◤Sucesos muy, pero que MUY, extraños◢

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—Me estoy empezando a desesperar... —dijo Marso— No podemos llevar tanto chocolate encima, chicos.

Hamu resopló y se apartó el flequillo de la cara.

—¿Y qué hacemos? —preguntó, como si su hermana fuera mucho más sabia que él a pesar de la diferencia de edad.

—Si fuéramos un par de personas más, no sería tan difícil transportarlo —obvió Elle.

—Pero los demás podrían estar ya incluso muertos —soltó Pok como si no le fuera la cosa.

Hamu frunció el ceño.

—Ahora que lo dices... ¿no habíamos quedado con ellos en La Ensaimada? —recordó— ¡En ningún momento dijimos de encontrarnos en la tienda de chuches! ¿Y si ya han ido allí?

Todos abrieron los ojos como platos. Nadie lo había pensado, y mira que era obvio. Se hizo el silencio en la pequeña tiendecita.

Elle se agarró el puente de la nariz y contó hasta diez en voz baja, maldiciendo nuevamente a Gem por haber separado los grupos.

—Vaya por Dios... —murmuró. Cruzó los brazos y soltó aire— Venga. Será mejor que salgamos a ver. En marcha misión "Reencontarse con el grupo y no morir en el intento".

Marso y Pok fueron a ponerse en pie, pero Hamu les hizo una seña para que no se movieran.

—¡No, no, no! ¡Ni hablar! —Miró a su hermana y luego a Elle, como si esta última fuera la jefa de la misión RceGynMeeI— Marso aún está mal. Debe quedarse aquí hasta recuperarse del todo.

La niña frunció el ceño.

—¡Hamu!

—Sh, tú te callas. —Hamu le chistó a Marso y se volvió a Elle—. Ella se quedará aquí.

—¿Pretendes dejarla sola en mitad del apocalipsis...? —preguntó dubitativa ella, toqueteándose un mechón de pelo con nervio.

Hamu lo pensó unos instantes.

—Tienes razón —admitió—. Pok se quedará con ella.

Esta vez, fue Pok quien se quejó:

—¿¡Por qué yo!?

—¡Porque vas armado y puedes defender a Marso!

—¿Y tú? ¡Llevas una maldita llave espada!

—Soy el mayor, debo salir.

—¡Sólo nos sacas un año a Elle y a mí!

—¡CALLA Y OBEDECE, COÑO!

Mientras tanto, Elle observaba la discusión con el rostro hundido en la bufanda, roja hasta las orejas. No quería salir a la calle únicamente con la compañía de Hamu, y a la vez le hacía mucha ilusión...

Creo que con eso lo dejo todo claro.

Por fin, el mayor logró convencer a Pok. Entonces se volvió a Elle, muy sonriente, y le tendió la mano.

—Ven conmigo —susurró, con sus grandes ojos azules brillando con destellos de purpurina y arcoíris y su larga melena dorada meneándose alrededor de su bello rostro al son de la brisa primaveral.

—Claro —respondió ella cursimente, levantándose y alisando su vestido azul cubierto por pompones y encajes.

Y los dos cabalgaron en el hermoso unicornio alado de Hamu, riendo, hacia la puesta de sol que a la vez era un arcoíris de oro.

—Elle, maldita sea, vamos.

La aludida sacudió la cabeza, saliendo de su mundo de fantasía.

—Ah... S-sí, claro... —tartamudeó, poniéndose en pie y siguiendo a Hamu al exterior.

La Ensaimada estaba igual de tranquila que horas antes, cuando se habían instalado en el local. No había señal alguna de sus compañeros o de otro ser humano.

Igualmente, ambos se sentaron en uno de los bancos de la plaza, por si aparecían de pronto.

—Estarán bien, ¿no? —pensó Hamu en voz alta cruzando las piernas.

Elle se encogió de hombros, con la mirada clavada en su regazo.

—Por lo menos me alegro de que Pok y tú estéis a salvo.

La chica se ruborizó. Tragó saliva y despegó los labios, pero no dijo nada. No solía verse en situaciones tan incómodas como aquella...

De repente, sucedió algo muy extraño. Algo tan extraño que probablemente marcó para siempre la vida de nuestros dos protagonistas, que no estaban acostumbrados a que sucesos extraños sucedieran en su día a día (exceptuando la lucha continua contra los zombies y el hecho de que fueran protagonistas en una historia de Wattpad llamada "El apocalipsis del sah". Que, menudo nombre más feo y poco original). Algo tan inusual y extravagante, que si lo viviérais, jamás creeríais que es real, porque de verdad que es terriblemente raro, os lo juro por mi familia zombie.

¡Es más!, es tan, pero que tan rarísimo, tan difícil de explicar a través de la escritura (repito que sigo siendo una niñata de trece años intentando escribir bien), que lo dejaré aquí para poder pensar tranquila y detenidamente como os lo puedo contar de forma que seáis capaces de entenderlo con sólo leerlo una vez. Porque, de verdad de la buena, es algo muy, pero que muy extraño. Lo juro por nuestro dios Sah, que en algún lugar estará observándome escribir esto, dándose facepalms y preguntándose cómo puede tener una seguidora tan imbécil...

Uf. Fue algo muy extraño, joder.