La verosimilitud, dentro del vacío es como se les han llamado a las reglas que rigen al ego, y las cuales determinan su forma, ya sea mana, aura, locura, terror, poder divino, demoniaco o espiritual.

—Para poder manifestar la Verosimilitud se necesitan cumplir con condiciones fundamentales —Expone el hombre —La primera consiste en tener una evidencia física, un objeto, que se pueda ver oler, tocar o percibir, en tu caso ha sido la estatua llena de poder divino que incluso tu sin que te lo dijese supiste percibir.

—Comprendo...

—La segunda es un poco más sencilla, la evidencia psicológica, abrazar un objeto divino por 10 horas es inútil si no sabes que al hacerlo este te está transmitiendo su poder divino; Pongamos un ejemplo...

Tras esas palabras Werner manifiesta una ventana de luz en la cual se puede evidenciar el momento en que Erse estaba bebiendo la sangre de Wilhelm.

—En el momento en que Wilhelm compartió su sangre con Erse esta se convirtió en la evidencia física, y cuando este le conto acerca de los señores de sangre y la tradición de su pueblo, esto creo una evidencia psicológica, en consecuencia, Erse pudo asimilar la Terroríficacion correctamente —Expone...

—Entonces si Erse hubiese bebido la sangre de Wilhelm sin conocer la historia detrás de esta...

—Erse hubiese bebido una copa de sangre sin razón —Señala el hombre —Cuando unes la evidencia física con la psicológica nace la verosimilitud, y cuando un adaptador comprende este concepto su poder no tiene límites.

Ante esta premisa el joven procede a analizar todo lo que ha vivido, tanto sus manifestaciones del aura y el terror, así como el primer momento en que uso mana en el imperio, en todos los escenarios se cumplieron las dos condiciones.

Iván en un momento cierra los ojos y tras liberar un suspiro manifiesta el poder divino en sus manos, para acto seguido transformarlo en mana, terror y aura a una velocidad de tal grado que incluso Werner se quedó sin palabras.

—Parece que te estas divirtiendo, bueno, no te enseñe el poder divino sin razón, ahora, es momento de que aprendas mi habilidad, y para eso, te enseñare el poder mas horrible y odiado en todo el vacío —Clama el hombre con una expresión seria —¿estas listo?, esto podría dolerte...

Tras escuchar esa palabra el joven Milfiore libera un suspiro, reorganiza sus ideas y responde...

—Estoy list...

Antes de poder completar su oración un poderoso resplandor se hace notar dentro del vagón del tren seguido de una explosión acallada por el vacío...

—¡¿Qué fue eso?! —Exclama el joven Exaltado notando como este estaba desnudo y la mitad del vagón del tren tras de él estaba en ruinas.

—Felicidades muchacho, oficialmente ya eres uno de nosotros...

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[Nombre: Iván Milfiore Lvl. 100]

[Trabajo: Profeta de ■■■]

[Fuerza: 700/1500]

[Agilidad: 710/1500]

[Intelecto: 1500/3300]

[Prana: 1100/3900]

[Poder divino: 700/3300]

[Herejía: 1/10]

[Plausibilidad: x0.015]

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—¿Qué fue lo que me hiciste yo... que fue lo que vi, ¿vi el infierno?, ¿esto aun es el infierno?, ¿Cuántos años han pasado? —Exclama el joven.

—Ya tranquilízate, en primer lugar, estas vivo, eso es lo importante... —Señala Werner —En cuanto a lo que viste, bueno...

Así Werner empezó a explicarle al joven Milfiore todo lo que paso lo cual dibujo una cara de terror en su rostro, seguido de un sudor frio, tras el paso de algunos minutos este pudo tranquilizarse y recuperar la compostura.

—Debería estar muerto ahora mismo —Señala el joven.

—Suicidarte no es una opción, ¿no quedo eso claro?, además ya me estoy cansando de ver tus vergüenzas al aire —Reclama Werner Chasqueando los dedos.

En ese instante alrededor del joven empiezan a manifestarse ropas similares al uniforme de Werner, de las cuales resaltaban una capa negra, un sombrero negro, y un bigote rizado en el rostro de Iván.

—¿Qué es esto? — Reclama el joven tratando de quitarse el bigote postizo.

—Simplemente pensé que esas eran las ropas que mejor iban para alguien como tu...

—Parece que voy a ir a una fiesta de disfraces... —Señala el joven.

—Tienes razón, quizás me excedí... —Clama Werner chasqueando los dedos, haciendo desaparecer el bigote.

—Si vas a hacerme esto, al menos muérete de la risa ¿no? —Reclama el joven.

—¿Por qué no le das un vistazo a las ropas que estas usando?

Tras esas palabras el joven con escepticismo procede a verificar sus prendas, lo cual hizo palidecer su rostro...

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["Abrigo de comandante exiliado (Heroico)", "Pantalones de comandante exiliado (Heroico)", "botas de comandante exiliado (Heroico)", "corbata de comandante exiliado (Heroico)", "Guantes de comandante exiliado (Heroico)", "Capa de Alto Cagliostro (Legendario)", "Sombrero de Alto Cagliostro (Legendario)"]

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[Aviso: Usar en conjunto los articulos de comandante exiliado incrementa notablemente la resistencia al daño mágico ...]

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—Estos artículos son...

—Son bastante comunes para los miembros de la legión. —Señala Werner.

—¿La legión?

—Puedes pensar que son como mi pequeño ejercito privado, pero ellos no importan ahora... —Espeta con una ligera sonrisa antes de cambiar a una expresión seria —Ahora quiero que prestes atención, esto es lo último que hare por ti, después de esto te regresare al país del sol. Y espero entiendas que esta vez te ayude a razón de nuestras circunstancias, pero yo no soy del tipo que perdona dos veces...

De regreso en el presente...

En medio de la oscuridad el choque de incontables espadas se hace sentir, en comparación a hace 2 años desde su llegada a este mundo, la destreza del joven Milfiore había crecido al punto de poder pelear a la par contra héroes consagrados.

Frente al joven un héroe sonriente de cabellos rubios y ojos verdes, con un espadón se hace presente, al tiempo que detrás de él una heroína con las mismas características intenta acorralarlo.

Sin tiempo que perder, el joven Milfiore extiende varios hilos hasta el techo de la habitación, logrando evitar el ataque, evidenciando como al chocar los dos espadones de los héroes una mancha negra se formó en el espacio.

—Qué pena creí que lo habíamos atrapado —Espeta uno de los héroes sonrientes.

—Lo hicieron —Exclama una voz imponente.

Tras el joven Un héroe recubierto en una armadura pesada arremete contra el joven Milfiore, Iván intenta usar la habilidad de desfase para atacar al cuerpo dentro de la armadura, no obstante, al entrar en contacto con esta, no tarda en notar como esta está vacía.

En ese instante la armadura aprovecha el descuido del joven y lo inmoviliza tras desactivar su habilidad.

—¡Horowitz! —Exclama la voz dentro de la armadura.

Tras esas palabras desde la distancia se puede apreciar a un héroe de cabellos castaños y bigote apuntando un rifle imbuido en su espíritu armado de acero, quien al disparar manifiesta 5 columnas de metal.

En ese momento la armadura se divide en varias piezas mientras que el joven Milfiore recibe de lleno el ataque, presuntamente siendo aplastado por las columnas de metal, solo para segundos después salir por la parte de abajo.

—No puedes escapar —Clama el héroe del rifle.

Alrededor del joven las columnas de acero empiezan a manifestar protuberancias similares a látigos, con la fuerza suficiente para romper las paredes y los pilares de la habitación, pero con el suficiente control para no dañar a los otros héroes.

Incluso ahora el joven Milfiore no podía mantener la habilidad de desfase activa en todo momento, siendo su límite actual 50 segundos antes de sufrir síntomas de congelamiento, de los cuales ya habían pasado 30...

Del mismo modo los héroes ya tenían presente el hecho de las debilidades del desfase, siendo además del límite de tiempo, el hecho de que el joven Milfiore está obligado a hacerse solido para poder entrar en contacto con superficies, incluyendo el suelo.

En estos momentos Iván estaba cayendo hacia el suelo, debajo de ellos no había otro piso por lo que, si Iván no solidificaba alguna superficie, este seria tragado por la tierra, lamentablemente, si este lo hace, entonces el ataque de los látigos lo desmembraría.

En un rápido movimiento el joven Milfiore atrapa varios hilos entre sus manos logrando frenar su caída, este había atrapado al héroe de la armadura en sus hilos cuando le embistió.

En ese instante el ataque de los látigos se detiene mientras el joven Milfiore atrapa el yelmo de la armadura...

—Ignórenme, maten a este bastardo... —Reclama el héroe de la armadura.

Con esas palabras el ataque de los látigos se reanuda, destruyendo el yelmo, no obstante, el joven Milfiore había logrado evitarlo, logrando impulsarse en sus hilos para volver a subir, lugar donde se ataría al techo.

—Dividir... —Espeta una heroína con un abanico imbuido con un espíritu de viento.

Tras esas palabras y sin previo aviso el área del techo en donde este se había fijado cae al tiempo que los héroes sonrientes aprovechan la distracción para cortar al joven Milfiore por la mitad, manifestando una mancha negra en su pecho la cual empieza a succionarlo hasta desaparecer.

No obstante, todo eso había sido una ilusión generada por el joven Milfiore.

—"Esto es molesto..." —Reclama internamente ocultándose en una esquina del techo de la habitación —"Indudablemente el poder de los héroes consagrados está en otro nivel, no solamente tienen poderes únicos que superan a los de los inquisidores, aparte tienen virtudes, aun así, después de esto he podido acumular información importante"

Medita el joven Milfiore mientras ve desde el techo como sus adversarios se reagrupan.

—"Los dos héroes sonrientes claramente son del templo de cáncer, en ese lugar sonreír en todo momento es un estilo de vida, parecen ser usuarios de espíritus de sombra y poseen una virtud capaz de desgarrar el espacio, incluso con desfase si me toca ese ataque estaré acabado" —Expone el joven internamente —"El héroe de la armadura parece tener una virtud capaz de fusionar su espíritu con su armadura, por lo que siempre que queden piezas de la armadura este podrá seguir peleando, además parece tener experiencia como líder, La heroína del abanico parece poder controlar el aire del entorno y atacar sin moverse de su posición, el tirador fue una sorpresa, no esperaba ver a un héroe con un arma de fuego, parece tener una virtud relacionada con el control de su propia habilidad, y por ultimo están esos 3"

En un extremo de la habitación el joven Milfiore pudo evidenciar a Mordred Pendragon, acompañado de otros dos caballeros, quienes a diferencia de los demás todavía no habían movido un dedo...

—"Si solo fuese Mordred estaría más tranquilo, pero no tengo idea alguna de las habilidades o virtudes de los otros dos, pero por su postura regia los tres deben ser del templo de virgo, en ese caso debería ser fácil provocarlos, pero primero, debo deshacerme de los otros..."

Antes de poder hacer algún movimiento a las espaldas de Iván una mujer de cabellos rubios y armadura blanca se hace presente quien en fracciones de segundo se había movido del lado de Mordred al suyo.

—"Esta velocidad, absurda, ¿acaso esto es real?" —Clama el joven internamente.

—Muere... — espeta la heroína.

—"Pero al final eso me beneficia..."

En un ataque más rápido de lo que el ojo humano puede captar el joven Milfiore recibe varias puñaladas a lo largo del cuerpo, exceptuando su pecho y cabeza, así como sus órganos vitales, para posteriormente caer al suelo desde una gran altura.

—Aprovechemos que esta en el suelo y liquidémoslo —Exclama el héroe de la armadura.

Tras esas palabras los dos héroes del templo de cáncer arremeten en contra del joven Milfiore, sabiendo que sus ataques eran los únicos que no podían ser bloqueados por su habilidad, no obstante, antes de llegar a tocarlo, el cuerpo del joven héroe es cortado por la mitad.

—¡Cuidado! —Exclama el héroe de la armadura quien arrastra los cuerpos de los dos héroes lejos del joven Milfiore —¿Están bien los dos?

—¿Hermano? —Exclama la heroína antes de gritar tras notar el cuerpo bifurcado de su hermano.

—Oye, esto acaso es una broma... —Reclama la heroína del abanico —Ese es quien creo que es...

Ante los héroes una figura humanoide se había erguido, envuelto en una niebla negra y cubierto de pies a cabeza en una armadura de acero azul, con el emblema del clan Ayashimon.

—Realmente quería guardar este as bajo la manga para pelear contra Lion, pero creo que puedo experimentar un poco primero —espeta el joven Milfiore.

Ante la presencia de esta criatura los héroes no pudieron evitar dar un paso hacia atrás, pues para ellos no era desconocido el nombre de Ayashimon Daiken.

—No retrocedan... —Clama Mordred —esto no es más que la brujería del héroe corrupto, solo basta eliminar al invocador. ¡Margarite!

—Entendido...

Tras esas palabras la heroína en el techo sobre la cabeza del joven Milfiore arremete contra el a una velocidad increíble, no obstante, contrario a lo que se esperaba esta acabaría chocando con el suelo con fuerza, causándose bastante daño.

—¡Margarite! —Exclama Mordred —"Esto no tiene sentido, la virtud de Margarite debería permitirle moverse a 10 veces la velocidad máxima de un humano, por lo que cometer un error así sería imposible a menos que..."

Tal y como Mordred lo había intuido el cuerpo de la joven estaba inundado de gusanos demoniacos, los cuales trataban de arrebatarle el control de su cuerpo.

—A ti no te conozco, pero... —Clama el joven manifestando el incensario —De algo tendrás que servir...

Tras esas palabras una pica de hierro emerge de la parte inferior del incensario, perforando el vientre de la heroína que no tarda en ser cubierta por una densa niebla blanca.

—¡Deténganlo de inmediato! —Exclama el héroe de la armadura.

—No dejes que se me acerquen... —Espeta Iván.