No tan famoso

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Era temprano en la mañana, y las cosas en el campamento ya estaban tan agitadas como siempre. Desde la fila en la ducha quejándose de usuarios que ocupaban de más estás mismas, hasta las peleas en las cabañas por gente que no sabía mantener el ordén.

Ese era el caso de Bridgette, que acostumbrada a vivir en un cuarto de higiene cuanto menos cuestionable, dejaba el mismo tipo de desastre en su lado de la cabaña, causando la molestia de las otras mujeres.

Especialmente Leshawna, que a pesar de ser cauta y limitar sus palabras la mayor parte del tiempo, no podía evitar molestarse con los problemas de ese estilo. 

—Solo digo que te levantes un poco antes para dejar decente tu lado, ¿Es tanto pedir? —Hablaba, aguantando las ganas de tomar de los hombros a la rubia y sacudirla para que le entrara todo ello en la cabeza.

—Bueno, eres la única a la que le importa, así que si, es mucho pedir. —Siquiera se había levantado de la cama aún, envuelta en las sábanas.— Es difícil despertar temprano.

—Ganaste el premio de quedarte despierta, ¿Tienes en verdad el descaro de decirme que se te dificulta esto?

—Soy buena desvelandome, la parte de despertar es la complicada. —Se quejó, dándole la espalda.— ¿A alguien más de aquí le importa?

—La gente del reformatorio era más ordenada que Bridgette, no me sorprendería que ese lugar tenga un par de ratas. —Aún así y con lo que le molestaba la situación, Courtney no diría nada de momento, no tenía mucho derecho al tener su pared llena de tallados hechos con su navaja.— No es para tanto, mientras sea útil en los desafíos, por mi está bien.

—¿Acabas de decir que tiene ratas y luego que está bien? Estoy rodeada de salvajes.

—Me gustan las ratitas. —Agregó Eva, sin ayudar demasiado a Leshawna con su causa.

—Ay, no te quejes, seguro los hombres tienen la cabaña mucho peor.

Por el lado de los chicos la situación era tragica, o bueno lo era para Tyler como de costumbre, observando con horror como olvidó en su equipaje el echar su esmalte de uñas negro.

Tras un rato mirando con dramatismo sus uñas y como el color natural se asomaba entre la manicura dañada, terminó recurriendo a buscar ayuda, con cara de haber perdido a un familiar.

—Una vez te pierdes a ti mismo, nada es igual...—Suspiró, arrastrándose hasta Harold, suponiendo que era el único que podría tener algo así. —¿No tienes esmalte negro que me puedas prestar?

—No realmente, ¿Te sirve otro color? 

—Alguno que combine con la oscuridad de mi alma.

—Eh, ¿Rosa pastel, quizá? —Sonrió al ver el rostro de horror ajeno. La verdad Tyler ponía a prueba su paciencia más de lo que querría. Molestarlo de una forma que se viera inofensiva era necesario para poder soportarlo mientras estuviera ahí.— ¿O te gustaría más un amarillo patito?

—Los patos son como pollos acuáticos... —Se alejó sintiendo un escalofrío recorrerle solo por recordar a esas aves.— Nadie me odia más que yo mismo, excepto esas cosas.

El resto solo se quedó mirando la escena con confusión, con Duncan extendiéndole de forma insegura un marcador negro que tenía. Quizá así lograba que dejara de hablar un rato sin tener que decirle nada desagradable.

—¿Te sirve? —Cuando simplemente se lo quitaron de la mano y empezaron a repasar sobre sus uñas con el color, supuso que había acabado con el problema un rato.— De nada.

Entonces la voz del anfitrión resonó por los altavoces, sobresaltando a todos como de costumbre y preguntandose que retorcido desafío tendrían pensado para ellos a ese punto.

Para su sorpresa, tuvieron que reunirse frente a un escenario, y aunque eso no les hizo bajar la guardia del todo, definitivamente no parecía algo tan complicado como lo habia sido el maratón alrededor del lago o tener que saltar de un acantilado. 

—¿Crees que tengamos que hacer una obra? No me gusta ponerme en la piel de otros, es como fallarle a mi propia identidad. —Tyler habló desanimado, sentándose a un lado de Lindsay, quien le miró totalmente confundida.

—Tú equipo está en la otra grada, Tyler. —Heather le interrumpió, intentando no ser grosera, con el joven retirándose a paso lento tras ello.

Luego de ello, las mujeres solo se miraron entre si, confundidas y encogiéndose de hombros.

—Espero que no tengan pánico escénico, porque el desafío de hoy los obligará a presentarse sobre este escenario. —Hatchet caminó sobre este mismo, notando satisfecho como obtenía la atención de todos ellos.— Odio los desafíos simplones como concursos de talento, pero los productores dijeron que sería una buena idea, así que tendrán ocho horas para elegir a sus tres jugadores más competentes y que estos se presenten al final del día.

Vió a un par de manos levantadas, apresurandose en aclarar los límites.

—Pueden hacer lo que sea, mientras sea legal. —Vió entonces como bajaban las manos.— Todos los espectáculos serán puntuados por mi, iba a poner a los internos a calificarlos, pero no confío en su juicio. —No tenía pruebas de nada contra de ellos, pero no le daban buena espina.— Los que pierdan tendrán que enviar a alguien a casa, blah, blah, ya se la saben... ¡No pierdan el tiempo, vayan a organizarse! 

***

—Por un momento pensé que tendríamos que hacer una obra y me asusté...—Noah estaba como siempre, balanceándose de un lado a otro, ahora con toda su energía completamente recuperada.— Cuando era pequeño, hicieron una obra en la escuela, y como no lograba aprenderme las líneas, me pusieron a ser el árbol... Pero como los árboles no hablaban, terminé siendo uno muy malo. Nunca más me dejaron participar en una.

***

—¡No veía un escenario hace tanto tiempo, esto es fabuloso! —Harold celebró en su sitio, aunque intentaba que la emoción no fuese tan exagerada, limitandose a la expresión alegre en su rostro. Si fuera por él, podría estar dando saltitos de emoción en ese mismo instante.— Solo espero que Hatchet tenga buen criterio...

Mordió su dedo en un gesto inconciente al pensar en cualquier situación estresante, meditando que hacer en caso de una nueva derrota.

***

—¿Alguien tiene alguna propuesta? —Heather intentó organizar a su equipo, teniendo esperanzas en cada uno de los miembros de este. Le gustaba creer que todas las personas tienen algo que las hace especial.

—Yo se bordar, pero dudo que sea algo presentable en estas cosas. —Cody comentó, intentando recordar si tenía alguna habilidad digna de exponer. Le era complicado pensar de por si en algún talento, especialmente cuando sabía que de estar en su hogar, seguro le dirían que lo hacía mal a diferencia de su hermano mayor. Quizá siquiera sería capaz de subir a un escenario sin hacer el ridículo.— Pero si alguien necesita arreglar alguna prenda alguna vez, aquí estoy.

—¡Puedo pelear contra una manada de lobos yo solo! —Noah levantó la mano, con total confianza a pesar de nunca en su vida haberlo hecho realmente.

—Noah, no cosas tan peligrosas, por favor... —Heather le sonrió, aunque por dentro estaba pensando en si realmente estaba todo en su lugar dentro aquella cabeza.

—¡Puedo recitar de memoria todo el Antiguo testamento! —Gwen propusó inmediatamente, después de todo, era algo que no dejaba a nadie indiferente.—Al principio Dios creó el cielo y la tierra...

—Eso es muy impresionante Gwen, pero quizá... —Si bien estaba sorprendida, no sabía si era la mejor opción para impresionar a alguien como Hatchet, aún así, fue interrumpida por Beth, bastante menos receptiva.

—¿Alguien tiene un talento que si valga la pena?— Con la mala cara que tenía respecto a esa propuesta, Lindsay supuso que no era buena idea mencionar nada, pues lo que consideraba talento también iba principalmente arraigado a recitar cosas de memoria.

Justin pensó en ofrecerse unos segundos, pues además de la extraña fascinación que las aves parecían tener con él últimamente, una vez pudo lograr entrenar un par de ratas en el sótano, luego de haber sido encerrado un par de días. Sin embargo, se le adelantaron, suponiendo que sería mejor darle paso a los talentos más convencionales.

—Yo se tocar la guitarra bastante bien. —Trent tenía pensado el postularse de por si, pero ahora que veía la escasez de propuestas, sabía que probablemente estaba salvando la situación, alimentando su orgullo.

Y claro, ver que la mayoría de gente parecía gustarle la idea solo lo aumentó aún más.

—¡Bueno, eso es genial, anotenlo! —Celebró Heather, ya con más confianza en que su equipo pudiese ganar aquel desafío nuevamente.

—Sadie es buena resolviendo rápido cosas de nerds como ecuaciones y esas cosas. —Katie propusó a su contraría, en un acto que sorprendió a todos, incluyendola.— Perdió toda su adolescencia en la tontería de los mateatletas, así que no hay nadie mejor en eso. —Quizá sus palabras tenían un tono terriblemente pasivo agresivo, no obstante, era mucho más positiva de lo que nunca habían visto entre ellas.

Incluso parecía querer halagarla en cierto modo.

—Dudo que eso sirva cuando tenemos un juez como Hatchet. En todo caso, Katie será una deserebrada, pero era la mejor de las porristas, sabe dar piruetas impresionantes, podrían tenerla en cuenta.— Devolvió el agridulce halago, dejando confundido a todo el mundo.

—Bueno, yo también era parte de las animadoras, y se hacer trucos con bastones, así que ese puesto está ocupado por mi. —Beth quiso salir a relucir siendo interrumpida por Sadie.

—Si, pero honestamente prefiero ver un triple mortal hacía atras que ver cómo haces girar bastones, y creo que el resto también.

—Puedo hacerlo con bastones en llamas, ¿Te parece poco? — Estaba más que indignada de que alguien le robara la atención que buscaba, especialmente cuando ser parte de las animadoras había sido parte importante de su tiempo en la secundaria.

—Peor aún, podrías provocarnos un incendio, ¿Qué opinan ustedes? —Volteó a ver al resto de su equipo, viendo que varios asentían y le daban la razón, sacándole un gruñido frustrado a la castaña, quien se retiró de brazos cruzados.

—¡Beth, espera! —Heather intentó detenerla, suspirando cuando la vió acelerar el paso.— Sigamos con esto, luego iré a hablar con ella... —Suponía que con la personalidad de la más joven, seguramente era un berrinche que se le pasaría luego.

Quizá solo necesitaba un rato sola.

Por otro lado, los Bagres Asesinos estaban en la misma situación, presentando y descartando talentos, algunos mucho menos convencionales que otros.

—Muy bien, necesitamos propuestas... ¿Alguien tiene algo mínimamente interesante que aportar? —Courtney como siempre, estaba tomando su papel de jefa, aunque nadie le había dicho que lo fuera alguna vez y la mayoría no parecían felices con ello.—Ya perdimos la última vez, no podemos dejar que nos vuelvan a superar.

—¿Tú no sabes hablar chino como tus caricaturas? —DJ miró a Geoff, quien negó con su cabeza, encogiéndose de hombros.

—Es japonés, y no, solo se decir, eh... Konichiwa, Kaniwa, Otaku... Otaku. —La verdad, estaba seguro de que minimamente había inventado alguna de esas palabras.

—¿Qué dijiste de mi abuela? —Se quedaron mirando, con Geoff terminando de romper en una carcajada y DJ simplemente sonriendo, siendo regañados por Courtney casi al instante.

—¡Estamos intentando ganar, dejen de perder el tiempo si aprecian su vida! —Interrumpió, buscando con la vista entre el resto de personas.— Ya que no puedo recurrir a nada que me meta en problemas con la ley, no puedo colaborar, aunque esa explosión hubiera sido legendaria.

Fue cuando vió a Harold levantar la mano que su expresión pareció molestarse aún más, recordando como tras la última eliminación había quedado en una situación en la que atacarlo le era imposible de momento.

Ya encontraría la forma de sacarlo, o eso esperaba.

—¿Qué quieres, pecas?

—He protagonizado un par de musicales, estoy seguro de que les serviría... —Habló con un tono que, notó encantado como a Courtney le molestaba de sobremanera.— No te veo anotando, linda.

—Perfecto, tenemos a Harold, necesitamos dos más, preferiblemente con un talento menos gay. —Suspiró frustrada, notando al pelirrojo levantarse de su sitio.— ¿A dónde vas tú?

—A practicar, claramente, ¿Quieres ganar o no? —Mintió, acercándose unos momentos a ella antes de irse, pasando un dedo por sus tinturados mechones.— Ya hasta te están saliendo canas verdes, relájate querida.— Se rió antes de despedirse del resto con su mano y una expresión mucho menos maliciosa.

En realidad, y aunque le diera curiosidad ver las habilidades del resto, supo que tenía que irse cuando vió a Beth caminar sola y enfadada lejos del resto de su equipo, sabiendo que era una oportunidad especialmente ventajosa.

Cuando esta se sentó en un tronco, la acompañó casualmente, con una sonrisa en sus labios, mientras volteaba a ver el confundido rostro de la adversa.

—¿Qué quieres? —Preguntó la mujer a la defensiva, sin intención alguna de ser amable, o eso hasta que él empezó a hablar.

—Oh, tú y yo tenemos que hablar seriamente, la verdad... —Por el tipo de juego donde estaban, Beth esperaba bastante cosas, y ninguna era agradable, por eso no pudo disimular del todo su asombro al notar que el comentario era de lo más inofensivo. .— Tienes que decirme dónde conseguiste esas gafas, están preciosas.

—¿Mis gafas?

— Pues si, ¿Crees que puedes comprarte cosas lindas y ocultarle al resto dónde conseguirlas? No mientras yo esté vivo. —Tras aquel último diálogo con su equipo, dónde la mujer se sintió rebajada por el resto, esos halagos llegaron aún más fácil de lo habitual a su vanidad, terminando por relajarse y sonreírle de igual forma.

—Gracias a Dios, pensé que ya nadie tenía buen gusto aquí.

—Ah, claro, eres la que tiene mejor gusto de tu equipo, claramente. Eso lo podría notar cualquiera con dos dedos de frente. —Su mano se posó sobre el hombro ajeno al notar como la confianza parecía haberse establecido.— Supongo que participarás esta noche, ¿Qué harás?

—No, tenía un espectáculo pensado, lo hice tantas veces en mi época de animadora en la escuela, todos lo amaban, pero ellos prefieren ver a la tarada de Katie haciendo saltos de mono. —La frustración en su voz era hasta divertida para Harold, quien fingió la misma indignación que ella.— Es un bastón en llamas, ¿Qué es mejor que eso?

—¡No inventes! ¿En verdad puedes hacer eso? Seguro eras taaaan popular. —Llegó por el lado del ego, genuinamente interesado en aquel resentimiento.

Katie era una jugadora fuerte, lo había notado en el juego anterior, siendo de las pocas que parecía tener experiencia en el deporte además de Noah.

No quería necesitar trampa para ganar ese desafío, confiaba en sus habilidades. Pero si lograba sabotear de algún modo a Katie, o le echarían a ella, eliminando una gran amenaza por su obvia destreza fisica, o en su defecto, descubrirían a Beth y la sacarían.

No había por dónde perder.

—¡Claro que sí, la más popular de todas! —Beth sonrío orgullosa, recordando aquellos días no muy lejanos en la secundaria y como parecía reinar sobre todos.— No puedo creer que esa tarada se crea tanto.

—Me apena que tu equipo te esté haciendo eso... Ay, espero que haga una buena presentación al menos, sería tan humillante si justo le pasará algo en plena presentación...—Con esa falsa preocupación, se encargó de incentivar la creatividad de Beth, que pareció empezar a ordenar sus ideas.— Si fallara una pirueta, sería complicado.

Sabotear a su propio equipo era una tontería, pero en la cabeza de alguien resentida, podría llegar a ser una opción. Al final del día, Beth solo era alguien con complejo de abeja reina que no asimilaba que ya no estaba en la secundaria que solía gobernar.

Y si Harold debía fingir que le agradaba para adentrarse poco a poco en las decisiones del otro equipo, estaba más que encantado.

El despliegue de talentos en los equipos estaba siendo un poco más complicado de lo que hubieran esperado en un inicio, desde los espectáculos demasiado complicados de ejecutar en un lugar así, hasta los que rozaban peligrosamente la ilegalidad.

—Eva, si vas a leer el futuro, no puede ser bajo el efecto de nada, Dios santo. —Leshawna suspiró frustrada, al menos la tenían a ella de opción luego de que hizo una demostración de Ballet, elegir a un tercero sin embargo estaba siendo complicado.

Bridgette podía pasarse la liga Pokémon con un Rattata, pero no tenía sus consolas, Tyler espantó a todos con su intento de poesía innecesariamente deprimente y Eva, pues no había dado una buena demostración.

— Se tocar el piano, pero por obvias razones, no creo que sea posible. —Duncan comentó, sin mucho ánimo. La verdad, todo el tiempo había estado pensando en alguna otra propuesta interesante, sin mucho éxito. Debía admitir, que le hacía sentirse inútil y frustrado por no poder aportar más.— Lo lamento, créanme que si se tratara de resolver algún examen o limpiar algo...

—¿Y no quieres limpiar nuestro lado de la cabaña por casualidad? Bridgette lo tiene asqueroso. —Leshawna notó que la miraron extraño, pero le restó importancia, ella veía una oportunidad y la tomaba. 

—Eh, claro, puedo. —Asintió, quizá así podía ganarse la suficiente simpatia para no ser expulsado, por más extraño que fuera el método. No estaba contra ninguna parte del reglamento, después de todo.

—No, no, no dejaré que toquen mi guarida. —Se negó la rubia, demasiado preocupada de lo que pudiera haber dejado ahí.— Mejor preocupense de buscar un talento y dejen mi orden en paz.

—Las cucarachas en ese basural son más civilizadas que tú. —Leshawna se quejó, siendo interrumpida por DJ, que se ofreció para finalmente poder ir cada uno por su lado y evitar mayores discusiones.

—Bien, yo puedo romper troncos con las manos, ¿Eso sirve? —La propuesta pareció gustarle a Courtney y mínimamente convencer al resto.— Anótame, iré a buscar un árbol al bosque...

***

—Realmente me preocupa sentir que no aporto lo suficiente, me esfuerzo mucho. Es decir, salté del acantilado y pasé tantas horas sin dormir, y aún así, sigue sin bastar... Si tuviera que limpiar un nido de cucarachas para quedarme, puedo hacerlo.—Duncan se desahogó en el confesionario.— Seguro tampoco es tan horrible.

***

—Estoy segura de que las alimañas que tiene esa mujer pronto formarán un gobierno si no las eliminan. —Leshawna se cruzó de brazos, bastante frustrada.— Que asco.

***

Los Topos Gritones estaban ya practicando lo que cada uno haría, con Katie ejecutando distintas acrobacias, y Noah, después de que se rindió con su idea de pelearse con los lobos, terminó aceptando limitarse a hacer un par de trucos con el balón, aunque parecía insatisfecho por ello.

Trent estaba más alejado del resto, tocando la guitarra como si necesitara ensayar la canción que dedicó mínimamente a cuatro mujeres distintas mintiendo al decir que era especial.

Sorprendentemente, aún así tenía público, o al menos si podían contar a Justin como tal, entretenido con el libro de dibujos en relieve que Hatchet había tirado a la basura luego del Despiertatón, mientras tarareaba la canción luego de haberla escuchado tantas veces en esa media hora.

—¿No te aburres de estar ahí? —Luego de ese rato, a Trent le fue inevitable sentirse curioso respecto a cómo alguien podía parecer tan interesado en algo tan simple.— Es raro verte sin Lindsay cerca.

—Está con Heather buscando a Beth, así que prefiero no ir. —De los pocos diálogos que habían mantenido, todos eran burlas de parte de la castaña, y claro, que estuviera acostumbrado a estás no significaba que quisiera oirlas gratuitamente.— Me gusta la música, no es aburrido.

—Ya veo... —No iba a mentir, Justin le parecía tan extraño como el primer día, pero mínimamente era uno bastante agradable.—Ah, lo olvidaba, ¿No tienes un pájaro en el pelo de nuevo, cierto?

—No que yo sepa.

Trent dejó de lado la guitarra un momento, dirigiéndose a él y sacando una liga del cabello que había conseguido, sin preguntar antes de empezar a peinar este con las manos antes de amarrarlo.

—¿Cómo has estado llevando todo? —Decidió que era un buen momento para intentar ganarse su confianza, un poco más preparado mentalmente para lo que fuera a responder.— ¿Te has sentido cómodo en el equipo?

—Va mejor de lo que esperaba... —Admitió, intentando a duras penas el no moverse ni decir nada respecto a la extraña sensación de los dedos paseándose en su cabello.

—¿Si? No me extraña, eres un encanto... —Endulzó su oído un poco antes de ir directo al tema que tanto le interesaba.— De todos modos, deberías tener cuidado cuando te relaciones con algunos de ellos, no quisiera que tuvieras que pasar un mal momento.

—¿De que hablas?

—Ah, no quiero que me lo tomes a mal, si te digo esto es porque realmente me estoy encariñando contigo... Pero quizá no deberías confiar en Gwen. —La fingida preocupación en su voz era más que genuina para Justin, confundido al respecto. Incluso para él, era obvio que ese par no se llevaba bien, pero nunca se había preguntado el motivo. —Nos conocimos antes de la competencia, y se que puede parecer muy amable, pero realmente es complicada...

—¿Puedo saber lo que pasó exactamente? —No estaba seguro de si era correcto preguntar o no, pero la situación le confundía.

—Bueno, no me gusta hablar de eso, pero puedo decírtelo a tí... —Rodó los ojos mientras sonreía, aprovechando que no estaba en el campo de visión ajeno.— Salí con una amiga suya hace un tiempo, pero las cosas acabaron mal... —Si bien, no era mentira en escencia, iba omitiendo detalles a conveniencia.— Luego todo su grupo empezó a decir cosas de mi, cosas tan malas... Realmente me afectó, ¿Sabes?

Se encargó de que la angustia en cada palabra fuera lo más genuina posible, finalmente terminando de acomodar el cabello contrario, quien estaba callado al no saber que decir exactamente.

Pero lo que era obvio es que la lastima era tan efectiva como de costumbre.

—No te preocupes por eso ahora, solo mantente lejos de ella... — Cambió el tema una vez supo que definitivamente había quedado en la mente de Justin. Luego volvió a su lugar, observando su rostro con curiosidad. Más allá de una que otra cicatriz en su piel, realmente estaba lejos de verse mal.— ¿Cómo se siente?

—Se siente raro. —Se quejó, sin estar acostumbrado del todo a la sensación. Aún así, se esforzó por mirarlo nuevamente, al no tener un espejo cerca, tenía que confiar en su juicio.— Gracias, uh... ¿Se ve muy mal?

Trent negó con la cabeza, sin embargo no pudo disimular una expresión descolocada cuando lo notó aquella particular sonrisa tan poco natural que ya lo había visto usando varias veces al no saber que decir.

—Dios mío eso es terrorífico... —Dejó escapar sin pensarlo, notando como parecía alterarse más de lo que debería por el comentario.— No es nada tan malo, solo... Tienes que aprender a sonreír, supongo. —No estaba seguro de si eso siquiera se aprendía.

—¿Sonrío mal?

—No, no, solo... Se ve poco natural, como si realmente no estuvieras feliz. —Intentó ser más amable, y aguantarse la risa para no avergonzarlo más, después de todo, parecía que de por si eso le estaba resultando complicado.— Tú no te ofreciste con nada para el concurso, ¿No hay algo que sepas hacer? —Terminó cambiando el tema.

—Al menos que consideres enseñarle a un montón de ratas como bailar...

—¿¡Tú puedes hacer eso!? ¿¡Solo ratas o también a otros animales!? —Noah apareció de forma tan repentina que casi hace que los otros dos se caigan de espaldas de la impresión.

—¿¡Cuando apareciste!? —Ese susto hizo sentir a Trent como si le hubieran atrapado en un momento particularmente incriminador, incluso si nadie le estaba prestando atención.

—Nunca intenté con otros animales, esos no se metian al sotano... —Sin darle demasiada importancia y siendo suficiente para Noah, lo agarró de un brazo para empezar a caminar con él, dejando de lado a Trent sin siquiera excusarse. 

—De amigo a amigo, necesito que me hagas un favor.

—¿Somos amigos? —No es que a Justin le desagradara Noah, pero estaba seguro de que apenas si habían hablado antes.

—¡Ahora si! —La sonrisa de Noah le hacía pensar al contrario que estaban metiendole en un plan del que no quería ser parte, aterrado.

—Dime que no tiene que ver con los lobos, por favor.

—Tranquilo, Heather ya me sacó eso de la cabeza... —Lo calmó, por poco tiempo, porque cuando volvió a hablar, su rostro regresó al pánico de hace no mucho, mientras sacaba una cuerda de su bolsillo.— ¡Pero hay muchos otros animales en ese bosque! Así que vamos por ellos.

Iba a ser un paseo tormentoso.

Lamentablemente no es algo que alguien fuera impedir, con Heather ocupada buscando a Beth ya hace un rato para hablar con ella, acompañada de Lindsay. Su actitud les podía resultar frustrante en ocasiones, sin embargo, la mayor sentía la misma responsabilidad de una hermana preocupada por las decisiones que tomaba la menor.

Cuando al fin la encontrón, ambas esperaba una expresión mucho más molesta, incluso tener que soportar un berrinche, y sin embargo, les sorprendió con un rostro sonriente que le extrañó totalmente.

—Ah, Heather, Lindsay... Lamento lo de hace poco, la verdad es que me dolió no poder hacer mi acto, pero no fue excusa. —Heather estaba más que sorprendida por aquella disculpa, pero su atención fue robada nuevamente cuando la adversa le mostró un pastelillo que traía en un plato, el cual le había robado a Eva.— Conseguí esto escabullendome en la cocina, ¡Ya, no me regañes, se que está mal robar! Pero quería hacer las pases con Katie, no se ve feliz con la comida de aquí.

—Es un lindo gesto... —La mayor se ahorró los regaños, acariciando su cabeza en un gesto cariñoso, orgullosa de que lo estuviera tomando con aparente madurez.— Deberías llevárselo.

—Lo se, pero... La verdad me da vergüenza, ¿No puedes dárselo de mi parte? —Si era Heather quien le entragaba aquel postre, las sospechas serían mucho menores, no obstante, no pareció ser tan fácil.

—Beth, tienes que disculparte frente a frente... Pero podemos acompañarte si te hace sentir mejor. —Se ofreció, con la castaña terminando por aceptar, suponiendo que bastaría con tener a las dos a su lado para verse menos sospechosa.

Todos confiaban en el juicio de Heather, después de todo.

Las horas pasaron, y finalmente, estaban todos reunidos alrededor de aquel escenario, o al menos la mayoría, con el anfitrión no muy emocionado por lo que parecía venir, ¿Cómo podría superar un concurso sus otros retos, después de todo? Tendría que ocurrir un milagro para ello.

—¡Bienvenidos al primer concurso de talentos del campamento Wawanakwa! Dónde seis campistas intentarán mantener su dignidad y no salir completamente humillados. —Al menos, la parte de la posible humillación si resultaba interesante.— Los primeros son los Bagres Asesinos, con... ¿DJ partiendo troncos con las manos?  —Se hizo a un lado para dar espacio al curioso espectaculo.

Entonces, el hombre entró cargando prácticamente un árbol encima, empezando a golpearlo mientras todos parecían extrañados.

Su equipo animaba y aplaudía, a pesar de no estar seguros de que estaba sucediendo. Tanto el presentador como el equipo contrario, debían admitir que era algo de lo más extraño, pero impresionante.

Todo iba perfectamente bien, hasta que del tronco se asomó un pequeño pajarito, al parecer, el mismo que había estado molestado a Justin en el desafío anterior y que tanto había alterado a DJ.

Sin duda, nadie esperaba oírlo gritar de la sorpresa y salir corriendo del lugar, dejando un espectáculo incompleto y un árbol a medio cortar en medio del escenario.

Terminó teniendo tres puntos, más que nada por la brutalidad del espectáculo, pero sin llegar a más por el patético final de este mismo.

***

—Irme a casa no será tan humillante... No tanto como esto. —DJ aún temblaba dentro de la cámara de confesiones, soltando un chillido cuando vió a su lado aquel pequeño pajarito, que parecía haberlo seguido, no muy feliz de que destruyeran su hogar.

***

—Inició como el mejor, y se fue de la forma más humillante posible, gracias por el espectáculo, DJ. —Hatchet hablo mientras el mismo quitaba de encima los restos de aquel árbol, ya que luego de dos minutos, los dos internos apenas habían logrado moverlo.— Los siguientes son los Topos Gritones, ¿Podrá la guitarra de Trent darnos algo mejor?

El jóven subió sin problema alguno al escenario, más que acostumbrado a todo ese tema, sin embargo, parte de su equipo estaba demasiado preocupado para prestarle atención.

—¿Dónde está Noah? No ha aparecido en toda la tarde. —Heather habló preocupada con Cody, asumiendo que él sabría algo, después de todo, se la pasaban juntos últimamente. Sin embargo, este parecía igual de asustado por el tema.

—Lo busqué hace un rato, pero no lo encuentro, ¿Crees que le pasará algo?

—Tampoco he visto a Justin, ¿Y si algo malo les pasó? El otro día ví algo dando vueltas, ¿Y si era un oso o algo así?—Lindsay se metió en la conversación, con Heather obligándose a mantener la calma al ver cómo los otros dos parecían potenciarse la ansiedad mutuamente.

—Podemos ir a buscarlos, quizá simplemente se distrajeron, es decir... Noah no suele concentrarse demasiado. —La mayor intentó relajar la situación, desviando su atención para notar que el guitarrista había logrado obtener siete puntos, dejándolos a la cabeza.— Tenemos tiempo.

—Algo cursi, pero sin duda fue una gran interpretación, debo admitirlo... ¿Podrá el ballet de Leshawna superarlo? —No le emocionaba demasiado, pero el presentador debía reconocer que admiraba lo suficiente esa disciplina, incluso habiendo intentado un par de movimientos en secreto, pero esos se los llevaría a la tumba.

—No lo arruines, Leshawna. —Courtney se aseguró de advertirle antes de subir, con Harold negando con su cabeza ante su actitud, concentrado en leer una y otra vez el libreto en sus manos, como si de por si no lo supiera al derecho y al revés.

—Yo nunca lo arruino, niña. —Claramente ninguna de las dos se llevaba bien, pero necesitaban por obvios motivos que el espectáculo saliera según lo planeado.

Para su suerte, así fue, con la mujer desplegándose con tanta naturalidad en el escenario que era imposible no impresionarse, teniendo un pequeño tropiezo al final gracias a una de las muchas hojas que quedaron regadas por el espectáculo de su compañero anteriormente.

Recibió siete puntos, los cuales, a pesar de ser un gran aporte para su equipo, no pareció dejarla contenta, bajando totalmente indignada del escenario, sin rebajarse a reclamar y dejar ver su molestia.

Aún así, los Bagres Asesinos aplaudieron, con más esperanzas de ganar al menos, esperando que el próximo espectáculo de los Topos Gritones fuera lo peor posible, claro que, no contaban con que esto pasaría gracias a una de las integrantes.

Katie no se sentía del todo bien desde aquella tarde, pero era orgullosa, y se negaba rotundamente a fallarle a su equipo, subiendo a aquel escenario apenas la llamaron, más que decidida para hacer su actuación.

—Muy bien, aquí vamos... —Contuvo el aire unos segundos para concentrarse, antes de empezar con aquella demostración.

Al principio, todo salió bastante bien, escuchando los aplausos de su equipo, y uno que otro grito animándole. De algún modo, los gritos de Sadie eran los que más le motivaban, incluso, saludando luego de uno de aquellos trucos.

Lamentablemente, aquello no fue suficiente para que el mareo poco a poco fuera más evidente, y en una de sus muchas piruetas, la joven terminará tropezando, cayendo tan mal que llegaba a doler de solo presenciarla.

—¡Katie! Maldita sea... —Sadie no lo pensó demasiado en ir a buscarla, notando como se intentaba levantar.— No seas una maldita imbécil y quedate quieta, te llevaré a la enfermería. —A pesar de las duras palabras, era obvio que iban con un aire mucho menos agresivo que hace unos días.

Aún así, volvió a maldecirla con más fuerza cuando la morena terminó vomitandole encima, tanto a ella como al escenario, causando una mueca de asco en todos los presentes.

De todos modos, y luego de decirle hasta de que moriría, Sadie decidió llevársela a la enfermeria. Ella no era un talento en los deportes para nada, pero Katie era liviana, así que no fue complicado el llevársela como un saco de papas en el hombro.

Definitivamente fue un final triste y asqueroso, para una actuación tan prometedora, la cual obtuvo dos tristes puntos.

Mientras algunos participantes se alejaban para terminar vomitando de igual manera, y otros simplemente se mantenían tan confundidos como preocupados, los internos tuvieron la peor parte de ir a limpiar el escenario, aguantando el asco a duras penas.

—¿Qué demonios le dió esa niña? —Harold susurró para si mismo, asqueado como todo el mundo por el espectáculo, y asumiendo correctamente que fue causa de Beth.

Aún así, luego de que terminara de limpiar, no quedó más opción que mentalizarse, olvidar la repugnante situación y hacer la entrada al escenario frente al poco público que había.

Subirse al escenario siempre le daba emociones mixtas, desde la euforia hasta el inevitable pánico de arruinarlo, siempre callando este último repitiendo hasta el cansancio que era incapaz de fallar.

No le prestó atención a la desmerecedora forma de presentarlo, enfocándose simplemente en qué cada movimiento y entonación fuera lo más cercano a la perfección hasta terminar su número.

Lamentablemente, por más bueno que seas en algo, es imposible gustarle a todos, y ese fue el caso, con el presentador reconociendo lo suficiente el show para no darle una calificación humillante, pero sin estar para nada impresionado.

Seis puntos.

Ni los aplausos, ni el rostro asombrado de algunos de sus compañeros pudieron distraer a Harold de oír ese resultado, sintiendo el tic en su ojo apoderarse de él un segundos, antes de contener el aire, hacer una reverencia con una sonrisa y bajar casi corriendo al confesionario antes de tener un arranque ahí mismo.

***

—Fue de mis mejores presentaciones, y recibí una calificación mediocre... Él no estaba impresionado... ¡Pero está bien, está perfecto! —Mordisqueó su propia uña en un intento de relajarse, antes de dar paso a su sonrisa torcida, deseando que todos se fueran de una vez para poder salir un momento de aquella faceta supuestamente controlada.— ¡Supongo que simplemente tendré que adaptarme mejor a las reglas de este juego y ya! El show debe continuar.

Frustrado era poco para describir como se sentía. Mantenerse en personaje era cada vez más complicado cuando apenas tenía como desquitarse.

***

—Los Bagres Asesinos hicieron ya sus presentaciones, ¿Podrán los Topos Gritones superarla? Todo depende de Noah, así que...

—¡No sabemos dónde está Noah! —Gritaron desde el público, con el anfitrión dando una rapida mirada a estos, y notando que efectivamente, faltaba aquel extraño sujeto.

—Bueno, ¿Quién va a reemplazarlo? —Nadie se ofreció por unos segundos, hasta que Gwen se levantó, más que preparada para deleitar con su minima media hora recitando.

Sin embargo, paró en seco cuando sintió el piso temblando y unos gritos. Cuando voltearon a ver en la dirección de estos, pudieron ver al joven desaparecido aullando mientras usaba un alce tal y como si fuese un caballo cualquiera, con un surtido de distintos animales más pequeños siguiéndole y Justin corriendo al final del grupo, con un rostro más masacrado de lo normal, ahora a la vista por el peinado.

Todo terminó en la extraña imagen de Noah subiendo al escenario con el enorme animal, y peleando a puño limpio con este en una escena tan particular de presenciar que la expresión de los presentes decía todo.

Justin lo dejó hacer lo suyo, sentandose disimuladamente en las gradas, con el montón de criaturas pequeñas encima suyo, sin darse cuenta que eso casi le provoca un infarto a DJ que veía a la distancia.

Cuando el espectáculo terminó, con el animal en el piso, incapaz de moverse al haber sido atado de las patas, y el joven a su lado posando orgulloso a pesar de llevarse uno que otro golpe en el proceso, todos aplaudieron al no saber que más decir.

Sobraba decir que eso realmente impresionó al presentador.

***

—Resulta que al parecer, la mayoría de animales pequeños no reaccionan tan diferente a las ratas... —Justin se balanceó algo aturdido dentro del confesionario, confundido, con un par de aves y ardillas encima.— Pero los grandes sí, así que nos atacaron, y Noah dijo que le servía y... Bueno. —Se encogió de hombros.

¿Quién era para juzgar?

***

— Tú, ve a averiguar si es legal que cocinemos un alce. —Le susurró el anfitrión a la asistente rubia, que solo asintió y se retiró rápidamente.— Debo admitirlo, eso fue impresionante, tienes diez... No, ¡Nueve puntos! —Se negaba a darle la puntuación perfecta a alguien, pero de todos modos era suficiente para que terminaran siendo los ganadores.— Los Topos Gritones ganaron de nuevo, ¡Felicidades! Bagres Asesinos, tienen que pensar en quien expulsar esta noche, así que dejen de perder el tiempo.

Los Topos Gritones no tardaron en empezar a celebrar su victoria, con Chris sin burlarse en la cara de Blaineley simplemente porque la habían mandado lejos.

Noah también festejó el hecho de estar a salvo y darle la victoria al equipo, mientras Justin intentaba quitarse de encima al montón de animales reunidos del lugar.

Ahora la parte complicada venía para los Bagres Asesinos a la hora de expulsar a alguien. Algunos querían culpa a DJ por ser quien menos puntos le dió al equipo, otros pensaban en los que no participaron y su relación con estos mismos.

Fuera como fuera, las opiniones eran de lo más variadas.

***

—DJ dejó que lo dominara el miedo, eso es peligroso en una sociedad tan retorcida como en la que vivimos... Pero no estoy seguro de votar por él...— Tyler habló con su usual tono melodramatico, Empatizaba que se hubiese asustado por el ave, pues él confundió por un segundo esta con un pollo, sintiendo el terror recorrerle.— De todos modos, la única salvación segura es la muerte.

***

—Fuí a la cabaña a pensar en una estrategia sobre quién eliminar, pero el desastre de Bridgette es tan horrible que me dió una revelación.—Leshawna habló irritada en el confesionario.— Se que puedo conseguirle los votos, solo debo encontrar a Harold, dónde quiera que se haya metido.

***
—Bueno, mientras no me echen a mi, DJ o Bridgette, yo soy feliz... Son mis amigos, y realmente los aprecio. —Geoff opinó frente a la cámara, sin tener idea de la situación actual de los votos.

***

Finalmente luego de una hora, estaba todo el equipo reunido alrededor de la fogata, todos en silencio y con la incertidumbre de que sucedería, mirándose entre ellos con nerviosismo, sin saber si la persona a su lado habría sido capaz de votar o no por ellos.

—Si bien, no le tenía fé alguna a este desafío, ustedes demostraron que son lo suficientemente desastrosos para arruinar la cosa más simple... —Estaba de mejor humor de lo habitual, mínimamente, empezando a lanzar los malvaviscos con menos brutalidad de la común.— Harold, Leshawna, Courtney, Eva, Duncan, Geoff, Tyler...

La tensión se generó entonces entre DJ y Bridgette, con Geoff observando espantado ambas posibilidades.

—Solo queda un malvavisco en este plato. DJ, fuiste él que menos aportó de los tres participantes, y por más prometedor que fuera tu show, te dejaste intimidar por un animalito. Bridgette, ganaste un desafío por tu equipo hace no mucho, pero al parecer, a este gente no le agrada tu ejército de insectos. —Jugó un momento con el malvavisco antes de lanzarlo al rostro del afortunado.— Ser grande y fuerte te salvó hoy, te quedas en la competencia DJ.

Bridgette observó a su equipo con cara de pocos amigos, si bien no era conflictiva como otros, tampoco se llevaba realmente bien con la mayoría, así que le sorprendia menos de lo que querría.

Simplemente le levantó el dedo medio a todos y fue sin ánimo a hacer sus maletas, maldiciendo a sus adentros de que una vez llegara a casa, tendría que buscar trabajo y no podría vivir con el premio como quería.

La caminata por el muelle de la vergüenza fue junto a la compañía de Geoff, quien honestamente, parecía más afectado que la misma mujer, ya se había encariñado con ella.

—Espero que nos volvamos a ver cuando la competencia termine. —Le dirigió finalmente la palabra cuando subió sus cosas en el bote.— Te buscaré para ver tus transmisiones, aunque no sepa nada de tus juegos.

—Un seguidor más, ya doblé la cantidad que tengo con eso, muchas gracias. —Suspiró pesadamente, antes de darle unas palmaditas en el hombro.— ¿Están grabando? Vayan a seguir a "Bridge_777", ¿Qué esperan? —Si tenía suerte, quizá le serviría de publicidad.

A pesar de que ninguno era realmente físico en la manera de mostrar afecto, se despidieron con un abrazo, dando fin a otra sentimental eliminación. ¿Que otras cosas podrían pasar? ¿Empezarán los miembros de ambos equipos a formar algún lazo? ¿La cena será carne de alce? ¿Podrán fumigar la cama de Bridgette? La única forma de saberlo, es seguir sintonizando.

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