❥Capitulo 13

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Aparentemente el estrés de Shiro había alcanzado su punto de quiebre, porque dos días después de que Keith moviera el mundo entero de Lance, Keith alegremente le informo que Shiro había desalojado a la espada, las brujas, Nyma y Rolo de su hogar. Los otros vampiros ahora estaban refugiados juntos...en algún sitio. Eran bastante misteriosos al respecto, pero a Lance le gustaba imaginárselos usando un alojamiento cualquiera de Airbnb, intentado beber sangre y escabulléndose en las noches.

Lance tenía el sentimiento de que Shiro no había sido el único estresado – Keith estaba un poquitín demasiado emocionado de que los otros dejaran la casa del bosque. Tan emocionado, que, de hecho, invito a Lance a pasar la noche. Pidge y Hunk, sorpresivamente, no estaban tan opuestos a la idea como Lance esperaba. Pero de nuevo, probablemente prefirieran que Keith y Lance hicieran sus cosas sucias lejos de la habitación de invitados de la familia Holt.

Lance entendía perfectamente. Pero...estaba un poco inquieto respecto a hacer cualquier cosa con Keith bajo el techo que él y Shiro habían estado compartiendo durante tanto. Incluso si Shiro básicamente le hubiera dado a Lance su bendición, no parecía exactamente, uh, complacido con el asunto. Y Shiro no era alguien que Lance deseara disgustar. Lance se puso incluso más nervioso cuando Keith lo llevo a la cocina de la casa solo para encontrarse a Shiro ahí, picando tomates con una precisión casi perversa con un enorme cuchillo. Trago en seco.

Keith, no pareció notarlo, caminando casualmente hacia Shiro y recargándose a su lado un momento. "gracias por ayudar. ¿Cómo va la pasta?"

"casi lista," Shiro murmuro, dejando de cortar el tomate por un breve momento para mirar Lance. Dejando caer su vista en el hombro de Lance un segundo, como si pudiera de algún modo ver el nuevo vendaje bajo su camisa, antes de volver a cortar. "Espero que te guste lo italiano, Lance. Keith se dejó llevar con la pasta en la tienda, asi que ahora nuestros armarios están llenos de paquetes de pasta que somos incapaces de digerir."

Keith se encogió de hombros, sin arrepentirse. "Había tantas formas geniales. No mientas, Shiro, tu tomaste los macarrones de dinosaurio." Shiro gruño evasivamente y vertió los tomates picados en un tazón lleno de especias y lo que parecía ser ajo, oh, la ironía.

"¿Están haciéndome la cena?" Lance balbuceo, aferrándose ligeramente al marco de la puerta. "¿A pesar de no poder comerlo?"

"De cualquier forma, cocinar me resulta entretenido," Shiro susurro. "Y si, Keith deseaba prepararte una cena apropiada."

"Pero tu estas ayudando," Lance señalo. Las orejas de Shiro parecían rosadas, aunque tal vez fuera solo su imaginación. "gracias. Bueno...wow. No me lo esperaba."

"bien," Keith dijo, reluciente. "me gusta sorprenderte, Lance."

Shiro mezclo los tomates picados y asintió hacia Keith, quien saco un pedazo cortado de baguette del horno. Lance tuvo que sentarse y solo observarlos mientras acomodaban las rebanadas en un plato y lo cubrían pulcramente con los tomates. "Puedes llevarte las sobras a casa," dijo Shiro, posando el plato de bruschetta ante él. "O puedes dejarlas en el refrigerador. Estoy seguro de que estarás pasando una gran cantidad de tiempo aquí."

"Esto es solo un aperitivo mientras esperamos por la pasta," Keith menciono alegremente, revoloteando en un armario hasta que emergió victorioso con un plato. Era porcelana elegante, con tenues diseños dorados en relieve a su alrededor, y Lance se preguntó cuánto se llevaría en una subasta mientras comenzaba a comer la bruschetta. Era...realmente buena, a decir verdad. Se preguntó si los vampiros habrían estado practicando sus habilidades de cocina.

Ambos lo estaban observando con cabezas ladeadas, expectantes. "¿Bueno?" Shiro pregunto. "¿Cómo está?"

"Muy bueno," Lance dijo con la boca llena de tomate y aceite de oliva. "Increíble. Fantástico."

Shiro elevo una ceja. "¿Tan bueno que olvidaste como masticar?"

Lance rodo los ojos. "¿Qué pasa con los vampiros y los modales en la mesa? Realmente no deberían decir nada al respecto."

"Buen punto," dijo Keith.

"La etiqueta sigue siendo importante," Shiro gruño.

Lance hizo un gran espectáculo masticando y tragando. "Ya," dijo con un ademan. "La bruschetta estuvo simplemente magnifica, Shiro, tienes mi más sincera gratitud."

Shiro esbozo una sonrisa ligeramente, antes de que esta desapareciera completamente. Suspiro y se giró hacia la encimera. Keith toco su brazo y se inclinó, diciendo cosas que Lance no pudo escuchar. Lo que sea que fuese, hizo a Shiro asentir, tomando la nuca de Keith, inclinando su rostro hacia Lance con un suave, "Disfruta tu cena," y salió de la habitación.

Lance lo observo marcharse con pesar. "¿Qué hice?" pregunto.

Keith sacudió la cabeza. "Nada," dijo. "Shiro solo quiere darnos espacio. Darte a ti espacio, principalmente. Él pudo notar lo nervioso que estabas con el aquí– ambos pudimos."

Lance parpadeo. "¿Nervioso? Yo..."

"Está bien," dijo Keith. "sé que no soy intimidante como los demás vampiros, mientras que Shiro...si lo es. O parece de esa forma para las personas que no lo conocen bien. Es bastante gentil, a pesar de las apariencias. Pero no has convivido tanto con el como para acostumbrarte, asi que –"

"¿De que estas hablado?" Lance exclamo. "¿Shiro cree que le tengo miedo?"

"Lo tienes," Keith respondió, observándolo confundido. "Tu ritmo cardiaco incrementa y te cohíbes cada vez que está cerca. Si no es miedo, entonces, ¿Qué?"

Atracción, Lance pensó. "Oh," dijo en su lugar, observando su plato, la bruschetta dejado repentinamente un sabor seco en su boca. "Supongo que tienes razón. Pero no estoy asustado, exactamente. Solo siento que...no le agrada que este contigo."

Keith frunció el ceño, encarnando las cejas. "Por favor no te preocupes por eso. Shiro y yo confiamos profundamente en el otro, y tenemos un acuerdo muto sobre...todo esto." Suspiro. "No voy a mentir y decir que es un acuerdo idóneo, pero funciona, supongo. De todos modos, Shiro no tiene malos sentimientos hacia ti, Lance, ninguno en absoluto. De hecho, el..." Keith se detuvo, y rápidamente se giró hacia los fideos. "Ah, mira esto, la pasta esta lista."

"Dispara," dijo Lance, pero se preguntó durante el resto de la cena que sería lo que Keith iba a decir. Preguntándose, y deseando, aunque sabía que era irracional.

*

Después de la cena, ambos subieron y como era de esperarse, entraron a la habitación de Keith.

"Directo, ¿eh?" Lance rio mientras la puerta se cerraba tras ellos.

Keith paso su pulgar sobre los labios de Lance, haciéndolo estremecer. "Te hice la cena," respondió. "El Romance no ha muerto." Sonrió. "Por otro lado...no creo que vayas a quejarte."

"¿No?" pregunto Lance, dejando que Keith metiera un dedo por el cuello de su camisa y lo arrastrara hacia la cama. "Cuéntame, chico murciélago."

Keith dejo que la cama golpeara contra sus muslos y se tumbó en ella, Lance cayo con pesadez sobre él. "¿Recuerdas que dijiste que tendrías en cuenta?" pregunto, sonriendo.

Le tomo un segundo, pero cuando el cerebro de Lance proceso lo que Keith estaba diciendo, hizo corto circuito de nuevo. "¿Yo...voy a follarte?"

"Mhm," Keith murmuro, tumbándose sobre la cama hasta que estuvo descansando contra las almohadas y Lance acomodado extrañamente entre sus piernas. "Si quisieras."

"Si quisiera– Jesús, Keith, ¿Al menos eres real?" Lance balbuceo.

"No lo sé, ¿Lo seré?" Keith rio, girándose suavemente sobre su estómago, separando las piernas y levantando ligeramente el trasero, observando a Lance por sobre su hombro. "Tu dime, Lance."

Después de guardar rápidamente el cristal en su bolsillo, Lance se inclinó, y paso una mano sobre la curvatura de la espalda de Keith, deseando saber y a duras penas aceptando que Keith le permitiera esto. Aunque, estaba haciendo más que permitírselo – bajo las manos de Lance encorvo más la espalda, invitándolo, e hizo un bajo, sonido de satisfacción cuando las manos de Lance llegaron a su trasero, apretando y separando más sus piernas.

"Me parece muy real," murmuro Lance, y Keith rio, complaciente, estirando los brazos hasta que alcanzaron la cabecera. Con algo de confusión, Lance noto que la cabecera tenía varias pequeñas y apenas perceptibles marcas de rasguños entre la madera. ¿Qué había estado haciendo Keith aquí?

Keith lo distrajo de sus pensamientos sacando su camisa, tirándola en el suelo y comenzando con sus jeans. Lance se apresuró para seguir el paso, y para cuando quedo solo en sus boxers, Keith ya estaba desnudo, y lo observaba impacientemente con un bote de lubricante en su mano. Lance resoplo y se quitó los boxes. "Disculpa, no todos tenemos la rapidez de un vampiro."

"Hmph." Keith inclino la cabeza hacia él. "¿Quieres que me prepare o lo harás tú?"

Lance profirió un sonido ahogado. "Uh," logro decir. "Yo – puedes comenzar, y luego yo..."

Keith asintió, y destapo la botella, chorreando el lubricante en sus dedos y llevándolos hacia abajo. No comenzó de inmediato– masajeo su miembro primero, haciendo ligeros sonidos de placer y dejando que su cabeza cayera contra las almohadas mientras se arrodillaba en la cama, girando su muñeca y Lance podía ver ligeramente los movimientos de su mano y el de sus bolas desde donde estaba, detrás de Keith, y era enloquecedor.

Lance tomo su propio miembro con firmeza y le dijo entre dientes, "Keith, vamos."

Keith miro sobre su hombro haciendo un puchero. "Dijiste que podía comenzar," señalo, diciéndolo con falsa dulzura.

"Aja, comienza a prepararte, no a provocarme," Lance respondió, aunque salió menos autoritario y más desesperado de lo que le hubiera gustado.

"Oh, bien," dijo Keith, y puso dos dedos dentro de sí con sorprendente facilidad. Lance perdió el aliento. Keith se arqueo, lánguido como siempre, ampliando la postura de sus piernas hasta que Lance pudo verlo abriéndose, podía ver el lubricante resbalando cada vez que sus dedos entraban y salían de su entrada. "Ahh," Keith murmuro, nuevamente presionando el rostro en la almohada, con el trasero al aire, enroscando los dedos y abriéndose con ruidosos chapoteos que hacían que el rostro de Lance ardiera. "¿Bien? ¿Solo vas a mirar, Lance?" pregunto, con voz levemente ahogada.

Lance trago y se acercó, tomando el lubricante y presionando ligeramente su dedo contra la húmeda entrada de Keith. Notando su indecisión, Keith saco sus propios dedos y espero, suspirando cuando Lance finalmente empujo dos dedos dentro. Oh, hombre, Lance no estaba listo para eso, pero a la vez se sentía como si fuese a morir si esperaba un poco más. Keith estaba tan, tan estrecho alrededor de sus dedos, cálido y cediendo sin mucha resistencia cuando presiono más profundo. "Keith – tienes que decirme si hago algo– no quiero accidentalmente –"

Keith hizo un ligero sonido y se giró para verlo. "No vas a lastimarme, Lance, no te preocupes."

Lance mordió sus labios. "Pero me lo dirás," dijo.

"Te diré," Keith prometió, levantando la boca cariñosamente. "Lance. No te preocupes."

"Bien," dijo Lance. Añadió un tercer dedo y Keith se movió contra él, lo cual era en varios niveles excitante, Lance ni siquiera encontraba palabras suficientes para describirlo. Y aun abriéndolo con lentitud, Lance se inclinó sobre la espalda de Keith para besar las vértebras de su espalda y suavizar los músculos de sus hombros. A Keith le gustaba, si el ligero movimiento y leve ronroneo era alguna señal. "Dime cuando," Lance murmuro, apartando el cabello de Keith de su nuca y besando la pálida piel sin marcas de ahí.

Keith salto un poco cuando sus labios lo tocaron, ligeramente sorprendido, antes de relajarse sobre las sabanas de nuevo. "Ahora," dijo, girando el rostro para que Lance pudiera ver ligeramente su perfil entre los ondulados cabellos, y el brillo dorado bajo sus oscuras pestañas.

"¿Estás seguro?" Keith aún se sentía bastante estrecho. Lance se estaba poniendo ansioso de nuevo.

En respuesta, Keith le gruño. "Si."

"¡Bien, bien!" exclamo Lance, sacando sus dedos y tomando su pene, alineándolo cuidadosamente y mordiendo sus labios mientras ensanchaba a Keith con sus pulgares y presionaba. Keith empujo ayudándolo, y Lance casi se traga su lengua ante la vista de su pene hundiéndose en el cuerpo de Keith, tan oscuro comparado con la palidez del trasero de Keith. "Oh, joder. Keith – eres –"

Keith gimió sobre la almohada, resbalando sus manos en la cabecera emitiendo un feo sonido, como uñas en una pizarra. Lance no comprendió hasta que vio que Keith tenia fuera sus garras, y probablemente no debería haber sido excitante, pero, bueno, el miembro de Lance aparentemente no capto el mensaje. El pene de Lance no estaba captando varios mensajes importantes últimamente.

"¿Las garras son buena o mala señal?" Lance jadeo, sus manos rodeando las caderas de Keith y sus ojos fijos en sus manos, observando como las garras se enterraban en hipnóticamente en la madera.

Keith rio sin aliento. "¿Ahora mismo? Buena señal. Muy buena señal."

"Huh," Lance medito, sonriendo. "¿Qué tanto?"

"Mejor si en realmente estuvieras follandome," respondió Keith, moviendo sus caderas alentadoramente. "No tienes que esperar."

"Que si quiero esperar," dijo Lance, recorriendo sus dedos sobre la cintura y las costillas de Keith, hundiéndose hasta el fondo, sin moverse más. Era difícil mantenerse quieto, Keith se sentía increíble, pero valía la pena ver a Keith gruñendo y rasgando la madera, empujando hacia atrás intentando que Lance hiciera algo, sin resultado.

"Lance," gruño, entrecerrando los ojos.

"¿Queeee?" Lance pregunto inocentemente, besando su nuca de nuevo y en un momento de atrevimiento, presiono su mano en la espalda de Keith, forzándolo a mantenerse abajo. Keith se retorció debajo de él, y Lance vio que sus orejas se removían también, alargándose y agachándose contra su cabeza. "No eres muy paciente, cierto," Lance noto.

Keith gruño más y se retorció. "Te voy a dar diez segundos," advirtió.

"¿Para qué?" pregunto Lance, entretenido.

"Diez, nueve, ocho –"

"Ooh, estoy tan asustado –"

"Siete, seis, cincocuatrotresdosuno," Keith dijo en una sola palabra, y empujo contra él, tirando a Lance con un grito mientras el vampiro lo montaba, aun encarando la cabecera y apoyándose en ella, cayendo sobre el pene de Lance. Todo el aire abandono los pulmones de Lance con un gruñido débil. Keith siseo con satisfacción, empujando una y otra vez, usando la cabecera como impulso para montar el pene de Lance, carajo, realmente no se iba con juegos.

Intentando sentarse, Lance lo observo con el rostro ardiendo. "Realmente acabas–"

"Honestamente creíste que iba a estar ahí esperando a que te decidieras," Keith respondió, con voz irregular, flexionado las piernas mientras caía nuevamente y gimió cuando Lance empujo hacia arriba, tratando de llegar a un ritmo. Era difícil cuando Keith continuaba distrayéndolo con su belleza inhumana.

Literalmente, inhumana, continuaba arruinando la cabecera y ocasionalmente emitía gruñidos, especialmente cuando Lance se aferró a su cadera y enterró sus dedos lo suficiente para dejar moretones, jadeando contra el hombro de Keith, como cuando Keith lo había mordido a él. Keith debió de haber pensado en lo mismo, porque cuando los dientes de Lance pasaron sobre su piel, Keith se arqueo de nuevo, tirando su cabeza sobre el pecho y el hombro sin mordida de Lance. Tan pronto Lance vio la sinuosa curva de su cuerpo y la punta de la polla de Keith sobre su estómago, supo que no duraría.

"Keith," gruño, enterrando el rostro entre el cabello de Keith y dándole un tirón, solo porque sabía que haría a Keith jadear y arquearse más. "Lo siento, pero no puedo – voy a correrme, como en, treinta segundos."

"Veinte," Keith dijo, aleteando las pestañas.

"¿Q-que?"

"Vas a correrte en veinte segundos o menos si es que puedo hacer algo al respecto," respondió Keith, y embistió contra el insistentemente, ganado fricción, la sensación de Keith apretándose a su alrededor lo dejo casi al borde. Pero lo que realmente lo logro fue la forma en que la cabeza de Keith se inclinó desorientada mente hacia la suya, con un borrón de éxtasis; sus labios se encontraron húmedamente, la mano de Lance tiraba fuerte del cabello de Keith y el apena reprimía sus gemidos, sucio y necesitado al igual que la forma en que se movía contra el pene de Lance.

Lance apretó la cintura de Keith y se corrió maldiciendo, sintiéndose cansado y repleto de dicha, pero también sintiéndose algo culpable porque Keith aún no se había venido. Mantuvo a Keith quieto sobre él, y Keith lo dejo, temblando y masturbándose con rápidos movimientos. Keith también dijo que Lance cambiara la posición mientras salía, acariciando su rostro con la mano libre, cayendo de espalda y retorciendo las sabanas cuando Lance cubrió la mano de Keith con la suya.

"¿Qué quieres que haga por ti?" Lance susurro, apartando el cabello del rostro de Keith.

Keith sacudió la cabeza. "No tienes que–"

"¿Qué te parece morderme de nuevo?" pregunto Lance, levantando una ceja. "Dijiste que que te correrías si bebías más de mi sangre."

"Lance," Keith suspiro, abrumado, con pupilas dilatadas y garras arañando contra la espalda de Lance.

"Lo tomare como un 'si, por favor,'" Lance dijo burlonamente, y cubrió el cuerpo de Keith con el propio, ofreciendo el costado de su cuello. Keith hizo un sonido entrecortado, con la polla entre sus estómagos, lamio el lugar que Lance le mostraba, temblando, pero aparentemente determinado en cubrir su cuello con besos antes de enterrar sus colmillos. Lance gruño cuando lo hizo, pero era con placer, no dolor – aunque había un poco de eso también. Pero Lance no se estaba quejando. Keith estaba siendo cuidadoso, y Lance apenas sangro, debía de haber evitado alguna de las venas principales.

Keith gimió y lamio sin cuidado las marcas, rascando con sus garras levemente las caderas y el cabello de Lance superficialmente. Relajado tras el orgasmo, Lance simplemente balbuceo con consentimiento y se acurruco contra Keith mientras él bebía, suspirando con alivio y decepción cuando Keith se removió repentinamente y se vino con un cálido chorro contra sí. Keith se alejó inmediatamente, jadeando, la sangre chorreaba de las comisuras de sus labios y chorreaba por su barbilla. Lance le lanzo una sonrisa cansada que Keith devolvió.

"Tengo buenas ideas, ¿huh?" Lance murmuro, pasando su pulgar sobre el manchado rostro de Keith. "Tienes un poco...más bien en todos lados, genial, chico murciélago." Bostezo. "Apuesto a que Shiro estaría dándote un sermón sobre etiqueta."

Keith bufo, estirándose sobre la cama. "De algún modo lo dudo." Observo a Lance y suspiro felizmente. "Sabias ligeramente a tomates, esta vez. Supongo que por la salsa marinara y la bruschetta," añadió. "Casi como sopa de tomate."

Le tomo a Lance un segundo comprender porque era tan emocionante para Keith, pero lo recordó. "¿En serio? ¡Habías dicho que la sangre no sabía a sopa de tomate!"

"No lo hace," Keith rio. "Pero había un rastro definitivo de tomate. De todas formas, debajo de todo ese huracán."

"Yum," dijo Lance. "Huracán tomate."

Keith se sentó, sacudiendo la cabeza con diversión. "Vamos por una venda, ¿mm?"

Lance asintió y se retorció ligeramente. "Ugh, sí. Ya sabes, las mordidas son geniales mientras suceden, pero después...no tanto."

Keith le dio un beso comprensivo en la mejilla antes de recordar que aun tenia sangre en sus labios. "Oh, mierda, perdona," dijo, intentando mantener una cara seria y fallando.

Mientras caminaban hacia el baño, Lance se observó por el espejo. "Parece una marca de labial, en realidad. Lindo. Quizás la conserve," bromeo.

"Y me dices asqueroso," Keith dijo, tendiéndole una toalla limpia. "Por otro lado, será mejor no dejar sangre como la tuya exhibida."

"Siendo egoístas, ¿no?" pregunto Lance, anqué limpio la sangre de su mejilla y dio toques ligeramente con la toalla sobre las mordidas.

"No," dijo Keith, defensivamente. "Pero, digo, no querrás que alguien más te muerda... ¿Cierto? ¿O sí?"

Lance entrecerró los ojos hacia el por el espejo. "¿De qué vas, Keith?"

Keith se encogió de hombros, continúo limpiándose sin hacer contacto visual. "No importa. Solo pensaba, es todo."

"¿En qué?"

"Dije que no importa," Keith repitió, encorvando ligeramente los hombros. "Tuve una idea, pero era errónea, es todo," se aclaró la garganta y arrojo la toalla en la canasta para lavado. "De todos modos, deja de tallar esa herida y déjame ayudarte a limpiarte apropiadamente, ¿Bien?"

"No estaba tallando" protesto Lance, pero dejo las manos a su costado mientras Keith tomaba una venda del gabinete de medicinas junto con, sorpresa, sorpresa, un bote del ungüento de Shiro. Lance ladeo la cabeza mientras Keith limpiaba y lo vendaba, aunque el vampiro se detuvo, frunciendo el ceño mientras observaba el cuello de Lance. "¿Qué pasa?" pregunto Lance preocupado.

"No, no es nada, solo..." Keith observo más de cerca y presiono los dedos en donde había mordido a Lance por primera vez. "La herida ha sanado por completo. Ha...desaparecido. ¿Cómo...?"

"Bueno, sí, el ungüento de Shiro hace eso –"

"No, no lo hace," contradijo Keith, pareciendo desconcertado. "Solo previene las cicatrices y ayuda a que la herida sane mejor, pero no asi de rápido." Profundizo su ceño. "Espera, déjame ver la de tu hombro."

"Keith, es de hace dos días, claramente solo tendrá una costra–"

Pero Keith quito el vendaje y, de forma imposible, lo único que quedaba de las mordidas era un par de puntos rosas. Se observaron por el espejo con similares expresiones de incredulidad.

"De ninguna," Lance jadeo. "De ninguna jodida manera, hermano, como carajos... ¡¿tu saliva tiene poderes sanadores o algo?!"

"No!" Keith exclamo, claramente tan impresionado como él. "¡Esto no es algo de vampiros, Lance! Yo... ¡ceo que esto es algo tuyo!"

"¡¿Cómo podía ser algo mio?!" Lance respondió. "¡Me rompí la pierna en tercer grado y se tomó su jodido tiempo en sanar!"

"Las mordidas y huesos rotos son tipos muy diferentes de heridas," Keith señalo. "¿Qué hay del papel; ¿tus cortes con papel sana anormalmente rápido?"

"Keith, creo que, si tuviera un factor regenerativo, ¡mi doctor ya habría dicho algo!"

"Te recuperaste más rápido de lo que esperaba cuando te mordí la primera vez," Keith medito, con mirada distante. "tal vez de alguna forma, tu regeneración solo aparece ante ¿las mordidas de vampiro?"

El cristal vibro. A pesar de que estaba en el bolsillo del pantalón de Lance en el cuarto, podía sentirlo, y sabía que Keith tenía razón. Lance trago. "Si," dijo. "Tal vez. De todos modos, es súper conveniente para nosotros, ¿No?"

"Supongo," dijo Keith, observando preocupado. "Hmm. Quizás Shiro sepa algo de esto."

"¿Como? ¿Alguna vez ha mencionado a humanos como yo antes?"

Keith mordió su labio, reflexivo. "Tal vez debas hablar con el de ello."

"¿Tú crees?"

"Si," dijo Keith. "Si, el apreciaría que fueras directamente en lugar de que yo haga de mensajero. Si te parece cómodo, es –"

"Claro que estoy cómodo hablando con Shiro," dijo Lance. "Dios, no es tan aterrador. Es difícil estar asustado luego de acurrucarse con el siendo una pantera enorme."

"espera, ¿Qué?" dijo Keith dijo, ensanchando los ojos. "¿Hiciste que?"

"Fue un accidente," dijo Lance, avergonzado. "Seguía cansado y me quede dormido sobre el mientras tomaba su siesta. Completamente accidente. Por favor no se lo menciones, si no te dijo es porque probablemente este apenado también."

"Bien..." Keith dijo, con tono extraño. "Mis labios están sellados."

Lance aflojo un poco el vendaje nuevo. "Entonces... ¿Qué tienes planeado para el resto de la noche, chico murciélago? ¿Algo especial?"

"Um," dijo Keith, sonrojándose levemente. "creo que es más sencillo si solo...te muestro. Con suerte no creerás que es demasiado...aterrador."

Lance parpadeo. "Wow, Keith, que agradable introducción."

"Disculpa. No es tan malo. Probablemente. ¿Sabes qué? Solo, sígueme, ¿Bien?"

"¿Iremos al sótano o algo?" Lance pregunto mientras Keith abría la puerta del baño y tomaba algunas prendas de la habitación, poniéndose unos pantalones y arrojándole un par a Lance, quien se los puso agradecidamente en lugar de sus jeans.

"No. Definitivamente no tan aterrador," dijo Keith. "La única cosa en el sótano es una nevera llena de sangre y algunos suplementos médicos, por referencia futura."

"¿Estás seguro de que no tienen alguna criatura extraña ahí abajo?"

"Bastante seguro," Keith bufo. "Pero es una casa vieja. Las propiedades de Shiro solían alzarse en el lugar de esta casa, y era mucho más..."

"¿Aterrador?" sugirió Lance.

"Iba a decir majestuoso," Keith dijo mientras avanzaban por el pasillo. "pero también, era algo aterrador."

"¿Entonces...que le sucedió? ¿Al lugar?"

"Derribamos algunas cosas, dejamos las partes que nos gustaban, terminamos con esta casa," explico Keith. "Tuvimos que pasar desapercibidos durante la guerra– solo viví en aquel estado por cerca de una década." Abrió una puerta, la puerta hacia su estudio, y capto el interés de Lance. "Aquí estamos."

"Espera un segundo," dijo Lance, girándose con ojos amplios, "¡¿Me...me dibujaste?!"

"Algo asi," balbuceo Keith. "¿Si?" se removió en su sitio, encorvando los hombros. "No son muy buenos, porque solo son de memoria, pero –" titubeantemente cruzo la habitación y le ofreció a Lance un cuaderno de dibujo con cuero oscuro de aspecto caro. "Pensé que sería mejor que los vieras en lugar de que simplemente me los quedara como un completo enfermo."

"Keith," Lance dijo mientras abría el libro y parpadeaba ante la primera página. "Esto es un bosquejo de Shiro, no de mí." No solo cualquier Shiro, al menos– una vista de Shiro desde atrás, sin camisa y estirándose, los músculos de su espalda y sus cicatrices mostradas con precisos relieves, con el rostro girado solo lo suficiente para ver el rastro de una sonrisa. Lance continúo parpadeando. Se lo mostro a Keith, elevando una ceja.

Pero la expresión de Keith no cambio. "Si, disculpa," dijo casualmente. "Hay varios otros dibujos aquí, los tuyos están casi al final."

Bueno, asi que Keith no iba a reconocer el pin-up de Shiro en la primera página de su libreta. Bien. Lance giro a la segunda hoja, y aquel era también Shiro, aunque solo era su rostro, pacífico y con ojos cerrados. Keith sonrió. "Es bastante sereno mientras duerme, usualmente."

"Dibujas mucho a Shiro, no," dijo Lance.

"Por supuesto," dijo Keith. "Es el sueño de un artista– desearía poder esculpir, le haría más justicia que el carboncillo y los lápices. Pero me impaciento mucho como para lograrlo. Ah, bueno."

"¿Él ha...visto esto?" pregunto Lance, girando a la siguiente página y casi tirando la libreta – solo era el rostro de Shiro de nuevo, pero estaba sonriendo, mientras el mecho blanco caía sobre su rostro desordenado y esponjoso, con cejas arqueadas juguetonamente. Y Lance estaba malditamente seguro de que había una mordida en su cuello.

"Sí, claro," dijo Keith. "No le escondo nada. No después de tanto tiempo."

Lance paso las hojas rápidamente y vio más Shiros medio desnudos – y probablemente un Shiro totalmente desnudo, al cual evito mirar– antes de encontrar un dibujo de su propio rostro. Las líneas eran flojas y ligeras, como si Keith hubiera estado inseguro sobre como dibujarlo exactamente, pero lucia sorprendentemente igual a él. Estaba sonriendo – no, riendo, y Keith había macado aquellas líneas exactamente bien.

"Dibuje eso poco después de conocerte," admitió Keith. "Entre la primera semana, al menos."

"creí que entonces estabas enojado conmigo."

"lo estaba," Keith dijo. "pero aun así no podía de dejar de pensar en ti."

La siguiente página era Lance corriendo, sus piernas capturadas en un largo paso, sonriendo hacia algo sobre su hombro. Luego Lance paseando a Gunther, observando las copas de los árboles. Luego Lance en un acantilado cerca del mar, con las manos en sus bolsillos, y una docena más de otros bosquejos...mientras Lance pasaba las hojas, un nudo creció en su garganta. "Keith...esto..." entonces paro. La ultima página era de el sobre una cama, con sus largas desordenas extremidades y piel marrón difuminada, las sabanas sobre el suficiente para, uh, cubrir cosas. Aunque, no perfectamente. Lance se sonrojo. "No me veo asi," dijo, ahogado.

"¿Como?" pregunto Keith, pasando su barbilla sobre el hombro de Lance. "¿Provocativo? ¿seductor? Si, asi eres."

"Pfff," Lance dijo, apartándolo. "Este," apunto a la hoja, "Es tu Lance de ensueño. El Lance real ni siquiera se acerca."

"No," Keith asintió, dejando un beso al costado de su cuello. "El Lance real es mucho mejor."

"Tú, chico encantador," Lance murmuro, girándose para besarlo apropiadamente. Keith suspiro alegremente.

Cuando se separaron dijo, "Me gustaría dibujarte ahora, correctamente, si te sientes cómodo con ello."

Lance grito y comenzó a reír. "¿Que, quieres dibujarme como una de tus chicas francesas?"

El rostro de Keith rompió en una sonrisa. "¡Entiendo esa referencia!" exclamo. "Shiro y yo vimos Titanic en el cine juntos, cuando fue estrenada. Tuvimos que, hubo tanto revuelo por ello."

"¿En serio?" dijo Lance. "¿No dura, como, tres horas?"

"Si," Keith rio. "Pero es más fácil pasar el tiempo luego de la opera de Paris. No podría decirte cuantas veces me dormí en el hombro de Shiro. Terribles modales, aquellos. Pero nuevamente, siempre ha sido mejor que yo en esa clase de asuntos."

"¿Cuándo fueron a la opera de Paris?" Lance pregunto.

"Oh, fuimos en un pequeño tour por Europa en mi segunda década con Shiro," dijo Keith. "Después de la guerra mundial. Todos los hombres americanos jóvenes se aglomeraban hacia Europa entonces; era fácil mezclarse con la multitud. La generación perdida, la gente les decía– demasiado aficionados a beber y bailar para pasar el rato, completamente vacíos por dentro. Malditos, supongo."

"¿y durante la guerra?"

"Durante la guerra," dijo Keith. "A veces, pienso en que, si no hubiera muerto, si Shiro no me hubiera transformado, me habría ofrecido a luchar con ellos. Es exactamente la clase de cosa que habría hecho, cuando era joven e impulsivo, desesperado por dejar mi marca en el mundo." Resoplo. "Habría dejado mi marca. Como un cadáver en una fosa."

"Me alegra que no lo hicieras," Lance susurro. "Hubiera sido una perdida. Y nunca nos habríamos conocido."

"Quizás lo habríamos hecho, de alguna manera," dijo Keith. "Encuentro al tiempo como algo engañoso, y la gente que conoces a lo largo de él lo es más. A veces, creo que las eras se mezclan un poco. Las caras viejas se vuelven nuevas." Acuno la mejilla de Lance. "Y tu pareces alguien a quien he conocido por más de un simple verano."

Lance lo observo, registrando. "¿Te recuerdo a el?" pregunto. "¿A Henry? Dijiste que tenía ojos azules."

"SI," Keith dijo suavemente, después de un momento. "Si, los tenia. Azules como el océano, como los tuyos. Sonreía bastante, también. Me hacía sentir sombrío en comparación."

Lance sonrió mientras hablaba. "No eres sombrío," dijo. "Ves, me haces sonreír, chico murciélago."

"Y tú me haces balbucear acerca de los días oscuros," dijo Keith, sacudiendo la cabeza. "De vuelta al tema– me gustaría dibujar tu rostro hoy, pero si estás dispuesto a posar como una chica francesa en otro momento, claramente no te detendré."

Lance levanto una ceja. "¿Otro día?"

Keith sonrió. "Cuenta con ello."

*

Keith ciertamente se tomó su tiempo para dibujar a Lance, tanto que para el final Lance se estaba quedando dormido mientras Keith sombreaba con pasteles, un leve raspado sobre el papel que intentaba arrullar a Lance en su sueño. Logro mantener los ojos abiertos lo suficiente para ver el dibujo final y darle a Keith un beso en la mejilla. Era un dibujo hermoso, mucho más hermoso que el sujeto en el que se había basado, pero Lance sabía que Keith entristecería si decía algo asi.

Asi que en su lugar dijo, "Me gustan los ojos. Casi parecen estar brillando."

Keith asintió, alagado. "a veces los tuyos lo hacen, también. Un truco de las luces, pero es encantador."

"encantador," Lance repitió. "Tú y tus anticuados halagos."

"tú eres encantador," Keith murmuro, mientras apartaba el dibujo y ayudaba a Lance a volver a la cama. Lance bostezo y se tiro sobre él. "creo que tu somnolencia es contagiosa. Apenas pasa de media noche e incluso mis parpados están algo pesados."

"Te canse, huh," Lance rio, enterrándose en su cabello mientras tropezaban hacia la habitación. "Duerme conmigo, ¿sí?"

"Mientras haya abrazos," Keith prometió.

Hubieron muchos abrazos.

*

Lance despertó antes del amanecer con el sonido de la música de un piano.

Era suave, triste; arrastrándose por la casa como un llanto lastimero, encantando y conmoviendo con su belleza. Por un momento Lance se mantuvo acostado, escuchando las claras notas llenando la noche con un toque de misterio, hasta que se percató de quien debería estarlas produciendo.

"Shiro," susurro y juro que las notas se detuvieron medio segundo antes de continuar tan fluidas como antes.

Lance giro sobre su costado. Keith continuaba dormido, una mano descansaba en el pecho de Lance, ocultando el rostro entre su desordenado cabello oscuro. Lance se sentó cuidadosamente, y se deslizo fuera de la cama, el piso de madera en sus pies era frio. Algo relucía a unos metros, y cuando Lance se arrodillo vio el cristal, brillando levemente desde el bolsillo de su pantalón. Tras un momento de duda lo levanto y enrollo la cadena en su cuello antes de salir de la habitación por el pasillo, siguiendo la música.

El cristal continuaba brillando, guiando su camino en la oscuridad hacia las escaleras. Logro apagar la luz mientras rodeaba la esquina hacia el salón y encontró Shiro sentado en el piano, tocando su trágica, y bella melodía. Lance se quedó de pie un momento, observando la cuidadosa forma premeditada en que los dedos bailaban sobre las teclas, marfil contra marfil, con cabeza gacha y ojos casi cubiertos de dorado.

Dio un paso hacia adelante y Shiro vacilo, enderezándose, revoloteando los dedos sobre las teclas mientras se giraba para observar a Lance. Con cejas fruncidas y fosas nasales removiéndose ligeramente. Con mortificación, Lance se preguntó que sería con exactitud lo que Shiro podría oler en su piel.

"lo lamento," Shiro murmuro. "¿te desperté?"

"No, no, no te disculpes," Lance dijo apresuradamente. "ni dejes de tocar. Es hermoso."

Lentamente, los dedos de Shiro descendieron hacia las teclas nuevamente, y continuó tocando, aunque miraba el rostro de Lance y no al piano. "gracias," le dijo. "es el nocturno de Chopin, Opus 9. Una de mis favoritas."

"Nocturno," Lance repitió. "Oportuno."

"si," Shiro dijo, curveando los labios. "Los Nocturnos se tocan en la noche." Dejo de tocar e inclino el rostro. "¿tu tocas, Lance?"

"Uh, puedo hacer los primeros diez segundos de para Elisa" Lance dijo.

"Ah, un clásico." Sonrió Shiro. "¿te gustaría que llenara los espacios por ti?" se recorrió hacia un costado del banco. Lance parpadeo y se acercó, sentándose en la pequeña banca y percatándose de que estaban tan cerca que sus costados se tocaban, sus manos se rozaron cuando Lance las levanto inseguro hacia las teclas.

"no soy muy bueno," Lance advirtió.

"tarde un siglo en aprender," Shiro contradijo, con tono ligero. "no te preocupes."

Lance toco lo que recordaba, vacilante y desordenado, hasta que Shiro hizo un leve, alentador ruido y Lance noto como las notas repentinamente salían un poco más fácil que antes. Lance no tacaba artísticamente, no como Shiro, pero aun asi quizás fueran los mejores primeros diez segundos de para Elisa que hubiera tocado de memoria.

En el silencio siguiente, Lance murmuro, "te advertí."

Shiro sonrió y sacudió la cabeza. "eres mejor que Keith," le respondió a Lance. "Keith se niega a estar a tres metros de un piano – prefiere sus pinturas y cuadros. Al menos tu estas dispuesto a aprender."

"¿estás dispuesto a enseñar?" Lance soltó.

Shiro parpadeo, sus ojos relucieron como si una vela estuviera atrapada tras sus irises grisáceos, brillante y consumiéndose. Tomo entonces la muñeca de Lance, moviendo su mano hacia el centro del piano, y separándole los dedos, colocándolos en las teclas correctas. Lance se mantuvo muy quieto, consiente del toque de Shiro y lo cuidadoso que era – mantuvo un agarre flojo, nada amenazante, fácil de soltar, y movió los dedos de Lance sugiriendo más bien la dirección que realmente forzando. Mas notas inundaron el aire mientras Shiro guiaba su mano, lentamente, pero con más confianza que su intento anterior.

"así, bien," Shiro dijo. "Tienes un buen agarre en la primera parte, pero es la más fácil. La pieza se vuelve más compleja conforme avanza el tiempo, y llegan los arpegios."

"¿Qué es un arpegio?"

"una escala, básicamente," dijo Shiro. "así." Aun sosteniendo la muñeca de Lance con su mano izquierda, su mano derecha bailo sobre las teclas, ágil y experta, y muy bien, esa era una escala, de grave a agudo, pero era increíblemente elegante y rápida, no había forma de que Lance pudiera hacer aquello.

Shiro estaba diciendo algo más, pero Lance estaba distraído con sus manos – las manos de Shiro casi podrían llamarse delicadas, si no fuera por su tamaño. Pálidas, con uñas perfectas y dedos elegantes, palmas suaves y muñecas finas, con tendones marcándose desde sus nudillos hasta el antebrazo apenas sobre la superficie de la piel, removiéndose al ritmo de la música.

"Lance."

Lance lo observo con culpa. "si. Perdón, ¿qué?"

"Debes estar cansado" Shiro suspiro. "Me parece que las cuatro de la mañana no es una hora ideal para unas lecciones de piano. Deberías volver a dormir –"

"No, quería hablar contigo, en realidad," Lance interrumpió. Shiro ensancho los ojos. "O bueno, Keith dijo que debería hablar contigo."

"¿sobre?"

"pues, aparentemente, tengo..." Lance rasco tímidamente su cabeza. "no sé cómo decir esto. Keith como que... ¿ha estado mordiéndome? De nuevo. Solo un poquito. Con total consentimiento."

El rostro de Shiro externaba que ya lo sabía, y que no estaba por completamente de acuerdo con ello, y también esperaba a que Lance llegara al maldito punto. Lance trago.

"y yo - bueno, estábamos poniendo un vendaje en la nueva, y Keith noto que las marcas de cuando me mordió por primera vez – estaban, totalmente desaparecidas." Lance observo como los ojos de Shiro se estrechaban y con nerviosismo se apresuró. "pero, lo que es mas extraño, y lo que más nos asustó, es que la segunda mordida, de hace ¿algunos días? Desapareció también."

"¿desapareció?" Shiro repitió, remplazando exasperación con desconcierto. "Seguro no completamente –"

"No totalmente, pero mira," dijo Lance, tirando del cuello de su camiseta por su hombro y señalando las apenas visibles marcas. Shiro palideció y jalo la camisa de Lance a su sitio, la cadena de plata atrapando su pulgar ante el repentino movimiento y haciéndolo apartarse con un agudo y adolorido resoplido, la piel humeando levemente y cerrándose con lentitud antes de desaparecer.

"¡disculpa!" Lance grito. "no quise –"

"está bien," Shiro dijo entre dientes. "solo. No es coherente mostrar tales marcas."

"¿a...a ti?"

Shiro lo contemplo con seriedad. "No soy yo quien quiere cubrirte en marcas y hacerte mi esclavo, Lance," respondió. "Solo piensa que a Lotor no le caerá muy bien descubrir que lo que desea ya ha sido reclamado por otro."

"¿Reclamado? Whoa, whoa, son un par de simples mordidas –"

"No hay un 'simple' sobre ellas," Shiro dijo firme. "Olvidas que conozco la historia completa de Keith bastante bien. También, que él te conto un poco, y sé que jamás te morderderia por un capricho. Fue más que una 'simple' mordida, Lance." El inclino la cabeza, y la oscuridad parecía repentinamente intima, las sombras uniéndolos más en el pequeño banco del piano. "no eres un muchacho tonto. No actúes como uno."

"creo que debo ser tonto," Lance susurro, levantando la vista, "Para haberme enamorado de un vampiro."

"No," dijo Shiro. "si fueras tonto, te habrías quitado ese cristal. Si fueras tonto, estarías muerto, o peor."

"no lo creo así," dijo Lance. "no creo que dejes que eso me pase."

"como ambos bien sabemos, hay límites para mi protección," dijo Shiro.

"¿eso es un no?" Lance se inclinó levemente más cerca, y la luz brillo en los ojos de Shiro.

"debería ser un no," Shiro respondió. "pero encuentro terriblemente difícil decir que no a cualquier cosa involucrándote, Lance. Incluso si es ante mi propio bien."

Lance calló. Frunciendo el ceño, incrédulo, pero esperanzado, aun así. Acercándose. "Shiro –"

"incluso ahora," murmuró Shiro. "Lance, Lance... ¿Qué me has hecho? Me pregunto..."

Los ojos de Lance se cerraron. Sintió la respiración de Shiro en sus labios. Sintió su corazón saltar en su pecho. Dejo sus labios separarse –

La mano de Shiro descanso sobre la suya, todavía sobre las teclas y Lance se sacudió en sorpresa, enviando un fuerte sonido metálico y desafinado en el aire, Lance recordó a Keith, dormido y felizmente inconsciente en su cama arriba, el pánico y culpa lo atacaron, se cayó del banco del piano, arrastrándose.

"yo – no puedo, que, yo no –" Lance tartamudeo, poniéndose de pie tambaleante, inseguro de que acaba de suceder. No, no, estaba completamente seguro de que acababa de suceder – Shiro acababa de intentar besarlo. Shiro. Incluso siendo consiente la clase de traición que significaría para Keith – el, de todas las personas, debería haber sabido eso.

Shiro se quedó inmóvil sobre el banco, con expresión ilegible, fría y cerrada nuevamente. "mis disculpas," dijo sin tono. "malinterprete tu miedo con interés. No sucederá de nuevo."

"Sh-shiro, por que tu –"

"vuelve a la cama," dijo Shiro, levantándose, y era una orden, no una sugerencia. "vamos a olvidarlo para la mañana. Creo que así sería mejor."

"Pero – tu –"

"en cuanto a tu habilidad curativa," Shiro dijo cortante, "Jamás había presenciado un caso igual, pero cualquier cosa que sea, te aconsejo que no pruebes sus límites." Dijo relajando su ceño. "porque te aseguro que hay límites, y si los excedes, habrá terribles consecuencias. Eso es todo."

Lance lo observo, y porque era un cobarde, y no sabía que más hacer. Giro sobre sus talones y corrió de vuelta a arriba, hacia la cama de Keith, cuando se acurruco para dormir y susurro silenciosamente, frenéticas disculpas mientras pensaba en cuanto había querido que Shiro lo besara.

Cuánto seguía deseándolo.

*

En la mañana, Keith continúo durmiendo, y no mostro señales de despertar. No hubo música piano tampoco, solo luz solar colándose entre las cortinas. Lance había dormido mal, pero al menos había logrado dormir – el reloj en la pared le dijo que era más de medio día, lo que significaba que todos los vampiros en los alrededores deberían continuar durmiendo. Era hora de irse.

Lance se quitó los pantalones y la camisa que Keith le había prestado, y se puso de nuevo su ropa de la noche anterior. Quería darse un baño, pero no en esta casa, no aquí. Necesitaba volver a la casa de pidge. Necesitaba...tiempo solo. Tiempo para aclarar su cabeza. Tiempo para comprender la curación, las mordidas y el necio dolor de su pecho cuando pensaba en Shiro. Estaba mal. Shiro había hecho mal al intentar besarlo, pero él había dicho...Shiro debió haber oído el pulso de Lance acelerándose y asumió, correctamente, que Lance quería besarlo, también. Pero entonces cuando Lance se apartó, Shiro lo interpreto como miedo en su lugar –

Lance cerro su cremallera enojado, y, dirigió una última mirada hacia Keith acomodado bajo las sabanas y abandono la habitación. ¿Por qué habría pensado Shiro que estaba bien hacer algo así? El y Keith confiaban en el otro profundamente; no habían hecho nada hasta ahora que pudiera convencer a Lance de lo contrario...entonces ¿Por qué ahora? ¿por qué asi? Y ¿había Shiro confesado también, que tenía sentimientos hacia Lance? ¿Había sucedido realmente?; ¿Era realmente a eso a lo que se refería con ser incapaz de decirle no?

Lance mordió su labio inferior entre los dientes mientras caminaba hacia abajo. Tal vez...quizás estas cosas eran diferentes con los vampiros. Tal vez Keith no viera a Shiro besando a Lance como una falta a su confianza. ¿pero entonces que mierda vería, si no era eso? ¿una señal de que Keith no era suficiente para Lance? Lo cual era terrible, obviamente, y falso – Lance no quería perder a Keith, no sabía lo que haría si lo hiciera. Pero. Al mismo tiempo, aparentemente estar con Keith no era suficiente, porqué a Lance continuaba gustándole Shiro. Y no sabía qué hacer.

Por primera vez, mientras caminaba por el pasillo hacia las escaleras, Lance observo las fotografías en las paredes – realmente observo. Algunas eran solo de Shiro, otras solo de Keith, pero la mayoría eran de ambos, juntos. La incertidumbre y la confusión se arremolinan en la cabeza de Lance momentáneamente mientras escaneaba en las imágenes. Había una, muy vieja y gastada, con ambos sentados en un sofá juntos, con atuendos formales – sombreros de caballero y chalecos, pantalones oscuros, botas brillantes. El cabello de Shiro era completamente negro, y lejos de su frente, mientras el de Keith permanecía de un largo rebelde, aunque no tan largo como ahora.

Pero lo que sorprendió a Lance era su imperceptible cercanía – la mano de Shiro estaba en la rodilla de Keith y el brazo de Keith estaba rodeando casualmente los hombros de Shiro, mayormente escondidos por su marco. Disimulado. Pero aun ahí.

Había otras fotos, menos disimuladas, que no disiparon la creciente inquietud de Lance. Brazos rodeando sus hombros, cabezas inclinadas juntas, mejillas tocándose, descansando en el hombro del otro, manos entrelazadas, ojos fijos en el otro. Lance estaba llegando a una conclusión. Pero no tenía sentido. Ellos jamás habían mencionado algo acerca de...Esto.

¿pero habrían pensado que no tenían que hacerlo? ¿Habrían creído que era obvio?

Lance busco en su memoria por las señales que podría haberse perdido. Cada pequeño toque, cada mirada fugaz, cada palabra suave entre ellos dos – ¿Podrían realmente ser más que simple familia?

Shiro no estaba en ningún lugar a la vista cuando bajo las escaleras. Lance dejo una nota en la mesa diciendo que estaría todo el día con Hunk y Pidge. Esperando que su letra no luciera tan temblorosa.

*

No le contó a Hunk ni Pidge sobre la posible resolución, porque realmente no quería pensar en ello en aquel momento. Asi que, en cambio, los tres condujeron hasta Redding para pasar el rato en el centro comercial, ya que Azula finalmente estaba en marcha nuevamente.

Vieron una película y obtuvieron muestras gratis de chocolate y no tan gratis yogurt congelado, se pusieron atuendos ridículos y pasaron por las escaleras eléctricas para cenar en el comedor durante la tarde, todo era normal de nuevo. No hubo vampiros. No hubo brillo en el cristal o en los ojos de Lance. No hubo cuervos parlantes o dimensiones alternativas, ni esclavos, ni fotografías antiguas o triste música de piano ni libros mágicos. Solo eran Lance, Hunk, y Pidge.

Debiste haber pasado tu vida sin saber que siquiera existíamos.

Pero de algún modo, Lance sabía que nunca habría habido un "normal." Nunca habría podido ser normal, no cuando los vampiros parecían estar tras el cómo abejas a la miel, y cuando el ocasional brillo de sus ojos no fue truco de la luz en absoluto. Parecía inevitable, volver atrás.

Pero, ¿habían también Shiro y Keith sido inevitables, entonces?

Lance yo no lo sabía.

*

Aquella noche, estuvieron jugando más Overwatch cuando el cristal de Lance comenzó a brillar insistentemente bajo su camisa. Tan pronto termino la pelea Lance se excusó lo más casualmente posible, declarando que necesitaba algo de aire y se apresuró a la entrada para sentarse en el porche y descubrir qué demonios sucedía esta vez.

Arranco el cristal en el aire y el cristal comenzó a brillar de inmediato, vibrando con ligereza en su mano. De algún modo, Lance sabía que estaba intentando decirle – no estaba solo ahí. Había alguien – algo – observando.

Lance se levantó rápidamente, mirando la penumbra, manteniéndose cerca de la puerta en caso de necesitar escapar rápido. "¿hola?" llamo. "sé que estás ahí."

Incluso sabiéndolo, aun fue una gran sorpresa cuando un par de ojos amarillos relucieron en la oscuridad, e incluso más sorprendente cuando un enorme perro – nope, lobo, definitivamente era un lobo – saliendo de las sombras hacia el jardín delantero de los Holt. Lance maldijo y oprimió el cristal firmemente, como si fuera a hacerle algún bien. El lobo ladeo la cabeza, su cola golpeaba la acera, y con un resplandor en el aire el lobo se transformó, y dejo a Thace en su lugar.

"Lance," saludó. "¿Existe un problema?"

"¿Sigues vigilando la casa?" Lance escupió. "¿Luxia y Ulaz están aquí, también?"

"Solo soy yo, hoy," Thace dijo calmado. "Pareces molesto, y Keith menciono que te marchaste deprisa en la mañana. El y Shiro están preocupados por ti."

"¿asi que te mandaron de niñera?"

Thace frunció el ceño. "No. Ninguno de ellos desea tratarte como un niño, Lance. Pero si algo está mal, deberías hablarles en lugar de evadirlos."

"¿Es lo que te dijeron?" Lance cruzo los brazos. "Ellos ni siquiera me dicen acerca de– ¡sobre lo que sea que suceda entre ellos!"

Thace callo. Luciendo completamente confundido. "Er... ¿Te refieres a que sean pareja?"

Lance lo observo. "¿...pareja?"

"si," Thace dijo cauteloso. "Supongo que los humanos le dicen matrimonio, pero nunca sucedió una ceremonia oficial ni nada –"

"¿Shiro y Keith están casados?!" Lance chillo. En serio, probablemente fuera el grito más estridente que hubiera hecho en su vida.

Thace se retorció. "Lance, ninguno de nosotros pensó que fuera información nueva para ti– el olor de Shiro y Keith están tan mezclados que apenas se distinguen–"

"Si, bueno, ¿Cómo mierda se supone que yo sepa eso?" Lance respondió. "Ellos ni siquiera se ha besado en frente de mí, ¡¿y ahora dices que se suponía que supiera que estaban casados?!"

"entiendo porque estas molesto –"

"Keith ni siquiera creyó que sería buena idea al menos, no sé, ¿mencionarlo antes de que comenzáramos a salir?" Lance siseo.

"me disculpo," Thace suspiro. "Claramente nos equivocamos al asumir que lo sabias. Los Vampiros somos menos propensos a muestras públicas de afecto que los humanos, me parece, y comprendo porque sería difícil para un humano notar las marcas que dejan en el otro frecuentemente como señal de su lazo – y aquellas marcas tienden a sanar rápido."

"no puedo creerlo," dijo Lance. "Y...y esto, luego de lo que Shiro intento anoche–"

Thace elevo las cejas.

"Maldición," Lance gruño, sacudiendo la cabeza y caminando por el porche hacia la calle, directo al bosque, con la linterna de celular, murmurando para sí. "debe haber una explicación para esto. Tal vez no están realmente juntos, sabes, tal vez solo tienen una platónica relación cercana, si, tiene que ser eso."

Thace fue tras él. "Lance, ¿A dónde vas? No puedes ir al bosque solo ahora, es peligroso – Lotor envió más espías, y –"

"Si quieres arrastrarme de vuelta a la casa pateando y gritando, adelante," Lance dijo sobre su hombro. "Voy a obtener respuestas de Shiro y Keith ahora."

Thace sacudió la cabeza. "Lance, realmente creo que es imprudente–"

"¿por qué, están cazando?" Lance resoplo. "no me importa. Aun merezco una explicación."

"¡yo te di una explicación!"

"¡y no te creo!" exclamo Lance, girándose hacia el vampiro y deteniéndose en su determinada marcha. Estaban en los comienzos del bosque. Las manos de Lance estaban cerradas en puños, y estaban temblando. Thace lo miraba como si fuera una bomba a punto de explotar en cualquier segundo.

"Lance...soy consciente de que es mucho de procesar, pero ninguno de ellos pretendía causarte dolor."

Lance aparto la vista, frunciendo la boca. "puedes dejarme ir solo, o puedes seguirme a su casa, no me importa, pero iré y no puedes detenerme."

Thace abrió la boca para protestar, luego suspiro y se transformó, hasta que fue un lobo de nuevo, trotando unos pasos detrás de Lance mientras el irrumpía en el bosque. Era molesto al principio, pero cuando un búho canto desde la distancia y los arboles comenzaron a ser más gruesos y cercanos, con la hierba picando sus piernas, Lance agradeció la compañía. Aunque estaba agradecido, su sangre continuaba hirviendo, y su cabeza dolía mientras buscaba respuestas, mientras intentaba convencerse de que Thace estaba equivocado, tenía que estarlo.

Pero tenía sentido, entre más pensaba en ello, más tenía sentido, y esa era la peor parte.

La casa apareció frente a el luego de lo que pareció un muy buen rato. Le era familiar, pero en aquel momento parecía advertirle, ventanas observando como ojos y su puerta completamente cerrada, atrapando, manteniendo sus secretos ocultos detrás como lo había hecho por siglos.

Había una luz arriba, en la habitación de Keith. ¿O seria en realidad la habitación de Shiro y Keith? Pensándolo a fondo, Lance jamás había visto a Shiro dormir. Y la habitación de invitados en la que había estado mientras se recuperaba había estado limpia, vacía– deshabitada. Se le retorcieron las tripas. ¿realmente había sido tan obvio? ¿había sido tan ciego – tan estúpido – para no ver lo que estaba justo frente a el?

Thace emitió un fuerte gruñido desconcertado. Lance giro hacia el ligeramente. "¿Qué?" murmuro. "No podrás convencerme, ya te lo dije."

Thace gruño de nuevo, olfateando el aire y retrocediendo levemente, escondiendo las orejas y agachándose hacia el suelo. Era un poco alarmante. Observaba a Lance, con brillantes ojos amarillos llenos de simpatía o irritación, o ambos y corrió hacia el bosque con la cola entre las patas. Bueno, entonces. Lance se giró hacia la casa y camino hacia ella.

El cristal se encendió alrededor de su cuello, reluciente y advirtiendo. ¡peligro! Perforando su cabeza, como una sirena silenciosa. Lance le dirigió una mirada. "No," le dijo. "solo son Shiro y Keith. Podrán ser hijos de puta que no pueden comunicarse, pero no son un peligro para mí."

El cristal se apagó, pero siguió vibrando, como enojado. Lance se lo quito y lo metió en su bolsillo con irritación.

De todos modos, Lance podía diferenciar entre el peligro del que le advertía y el que era real, como un Galra persiguiendo por el bosque. Este peligro era por irrumpir, y se esparció en el aire mientras abría la puerta y caminaba dentro de la casa. Había magia poderosa ahí, y aunque una parte de Lance siempre había reconocido su presencia en un nivel muy inconsciente, ahora era palpable. Algo la había atraído hacia la superficie, haciéndola imposible de ignorar, así que cosquilleaba en la piel de Lance y susurraba en sus oídos, Vete, vete, vete.

Pero no lo hizo. Se rehusó, y marcho en las escaleras, incluso mientras la magia incrementaba, la energía retorciéndose frenéticamente a su alrededor, juntándose como una clase de ambiente pesado al final del pasillo, hacia habitación. Lance tuvo la impresión de que podía hacer más que solo levantar la punta de su cabello, pero mientras avanzaba por el pasillo, la magia se apartó para dejarlo pasar, en lugar de alejarlo. Ni siquiera sabía si aquello sucedía, pero, de cualquier modo, se adentró al cuarto sin daño.

Había un sonido, repetitivo y ahogado, proveniente de dentro. La magia se removió como respuesta, apartándose de la puerta, se sentía diferente al resto. El cristal se sentía como si fuera a hacer un agujero en su bolsillo, y entonces se detuvo por completo, cayendo en silencio, abandonándolo ante sus terribles decisiones.

Lance empujo la puerta...y se congelo. Su mandíbula cayo y su mano se resbalo por la manija de la puerta hacia su costado sin fuerzas.

Raramente había un momento en que Lance Espinosa perdiera las palabras. Pero en aquel particular momento, todo lo que Lance logro hacer fue un estrangulado y chillón sonido que vagamente parecía un "¿Qué?" y "¡joder!" revueltos en una sola conmocionada e incomprensible silaba.

Porque Keith estaba sentado en la cama, desnudo, arqueando la espalda hacia la pared, con un Shiro igualmente desnudo, arrodillado entre sus piernas abiertas, chupando su miembro con bastante entusiasmo.





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https://twitter.com/RuviGaPo/status/866330651896754178

iba a ponerla foto en medio cap pero me contuve porque la autora no la pone, pero me gusta bastante.  La escena del piano es mi favorita, y espero hayan logrado captar las cosas entre lineas y no se hayan sorprendido tanto como lance. 

((Recuerden los tags, mas aclaraciones en la nota en el cap 17.

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