¡Wawanakwa a la caza!

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

La atención era de las cosas favoritas de Harold, eso era bastante obvio para cualquiera que lo conociera, siendo extrañas las ocasiones donde este mismo se negara a las mismas, incluso si parecían tener un trasfondo sospechoso.

Aún así, y en ese par de días libres que les dieron para recuperarse del evento con el asesino, la cantidad de favores supuestamente desinteresados que estaba recibiendo de parte de su alianza comenzaban a ser lo suficientemente sospechosos para tener que intervenir.

-Oigan, ustedes dos, les tengo una pequeña preguntita... -Se acercó con una sonrisa en sus labios, notando como ambos no tardaban en poner su completa atención sobre él.- ¿Qué mierda están planeando ustedes? -A pesar de sus palabras, mantuvo su tono tranquilo lo más que pudo.

-¿De qué hablas, pequitas? Yo siempre he sido así. -Courtney se puso inmediatamente a la defensiva, cruzándose de brazos y suponiendo que no era el mejor momento para regalarle lo que había robado de la cocina.- Quizá sea sospechoso de otros, pero no de mi...

-¿Qué insinuas? -Duncan notó fácilmente como dirigían la mirada hasta él.-No se si deberíamos confiar en alguien que sería capaz de dejarte en el bosque con un asesino, ¿Qué dice eso de tu lealtad?

-Supervivencia del más apto, ¿No te suena? Además, yo no te debo lealtad a tí. -Estaba irritada, e incluso algo ofendida cuando recordaba que en la votación antepasada, Harold terminó eligiendo la opción de Duncan antes de la suya; incluso si le decía que era estrategia, no podía evitar sentirse amenazada.

-Se supone que esto es una alianza, pero tú nunca has terminado de aceptar que soy parte también.

-Tal vez porque fue una estupidez el dejarte entrar, ahora te crees mucho, pero sigues siendo el más débil de nosotros. -Presionó su dedo contra la frente de Duncan, ganándose un manotazo para apartarla.- Eras lindo cuando te mantenias lejos, ahora te crees mucho...

-Bueno, tú siempre has sido insoportable, pero ahora eres peor.

Fueron interrumpidos por la voz de Hatchet llamandolos, frustrando a Harold al no tener idea de cómo arreglar esa situación en el poco tiempo que le dejaban.

-Muy bien, creo que toda esta tensión a resultado desastrosa, debí atenderla mejor... -Harold sonrió forzadamente, moviendo su mano de manera sutil mientras restaba importancia a un asunto que realmente, estaba lejos de poder ignorar.- ¿Por qué no tomamos con calma este desafío? Creo que todos tenemos cosas que pensar...

Si bien, estaba lejos de ser una respuesta que los dejara satisfechos, terminaron por asentir con la cabeza de arriba a abajo; después de todos, ambos se sentían confiados de que la situación no duraría demasiado.

Ninguno sabía que los dos se habían encargado de que la situación se inclinara a su favor.

***

-La habilidad me dejaría ganar esta competencia a mi sola, pero los votos son un graaaan problema, y Harold siempre ha sabido mantenerme a salvo... -Courtney intentó verse ruda ante la cámara, pero se sentía más afectada de lo que querría por el tema.- Tiene planes cuestionables, es raro y se ve divertido siéndolo porque es tan... -Imitó el movimiento de la muñeca que el joven tanto solía hacer.- No importa, estoy segura de que Duncan se irá hoy, así que será un problema menos.

***

-Esta competencia me ha llevado a hacer cosas que siempre negué ser capaz y veía con pésimos ojos, especialmente cuando empecé con esta alianza, pero me he sentido más vivo que nunca. -Duncan se expresó de igual forma ante la cámara, jugando de forma algo nerviosa con las manos.- Creo que Harold y yo nos entendemos muchísimo, así que espero que podamos mantener eso cuando Courtney esté fuera...

***

-¿Han visto alguna vez cuando juntan dos perros sin más y no logran llevarse bien? Creo que es algo parecido, pero no me preocupa... -Harold revisó sus uñas, la verdad, no podía fingir indiferencia ante la situación, incluso con su tic en el ojo regresando después de tanto tiempo.- Solo necesitan un momento y volverán a comportarse...

***

El silencio no era era algo habitual en el campamento, pero en ese momento, el grupo de concursantes estaba particularmente callado, principalmente porque querían escuchar el chisme entre Blaineley y Chris, quienes estaban discutiendo hace un buen rato, aunque nadie entendía nada de esto.

-¡Estás haciendo trampa, McLean, admítelo! -Reclamó, mientras este insistía con negarlo todo y fingir ofenderse por aquella insinuación.

-¡Me estás acusando sin pruebas! ¿Tienes una o acaso estás tan paranoica que las estás imaginando? - Se apresuró en defenderse.- Seguro tú estás haciendo trampa y por eso estás acusandome a mi.

-¡No intentes dar vuelta la situación!

Antes de llegar a cualquier conclusión, Hatchet pateó la puerta para entrar, lo cual no sirvió de mucho, pero no dejaba de verse genial a la hora de realizar una aparición.

-¿Cómo durmieron? ¿Disfrutaron el tiempo libre que les dí?

-¿El que ganamos por enfrentarnos a un asesino? Claro, compensa toda la terapia que vamos a necesitar. -DJ respondió, aún sin poder creer que estuvieron en una situación así y era todo el consuelo que recibían.

-Perfecto, porque de todos modos no pensaba darles la terapia. -Nadie estaba sorprendido por aquello, obviamente, así que siquiera se molestaron en reaccionar.- Pero no soy un monstruo desalmado, así que les daré un pequeño incentivo, ya saben, como compensación por casi haber sido asesinados...

Los internos dejaron de discutir un momento para mirarse entre ellos, soltando un pesado suspiro al darse cuenta que siquiera habían tenido un día libre como compensación, a pesar de estar igual de traumados que los campistas.

-En lugar de solo una inmunidad, esta vez se las daré a los tres primeros que logren el desafíos, y si desean dársela a alguien más, pueden hacerlo... -Si bien, estaba lejos de ser una compensación correcta para algo tan grave, logró llamar la atención del grupo con esto mismo.- Y el ganador tendrá una comida gourmet que puede o no, compartir con el resto.

Definitivamente no era para tanto, pero sin duda la comida de la competencia los tenía tan afectados a la mayoría que muchos reaccionaron con la emoción que les daría el ganarse el premio mayor ahí mismo.

-El día de hoy tendrán que hacer el papel de un guardabosques, usando su ingenio y habilidades para atrapar a un animal que les será asignado según la suerte que tengan... -Mientras explicaba la situación, se acercó a los campistas con un balde repleto de varias opciones que tendrían que sacar a ciegas.- Para el final del día tienen que tener encerrado a su animal, o no querrán saber lo que pasará...

Al menos comprobarían que tanta suerte tenían actualmente.

-Un ciervo... -Lindsay fue la primera en probar suerte, sin estar del todo segura de aquel resultado, pero al menos sintiendo el alivio de no haber sacado algo mucho más peligroso.

-¿Un murciélago? -Heather observó algo confundida el dibujo, pero no le alteró demasiado el resultado.- Bueno, son lindos, Alejandro mencionó querer uno y...

-Oh, eso no es un murciélago cualquiera, es un zorro volador. -Chris no tardó en acercarse a corregir, aguantando un poco la risa por lo específicos que eran algunos animales.- Uno filipino, para ser precisos.

-¿No son esos que al estirar sus alas pueden medir hasta un metro setenta? -Lindsay preguntó rápidamente, llena de curiosidad, o eso hasta que recordó que estaban en medio de Canadá.- ¿Siquiera pueden vivir en este ambiente?

-No deberías sorprenderte con nada de lo que viva en estos lados, Linds...

-Bueno, al menos son inofensivos a pesar de su apariencia, no debería ser tan malo...

Mientras hablaban, Heather solo se quedó procesando la descripción del animal, esperando que no resultara tan complicado al final del día.

-Un lobo... ¡Un lobo! -Los ánimos de Noah se dispararon cuando vió el papel asignado, dando un par de saltitos de emoción en el proceso.- Voy a atrapar una manada completa de ser necesario.

-¿Un conejo? Que suerte... -De cualquier otro, hubiera sido un comentario sincero, pero de parte de DJ no era más que un intento de mentirse así mismo y hacerse creer que no sería complicado; aún así, era complicado con las risas que escuchó en el fondo.- Dejen de reírse, puedo escucharlos.

-Si quieres podemos dárselo de comer luego a la serpiente que debo atrapar. -Courtney soltó con una carcajada, bastante confiada de que se las idearía para atrapar ese animal por más complicado que sonara en una primera instancia.- Ya tengo ganado este desafío, así que les recomiendo empezar a rendirse.

-¿Una mangosta? -Duncan observó el papel algo confundido, esperando varios resultados, pero definitivamente no ese.- ¿Siquiera viven en estos lados? ¿Por qué metieron mangostas y no pensaron simplemente en otro animal que si sea de aquí?

-Porque queríamos que alguien acabara con la plaga de serpientes, y estaban a buen precio. -Hatchet le restó importancia al asunto, como era habitual.- Ya, menos preguntas, más escoger a sus futuras presas.

-Bueno, creo que se pasaron con eso de poner especies raras, ¿Por qué tengo que enfrentarme a un mono? -Reclamó Katie, sintiendo un escalofrío de solo pensar en atrapar uno de esos animales.- Los odio, siempre están chillando y colgándose de todos lados, y...

-¿Los odias porque se parecen a ti? -DJ preguntó de manera bastante genuina, sacándole un quejido a la jóven y una risa al resto de presentes.

Las risas se detuvieron una vez vieron a Harold tomando el papel, y como inmediatamente forzó una sonrisa en sus labios, la cual intentaba disimular su terror.

-¿Atrapar a un oso? ¿En verdad? -Terminó por soltar un suspiro, aunque en el fondo estaba gritando y preguntándose cómo demonios lograría eso.

-Puedo cambiarte el papel, los osos y yo podemos llevarnos bien, pero no quiero ver a un conejo a los ojos, son tan escurridizos y ugh... -DJ ofreció, pareciendo un trato justo para ambos, no obstante fueron detenidos por Hatchet.- ¿¡Por qué no podemos cambiar!?

-Nada de cambios, si veo a cualquiera intentando hacer uno, va a ir directo a limpiar los baños comunales, ¿Entendido? -Amenazó, con todos asintiendo inmediatamente, asqueados de solo pensar en esa posibilidad.- Además, los animales deben estar sanos y salvos, si su animal llega a estar herido, no contará.

Eso terminó preocupando un poco más a algunos participantes, que no destacaba precisamente por manejarse con delicadeza.

-Ahora síganme, tendrán unos minutos para sacar todo lo que necesiten de la casa del bote.

Definitivamente iba a ser un día complicado.

***

-Hay algunos desafíos donde uno se lamenta de que ciertas personas se hayan ido antes de participar, y creo que este caso es el vivo ejemplo... -Lindsay soltó una risa por la imagen mental que había tenido esos últimos minutos.- Justin solo habría tenido que caminar unos minutos y ya tendría mínimo un cervatillo siguiéndolo, ¡Y siquiera sería la primera vez! Yo en cambio, seguro tendré que caerme un par de veces, eso es seguro.

***

En el camino, la mayoría intentaba idear una trampa que logrará contener a su animal, esperando que el proceso fuera el interactuar lo menos posible con estos mismo, aunque algunos otros no tenían un solo plan al respecto, confiando en sus propias habilidades como algo suficiente.

Viendo el lado positivo de la situación, la casa del bote tenía una inmensidad de variados objetos que podían elegir, desde redes y cuerdas, a cosas mucho más extremas como podrían ser un mazo o una motosierra, probablemente reciclada del retorcido episodio anterior.

-¿Creen que esto sirva para atrapar a un conejo? -DJ no pudo evitar salirse de su faceta silenciosa, queriendo prepararse lo mejor posible para enfrentarse a los pequeños animalitos, sosteniendo en sus manos una red.

-Yo creo que todo lo que necesitas para atrapar un conejo está aquí. -Noah le apuntó al rostro, claramente con DJ sin entender del todo a que se refería.

-¿Mi cerebro?

-Tus dientes.

-Eso es asqueroso, desquiciado.-Negó con su cabeza inmediatamente, bastante asqueado con la sola idea de tener a un conejo retorciéndose por su mordida.

- Además, tienen que quedar sanos y salvos, no olviden ese detalle, es importante para él desafío... -Lindsay se metió en la conversación mientras tomaba un par de materiales del suelo.- Intenta buscarlos en lugares con hierbas altas, recuerda también que viven en madrigueras, y suelen estar más activos en la mañana, así que intentaría hacer esto lo antes posible.

Tras todo aquel parloteo, DJ asintió con su cabeza, bastante agradecido de que el parloteo de Lindsay viniera con tanta información útil para su objetivo.

Además, viendo las extrañas elecciones de otros en sus materiales, suponía que él no estaba tan mal encaminado al final del día; ver a Harold cargando una motosierra era más inquietante de lo que hubiera imaginado.

-¿Por qué no intentas quemar el bosque para conseguir que esas mangostas salgan de sus escondites, muñeco?- Courtney a pesar de la situación que estaban pasando, no pudo evitar dirigirse a incordiar a quien, ahora consideraba su más grande competencia.- Te podría prestar mi encendedor incluso, porque dudo que seas capaz de hacer fuego... O cualquier cosa por tu cuenta.

-Es tan gracioso como intentas ocultar que te sientes aterrada. -Duncan fingió restarle importancia al tema, pero si era sincero, el asunto también le tenía en un punto complicado.- Pero entiendo, debe ser dificil que incluso luego de tanto tiempo, solo seas una herramienta, siquiera le agradas.

Ambos se quedaron mirando luego de eso, con rostro de pocos amigos, hasta que Courtney de retiró en una pobre excusa para golpear al hombre con la pala que tenía en su mano, sacándole un quejido por obvio motivos.

-¡Oh, es un arma de dardos tranquilizantes! -Lindsay observó el arma unos momentos, notando la mirada de Katie sobre ella.

Si bien, con el cesar de las desapariciones tras la partida de Sierra, Katie ya no parecía culparla de estas, siempre la estaba mirando con cara de pocos amigos, cosa que le aterraba ligeramente.

Honestamente, solo quería estar en paz con el resto.

-¿Te gustaría usarla, Katie? -Ofreció finalmente con una sonrisa, la cual no fue correspondida, pero de todos modos aceptaron el arma, empezando manipular esta misma de forma descuidada.- Quizá tengas que tener cuidado...

-Por favor, es un arma tranquilizante, todos saben usar una. -Katie no estaba segura de si eso siquiera tenía algún sentido, pero la mirada de Lindsay sobre ella siempre le hacía sentir particularmente tonta, cosa que le molestaba.

Fue entre esos juegos que terminó por disparar el arma de forma accidental, con el dardo tranquilizante cayendo sobre Chris, quien llegaba a anunciar que quedaba poco tiempo, terminando por caer al suelo inconsciente.

Todos se quedaron mirando, procesando la situación unos segundos, mientras Katie dejaba el arma a un lado para evitar meterse en más problemas luego de eso.

Para bien o para mal, Courtney aprovechó la situación para quedarse con esta.

-¡Se acabó el tiempo, es hora de cazar! -Hatchet intervino, obligandolos a arreglarselas con lo que tenían en el momento, fuera o no algo útil.

Tras ello, los campistas tuvieron que dirigirse al bosque con lo que tuvieran para enfrentar sus respectivos desafíos, algunos muchísimo más preparados que otros.

***

-Bueno, he llegado hasta aquí, así que realmente un conejito no es algo que no pueda enfrentar, es decir, les tengo miedo desde siempre, ¿Pero por qué no cambiaría repentinamente de la noche a la mañana? -DJ intentó a duras penas darse ánimo, con una red en mano y un casco en la cabeza, solo confirmando que sus palabras eran una total mentira.- He huido de los animales pequeños mucho tiempo, ¡Pero ya no más!

***

Contrastante con su grabación en la cámara de confesiones, DJ caminaba sigilosamente cerca de la hierba alta como le habían indicado, murmurando un par de palabras de apoyo así mismo mientras avanzaba, finalmente divisando a lo lejos una de esas pequeñas criaturas.

Tragó saliva, forzadose a no sobrerreaccionar y evitar que escapara, acercándose lo más sigiloso posible.

Eso no sirvió de nada al final, pues el animal escuchó sus pisadas, volteando a verle directamente, y generando un intenso duelo de miradas, digno de dos soldados apuntando sus armas mutuamente.

Esta tensión se rompió cuando el conejo se movió, pero lejos de huir como sería lógico, se acercó rápidamente entre saltos al hombre, quien no resistió más antes de soltar un grito, mientras luchaba por no huir e intentar atraparlo.

Estos gritos fueron escuchados por otros participantes que estaban bastante lejos de ahí, entre ellos Heather, que si bien le hubiera gustado ayudarlo, tenía que encargarse de su propio desafío primero.

Encontrarse con aquellos animales había sido mucho más fácil de lo que hubiera imaginado, comprobando entonces que, efectivamente, eran mucho más grandes que un murciélago normal.

Al menos este se encontraba durmiendo, así que supuso que era su día de suerte, acercándose de forma sigilosa para atraparlo en la red que había logrado conseguir.

-Muy bien, solo no hay que hacer mucho ruido... -Murmuró para si misma mientras daba un paso lo más silencioso posible.

Claro, ella no tenía idea de que no era la única que había decidido probar suerte en ese lugar.

-¿Por qué no hay que hacer ruido? -A diferencia del susurró de Heather, la repentina voz de Katie, resonó por todo el lugar, sin despertar por pura suerte al animal, pero si dandole un buen susto a la mayor.- Ah, hay que ser silenciosas, disculpa... ¿Lo encontraste?

-Uh-huh, está dormido ahí... -Heather apuntó al animal, descolocando tanto a Katie que olvidó completamente lo que había dicho hace unos segundos respecto al ruido, soltando un chillido.

-¡Heather, esa cosa es como de mi tamaño! -La apuntó de igual manera, horrorizada.

-Está bien, Lindsay dice que no son agresivos normalmente, seguro si los tratamos con calma, todo saldra bien... -Intentó calmarla, resistiendo las ganas de taparle directamente la boca con la mano para que dejara de hacer ruido.- De todos modos son muy tiernos, ¿No crees?

-¿Tiernos? Ay Heather, tu sentido del gusto realmente está bastante alterado a este punto... -Katie negó con la cabeza de un lado a otro.- Esa cosa ya hasta puede ir a trabajar si quiere, ¡Mirala, es enorme!

Finalmente y tras esto último, el animal terminó despertando, sacándole un chillido de la impresión a Katie, que no tardó en retroceder un par de pasos, dando una despedida rápida antes de salir corriendo.

-Bueno, solo tengo que lograr atraparlo... -Se acercó unos pasos más hasta que empezó a escuchar como los árboles a su alrededor se movían, y uno por uno, empezaban a asomarse más de esas particulares criaturas, rodeándola.

Quizá eso sería más complicado de lo que querría.

No obstante, no se podía hablar de dificultades en ese momento y no incluir a Harold en la conversación, quien intentaba de algún modo, pensar en la idea menos mortal de afrontar ese desafío.

Claro que, la respuesta más obvia era simplemente no hacerlo y arriesgarse a la eliminación, pero con las dificultades de su alianza, el jóven se negaba a siquiera darles la oportunidad al resto de quitarlo del camino.

-Muy bien, hagamos esto... -Tomó aire antes de asomarse sigilosamente a una cueva, la cual con solo ver las huellas que tenía a su alrededor, daba una obvia idea de quien era su propietario; sin embargo, no parecía haber nadie dentro, sacándole un suspiro entre aliviado y decepcionado al pelirrojo.

Entonces, la peculiar colección de objetos robados que yacia en el fondo de la cueva llamó su atención, acercándose a curiosear y encontrando un par de cosas interesantes, probablemente siedo la mas reconocible el barato delineador de Tyler.

-Ah, es la cueva del oso emo... -Soltó con una risa, volteando para salir del lugar, pero encontrándose justo en la entrada con el dueño del lugar, que no parecía nada feliz con la presencia de invitados.- A-Ah, bueno... Del fabuloso oso emo, quise decir... -Corrigió rápidamente, pensando en una estrategia para llevarlo a la jaula, o al menos que no se lo comiera vivo.

Fue entonces que notó como la mirada del animal parecía fija en cierto punto de él, específicamente en su pañuelo, dándole una idea, quizá poco convencional, pero que podría funcionar.

-¿Te gusta? Si, es de buen material, no lo consigues en cualquier lado... -Se quitó aquel accesorio, enseñándolo al oso, que pasó de gruñirle a estar encantado observando la tela.- ¿Quieres hacer un trato? -No sabía si era la desesperación que sentía, pero estaba seguro de que vió a aquel animal asintiendo con su cabeza.

La enorme criatura se sentó, tomando entre sus patas delanteras aquel pañuelo, observándolo encantado e incluso abrazando la tela por unos segundos, cosa extraña pero que por varias razones no cuestionaron.

-Muy bien, lo único que necesito es que te quedes en una trampa por unas horas, luego... -Sintió repentinamente la pata del oso jalando la tela de su abrigo, empezando a sospechar que eso terminaría siendo más complicado de lo que creía.- Bien, supongo que puedo regalartela también...

Le extendió aquella prenda también, volviendo al mismo proceso de celebración anterior, esperando que esta vez si le dejara hablar.

-Solo necesito que vean que te atrapé, no pasará nada más que eso y... -Ahora el oso fue mucho más allá, apuntando las orejas del jóven.- ¿Los aretes? ¿Es en serio?- Aún así, terminó entregandolos, repitiendo nuevamente todo el proceso.

Su paciencia acabó cuando el animal apuntó sus pies, ahora queriendo sus zapatos.

-¿¡Me quieres dejar sin nada o qué!? ¡Siquiera podrían quedarte, mírate! -Le gritó, olvidando por un momento que se estaba enfrentando literalmente a un oso.- ¿Sabes qué? ¡No hay trato, devuélveme eso! -Incluso terminó forcejeando por sus cosas.

Pero el oso era testarudo, y lucho por mantener sus nuevas prendas junto a él, en una extraña escena que podría compararse con algo tan habitual como dos mujeres peleándose por ropa en rebaja.

Luego de unos segundos, Harold terminó pateando en la cara al animal, logrando que este soltara sus pertenencias; tardando un par de segundos en darse cuenta que acababa de literalmente golpear a un oso, siendo por obvios motivos algo de lo que preocuparse.

-En mi defensa, tú no me estabas escuchando... -Retrocedió un par de pasos, con la situación siendo aún más preocupante al notar como al oso le sangraba la nariz tras ese golpe.

La reacción de este sin embargo fue de lejos lo más extraño de esa retorcida situación, con el pobre animal empezando a sollozar mientras volvía corriendo a su cueva.

***

-Genial, ahora tendré que buscar otro oso porque este no resistió un golpecito, ¡Siquiera lo golpee fuerte, fue en defensa propia! -Harold comentó mientras acomodaba nuevamente su ropa, honestamente no sabía ni que decir respecto a esa extraña situación.- Por otro lado, estos zapatos han sido mi mejor compra, sirven contra asesinos, osos y quien sabe que más...

Definitivamente esa situación no lo hacía verse muy bien ante las cámaras.

***

Solo se mostró la grabación del oso llorando ante la cámara, mientras parecía querer contar su trágica vida desde que esos jóvenes estaban en la isla, pero nada se entendía por obvias razones.

Solo sabía que estaba traumatizado.

***

Courtney no pensó que criaturas como las serpientes, tan peligrosas como misteriosas, tuvieran algo que les hiciera frente, así que estaba dispuesta a ser quien cambiara eso.

Por esta misma premisa fue que le sorprendió tanto encontrar una de esas criaturas en plena pelea, y por si fuera poco, justamente una mangosta, la cual recordaba perfectamente que se trataba del animal que Duncan debía atrapar.

-Esto tiene que ser una broma... -La mujer se sobresaltó cuando escuchó repentinamente la voz de Duncan a su lado, observando la escena igual de descolocado.

Era casi como si el universo se riera en sus caras.

-¿Qué estupidez, no? Siquiera están peleando por una buena razón. -Courtney juzgó al par de animales, mientras el adverso se encogía de hombros, dándole la razón.

-Eso diferencia a los humanos de los animales, ellos no saben razonar y siempre terminan peleando.

-Cierto, son un montón de tarados.

Un breve momento de paz se formó entre ellos, algo que no pasaba hace mucho, si es que alguna vez pasó.

-Además, es obvio que la serpiente le va a ganar, la mangosta es una maldita idiota. -La mujer no resistió el comentario, terminando por nuevamente tirar a la basura la tranquilidad de la situación.

-Se nota que no sabes nada, porque las mangostas son conocidas por ganarle a las serpientes.

-¡Claro que no! ¿Cómo les van a ganar si son venenosas, tarado?

-No lo se, quizá incluso con esa ventaja no son capaces de usar el cerebro para ganarle a un animal que si tiene... ¡Oye! -Fue interrumpido cuando Courtney le dió un empujón, cosa que ella no esperaba que le devolvieran, pero sucedió.

Olvidando por unos minutos para lo que estaban ahí, Courtney y Duncan terminaron peleando tal y como si de los animales que observaban hace poco tratase, llamando incluso la atención de estos mismos, que se quedaron observando unos segundos.

Hasta ellos parecían divertidos con la situación.

-Ugh, bien, mira, se que nos llevamos mal, pero podemos aprovechar esta oportunidad, ¿No lo ves? -Finalmente Duncan rompió la discusión, apuntando al par de animales.- Ve por tu serpiente, yo voy por la mangosta, y todos felices, ¿Si?

-Bien. -Courtney se resignó, asintiendo con su cabeza, para luego voltear a ver al par de animales.

Ambos caminaron tan despacio como pudieron, o ese fue el plan inicial, que la mujer terminó rompiendo al apuntar repentinamente a su animal con la pistola de dardos tranquilizantes, alterandola.

-¡Courtney, guarda esa cosa! -Duncan intentó detenerla, sin éxito antes de que esta disparara, con la serpiente apartándose rápidamente y mordiendo al hombre, al ser quien tenía más cerca. - ¿¡Qué te pasa!?

-¡No fue intencional! -Se excusó rápidamente, sintiendo repentinamente una mordida también sobre ella, pero acompañada de varios arañazos, cortesía de la mangosta, la cual le hizo retroceder un par de pasos, tropezando con una roca y cayendo de espaldas por una larga colina.

Definitivamente la suerte nunca les acompañaba estando cerca.

A lo lejos, quien si la pasaba bien era Noah, más enfocado que nunca en lo que sea que pudiera ser uno de los lobos que tanto buscaba.

Aún así, su enfoque de atención no fue el suficiente para evitar darse cuenta a tiempo de un extraño montón de hojas en el camino, que terminó siendo una trampa, en la que cayó apenas puso un pie sobre ella, soltando un inevitable grito de la impresión.

-Al fin cayó u... ¡Ah, Noah, eras tú, lo lamento! -Lindsay se asomó, buscando rápidamente una cuerda para extenderla hacía el jóven y sacarlo de ahí.- ¿Estás bien? No era mi intensión atraparte a ti.

-Solo me golpee un poco, ¡Estoy bien!-Sonrió para tranquilizarla, aunque había caído directamente sobre su cabeza, pero para ser justos, no era ni la primera ni la ultima vez que se golpeaba de una manera tan brusca.

Cuando dió una mirada a los alrededores en general, notó que estaba todo lleno de trampas de todo tipo, debía admitir que era realmente impresionante, aunque a él le gustara mucho más ir directo a la confrontación.

-¿Hiciste todo tú sola? Es genial.

-Ah, si, quería asegurarme de que ningún ciervo fuera a escaparse cuando pasen por aquí, pero hasta ahora solo te he atrapado a ti... -Soltó una risa tras ello, la cual fue interrumpida por otro repentino grito, volteando a ver cómo otra trampa había encarcelado a la criatura equivocada.

Se preguntaba si el universo estaba enfocado en hacer que Katie siempre tuviera una razón para odiarla, o si era simple mala suerte.

-¿¡Qué es esto!? ¡Bájame de aquí! -Chilló amarrada de cabeza, bastante descolocada por lo rápido que había sucedido todo.

-¡Perdóname, en un momento te bajo, déjame ir por la navaja! -Se disculpó Lindsay, yendo rápidamente a buscar entre las herramientas.

-¡Hola Katieeeee! -Noah la saludó como si fuera un encuentro de lo más casual y no estuviera literalmente de cabeza.- ¿Cómo vas?

-Horrible, los monos son demasiado rápidos y chillan toooooodo el tiempo. -Se cruzó de brazos, bastante irritada por la mala suerte que había tenido hasta el momento.- Son unos idiotas insoportables.

-Ay, DJ tenía razón, si se parecen a ti. -El jóven estuvo a nada de que Katie se las arreglará para agarrar su tacón y lanzarlo, sin embargo, la suerte pareció sonreirles en ese momento, cuando por la cuerda en la la mujer colgaba, empezó a bajar uno de esos dichosos primates, quedándose ambos callados para evitar espantarlo.

Fue un movimiento complicado y rápido, pero que logró ejecutar de manera correcta, atrapando entre sus manos al pequeño mono, que pronto empezó a chillar y tratar de escapar, pero Katie no lo permitió, finalmente capturando a su presa.

Incluso cuando cayó bruscamente al piso al ser liberada, no dejó que escapara, dando paso a una celebración mientras el animal pataleaba en busca de ayuda.

-¡Ese premio es mío, buena suerte perdedores! -Se despidió de Noah y Lindsay, corriendo hasta la jaula para encerrar a su animal, dando pequeños saltos en el camino por lo feliz que estaba.

***

-Bueno, al menos ahora se que soy buena haciendo trampas, aunque no atrapen a ningún ciervo. -Lindsay se encogió de hombros, esperando que la próxima presa que atrapara fuera uno de esos animales y no otro campista.

Cuando escuchó otro grito desde afuera de la cámara de confesiones, supo que no era el caso.

***

Para cualquiera, el atrapar al conejito hubiera sido la opción más fácil, pero DJ estaba seguro de que nunca en su vida había corrido tanto como hasta ese momento, en ocasiones él persiguiendo al animal, y en otras, siendo la pequeña criatura quien intentaba atraparlo.

Sin embargo y después de mucho luchar, en un movimiento bastante brusco al abalanzarse contra él, DJ finalmente logró atrapar a su presa dentro de la red.

-¡Si, si, finalmente! -Celebró, incluso haciendo un breve baile de la victoria, el cual detuvo inmediatamente cuando recordó que probablemente tenía cámaras grabándolo en ese momento, tosiendo para disimular.

Luego elevó al animal solo para verlo, soltando una risa algo orgullosa al saber que estaba atrapado y no podría hacerle nada.

-Aww, mírate, no eres tan aterrador ahora, ¿O si? -Se burló, soltando un grito cuando el conejo saltó hacia su dirección, chocando con la trampa, pero de todos modos dándole un buen susto.- Bien, bien, acabemos con esto.

Fue corriendo hasta el punto donde tenían que dejar a sus animales, encontrándose con Katie en el camino, que corría de igual forma mientras ignoraba al mono mordiendola y chillando.

Ninguno dijo nada, pero en ese momento, ambos empezaron a acelerar, claramente apresurados por ser el primero en llegar y ganar la recompensa que tanto deseaban.

-¡Abran la jaula, abran la jaula! -Gritaron al unisono, mientras se esforzaban por llegar primeros a esta.

El presentador se tardó unos segundos en acceder, solo para molestarlos, sin embargo, terminó haciéndolo a últimos segundos, dónde ambos saltaron para colocar a su animal dentro.

Por solo unos centímetros, Katie terminó siendo la primera, celebrando entre saltos mientras siquiera se daba cuenta que había quedado encerrada con los dos animales en la jaula, que solo la miraban extraño.

- Felicidades Katie, tienes un banquete y la inmunidad, por tu parte DJ, al menos no te irás hoy, pero no te salvaras de las sobras de la semana pasada. - El anfitrión parecía demasiado animado incluso con las supuestamente generosas condiciones del desafío, así que DJ seguía sin confiarse del todo sobre que eso tratara de mera amabilidad.

Aún así, tenía inmunidad y ya no tendría que lidiar con ese pequeño animal en el resto del día, así que no le preocupaba demasiado.

***

-Se que Hatchet no nos daría más de una inmunidad solo por el tema del asesino, o quizá si, pero probablemente haga alguna tontería cruel para compensar. -DJ expresó sus pensamientos ante la cámara, intentando pensar en las posibilidades, principalmente por diversión a ese punto.- No sé cómo vayan a estar los votos hoy, creo que tendría que fijarme un poco en el panorama...

***

Harold caminaba totalmente acabado a ese punto, sabiendo que incluso si llegaba a tener suerte de encontrar otro oso, probablemente este no estaría dispuesto a colaborar con él, y tendría suerte si lo dejaba huir sin ningún rasguño grave.

Aún así, se negaba a darse por vencido, tanto por la inmunidad, como para evitar darles la razón a todo el mundo que lo miró como alguien incapaz de atrapar a un oso.

Claro, era bastante lógico, ¿Por qué que persona en su sano juicio siquiera intentaría acercarse a uno de esos animales? Pero su ego le impedía ser feliz si alguien subestimaba sus habilidades, fuera cual fuera.

-Nada por aquí, nada por allá... ¿Dónde están los malditos osos? -Se quejó, bastante agobiado.- Ah, hasta me volvería mejor persona si encontrara una solución para este desafío, dejaría en paz al resto y...

Fue entonces que pudo ver que no muy lejos de ahí, había otro oso, dejándolo en silencio por unos segundos mientras procesaba aquello, pero principalmente, se alegraba de estar cruzando los dedos al prometer esas cosas al aire.

No obstante había un detalle, el cual podía ser bueno, o completamente mortal según la perspectiva de cada persona; el oso estaba acompañado de su cría.

***

-Por un lado, el llevarse a un osezno puede ser factible, si no fuera porque las madres son de esas locas que serían capaces de desmembrarte por ponerles un dedo encima a sus niños... -Harold se quedó pensando unos segundos sobre que hacer al respecto, dándose cuenta pocos segundos después que había sonado como Lindsay con ese tipo de información, tosiendo forzadamente para quitarle atención.

Después de todo, la pregunta realmente importante en ese momento era, ¿En verdad sería capaz de arriesgarse tanto?

***

Noah tenía un problema, y es que, a pesar de haberse preparado para ello toda su vida, por específico que fuera, siempre habia sido pensando en un violento combate y un punto importante de aquel desafío era, lamentablemente para él, no hacerles daño.

Había podido encontrar un par de lobos, pero todos ellos, o huían, o terminaban enfrentándose a él y quedando con algún golpe imposible de ocultar en el proceso, lo cual le quitaba la posibilidad de usarlo en el desafío.

Por supuesto que había sido divertido, eso no lo negaría, pero empezaba a ser momento de llegar a un extremo que no quería, pero recordaba que varias personas le habían aconsejado aplicar en su vida diaria; intentar dialogar.

Obviamente esto era ridículo teniendo en cuenta que se trataban de animales salvajes, ¿Pero que opciones tenía ya a ese punto?

Así fue como, al encontrarse con otro ejemplar de estos, Noah terminó intentando acercarse de forma tranquila.

-Oyeee, ¿Quieres ser mi amigo? -No sabía que más decirle, y aún así, la respuesta fue poco satisfactoria cuando el animal le respondió con un molesto gruñido.- ¡Te estoy tratando bien! ¿¡Por qué me gruñes!? ¿Qué no sabes dialogar como los adultos que somos? -Se cruzó de brazos bastante indignado, aunque recibió la misma respuesta.- ¡Oye, que grosero!

Fue entonces que pensó en otra posibilidad, que probablemente sonaba aún más ridícula para cualquier persona normal, pero no era necesario aclarar que Noah estaba lejos de ser una de ellas, recurriendo a hablarle al lobo por medio de aullidos y ladridos.

Sorprendentemente, el animal pareció comprender, dejando de gruñir y viendolo con bastante interés, lo cual Noah tomó como una señal para seguir hablando.

Incluso tras unas frases más, terminó reuniendo un par de lobos más a su alrededor, los cuales parecían felices, o eso hasta que, sin darse cuenta, pareció insultar al árbol genealógico completo de todos esos caninos, que nuevamente le empezaron a gruñir, ahora en grupo.

Definitivamente dialogar no era lo suyo.

***

-En mi defensa, le gané a casi todos ellos, y tampoco quedé taaaaan mal. -Un Noah hecho un completo desastre habló frente a la cámara, soltando una risa que no era digna de alguien que acababa de enfrentarse a una manada de lobos molesta.- Supongo que tendré que recurrir a alguna tecnica aburrida para esto... Es una decepción que no puedan ser vivos o muertos.

***

Heather no tenía idea de que hacer en esa situación, observando a los enormes animales volando mientras se encontraba sentada en un tronco, preguntándose cómo podría llevarse a uno de ellos sin asustarlo demasiado.

La suerte pareció sonreirle cuando uno de estos se posó a su lado, observándola con curiosidad.

-Ay, mírate, estás tan chiquito... -Murmuró para si misma, aunque fuera una mentira, demasiado enternecida para siquiera pensarlo correctamente.

Extendió su mano al animal suavemente, esperando que sirviera al igual que con los perros; fuera como fuera, este terminó apoyando su cabeza contra esta, dándole una buena señal.

-¿Quieres venir conmigo? Te traeré luego a casa, lo prometo... -Incluso si probablemente no podía entenderle, le gustaba hablarles a ese montón de criaturas, haciéndole sentir más tranquila.- Si quieres no usamos una red, puedo llevarte y... ¡Oh!

Repentinamente llegó otro de esos animales a posarse a su lado, haciéndole soltar una risa, mientras que dejaba que el primero se acomodara sobre uno de sus brazos.

-No es necesario, pero si quieres puedes venir y... -Mientras el segundo zorro volador se acomodaba sobre su otro brazo, llegó uno más, acomodándose sin permiso sobre su cabeza.

Lo bueno es que ya había conseguido al especimen, lo malo, es que ahora tendría que cargarlos a todos hasta el punto de encuentro; y tal parecía, que varios más querían acompañarla.

***

-Como decía, estos pequeñitos son realmente adorables... -Una Heather que apenas se veía con la cantidad inmensa de animales sobre ella, intentaba hablar frente a la cámara.- El problema es que no son taaaan pequeñitos... Y pesan bastante.

***

Cómo era de esperarse, las trampas de Lindsay atraparon todo tipo de criaturas, desde mapaches, aves, uno que otro campista, e incluso a Chris cuando vino a curiosear por un momento el como iba con el desafío, no obstante, los ciervos parecían bastante decididos a no pasar por el lugar.

-Ugh, esto es tan extraño, deberían hacer esta ruta en algún momento, estoy segura... -Maldijo tras bastante tiempo esperando sin un buen resultando, intentando darse una idea de cuando tiempo le quedaba al mirar el sol, pues no tenía un reloj con ella.

De lo que estaba segura es que había pasado muchas más horas ahí de lo que querría.

Cerró sus ojos unos segundos, dando un bostezo, el cual fue interrumpido por el repentino sonido de galope a los lejos, pero acercándose a una velocidad tan grande que Lindsay apenas pudo hacerse a un lado del camino antes de casi ser aplastada por una estampida de varios tipos de animales, incluyendo varios ciervos en ella.

-¿Qué está pasando? -Murmuró preocupada para si misma, después de todo y por la inmensa cantidad de animales que casi la atropellan, lógicamente debía ver algo grande detrás de ello, con un estruendoso rugido a lo lejos solo confirmandole su idea.

Esperaba muchas cosas, pero no el ver cómo repentinamente Harold pasaba corriendo con un osezno en sus brazos, esquivando de un salto la única trampa que seguía activa, y como un oso completamente enfurecido le perseguía gruñendo.

Sin duda, lo que veía en ese programa nunca dejaría de sorprenderla, pero viendo el lado positivo, una de sus trampas habia logrado atrapar a un ciervo.

Solo esperaba no encontrarse con otra estampida de vuelta.

Katie en esos momentos, tras al fin salir de la jaula con los otros animales, se disponía a finalmente disfrutar su premio, decidida a no compartirlo con nadie, e incluso burlandose con la mirada de DJ y los internos, que no podían evitar tenerle envidia.

Fue cuando finalmente fue a dar el primer bocado, que el enorme montón de animales llegó corriendo, apenas dandole tiempo de agarrar un par de platillos antes de que estos arrasarán con la mesa y todo lo que quedó en ella.

-¡Nooooooooo! -La jóven gritó de forma dramática golpeando el suelo con los puños mientras lloraba, claro, tras dejar asegurada la comida que salvó a un lado de ella, para que ninguno de los muertos de hambre quisiera robarle mientras lloraba.

Hatchet no se aguantó la risa, siendo esta interrumpida por un repentino grito.

-¡La jaula, abran la jaula! -La imagen de Harold, completamente desarreglado y corriendo con un animal en sus brazos era de lo más divertida para Hatchet, pero de todos modos se sintió lo suficientemente piadoso para ayudarlo con ello, abriendo la puerta.

Incluso si quería lanzarlo directamente dentro de este lugar, Harold se dió el trabajo de dejar sano y salvo al cachorro de oso dentro de esta, sin querer arriesgarse a tener que buscar otro más.

-¿E-En que lugar llegué? -Habló apenas por la falta de aire, sintiendo que tras ese momento de adrenalina pura, sus piernas empezaban a fallarle.

-El tercero, nunca creí que conseguirías esa inmunidad, honestamente, tuviste suerte de encontrar a un cachorro. -El anfitrión simplemente se encogió de hombros, como si no hubiera sido la gran cosa.

-¡Si, si! ¡Tengo la inmunidad! -La desquiciada risa que escapó de los labios del pelirrojo tras aquello no dejó indiferente a nadie, quienes se quedaron mirandolo extrañados.

-Creo que deberíamos llevarlo al loquero, lo estamos perdiendo... -DJ elevó una ceja mientras le juzgaba, mas su atención fue captada repentinamente por otro detalle.- Espera, ¿Dónde está la mamá del osito?

Fue entonces que esta misma se asomó acercándose completamente furiosa a todos, pero siendo frenada por Hatchet, que simplemente le disparó con una pistola de dardos tranquilizantes como si nada.

-Ahora esperemos que lleguen el resto de perdedores. -Hatchet simplemente tomó asiento en una silla de playa, aprovechando de tomar el sol, como si no tuviera un monton de criaturas salvajes a su lado, y de paso, animales en una jaula.

***

-No fue taaaan complicado, ¡En serio, y estoy perfectamente! -Un Harold con el cabello completamente desarreglado, con un par de rasguños y la ropa arruinada habló frente a la cámara, intentando aún recuperar el aliento, sacando de su bolsillo el espejo que tenía de repuesto.- Tengo la inmunidad, y nada podrá quitarme la felicidad de... -Fue interrumpido por su propio grito de horror cuando vió su reflejo.

Definitivamente era un desastre.

***

Pasaron unos minutos para que Lindsay llegase con un ciervo, para la jaula, sentándose a un lado de DJ mientras Katie comía lo que logró salvar de su premio y Harold intentaba arreglarse lo más decente posible con lo que tenia a mano, ya que Hatchet no los dejó moverse de ahí para evitar que ayudaran a los restantes.

- Lograste hacerle frente al conejito, ¡Felicidades! -La rubia aprovechó de felicitar al hombre, que asintió orgulloso con su cabeza, podía ser una circunstancia ridícula, pero para él era algo importante.- Me pregunto como le estará yendo a Heather...

- Seguro hizo su hijo al bicho que le tocó o algo así... -No fue difícil para DJ el imaginar aquella escena, soltando una risa.- Es una competidora muy fuerte, estará bien...

-Si, no pensé terminar antes que ella honestamente...

-Estará bien de todos modos, dudo que alguien vote por ella hoy... -Dirigió su mirada rápidamente al pelirrojo, dudando por unos segundos.- Bueno, dudo que Harold y su grupito la tengan en la mira, pero de todos modos son peligrosos...

-Creo que deberíamos aprovechar que hoy no tienen oportunidad. -Lindsay se acercó al oído del hombre, esperando que no les escucharán, por si las dudas.- Las cosas parecen complicadas desde el último desafío, Duncan incluso me estuvo hablando sobre la idea de sacar a Courtney...

-Me sorprende que no se hayan matado hasta ahora... -De todos modos, DJ terminó por asentir con su cabeza.- ¿Deberíamos votar con él? ¿O crees que deberíamos sacarlo? Porque Courtney me había estado hablando de sacarlo a él.

-Courtney es más fuerte, creo que lo más inteligente es sacarla a ella...

-Si, me parece bien...

Su atención de vió repentinamente captada cuando a lo lejos, Heather llegó casi arrastrando sus pies, con al menos diez de esos extraños animales sobre ella, algunos colgándose de sus brazos, otros sobre su cabeza, pero todos bastante contentos, al menos.

-La jaula, por favoooor... -Suplicó una vez se acercó a esta misma, con Hatchet abriéndola mientras procesaba la inmensa cantidad de criaturas que habían decidido seguirla.

-Te bastaba con una, ¿No sabías?

-No querían separarse, son hermanitos... -Dió un suspiro de alivio cuando finalmente pudo quitárselos de encima, completamente agotada.- ¿Fui la última?

-No, todavía faltan Noah, Courtney y Duncan. -El anfitrión observó su reloj, viendo que quedaba menos de una hora para que el desafío diera final.- Más les vale que se apresuren, no les queda demasiado, y el bosque de noche es complicado.

-¿Por qué a esa hora salen los hermanos de Alejandro o por qué? -Katie alzó la voz, sacándole un molesto gruñido al anfitrión.

-Ay, ya superenlo, chillones. -Hatchet se cruzó de brazos, restándole importancia al asunto, que para este punto se le hacía innecesariamente repetitivo.- Nadie se murió, asi que no importa.

***

-No voy a mentir, me preocupa un poco que Noah no llegara aún, es decir, podía jurar que sería de los primeros en terminar esto... -Katie no quería mostrarse preocupada, pero le era inevitable.- Incluso le había guardado un poco de la comida que gané, aunque me la terminé comiendo después porque me dió hambre...

***

Lejos de ahí, muy adentro del bosque, se encontraba Noah, que tras pasar por todo tipo de confrontación con la manada de lobos, finalmente habían parecido empezar a llevarse bien, o al menos eso parecía teniendo en cuenta que estaban todos juntos aullandole al cielo, porque la luna aún no se asomaba, pero seguía siendo divertido.

-Ay, esto es genial, deberíamos hacerlo más seguido, ¿No creen? -Habló como si los animales le respondieran, incluso asintiendo con su cabeza cuando les escuchó ladrar.- Si, se que debí intentarlo antes, pero estaba muy ocupado, ¿Saben? Con todo eso de la competencia y...

Paró de hablar en seco cuando recordó la competencia, observando nuevamente el cielo y como este se estaba oscureciendo, probablemente quedandole poco tiempo para completar el desafío.

-¡No, no, no, el desafío! -Rapidamente volteó a ver el montón de lobos, buscando el que luciera menos lastimado para agarrarlo como si de un saco de patatas tratase y salir corriendo con él encima.- ¡Lo devolveré en un momento, lo lamento, cuidense! -Se despidió, empezando a correr en dirección al punto de encuentro, o al menos dónde creía que podía estar.

Al menos el lobo se dejaba arrastrar.

En el camino también se encontraba Duncan, que apenas podía caminar unos metros sin tambalearse por el veneno de la serpiente, y Courtney, que cojeaba lo más rápido que podia hasta el lugar.

Incluso si estaban más cerca de la llegada, siendo divisados antes por los competidores que ya habían terminado, fueron rebasados por Noah, quien corrió desesperado hasta la meta como si su vida dependiera de ello, gritando para que abrieran la jaula en el camino.

Al final, terminó abriéndola él mismo, apresurado, simplemente lanzando al pobre lobo dentro de esta antes de encerrarlo, aunque para su suerte, el caer sobre los otros animales amortiguó el impacto.

-Justo a tiempo, impresionante. -Admitió Hatchet, viendo como este celebraba dando saltitos de alegría.

Terminó acercándose al otro par, quienes se arrastraban básicamente con sus animales encima, aunque estos estaban intercambiados.

-¿¡Qué demonios pasó con ustedes!? -Harold se acercó rápidamente, aún procesando la imagen frente a él y lo acabados que lucían.

-¿Si saben que a Duncan le tocaba la mangosta y a Courtney la serpiente? -Hatchet simplemente los miró divertido, después de todo, ver cómo esos animales parecían empeñados en atacarlos era bastante divertido.- Izzy, ven a atender a estos dos, creo que están por desmayarse.

-¡Este hijo de puta! ¡Este maldito hijo de puta me lanzó de un precipicio! -Courtney le acusó rápidamente, frustrada de no haberlo logrado nada, pero asegurándose de que al menos exponer la situación perjudicara al adverso.

-¡Te caiste sola, y tú fuiste la que hizo que la maldita serpiente me envenene! - Duncan luchó por defenderse, aunque a ese punto solo hablar le dolía.

-Son un par de imbéciles. -Harold masculló, sin poder creer la imagen frente a él.- Muy bien, arreglaré esto de un modo, solo...

-Muy bien, se acabó el tiempo, tienen veinte minutos para recuperarse e ir a votar. -Hatchet le interrumpió repentinamente, dándoles aún menos tiempo de lo normal.- No puedo esperar a ver los resultados.

Definitivamente ese hombre traía algo entre manos.

***

-Nunca creí tener que atender tanta gente envenenada a la semana, honestamente... -Izzy aprovechó de usar la camara de confesiones luego de tanto tiempo.- Creo que me volveré una experta en esa área.

Al menos estaba segura de que serviría si se iba a trabajar a Australia alguna vez, aunque siquiera estaba en sus planes.

***

Si bien, al menos no se veían tan traumados como en la última ceremonia, nadie lucía realmente animado en esa fogata, siquiera los que tenían inmunidad, tanto por estar agotados, como por el obvio peligro que corrían ciertas personas que les interesaba mantener cerca.

-Ya saben cómo va esto, ustedes eligen a alguien, votan, pero en esta ocasión... -Hatchet fue interrumpido en medio de la oración, haciendole fruncir el entrecejo.

-¿¡Es necesario que siempre nos expliques!? ¡Ya lo sabemos! -Se quejó Courtney, con un dolor de cabeza demasiado grande para soportar su palabrerio.- Solo danos los malditos malvaviscos.

- Muy bien... -Hatchet sorprendentemente no se molestó tanto como normalmente ante esa queja, cosa que solo preocupó a un par de los presentes, preguntándose que demonios lo tenía tan feliz.- Katie, DJ, Harold, Heather, Noah, Lindsay...

Cuando terminó de entregar estos malvaviscos, tanto Duncan como Courtney no pudieron evitar tensarse, con Harold observando la situación mientras sentía un repentino nudo en la garganta, sin saber que esperar.

-Parece que ustedes no se han llevado bien últimamente, ¿No es así? -Soltó una risa, mientras jugaba con el malvavisco en su mano.- Courtney, realmente agotas con esa actitud que cargas, y Duncan, realmente has llegado más lejos de lo deberías, según muchos...

Ambos observaban completamente tensos la situación, tensión la cual se tornó en una completa confusión cuando Hatchet lanzó el malvavisco hacia atrás.

-¡Solo lanza el maldito malvavisco! -Para sorpresa de todos, fue Duncan quien elevó la voz, completamente alterado.

-Es bastante gracioso, ¿Saben? Ambos quedaron empatados en votos...-El anfitrión les dió una sonrisa burlona, en lo que todos terminaban de procesar la información, solo para soltar una bomba de información aún más grande.- Que conveniente que justamente hoy necesitaba deshacerme de dos de ustedes.

-¿¡Esto tiene que ser una broma de mal gusto, no es así!? -Para su sorpresa, Harold fue el primero en levantarse a reclamar, completamente alterado.

-Oh, pero tú puedes salvar a uno, dije que tenían la capacidad de darle la inmunidad a alguien si querían... -La respuesta de Hatchet solo lo alteró más.- Solo tienes que decidir a quien de los dos salvar, dejaré que voten de nuevo, aunque claro, ahora tú estarán en peligro de irte.

Harold se quedó en silencio, observando a los dos jóvenes unos segundos, ambos clavando su mirada en él mientras esperaban su respuesta, haciéndole fruncir el entrecejo, frustrado por la presión sobre él.

-¿Y bien?

-No, no voy a arriesgar mi estadía aquí por nadie. -Masculló finalmente, retirándose incluso antes de los eliminados, que aún procesaban aquella situación.

Todos estaban tan concentrados en la escena que no se fijaron en una discusión entre murmullos de ambos internos, discutiendo por lo bajo de lo más molestos.

Sin duda, habían pocas noches con un final tan abrupto como esa, dejando incluso a ambos eliminados sin saber que sentir exactamente.

Estaban frustrados, claramente, pero de algún modo, no estaban tan molestos como hubieran esperado, a diferencia de su aliado.

Faltaban un par de votaciones más para llegar a la final, y sin su mayor carta a su favor, Harold no podía sentirse más frustrado, incluso mas alterado de lo que parecía cualquiera de los otros dos eliminados.

Incluso con lo dramático que podía ser el pelirrojo, el verlo genuinamente consternado era chocante para ambos.

-Oye pecas, sabemos que no soportas la idea de perderme, pero tienes que ir a despedirte al muelle. -Courtney rompió el silencio, mucho más tranquila de lo que podría haberse imaginado en una situación así.- Siquiera te eliminaron a tí, deja de chillar, princesita...

-Claro, y es entendible que no dieras el voto, así que... -Duncan no estaba seguro de que decir, intentando mantener la paz en al menos ese momento.- Se que se salió todo de las manos, fue una tontería...

-¿No se dan cuenta de lo que va a pasar ahora? Tendré que ganar cada maldita inmunidad para mantenerme en este juego. -Harold alzó la voz, al borde del colapso nervioso, y en cierto modo, forzandose a él mismo a estar enojado por lo complicada que sería la competencia desde ese momento y no en la posibilidad de que genuinamente les extrañaría.

-¿En verdad supones que nos traguemos que no te afecta esto? -Duncan se cruzó de brazos, intentando procesar la imagen frente a él.- No tienes que fingir que es perder solo a un par de herramientas, ¿Sabes?

-¡Por supuesto que son herramientas! ¿¡Qué más serían!? -Harold sintió su voz quebrarse levemente cuando la elevó, llevando su mano hasta su boca, como si eso pudiera evitarlo.- Ustedes hicieron todo esto más complicado, eso es todo...

-Mierda, realmente te afecta esto... -Courtney no aguantó la risa al notar la expresión ajena, restándole importancia a sus palabras.

Luego de tanto tiempo a su lado, era clara la diferencia entre el genuino desprecio de Harold o el patético intento de mantenerse digno en esos momentos.

Tras un momento que le dieron para calmarse, finalmente el joven elevó la vista, soltando un rendido suspiro.

-Voy a ir a despedirme para no quedar mal, es meramente diplomático... -Masculló en un intento de convencerse así mismo, cosa que no intentaron discutirle, solo por esa vez.

La caminata por el muelle de la vergüenza era bastante silenciosa, y en parte, se agradecía que no muchos mas estuviera ahí para presenciarla.

Finalmente frente al bote de la vergüenza, Courtney forzó a Harold a acercarle su mano, dejando en esta misma su navaja.

-Es un préstamo, ¿Si? Me la devolverás cuando ganes, o te perseguire el resto de tu vida. -Amenazó falsamente, antes de soltar una carcajada.- Puedes usarla para los desafíos, o para apuñalar a quien sea, le saqué filo.

-¿Quieres que te lleve a conocer a mis padres luego de esto? -Duncan posó su mano sobre la cabeza de Harold, despeinandole sutilmente mientras lo veía asentir.- Bien, estaré apoyándote desde lejos... -Finalmente se subió al bote, esperando que el viaje de vuelta no fuera tan horrible como el resto del día que habían tenido.

- Vas a ganar esto, confiamos en ti. -Courtney dejó sus maletas sobre el bote.- Intenta no mostrar las lolas en televisión nacional de nuevo, ¿Eh?

-No te soporto.

-Me adoras. -Antes de subir al bote aprovechó de darle una nalgada rápida, ahora sí, entrando de un salto al vehículo mientras reía.- ¡Nos vemos, princesita!

Fue una despedida particular, y con la cual, Harold terminó sintiéndose aún más débil que los mismos competidores.

Aún así, la competencia sigue, y con dos integrantes menos en el programa, el final de este se encuentra cada día más cerca, y la tensión esta peor que nunca, ¿Qué nuevos desafíos le esperarán a los campistas? ¿Podrá Harold arreglarselas sin su alianza? ¿Volverá Noah a aullar con la manada de lobos? Definitivamente, pero para el resto y mucho más, solo queda seguir sintonizando.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro