quién sería la próxima víctima en caer sobre esta.

—¿Y eso qué? Tú casi no estuviste, deberías aprovechar los momentos donde salgas en pantalla. —Se burló, recibiendo un suave empujón.— En cambio yo, fui básicamente finalista.

—Eh, no, no fuiste finalista, fuiste...

—Shh... Fui la mejor y eso es todo lo que importa. —Colocó un dedo sobre sus labios, impidiéndole seguir hablando.

De cualquier forma, las ganas de responderle desaparecieron cuando escucharon un repentino chapuzón, viendo a Noah asomarse del agua con una rama en la boca, al parecer jugando a atraparla como si de un perro tratase.

Ya a nadie le sorprendía, pero no dejaba de causarles cierta gracia.

—¡Oye Noah, solo para que lo sepas, esto no cuenta como el baño semanal! —Katie elevó la voz hacia su amigo, con este acercándose rápidamente a ambas.

—¡Claro que cuenta, es agua, tonta!

—Creo que dejaste el agua de otro color... —Sadie si bien no hubiera comentado nada normalmente, si terminó con su atención siendo captada por la tierra que Noah había dejado a su paso, retirándose lentamente de la piscina, bastante asqueada.

Lamentable era algo recurrente que el agua se arruinara por culpa de los presentes, entre el maquillaje de Tyler o la mugre de personas como Bridgette, que parecían básicamente dejar una mancha de aceite a su paso.

Era de esas cosas que nadie extrañaría.

—Disculpalo, está falladito desde siempre... —La atención de Sadie fue captada por la voz de Owen, que miraba la escena de su mejor amigo y la otra chica conversando, o lo que fuera que estuvieran haciendo al empezar de la nada a dar vueltas en el agua.— Sospecho que le daban pintura blanca de pequeño o algo así.

—Si, no es como que Katie tuviera muchas más neuronas activas de todos modos... Me alegro de que se lleven tan bien. —La mujer asintió con su cabeza, mientras ambos miraban la escena tal y como si fuera uno de esos vídeos de mascotas haciendo cosas estúpidas.

Y es que incluso los animales reales parecían más civilizados que ellos, siendo cosa de mirar las sillas de playa para ver a uno de los mapaches de Justin acostado tranquilamente sobre esta, con un par de rodajas de pepinos sobre sus ojos y un vasito en sus manitas.

—Oye, esa es mi silla, vas a llenarla de pelos, vete. —Beth llegó al lado de ese animal, el cual incluso se sacó uno de aquellos pepinos de los ojos para verla con desprecio e ignorarla a los segundos, dando un sorbo a su bebida.— ¿Te crees demasiado? Ese horrible antifaz no se irá por más tratamientos que te hagas.

—Niña, ¿Te estás peleando con un mapache? Eso ya es preocupante hasta para los estándares de este lugar. —Leshwana la cuestionó de sorpresa, sobresaltando a la jóven, que intentó disimular su breve conflicto con el animal con una risa nerviosa.

—Pfft, claro que no, ¿El calor del sol te está haciendo alucinar? Deberías ir un rato adentro.

—Acabo de salir, mi familia me estaba comentando respecto a un negocio importante y como piensan incluirme pronto en este mismo... —Aprovechó de presumir frente a Beth, porque siempre era divertido hacerlo.— ¿Qué hay de tí? ¿Qué piensas hacer ahora que finalmente serás libre? ¿Cómo piensas explicarle a tu novio que lo engañaste con un psicópata de dudosa sexualidad?

—Bueno, Leshawna, engañar es una palabra muy fuerte... Brady seguro lo entenderá y no será un problema más grande que eso.—Intentó restarle importancia al asunto, sintiendo su rostro teñirse de vergüenza de solo recordar la forma en que le rechazaron hace no mucho cuando por fin pudo hablar con Harold nuevamente.

Aún se sentía humillada de solo recordar el rostro con el que le miraron; por supuesto, pudo afectar el hecho de que básicamente siquiera lo saludó antes de tocar el tema y casi volver a besarlo, pero seguia siendo humillante.

—Pobre tipo, seguro era mejor partido además. —Leshawna se lamentó falsamente, solo para molestar a la jóven frente a ella, resultandole especialmente divertido.— Tienes que ponerte metas en la vida, Beth, y aprender a invertir... Te explicaría, pero sospecho que el mapache estaría más interesado que tú en saberlo.

Cuando escuchó aquello, el animal negó con su cabecita de un lado a otro, quitándose las rodajas de pepinos de sus ojos y caminando lejos de ahí, sin estar de ánimos para escuchar un discurso de alguien que no le agradaba.

—¿Lo ves, Leshawna? Espantaste hasta a ese bicho con tu fraude piramidal.

—No voy a permitir que llames fraude a mis métodos, Beth, eso no es profesional ni es ético.

—¡Ay, ya cállate!

Así, el pequeño mapache, terminó buscando a Justin, subiendo a su regazo en el preciso momento que las cámaras lo enfocaron, al estar cerca de Heather.

La mujer sonreía por obvios motivos, sentada sobre el regazo de Alejandro mientras contaba con alegría todos sus planes, siendo interrumpida lamentablemente por las cámaras, a las que de todos modos recibió con bastante alegría.

—¿Qué si tengo algún plan? Claro que sí, esa pastelería finalmente dejará de ser un sueño, y no podría estar más emocionada. —Incluso con lo positiva que solía ser, Heather definitivamente no podía ocultar su emoción en esos momentos, sintiéndose como una niña en navidad.— Ah, claro, también le dije a Cody que le voy a conseguir un celular, ¿No es asíiii? Tengo que tratar correctamente a mi nuevo personal...

Cody no habló inmediatamente, siendo interrumpido cuando la mujer agarró afectuosamente una de sus mejillas, tal y como si de un bebé se tratara.

—Si, eh... Estar lejos de casa me hizo darme cuenta de muchas cosas, y creo que valerme por mi cuenta no es tan imposible como esperaba, estoy emocionado por hacer algo que me guste. —Finalmente el jóven pudo hablar, soltando una risita apenada.— Ahora tendré que aprender a usar un celular, ¿Es muy difícil?

—Es difícil, la verdad, yo no tuve uno hasta... ¿Inicios de este año? —Respondió Justin, acariciando la cabeza del mapache mientras hablaba, sin esconderse de la cámara cuando lo enfocó.— Yo también voy a trabajar con Heather, es decir, necesito salir adelante de algún modo por los niños, y pasar tiempo con ustedes siempre es lindo... —Luego levantó al animal, haciéndolo saludar con la patita, solo para recalcar que ese era de los supuestos niños que hablaba.— La verdad, estoy feliz con saber que tengo un lugar a donde ir... Y que nadie me intentará robar un órgano mientras duermo.

—¿Dónde vivías la gente no preguntaba antes de sacar órganos? Que poca educación. — Alejandro habló con indignación, después de todo, él siempre se encargaba de preguntar antes de sacar partes de un cuerpo, aunque tuviera que usar la ouija en el proceso.— No tienes que volver ahí nunca más, por suerte.

—Todo el proyecto y el hecho de que van a estar cerca suena tan bonito, ojalá pudiera acompañarlos... —Lindsay se lamentó por la idea de que ella si tendría que separarse de todos sus amigos.

Tras pasar por tanto, y con un poco de ayuda, terminó por decidirse y buscar un trabajo para eventualmente pagar sus estudios, consiguiendo una llamada para un puesto como asistente en un taller de moda, donde probablemente podría aprender una que otra cosa, o al menos eso esperaba.

—Pero siempre puedes visitarnos de cualquier forma, te haremos un descuento más grande que a cualquiera. —Heather la animó, sacándole nuevamente una sonrisa a la rubia, que asintió con su cabeza sin siquiera pensarlo.

—Si, a tí te descontaremos, a otros les cobraremos el doble... —Alejandro alzó la voz repentinamente mientras se abrazaba a la espalda de su pareja.— A José especialmente, por aparecer para avergonzarme.

—Dudo que salga del hospital psiquiátrico por un tiempo, cariño...

—No lo conoces, querida, seguro ya está por ahí suelto, ojalá se entretenga con algo más, no se, que se secuestre una novia, o un gato, o lo que sea que lo mantenga tranquilo un rato... —Habló con bastante tranquilidad teniendo en cuenta que su último encuentro fue literal un intento de masacre.— Bueno, quizá vaya a molestar a Carlos, aunque actua un poco raro desde esa lobotomia, ya sabes.

—Me imagino, me imagino... —Mientras Heather simplemente le daba la razón, Cody no pudo evitar mirar algo preocupado mientras pensaba en la posibilidad, aunque le descolocaba aún más lo tranquilos que parecían el resto de presentes ante la idea.

Era como si a ese punto, nada fuera tan jodido como lo fue la competencia, tan superados en cada aspecto que nada podía sorprenderlos.

Y si alguien podía dar su opinión de sentirse superado en esos momentos, ese era Harold, quien tras quedar un pequeño lapso de tiempo sin su usual compañía, terminó con una mucho más difícil de soportar.

Podía entender que la gente que fue eliminada por él lo odiase, también que no le dieran real importancia, pero que alguno de ellos intentara hacerse su amigo le parecía hasta surrealista.

Pero parecía que para Geoff, el que Harold supiera japonés era un motivo más que válido para hablarle.

—¿Y... Y cuál es tu anime favorito? Dimeee, por favor, se que te debe seguir gustando al menos uno... —No era la primera vez que le preguntaba eso, pero hasta ese momento no había obtenido una respuesta satisfactoria.

Harold terminó por simplemente soltar un suspiro, volteando para observar a DJ que estaba a su otro lado, observando bastante divertido la situación.

—¿No vas a ayudarme, cierto? —El pelirrojo alzó la voz, sacándole una carcajada casi instantánea a aquel hombre, mientras negaba con la cabeza.

—Nah, me encanta verte sufrir... —Se apoyó en la mesa frente a él, sin quitarle la mirada de encima.— Además si me parece curioso ese lado tuyo, ya todos sabemos que en el fondo ademas de psicópata estas rarito, ¿Por qué no decirnos al menos algo de eso?

Harold le observó con total fastidio, para luego volver a ver a Geoff y su emocionado rostro, determinado a saber más de él.

—Mi anime favorito es Paradise Kiss, mi Pokémon favorito es Meloetta, si pudiera tener un stand seria Heaven's door, y no, no te voy a enseñar japonés, ¿Feliz con eso? —Terminó por responder todo con desgano, sobresaltandose un poco con lo emocionado que parecía Geoff por esa información al asentir de arriba a abajo con su cabeza.

—¡Eso es tan genial! —Cuando el jóven llegó a la isla, estaba seguro de que no sería capaz de hacer amigos, ahora en su mente, tenía varios de ellos y la completa disposición a seguir intentando hacer más, al menos a su modo.

Coincidentemente, una de estas mismas terminó llegando particularmente apurada hasta ellos, con una biblia en mano y una expresión algo molesta.

—¡Geoff, dijiste que a esta hora íbamos a hacer una lectura! Vamos a empezar con el nuevo testamentooo... —Reclamó de que hubieran olvidado aquel compromiso, con el chico sobresaltandose y asintiendo con su cabeza inmediatamente, al parecer también bastante preocupado por ese tema.

—¡Tienes razón, disculpa! —Se levantó inmediatamente, ignorando las extrañadas miradas del otro par.— Lo siento, luego seguimos hablando, ¿Si? No puedo esperar por ver lo que saldrá esta temporada... ¡Es tan emocionante! —Terminó soltando con un chillido antes de irse corriendo junto a Gwen, con tanta emoción que realmente parecía que fueran a hacer algo increíble.

Definitivamente dejaba más preguntas que respuestas.

—Ten cuidado, no vaya a evangelizar a una de tus madres cuando vaya a tu casa... —Harold terminó por romper el silencio, sacándole otra risa a DJ; después de tanto tiempo compitiendo, el estar tranquilo y sin presiones lo parecía tener excepcionalmente de buen humor.

—Si, es bastante preocupante la verdad, no quiero que me hagan ir a misa. —Le siguió el juego mientras le daba una rápida mirada al panorama, algo extrañado— ¿Y tus perros guardianes? Es raro verlos separados a ustedes tres, es hasta sospechoso.

—¿Sospechoso por? Ya siquiera estamos compitiendo, no puedo hacer ninguna jugada rara...

—No lo se, quizá iniciaste una secta, no me extrañaría, con lo loquito que estás...

—Debería. —Concluyó con ese extraño chiste de una vez, sin estar con los ánimos lo suficientemente altos, pero al menos, sin querer morirse como hasta hace no mucho.— Creo que Duncan está hablando con sus padres y Court peleando con Sierra usando cuchillos de cocina.

Justo al terminar esa oración escucharon un grito de esta última mujer mientras caía a la piscina, y a Courtney celebrando como si hubiese ganado un premio por hacer aquello, ganando así la atención total de la cámara.

—¿Qué voy a hacer ahora? Pues tener una vida tranquila... —Se tardó unos segundos en darse cuenta de como dijo eso con un cuchillo en sus manos, escondiendolo tras su espalda.— Bueno, no completamente tranquila, pero vivir sin riesgo de ir a prisión, tener un trabajo o algo, ya sabes... Descansar. —Se encogió de hombros, sin mucha intención de explicarse.

Nunca pensó que diría eso, pero quizá necesitaba un pequeño rato para llevar las cosas con un poco de calma.

La cámara entonces terminó enfocándose en Sierra y como salía de la piscina con un rostro bastante molesto, cruzándose de brazos una vez estuvo sentada en la orilla de esta misma.

—¿Qué voy a hacer? Bueno, agradecer que este programa no seguirá quitandole tiempo en pantalla a los que si me gustan para empezar, y quizá buscar un abogado para...

—¿Para denunciar que te quedaste con el peinado de Hatchet? De pelos.

—¡Cállate, Courtney! Ya quisieras verte así de bien calva. —Sintió su rostro enrojecerse tras aquella burla, intentando lanzarla a la piscina sin mucho éxito.— Eso... Y quizá, solo tal vez, puede que empiece a escribir un blog o algo así, ¿Quién sabe?

—Y quizá unas clases para el control de la ira te harían bien, es malo para la salud el enojarse tanto... —La repentina voz de Eva le sobresaltó, encontrándose con la imagen de esta misma sonriendo tranquilamente mientras se sentaba en la orilla de la piscina.— Pero si quieres ir por el camino rápido, yo conozco...

—¡E-El camino lento puede ser bueno! —Izzy la interrumpió, sentándose también a su lado, para acto seguido, apoyar su cabeza en el hombro de Eva.— No puedes estarle ofreciendo esas cosas al mundo. —Terminó por susurrarle.

—Oww, solo quería ayudar... —Un tinte de voz melancólico adornó su voz por unos segundos, antes de rápidamente recomponerse y sonreír como era habitual en ella.— Cuando vuelva a casa empezaré a vender plantitas... De las comunes, Izzy, no me mires con esa carita.

—Si, si, disculpa. —Soltó con una risa nerviosa, aún cuestionando que tan verdad era eso.

Fuera como fuera, sabía que terminaría visitandola de igual manera.

No sabía que tras ella, habían dos personas mirándole con particular envidia, cruzándose de brazos bastante indignados por solo ver que la pelirroja era feliz.

—¿Por qué ella puede descansar y a nosotros nos tienen arreglando cosas? ¡No es justo! —Chilló Blaineley, sorprendida que a pesar de ser la más nueva de todas, definitivamente la preferían antes que a ambos.

—Definitivamente no es justo, empiezo a creer que Hatchet no me da oportunidad porque sabe que soy mucho mejor que él en su trabajo. —Chris se cruzó de brazos bastante indignado por el trato que tenían con ellos.— Aunque dudo que sea eso, digo, no tendrían porque tratarte mal a ti...

—¡Oye, tengo mucha más madera de estrella que tú!

—Si eso te hace sentir mejor contigo misma, puedes repetirlo hasta que te lo creas.

—Ay, niños, ustedes no sabrían afrontar los peligros de la fama. —Ambos pararon de discutir, volteando al mismo tiempo para encontrarse con la imagen de Bridgette, negando con su cabeza de un lado a otro como si fuera la voz de la experiencia.

—¿Quién era esta? —Murmuró Chris, bastante confundido.

—Una de las alérgicas al agua, la de los jueguitos... —Blaineley se encogió de hombros, tampoco sabiendo que le pasaba por la mente a esa mujer frente a ellos.— Creo que es la que peor huele, quizá es famosa por eso.

—Cuando tuve que retirarme momentáneamente de las redes sociales, esperé que mis fans terminaran por dejar de seguirme, pero me encontré con lo leales que son, y ahora, somos muchos más. —Aprovechando que ahora podían usar sus celulares, sacó el suyo, mostrando orgullosa su canal.— Ahora somos tantos que sera complicado atenderlos a todos mientras hago transmisiones, pero me esforzaré por ellos.

Sonaba tan orgullosa de si misma que los internos esperaban mínimo una centena de estos seguidores; pero que fueran solo veinte era sin duda descepcionante hasta para ellos.

—Al menos tendrías más seguidores que ella... —Chris volvió al trabajo luego de esa extraña interacción, con la adversa asintiendo con su cabeza.

Sin duda estaban rodeados de gente particular.

Y el hablar de gente particular nunca estaría completo si dejaban de lado a Tyler, quien se encontraba bajo techo, con el mismo rostro deprimido que solía tener siempre, y soltando una que otra de sus clásicas frases.

Sin embargo y al no estar solo en ese proceso, no estaba libre de llevarse un par de miradas sobre él, especialmente de Ezekiel, quien no se esforzaba en ocultar lo mucho que lo estaba juzgando.

—No se si vivo para pensar en ella, o si pienso en ella para vivir... —Pronunció Tyler en voz alta mientras escribia un intento de poesía en sus notas, las cuales estaban acompañadas de corazones rotos y calaveras.

—Ya supéralo Tyler, a nadie le gustan los emos... Ve y ahoga tus penas en algo que hagan los feos normales, no lo sé, comiendo helado o tiñendose el cabello con pintura de mala calidad.—El modelo se mantuvo tecleando sobre su celular, insultando a su agente por no evitar que todas sus malas tomas salieran a la luz en el programa.— Voy a despedir a este incompetente, no tiene idea de cómo hacer su trabajo.

—¿Y si me tiñó el cabello tan oscuro como el color de mi corazón?

—Si quieres tener el cabello blanco es tu problema, pero la decoloración es complicada... —La voz de Duncan les tomó desprevenidos, llegando después de una llamada con sus padres, repleta de vergonzosos apodos a su persona, pero que debía admitir que luego de tanto tiempo, eran agradables de escuchar.— Aunque supuse que tendrías metas más interesantes ahora que son libres, ¿Sabes? Hay más en esta vida que lamentarse...

—Para tu información, tengo un importante proyecto con... —Ezekiel protestó bastante molesto, siendo interrumpido.

—Estaba hablándole al emo, no seas entrometido, a nadie le importas. —Duncan le hizo a un lado, con un disgusto por el modelo que probablemente le fue contagiado por la forma en que Harold hablaba de él.— Como sea, intenta no quedarte solo con algo, al final, lo mejor es salirte de tu zona de confort.

—¿Piensas estudiar psicología o por qué tan repentinamente interesado en el tema de aconsejar? —Ahora, él fue el interrumpido, cuando Trent se apareció repentinamente en la escena.

—Bueno, hace poco me debatía si estudiar leyes o ir por medicina, la psicología nunca fue lo mío... Claro, ahora que si estoy seguro de que voy a dedicarme a...

—¿Entonces por qué hablan de sentimientos? ¿Es una de esas extrañas sesiones para sincerarse? Bueno, puede servir...—Cuestionó, interrumpiendo aún más, con un obvio interés en el tema.— Porque no estoy seguro, desde que llegué me he cuestionado cosas, pero luego de que yo y...

—A nadie le importa, la verdad. —Bufó Ezekiel, completamente fastidiado por la clase de personas a las que debía hacerles compañía por el resto del día.

—Oww, yo si quería saberme el chisme completo. —Ahora, fue la repentina voz de Blaineley quien les sacó un susto, con Chris a su lado con la misma expresión decepcionada por la falta de drama.— Hatchet quiere que nos reunamos todos, así que muevan sus traseros y vayan afuera.

Incluso si ya no estaban en la competencia, sabían que debían obedecer.

Todos reunidos alrededor de la piscina, observaban expectantes y llenos de dudas respecto a que pasaba para ser convocados a la vez, especialmente desconfiados gracias a la expresión de Hatchet, lejos de inspirar confianza a cualquiera.

—Es bueno verlos a todos reunidos de este modo, ¿No les parece precioso? —Incluso con las supuestamente amables palabras, ninguno de ellos confiaba en esto, sin esforzarse en ocultarlo en sus expresiones.— Ya quiten esa cara de una vez perdedores... —Aclaró su garganta, haciéndole señas a Heather para que se acercara.— Como todos sabrán, nuestra ganadora terminó siendo nada más y nada menos que Heather, ¡Felicidades por el premio!

Un par de ovaciones resonaron, interrumpiendo el discurso de Hatchet y sacándole una pequeña risita avergonzada a la mujer, que sostuvo el premio en sus manos con total alegría.

—En verdad, estoy tan agradecida con todos, especialmente... —El presentador la detuvo de forma casi inmediata, sin dejarla adelantarse a los hechos prematuramente.

Tenía una propuesta interesante después de todo.

—Claro, los cien grandes son una gran oportunidad y realmente los mereces, ¿Pero que dirías si pudieras tener aún más? —La atención de todos fue reclamada apenas el anfitrión pronunció esas palabras.— ¿No te interesaría acaso?

—¿De que trata exactamente? —Heather cuestionó bastante desconfiada al respecto, sabiendo que Hatchet no haría eso simplemente porque si.

Fue entonces que los internos se acercaron con un llamativo maletín, el cual captó la atención de todos.

—Dentro de este maletín hay nada más y nada menos que un millón de dólares... Y lo único que tienes que hacer para ganarlo es encontrar el lugar donde lo esconderemos y llevarlo al muelle de la vergüenza antes que el resto. —Apenas mencionó eso último, casi todos los competidores clavaron sus ojos cuáles animales salvajes en su presa.

—¿O sea que cualquiera de nosotros podría ganar ese millón? —Inquirió Katie con una sonrisa confiada en sus labios.— ¡Vuelvo al juego, eso!

—Si, todo eso depende de la respuesta de la ganadora. —El presentador sonrió bastante confiado en su plan, especialmente por la forma en que todos parecían volver a enfocarse en la competencia.— ¿Qué dices, Heather? ¿Te quedarás feliz con tu premio o iras a reclamar el millón?

La mujer no había siquiera hablado antes de que un par básicamente se posicionara para correr en la búsqueda del dinero.

Fue por eso mismo, que varios llegaron a caerse al escuchar la respuesta.

—Me quedó con mi dinero actual, gracias por la oferta. —La mujer no tuvo una pizca de duda en su voz siquiera, tan decidida a conservar su premio que llegaba a ser impresionante.— Bueno, ahora podemos seguir con la fiesta y...

—¡Heather, son un millón de dólares, tienes que aceptar! —Noah chilló, incapaz de creer que alguien seria capaz de rechazar tan grande oferta.— ¡Eso es como muchisisisisimo dinero!

—Es verdad, es una gran oportunidad, y de todos modos tus posibilidades son bastante altas, yo me lo pensaría. —Sadie no quería ser entrometida, pero definitivamente no podía dejar esa oportunidad como si nada.— Deberías considerarlo.

—¡Si, Heather, acepta! —Otras personas como Courtney eran mucho más directas con sus deseos, esperando que la presión ayudara a que la ganadora se rindiera.

Lamentable para llegar tan lejos en la competencia, tenías que tener una fuerza de voluntad fuerte, y la de Heather parecía inquebrantable en esos instantes.

—No, y no me harán cambiar de opinión por más que insistan, así que guarden silencio. —Se cruzó de brazos, algo molesta por la insistencia de todos sus compañeros.— Pasé demasiado para llegar a ese premio, y todos ustedes son buenos oponentes, asi que no pienso arriesgar lo que ya tengo por seguro, soy feliz con ello.

Algunos entendieron esto, otros reclamaron, pero definitivamente ninguna expresión parecía tan fastidiada como la de Hatchet, viendo que habían arruinado su plan.

Ahora no podría ocupar la letra pequeña que había colocado en los contratos específicamente para el tema del maletín y obligarlos a participar en otra temporada.

—Perfecto, ahora tendremos que idear otra temporada con inútiles distintos, gracias Heather... —Masculló el anfitrión entre dientes, hasta ofendido por la firmeza de la ganadora y su sensatez.

—¿Otra temporada? ¿De qué está hablando? ¿Habrá otra temporada? —Los competidores no tardaron en empezar a alzar la voz, preguntándose de que demonios hablaba aquel hombre.

—Nada, no hay nada, cierren el hocico un rato. —Hatchet les hizo callar, sentándose en una de las sillas de playa con los brazos cruzados.

—Bueno, de todos modos no hubiera participado, este lugar es horrible. —Beth se resignó, volviendo a su trabajo de broncearse, en cuál se veía imposible hasta el momento.

—Si, es decir, realmente tengo muchas cosas por hacer ahora, necesito un respiro... —Trent también le restó importancia al asunto, acomodándose en la sombra para volver a teclear con su celular.

—Bueno, ¿Yo que podría hacer de todos modos? —Harold suspiró, resignado a que incluso si hubiera una nueva oportunidad, tendría que tardar un tiempo para volver a una competencia así.— Pero si se les ocurre hacer algo más adelante...

—La mejor opción sería que nos dejarán descansar por al menos un año, entonces muchos tendremos una sensación de nostalgia y no dudaríamos mucho en aceptar participar, probablemente en conjunto a nuevos elencos que usarían en nuestra ausencia... —Justin teorizó en voz alta mientras acomodaba a Camille en su cabello, soltando una risa ante la particular idea.— Ay, pero eso suena muy ridículo, ¿No?

La mayoría se quedó en silencio cuestionando aquello unos segundos, incluyendo a Hatchet, que no tardó en levantarse de su silla e ir con sus internos. 

— Ustedes dos, dejen de perder el tiempo y anoten lo que dijo Cenicienta. —Les susurró rápidamente.— Como sea, tengo cosas que discutir con producción, aprovechen mientras puedan, perdedores.

Todo fue confusión en esos momentos, sintiéndose casi como estar de vuelta en la competencia por unos instantes.

Pero al poco tiempo, volvieron a lo suyo.

Ezekiel decidió continuar quejándose del poco nivel de todos junto a Beth y Leshawna.

Owen aprovechó de hacer un enorme y distinguido almuerzo con la ayuda de Cody, intentando que Noah no les robara los ingredientes en el proceso.

Izzy y Eva simplemente disfrutaron de la calma del ambiente, recostandose juntas a ver las nubes en el cielo y buscando formas en ellas.

Bridgette descansó tranquilamente en la sombra, a la vez que Tyler escribia un par de poemas, y DJ junto con Gwen intentaban fingir que el dibujo que había hecho Geoff de todos los competidores reunidos era mínimamente entendible.

Sadie y Katie no dudaron en reírse de los demás presentes mientras se arreglaban las uñas la una a la otra, entre comentarios maliciosos y una que otra broma pesada entre ellas.

Justin se dedicó a conversar con Lindsay de sus planes a futuro, con esta última aportando interesantes datos de los animales que rodeaban a su amigo cada vez que tenía oportunidad.

Trent intentó organizar sus ideas mientras observaba el festejo, sin poder evitarse las preguntas de que le esperaba en esos momentos, pero esperando que fuera lo mejor posible; claro, mientras Camille aprovechaba de pelearse con él.

Sierra no dudó en robarse todas las muestras interesantes del hotel y una que otra pertenencia interesante de los campistas para vender luego.

Courtney y Duncan pudieron firmar un tratado momentáneo de paz por ese día, escuchando ambos igual de confundidos los temas de los que Harold empezó a hablar repentinamente, pero siendo agradable al menos el verle emocionado.

Y Alejandro por su parte, no se despegó de Heather, dejándola apoyarse en su hombro mientras ambos apreciaban la puesta de sol una vez el día empezó a acabarse.

—No puedo creer que en serio esto termino, se siente irreal... —Heather dejó escapar un suspiro, sintiendo la melancolía apoderarse de ella inevitablemente.— Fue horrible, pero uno le termina tomando cariño a la larga, ¿Sabes?

—Honestamente, yo lo ame desde el principio.

—¿En verdad?

—¿Cómo no hacerlo? Gracias a esto pude conocerte... —Besó cariñosamente la frente de la mujer, escuchándola reír.— Fue inolvidable cuanto menos.

—Si, dudo que alguien pueda olvidar esto alguna vez. —Terminó afirmando, un poco más animada luego de eso.— Fue duro, pero conocí gente maravillosa, y creo que también me conocí más a mi misma... —Volteó para ver la escena de todos reunidos, sonriendo inevitablemente.— ¿Qué crees que pase ahora?

—No lo se, pero sobrevivimos a el infierno en vida en este programa, así que definitivamente seguiremos viviendo.

—Tienes razón... Al final solo queda seguir viviendo.

La competencia fue dura, llena de altos y bajos, conflictos terribles y experiencias únicas, un drama en todo el sentido de la palabra, el cual por fin había terminado.

O al menos terminado para ellos.

Tras un par de llamadas en las cuales las emociones iban y venían, Hatchet finalmente terminó ese día con una sonrisa en sus labios que dejaba en claro que todo aquello no iba a quedar en nada.

—¿Buenas noticias con los productores, señor? —Blaineley fue la primera en alzar la voz cuando se lo cruzó, bastante nerviosa y sin estar segura de que tener que esperar.

—¿Alguna noticia que venga de la mano con un pequeño aumento para sus internos favoritos? —Sugirió Chris, obviamente siendo completamente ignorado.

—Dejen de perder el tiempo en soñar con tonterías... —Dió un par de palmadas en sus cabezas, algo bruscas, pero con menos fuerza de lo usual al menos.— Disfruten el resto del día, mañana el trabajo sigue, el proceso de audiciones y preparativos siempre es el más tedioso, ¿No es así?

Ambos internos se miraron entre si, procesando la información, aunque de cualquier forma terminaron por simplemente soltar un pesado suspiro y asentir.

El drama del resto podía haber llegado a su fin, pero el suyo, seguía lejos de acabar.

El trabajo seguía tan duro como la vida misma, y con ello, lo que está lejos de detenerse son las preguntas, ¿Qué pasará con la vida de cada uno de los que fueron participantes? ¿Qué metas perseguiran ahora? ¿Podrán cumplir sus sueños? Son preguntas que solo ellos podrán responder, pero por otra parte solo queda dar las gracias por acompañarnos, y esperar que en algún momento, vuelva a sintonizarnos.

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