❥Capitulo 15

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Acurrucarse con otras dos personas sonaba como algo que podría convertirse en una situación incómoda y sudorosa con rapidez, pero sorprendentemente no cuando aquellas personas eran vampiros.

Shiro y Keith eran cálidos en donde tocaban a Lance, pero no agobiantes – su calidez era más sutil, contenida; como la calidez de una almohada tras despertar, o el calor de una roca que ha estado un rato en el sol. Pero sus dedos lo eran aún menos, unos puntos fríos sobre la piel de Lance, acariciando tiernamente sobre ella mientras se removían, despertando lentamente igual que él.

Era de día. Habían pasado la noche con él. El corazón de Lance no podía soportarlo, honestamente.

"Hola," murmuro Shiro, acariciando el hombro de Lance y bostezando. Parecía desorientado, había círculos oscuros bajo sus ojos, y su cabello estaba levantado en todas direcciones, pero aun asi solo el verlo hizo a Lance sonreír fugazmente. "espero que hayas dormido mejor que yo."

"dormí fantástico," Lance le dijo, dándole un suave pico en los labios antes de dirigirse a Keith, quien estaba abrazándolo como un pulpo otra vez, con el rostro aplastado contra el pecho Lance y removiendo sus orejas puntiagudas cuando Lance acaricio su cabello. "¿Dormiste mucho peor, Keith?"

Keith murmuro algo inentendible. Shiro bufo. "dijo que desearía que fueras nocturno, para que pudieras comprender nuestro dolor." Shiro pico la frente de Keith. "no es tan malo, cállate."

Keith levanto la cabeza lo suficiente para observarlos a ambos, y comenzó a ronronear ya que Lance siguió acariciando su cabello, asi que tal vez no estaba molesto en absoluto. "hablando de dolor," dijo Shiro, y observo seriamente a Lance.

"Oh," dijo Lance. Probo estirarse, y descubrió con alivio que estaba adolorido, pero no tan ridículamente, y sólo había un leve malestar cuando separaba sus piernas levemente. "Wow, esa poción mágica para el trasero realmente es mágica, ¿Huh?"

"si, es su propósito," Shiro rio, pero lucia aliviado. "estoy seguro que el baño caliente ayudo también."

"si, lo hizo," dijo Lance, sonriendo, recordando. "ya sé que dijeron que no habían hecho nunca este tipo de cosas, pero. Hasta ahora, son bastante buenos en ello."

Keith beso su pezón. Lance chillo y empujo su cara, cosquilludo. Shiro sacudió la cabeza con afecto, sentándose para estirarse con otro bostezo antes de salir de la cama. Keith y Lance dejaron de molestarse el uno al otro para admirar la vista. Ajeno a ello, Shiro rebusco por el vestidor y saco un par de pantalones de pijama y una camiseta gris, aunque no sin antes estirarse generosamente unas cuantas veces más. Asi que tal vez no era completamente inconsciente de lo que sucedía.

"puedo hacerte algo de desayunar, Lance," Shiro dijo sobre su hombro, avanzando hacia la puerta. "creo que tenemos algunos huevos y pan... ¿Qué te parecen unas tostadas francesas?"

"maldición si," dijo Lance. "gracias, Shiro."

Shiro le lanzo una sonrisa y salió de la habitación, las escaleras crujían distantes mientras las bajaba.

Keith estaba durmiéndose de nuevo. Lance le dio un codazo. "déjame levantarme, chico murciélago."

"ahora necesitaras un apodo para Shiro," murmuro Keith.

"¿gatito?" Lance sugirió.

"Te mataría," Keith rio.

"ven, gatito, gatito, gatito," Lance canturreo, haciendo a Keith reír mas fuerte mientras que la voz de Lance se perdia entre risas. Pero fueron detenidos rápidamente por un repentino grito sorprendido del piso de abajo.

Intercambiaron miradas de pánico y tomaron rápidamente sus pantalones antes de ir corriendo por el pasillo y tropezando en las escaleras. Lance no sabía que esperar, pero no era Shiro sujetándose al lavabo tan fuerte que comenzaba a crear grietas en la cerámica, observando pálido fuera de la ventana a la oscura e inmóvil silueta a unos cinco metros del porche.

"¿Shiro?" Keith susurro, acercándose cautelosamente. "¿Qué es eso, que hay afuera?"

"Presa," dijo Shiro, con voz grave. "Asesinada recientemente. Por un Galra, lo apuesto."

El corazón de Lance se detuvo. "¿los Galra estuvieron aquí?" exclamo. "¡¿cómo, anoche?! Mientras estábamos –"

El agitado gruñido de Shiro lo corto abruptamente. "si," dijo. "deben haber sentido algún tipo de magia o energía pro la consumación, lo que significa que no fueron solo simples Galras, sino Druidas."

Lance no estaba seguro de haber oído correctamente. "espera," dijo, "estás diciendo... ¿que ustedes no pudieron sentir la magia en la casa anoche? ¿En absoluto?"

Shiro y Keith, especialmente Shiro, lo observaron. "tu... ¿estás diciendo que pudiste, Lance?" Shiro pregunto lentamente.

"si," Lance dijo defensivamente. "si, bueno, como no podría, era un poco difícil de ignorar. ¡Dejen de jugar conmigo, chicos!"

"nadie está jugando contigo, Lance," dijo Shiro. Mordió su labio, inseguro. "ninguno de nosotros puede sentir la magia. Solo he visto tal habilidad en druidas."

"¡pues, obviamente no soy un Druida!" Lance respondió.

"por supuesto que no...pero he oído de humanos con sensibilidad a la magia de los vampiros," Shiro repuso. "eso no significa que sea imposible..."

"¿Crees que pueda tener algo que ver con tu cristal, Lance?" pregunto Keith, asintiendo hacia el cristal alrededor del cuello de Lance, el cual se había puesto instintivamente antes de correr hacia abajo. "Quizás conduce la magia de algún modo, y es lo que te permite sentirla."

Lance se apegó a esta explicación, porque era mejor que no humano. "Probablemente, si," dijo. "Eso podría ser, ¿Verdad, Shiro?"

Shiro aun lucia angustiado, pero se encogió de hombros y dijo, "Digámoslo asi, seguro." Miro de nuevo por la ventana. "de cualquier modo, Necesitamos deshacernos de ese...desastre."

Keith ya estaba saliendo por la puerta principal. Shiro resoplo y lo siguió, y Lance iba pisándole los talones. Shiro lo detuvo en la puerta. "Lance, no estoy seguro de que debas ver lo que los Galra dejaron."

"Oh, vamos, no vengas con esa basura," dijo Lance, empujando su pecho, aunque podría haber estado tratando de tirar un bloque de granito igualmente. "no soy algún niño inocente, y no es como que no haya visto montones de cosas en el cuartel."

La mirada de Shiro se oscureció, primero con ira, después con algo parecido a tristeza. "eso no significa que debas ver más," dijo, pero dejo pasar a Lance. Caminaron hacia la despedazada figura en el pasto, y Lance se detuvo a algunos pasos por el olor. Estampo una mano sobre su nariz y boca con disgusto, espantando a las moscas que comenzaban a amontonarse. No era un misterio que estuvieran ahí – el cuerpo estaba cubierto de sangre, el cuello rasgado completamente y la piel marcada por largas garras.

Era un ciervo, su pelaje blanco lleno de rojo. Una de las crías que Keith había querido mostrarle, aparentemente, ya que Keith prácticamente cayo arrodillado a su lado, torciendo el rostro con furia. "como se atrevieron," siseo. "Traspasaron nuestro territorio, asesinaron uno de nuestros ciervos, ni si quiera se alimentaron – solo lo desperdiciaron. Lo dejaron morir."

"Es una advertencia, no su almuerzo," dijo Shiro sombríamente. "una muy clara advertencia." Observo a Lance.

El estómago de Lance se revolvió. "Oh, excelente," dijo. "¿Se supone que esto me simbolice a mí?"

"Es una amenaza en tu contra, sí, pero no la forma en que van a proceder," dijo Shiro. "Eres importante para Lotor. Mucho más preciado de lo que esta desafortunada creatura lo fue."

"Perdón por no encontrar eso reconfortante," dijo Lance, observando la sangrienta herida en su cuello y estremeciéndose con empatía, llevando una mano a su propio cuello. El cristal se agito nerviosamente igual que él.

"no dejaremos que te toquen," Keith prometió con seguridad.

Shiro asintió. "Si fueron Druidas, y sintieron la magia, entonces saben lo que ocurrió entre nosotros anoche – saben que, si no estabas oficialmente bajo nuestra protección antes, definitivamente lo estas ahora. Saben que cualquier intento de dañarte o capturarte tendrá consecuencias inmediatas. Había esperado que esto los hiciera más prudentes respecto a sus ataques." Frunció el ceño hacia el ciervo. "Aunque tengo la sensación de que esta rabieta infantil no cesara."

"Están frustrados," Lance señaló. "Saben dónde estamos – donde estoy – pero no pueden traspasar la barrera, y deben de saber que estos bosques están repletos de vampiros leales a ti."

Como si fuese su señal, hubo un movimiento entre la copa de los árboles, y una gran lechuza voló hacia el claro, aterrizando y transformándose en Ulaz, quien inclino la cabeza hacia Shiro y observo Lance con abierto interés. "Mi amigo," Shiro saludo. "¿He de suponer que sabes algo más sobre esto?"

"En efecto," dijo Ulaz. Lucía muy, muy preocupado. "No fue sólo un Druida quien lo hizo, Shiro. Fue el mismo Lotor."

Shiro, Keith, y Lance palidecieron, pero fue Lance quien hablo, "¡¿Lotor nos escuchó follando?!"

Ulaz tosió, tanto avergonzado como entretenido. "Eso me temo," dijo. "Estaba...algo disgustado."

"Bien," dijo Keith, enrollando protectoramente un brazo por la cintura de Lance. "Recibió el mensaje fuerte y claro, entonces."

"Eso no es necesariamente algo bueno, Keith," reprocho Shiro, con orejas coloradas. "No si continúa atacando asi."

"No creo que vaya a volver pronto," dijo Ulaz. "El príncipe estaba fuera de sí. Me sorprende que no hayan escuchado sus gritos anoche."

"No fuimos exactamente silenciosos por nuestra parte," Shiro dijo sinceramente.

"¿Hizo algo más aparte de tener un berrinche y asesinar a uno de nuestros ciervos?" Keith pregunto.

Ulaz suspiro. "Intento sabotear la barrera usando sus poderes. Fallo, por supuesto – puede tener sangre Druida, pero no es la mitad de poderoso que Haggar o sus lacayos. Aun asi, Luxia y Florona prometieron revisar la barrera y los sellos, para asegurarse de que continúen intactos."

"Eso me daría paz, si," murmuro Shiro, escaneando los arboles cautelosamente antes de girarse hacia el ciervo. "Mientras tanto...habremos de encargarnos de esto."

"Yo puedo hacerlo," dijo Keith. "Puedo llevarlo en mi otra forma, dejarlo en–"

"No en su territorio," Shiro dijo secamente.

"Estaba por sugerir el barranco, como siempre," Keith dijo, aunque lucia algo decepcionado.

"Te lo encargo," Shiro dijo tras una pausa. Estrujo el hombro de Keith. "Cuídate. Será de día, pero es probable que Haggar aun este merodeando."

"Estaré bien," murmuro Keith. "Sabes lo que le hice al último."

Shiro sonrió. "Lo sé." Entro en el espacio personal de Keith, y Lance creyó que se besarían, pero en su lugar sólo unieron sus frentes, cerrando los ojos un instante, antes de apartarse nuevamente. Probablemente alguna cosa de vampiros. Huh. Keith se transformó en su forma mitad murciélago, tomo el cuerpo con sus largas piernas antes de volar, elevándolo hacia los árboles.

Ulaz lo observo irse, luego giró hacia Shiro y Lance. "Debería irme también," dijo. "Thace y tus amigos estarán contentos de escuchar que estas bien, Lance...Thace estaba bastante preocupado por ti anoche. Por la forma en que lo contó, uno habría pensado que estabas a punto de quemar el hogar de Shiro y Keith."

Shiro observo a Lance con cierta inquietud. "Estaba muy molesto," Lance admitió. "Pero puedes decirle a él y mis amigos que la casa está intacta y que me conseguí un novio más, asi que todo va mejorando." Pidge y Hunk probablemente ya sabían sobre lo de Shiro/Keith desde hace tiempo, malditos bastardos. Pero Lance no estaba realmente enojado – jamás podría estarlo, no con ellos. Aunque, una broma en venganza les deparaba su futuro.

Ulaz torció la boca. "Me asegurare de decirles." Con eso, se transformó en la lechuza y voló, revoloteando en completo silencio.

"Ahora que nos hemos encargado de eso," dijo Shiro, tirándose hacia la casa, "¿Aún quieres desayunar?" el estómago de Lance gruño en respuesta. La expresión tensa de Shiro se relajó, y sonrió, alcanzando el hombro de Lance, guiándolo con gentileza hacia adentro.

Lance tomo asiento en la mesa, sintiéndose incomodo viendo a Shiro moverse por la cocina. No estaba acostumbrado a que le cocinaran, y si no lo dejo completamente claro hace dos noches, lo hizo cuando dijo, "Sabes, realmente podría ayudar, si quieres – digo, no quiero que pongas tanto esfuerzo en hacer cosas que no vas a comerte..."

Shiro se giró, con la reja de huevo en una mano y la leche en la otra. "¿Hmm? Oh, Lance, no es problema. Eres un invitado, después de todo."

"Supongo," dijo Lance, pero seguía inseguro. "Aunque, me siento mal, yo...no recuerdo la última vez que no ayude a preparar la comida, incluso como invitado. Incluso con los Holt ayudó."

"Podrías, claro, ayudar si realmente lo deseas," Shiro dijo suavemente, sacando un sartén y cortando varias rebanadas precisas de la baguete restante. "Pero creo que es bueno tener a alguien que te haga de comer de vez en cuando. Y a pesar de que no puedo comerlo, obtengo algo de hacerlo – tu satisfacción. Asi que no es una pérdida total." Shiro le sonrió por sobre su hombro.

Lance tenía un serio caso de mariposas en el estómago. "Si," murmuró, "Si, eso supongo."

"A menos que te ofrezca porque crees que soy un mal cocinero," Shiro añadió, desvaneciendo su sonrisa.

Los ojos de Lance se ensancharon. "¿Qué? ¡No! No, no, no es lo que – oh, wow, eres un idiota."

Shiro estaba burlándose con la mirada, una sonrisa tiraba de la comisura de sus labios. "Sólo estoy jugando," rio. "Sé que soy un buen cocinero. Mi sentido del gusto por esta comida puede haberse ido, pero mi sentido del olfato no."

"¿Dónde aprendiste?" pregunto Lance. "A cocinar, quiero decir"

"Del viejo cocinero que residía en mi propiedad, en realidad," dijo Shiro, encendiendo la estufa y observando el pan reflexivamente mientras se calentaba y freía. "Tuve un montón de ayudantes domésticos, hace algún tiempo. Un equipo variado, para estar mas seguro, pero todos fueron leales y dedicados sirvientes."

"¿Ellos...sabían sobre ti?" pregunto Lance. "¿de los vampiros?"

"Tenían una idea," Shiro mencionó vagamente, sacudiendo una mano. "Sería más apropiado decir que aprendieron a no hacer preguntas. No debido a alguna clase de abuso de mi parte," añadió rápidamente ante la expresión aprensiva de Lance, "Sino porque varios de ellos me debían algo. Provenían de raíces humildes, yo pagaba y los trataba mejor que la mayoría. Aunque debo admitir que yo era...diferente, en ese entonces."

"¿Antes de Keith?" pregunto Lance.

Shiro lo observo, sorprendido, y asintió mientras volteaba el pan. "Si, antes de Keith. Me había resignado a pasar la eternidad solo, ya ves. Semejante mentalidad tiende a hacerte...bueno, amargado sería decirlo a la ligera. A pesar de que nunca abuse de mis sirvientes, muchos me temían. No me molestaba en ser simpático. No deseaba serlo. Sabia en lo que me había convertido y no encontraba razones para seguir escapando de ello."

"Como La bella y la bestia," Lance dijo bajo su alimento.

Shiro bufo. "Esa...no es una mala comparación, realmente. Aunque fue una versión más sangrienta, sin todos los elementos de los cuentos. Y Keith ciertamente no era una princesa."

"¿Cómo era Keith, entonces?" pregunto Lance. "Me ha contado un poco, pero me gustaría oírlo de ti, también."

Shiro sirvió el pan y lo llevo a la mesa, y antes de que Lance pudiera protestar le sirvió también una taza de café. Mientras Lance sorbía agradecidamente su café y picaba la (deliciosa) tostada francesa, Shiro permaneció pensativo por un momento antes de responder.

"Keith me odiaba al principio," murmuro. "Continuando el argumento de La bella y la bestia, supongo. Pero de verdad, me odiaba, mayormente porque estaba asustado y disgustado de mí y en lo que lo había convertido...técnicamente en contra de su voluntad, a pesar de haber salvado su vida. Estaba apenas lo suficientemente coherente para vociferar sus sentimientos apropiadamente luego de que lo transformara, pero comprendí el mensaje. Es por eso que escapo, y accidentalmente asesino a Henry. Fue solo tras aquel accidente que comenzó a percatarse, como yo hice, de que no había forma de huir de esta vida, y como su sire yo era su aliado, no su enemigo." Suspiro Shiro. "¿Cómo están las tostadas?"

"Increíbles," dijo Lance, con la boca llena. Shiro lo miro exasperado. Lance trago y le dijo con una sonrisa, "No estabas quejándote anoche."

"¡Lance!" exclamo Shiro, sorprendido y sonrojándose. "No tienes vergüenza."

"Sep," dijo Lance con suficiencia. "De todos modos, lo lamento, eso suena duro. Digo, salvaste su vida y el aun creía que eras un mounstro. ¿Cuánto...cuanto duro eso?"

"No mucho, afortunadamente," dijo Shiro, tras recomponerse con esfuerzo. "Comenzó a aceptarme dos semanas después de su transformación, y luego de tres meses, nos percatamos de nuestra atracción mutua."

"Whoa," dijo Lance. "Asi que realmente han estado juntos por más de un siglo."

"Si." Sonrió Shiro. "A veces no puedo creer que haya pasado tanto."

"Seguro." Lance termino sus tostadas francesas y corrió a lavar su plato antes de que Shiro pudiera hacerlo. Shiro resoplo, pero admitió su derrota.

"Probablemente deberías volver con Hunk y Pidge," Shiro dijo cuándo Lance termino. "Querrán escuchar las noticias nuevas directamente de ti, y es mejor que estés fuera del bosque mientras restauramos la barrera y vigilamos el terreno."

"Bien," Lance dijo. "¿Estarán ocupados está noche?"

"Cazaremos," Shiro se excusó.

"Aw," dijo Lance, recargándose contra la barra y ladeando la cabeza, exponiendo a propósito el lugar donde Shiro lo había mordido antes. "¿No podría convencerte de elegir algo más que ciervos?"

Shiro sacudió la cabeza con tristeza. "Sabes que necesitamos más de lo que podrías ofrecer sanamente."

"Hmph," gruño Lance, cruzando sus brazos. "Asi que, realmente soy sólo un aperitivo entonces."

Shiro se levantó de la mesa y se acercó a él, la boca de Lance se secó mientras Shiro lo acorralaba contra la barra y levantaba su barbilla para besarlo, suavemente y profundo. Shiro se apartó demasiado rápido, lamiendo sus labios, y murmurando, "No. Más bien el postre."

"Eres cursi," Lance rio sin aliento, pero se inclinó por otro beso.

Shiro no parecía querer dejar de besarlo.

*

Cuando Keith volvió, acompaño a Lance de vuelta a casa de los Holt, ambos caminaron de la mano ante la insistencia de Lance. Cuando llegaron al porche, Keith presiono un suave beso en sus labios antes de apartarse, mirándolo como si quisiera hacer cualquier otra cosa en lugar de irse.

"Shiro dijo que estarán cazando esta noche," dijo Lance. "Entonces... ¿Qué hay de mañana?"

Keith frunció el ceño. "La espada quiere revisar el perímetro por cualquier señal de los Galra traspasando en la noche."

"¿La noche siguiente?"

"Perdona, Lance," dijo Keith. "Nos encontraremos con Luxia y Florona para ver si podemos encontrar algún modo de saber cuándo los Galra estén asechando."

"Genial," Lance suspiro. "¿Y después de eso?"

"Cazaremos de nuevo," Keith dijo. "Pero...tal vez no la noche entera." Se mordió los labios. "Aunque, no sé si sea seguro que nos visitaras después de eso. Como dije...alimentarnos suele irritarnos."

"Bueno," Lance murmuro, "Si 'irritar' es algo parecido a lo de anoche, entonces no voy a quejarme."

"Es más que lo de anoche," Keith admitió, poniéndose rojo. "pero, de todas formas, si no nos lleva toda la noche y Shiro siente que es seguro, te buscaremos en casa de Pidge. ¿Qué te parece?"

"Tendré que esperar cuatro días, es todo lo que oigo," Lance jadeo.

"No es como que no vayas a vernos de nuevo," dijo Keith cariñosamente. "Pasaremos cerca del atardecer, no te preocupes."

"Estaré esperando," advirtió Lance.

*

Hunk y Pidge habían, de hecho, sabido sobre Keith y Shiro por un tiempo.

"Te amo, Lance," dijo Hunk seriamente después de que Lance atravesará por la puerta principal, "pero eres increíblemente denso a veces."

"¡Hey!" Lance exclamó. "Discúlpame por no asumir que mi novio estaba casado."

"El por qué no hablaste con ellos en ese momento, me es un misterio," añadió Pidge. "¿Un poco de comunicación te habría matado?"

"¿Por qué no me lo dijeron?" Lance respondió, cruzando los brazos.

Ambos parecían culpables. "Creímos que sería mejor si lo descubrías por ti mismo," admitió Hunk.

"Si, pues, lo hice," dijo Lance. "Al interrumpirlos. Asi que. Gracias por eso."

"Bueno, ¿No es bueno que todo saliera bien?" insistió Pidge.

Lance entrecerró los ojos. "¿Qué tal si arruinaba todo escapando? ¿Qué tal si Lotor me hubiera atrapado? Porque estuvo ahí fuera anoche."

Sus ojos se ensancharon. Asi que tuvo que contrales la historia a ellos también.

"Oh por dios," dijo Hunk. "¿Cuánto más aterrador puede ser este tipo?"

"Esperemos que esa pregunta nunca sea respondida," murmuro Pidge.

"Si lo hace, los culpare a ustedes," Lance les dijo. "Sólo para que sepan."

"¡Lo lamento!" Hunk exclamó. "Además, ni siquiera sabíamos si le gustabas a Shiro, asi que no queríamos arruinar todo accidentalmente por decirte. Pero, uh, ¿Le gustas?"

"Si," dijo Lance, y sonrió al pensar en ello. "Si, estamos algo enamorados."

"Enamorados," Pidge repitió, y entonces sacudió la cabeza, alejándose con un suspiro. "Prepárate para muchos más chistes sobre Crepúsculo, Lance," dijo sobre su hombro. "Te mereces cada uno de ellos."

Hunk cruzó los brazos. "Un segundo," dijo, "soy yo, ¿o los vendajes de tu cuello se multiplican?"

"No sé de qué hablas," Lance dijo inquieto.

"¡¿Dejaste que ambos te mordieran?!" Hunk exclamo. Lance observo el suelo. "¿Nunca llego a cruzarte la cabeza que tal vez, sólo tal vez, fuese una mala idea?"

Lance levanto la vista cortante. "Puede que no confíes en ellos, pero yo sí."

"Lo sé," Hunk suspiro. "Eso es lo que me preocupa."

"¿Crees que no debería?" Lance exclamó. "¿Que, además de sus problemas de comunicación, te ha dado la impresión de que Shiro y Keith no sean fiables?"

"El hecho de que sean unos vampiros," sugirió Hunk. "Digo, no me mal entiendas, ellos son de los 'buenos', pero...siguen siendo vampiros, Lance. ¿Alguna vez has escuchado una historia de vampiros que no terminará con una víctima siendo drenada?"

"¿Crepúsculo?"

"Nuh-uh," dijo Pidge, asomando la cabeza por el umbral. "El aterrador bebé vampiro de Bella la estaba matando desde dentro y tenía una placenta de concreto, asi que es un mal ejemplo."

Lance hizo una mueca. "Si, bueno, como sea, el embarazo no aplica aquí, Pidge. Y los vampiros reales son infértiles de cualquier modo, toma eso, Stephanie Meyer."

"Mi punto aun es válido," dijo Hunk. "Solo...no lo olvides, Lance. Me alegro por ti, y me alegra que confíes en ellos. Creo que realmente se preocupan por ti también. Pero eso no cambia lo que son."

Lance frunció el ceño. "Todo lo que estás diciendo es que crees que van a romperme y drenarme uno de estos días."

"Sólo digo que es una posibilidad," Hunk advirtió. "Ellos podrían matarte, Lance."

"Un montón de cosas podrían matarme," Lance respondió. "Tu podrías matarme si lo intentaras. Pidge podría, también."

Hunk parecía molesto por eso. "Supongo, pero ninguno de nosotros quiere matarte, Lance."

"Bueno, a veces," dijo Pidge. Hunk la observo.

"Escucha, aprecio tu preocupación," dijo Lance, suspirando y apretando el hombro de Hunk. "Pero Shiro y Keith no son mi mayor amenaza aquí. Lotor lo es. Y ellos me protegen de él. ¿realmente tienes una oposición con eso?"

"Supongo que no," Hunk suspiro. "Sólo espero que esto tenga un final feliz, es todo."

"Yo también, amigo," dijo Lance. "Yo también."

*

Los cuatro días siguientes se sintieron como los más largos en la vida de Lance.

Era agradable salir con Hunk y Pidge, claro, pero había estado con ellos por años, y ellos no presentan exactamente el mismo atractivo que Shiro y Keith. Keith le enviaba cartas cortas con los cuervos, generalmente Red, quien se acostumbró a que Hunk le diera bocadillos y desarrollo una enemistad contra Pidge luego de que el curiosos cuervo comenzara a picotear la laptop de Pidge y Pidge le arrojara una pluma.

Las cartas eran dulces, seguro, y Keith tenía una caligrafía hermosa – cursiva, vocabulario sacado de una novela de Austen– pero su contenido parecía decadente y nunca le decía a Lance todo lo que deseaba escuchar.

Por ejemplo, Keith nunca decía nada de los planes que estaban haciendo con la espada. Lance supuso que podría ser una medida de prevención por si los espías de Haggar lo interceptaban – el esperaba que nunca sucediera, se había encariñado con Red, incluso si ella tenía mal habla. Pero continuaba sintiéndose ignorado. Y Keith dijo poco respecto a si los Galras habían o no traspasado más en su territorio – Lance sospechaba que era para no preocuparlo, pero eso solo lo hacia preocuparse más.

Keith decía que él y Shiro extrañaban a Lance, pero era todo – tal vez sería demasiado si expresaba poéticamente sobre lo tristes que estaban por la ausencia de Lance, pero parecía tan breve, casi superficial, cuando simplemente terminaba las cartas con, Hasta pronto, o Esperamos verte de nuevo.

Era frustrante lo formal y reservadas que eran las cartas luego de que Keith y Shiro hubieran sido tan informales e indiscretos la última noche que los había visto. Tal vez sólo fuese el modo en que Keith había aprendido a escribir, pero Lance no podía soportarlo. Como podía Keith escribirle cosas como, Espero que la estés pasando bien y el clima es agradable este día luego de que Lance tuviera literalmente los miembros de ambos en su trasero, Lance no lo entendía.

Pero, la paciencia es una virtud, y toda es mierda. Asi que Lance continuo, e ignoro los comentarios de Pidge sobre el sufrimiento, y acepto agradecido la invitación de Hunk para hornear tarta de cereza y compro un bote entero de helado, no porque necesitará comida de consuelo, sino porque el helado estaba bueno, bien Pidge, cierra la boca y comete la maldita vainilla.

(Lance necesitaba comida de consuelo, y termino comiendo el bote entero en la oscuridad a las dos de la mañana, sentado en el suelo frente al refrigerador e intentando convencerse a sí mismo de que esto también era temporal.)

*

En la cuarta noche, Lance los espero sin aliento.

Y espero, y espero, hasta que el sol pinto el cielo de rojo y dorado, dejando la azul penumbra del anochecer detrás mientras finalmente desaparecía entre las distantes montañas. Lance espero junto a la ventana, golpeando los dedos impacientemente contra el vidrio, ignorando las crecientes miradas preocupadas de Hunk en su dirección y evadiendo cualquiera de las preguntas de Pidge con, "Vendrán, ya verás."

Pero no lo hicieron, y rápidamente se hizo de noche, la débil luz apagándose lentamente, la completa oscuridad cayó sobre el pueblo, ni siquiera con la plateada luz de la luna para aligerarla.

"Deben estar cazando ahora," dijo Hunk, cauteloso. "Sera mejor que lo dejes, compañero."

"No, dijeron que - aha, ¡que les dije!" Lance exclamó mientras una sombra descendía en el alféizar, revolviendo sus plumas y golpeando el vidrio. Recibió a Red con una sonrisa, desatando con ansias el mensaje de su pata. Red no perdió el tiempo y fue hacia la cama de Hunk e intentando robarle su bolsa de papas.

Lance desenvolvió el mensaje, y lentamente se desvaneció su sonrisa.

Querido Lance,

Lo lamentamos, pero Shiro cree que será mejor que te quedes en casa está noche. No desea ponerte en un peligro innecesario, especialmente no por nuestra parte, y ha estado perturbado últimamente debido a las constantes infiltraciones de Lotor en nuestro territorio. Cazar únicamente empeorara su estado mental. Duerme bien. Mañana en la noche, ¿Bien?

Pronto,

K&S

Lance suspiro. Cuidadosamente, enrollo la nota de nuevo y la puso en su bolsillo. Hunk y Pidge lo observaban con curiosidad.

"Entonces... ¿Qué dijeron?" Pregunto Hunk.

Lance forzó una sonrisa. "Me verán a entradas del bosque a media noche, una vez que terminen de cazar."

Pidge parpadeo. "¿En serio? ¿Decidieron que era seguro para ti?"

Lance asintió. "Sí, claro. ¿Por qué no lo seria? Como sea, ¿no querías ver una película mientras tanto, Hunk? Puedo hacer palomitas."

"Si, bien," dijo Hunk, relajándose, aunque Pidge estaba observando a Lance con sospecha. Red, quien había obligado a Hunk a ceder su bolsa de papas, grazno con satisfacción y revoloteo junto a Lance, estiró sus alas y salió por la ventana, hacia la noche.

"Ni siquiera hemos cenado aún," dijo Pidge. "¿Qué les parece queso asado y sopa de tomate?"

"Deberías estarme preguntando eso a mí, porque no puedes cocinar," Hunk le informó. Pidge le enseño la lengua. "Pero suena bien, hare queso asado y tú puedes calentar una lata de Campbell."

"Aún voy a hacer palomitas," Lance dijo obstinadamente.

*

Para cuando la película termino, el queso asado y la sopa de tomate desaparecieron, y las palomitas restantes eran unas cuantas semillas, el reloj marcaba las 11:49. Lance lo observo temeroso – incluso el sabía que no era una buena decisión de su parte. Pero...pero deseaba tanto verlos. E incluso si no le habían prometido que los vería está noche...dijeron que, si podrían, y Lance había esperado poder. Y tal vez una parte de él estaba algo molesta con ellos, también. Un poco molesto de que lo hubieran aceptado de forma tan espectacular, solo para aparentemente volver a lo de antes. Él sabía que ellos probablemente no lo vieran asi, o no lo hicieran con esa intención, pero era como se sentía.

Asi que mientras Hunk comenzaba a quedarse dormido, Lance tomo su chaqueta y avanzo hacia la puerta. Pidge lo detuvo cuando su mano toco el pomo.

"Lance, ¿Estás seguro de esto?"

Miro de vuelta desafiante a pesar de sentirse realmente mal por mentirle a sus amigos. "¿Seguro de visitar a mis novios? Sí, claro. ¿Por qué no lo estaría?"

"Lance," dijo Pidge, uniendo las cejas. "No hagas algo estúpido. Ya te capturaron una vez."

"Lo sé," dijo Lance. "No te preocupes. Tengo mi amuleto protector y mis novios vampiros, Lotor no tiene oportunidad."

Pidge lo observo por otros cinco segundos antes de sacudir la cabeza y suspirar. "Bien. Adiós, supongo. Será mejor que no deba decir 'te lo dije' en un tiempo próximo."

"No lo harás," Lance dijo, rezando estar en lo cierto. "Adiós. Dale a Hunk un beso de buenas noches por mí."

Pidge rodo los ojos. Lance se marchó.

*

Lance estaba algo arrepentido.

Había olvidado como era la oscuridad total en el bosque. Ni Thace ni Ulaz estaban de guardia en la casa, o si lo estaban no se habían molestado en acompañar a Lance o hacerle regresar. Asi que estaba solo, completamente solo, mientras atravesaba la maleza y mantenía una mano sujetada al cristal y la otra en su celular, con su luz atravesando débilmente entre las sombras.

El cristal también sentía arrepentimiento, juzgando por su nervioso brillo leve y el desigual zumbido contra su palma. "Lo lamento," le susurro Lance, estremeciéndose con el sonido entre la maleza seguido por un movimiento frente a su camino – solo un conejo, su cola blanca se removió mientras desaparecía en los arbustos. "¿Ves? No hay nada. Nada en absoluto- oh Jesús."

Su linterna se había encontrado con un amplio árbol de sicomoro, el cual estaba cubierto de desiguales marcas de garras marcadas tan profundamente que la savia había comenzado a chorrear de ellas, como pegajosa sangre ámbar. Lance trago. Shiro definitivamente era temperamental...pero estaba bastante seguro de que algunos de los cortes eran obra de Keith, también; pequeños y más juntos, pero igualmente violentos.

El cristal retumbo nerviosamente. "Sólo son ellos," Lance murmuró. "Eso es para los Galra, no para mí."

Esto no pareció aliviar demasiado al cristal, o a Lance, a decir verdad– se adentró en el bosque, y en algún punto estaba seguro de haberse perdido, rebusco desesperadamente en su GPS, solo para descubrir que obviamente no había señal, por supuesto, pero entonces el cristal comenzó a brillar alentadoramente y se calmó lo suficiente como para escucharlo, y le permitió guiarlo por los árboles.

Cerca de la una de la mañana, Lance finalmente encontró la casa. Estaba sudando, por el esfuerzo y la inquietud, a pesar de estar literalmente fuera del bosque, el cristal continuaba molesto por la situación, y con él.

La magia envolvía la casa como antes, pero si había sido cálida y cosquilleaste, casi sensual, ahora era punzante y desagradable. Había un definitivo rastro de peligro en ella, y Lance dudo antes de golpear la puerta en lugar de simplemente entrar. La magia se retorció furiosamente alrededor de sus talones y se arrastró por su nuca como dedos helados, solo para desaparecer abruptamente mientras la puerta se abría y la figura de Shiro se asomaba por el umbral.

No tenía camiseta, con una toalla alrededor de su cintura y unos cuantos chorros de agua brillante oscureciendo su cabello. Lance se preguntó la razón de esto hasta que vio un rastro de rojo justo debajo de su barbilla, y se percató de que debían haber terminado de limpiar de la caza.

"Lance, que haces aquí." La voz de Shiro era cortante y fría, con ojos como carbón ardiente bajo las oscuras cejas, entrecerrados y quemando a Lance hasta las entrañas.

"Yo...quería verlos," Lance logró decir, moviéndose en su sitio. El cristal brillo ansiosamente. "Esta bien, no me quite el cristal y tengo Google Maps..."

La mirada de Shiro aterrizo en el cristal, curveado sus labios. "Creíste que eso," dijo, casi con burla, "¿Te protegeria aquí?"

Hubo un movimiento diestras de Shiro, y Keith salió del salón, vistiendo boxers negros y una toalla encima de sus hombros desnudos. Observo a Lance con confusión, luego pánico. "¡¿Qué estás haciendo aquí?!" Exclamó, y se dirigió a Shiro, "¡¿Qué está haciendo aquí?!"

"Lance evidentemente decidió que su propia seguridad era insignificante para vernos," dijo Shiro, aun con una sonrisa, con mirada fija sobre Lance. "¿No recibiste el mensaje que Keith escribió?"

"Lo hice, pero-"

"Pero lo ignoraste," respondió Shiro, y Lance retrocedió. "Lo ignoraste a propósito y te adentraste en el bosque, a pesar de que sabias que podrías haber sido capturado de nuevo. ¿Es eso lo que quieres? ¿Quieres ser el esclavo de Lotor?"

Lance cruzo los brazos. "Claramente no lo quiero," respondió. "Mira, sé que fue estúpido, ¡pero los extrañaba! ¿Eso es tan malo?"

Keith sacudió la cabeza. "Lance, te dije que podrías vernos mañana en la noche."

"Bueno, ¡No quería esperar!" Dijo Lance. "Entiendo que estén molestos, pero -"

"¿Lo haces?" Shiro interrumpió, y antes de que Lance supiera que lo había golpeado, el vampiro más grande lo adentro a la casa y lo puso contra la pared, con su mirada a centímetros del rostro de Lance. Lance trago. "¿Realmente entiendes lo molestos que nos pone la idea de que un Galra te tomen de nuevo, Lance?"

"Shiro, lo estas asustando -"

"Bien," gruño Shiro, acercándose, su boca paso sobre el cuello de Lance, más cálida de lo usual por la sangre que había tomado. "Tienes que entender que no puedes hacer esto, Lance. No puedes ponerte en peligro por nosotros. Nunca jamás, ¿Me escuchaste?"

"Te escuche," Lance susurró, el corazón de Shiro golpeaba rápidamente bajo sus palmas.

"No creo que lo hayas hecho," dijo Shiro, separándose, para pesar de Lance.

"No podemos enviarlo de vuelta," dijo Keith, moviéndose indeciso, frunciendo el ceño hacia ellos.

"No lo haremos," Shiro dijo con seguridad. tomo Lance. "¿Tanto deseabas vernos? Bien. Vas a vernos."

"Que - ¡ah!" Shiro puso a Lance sobre su hombro y avanzo hacia las escaleras. Lance no comprendía que estaba sucediendo, solo que estaba en aprietos. Keith los seguía, dándole a Lance una mirada que era mitad disculpa y mitad advertencia. Lance intento zafarse del agarre de Shiro pero sus garras se enterraron en su cadera a través de la camisa, lo suficiente para marcarlo, y Shiro lo atraparía rápido aun asi.

Lance estaba asustado. Shiro estaba enojado. Keith no demasiado, pero Shiro era su sire y no le desobedecería. Tal vez esto había sido un error. Quizás Hunk y Pidge tenían razón. Tal vez, llegando el momento, ellos solo eran vampiros, y Lance una presa.

Cerro con fuerza los ojos e intento controlar su respiración. Una mano suave acaricio su cara y abrió los ojos con cautela. Keith. "Lance, está bien," susurro. "No vamos a lastimarte." Estaba frunciendo el ceño, con mirada abierta y preocupada, y Lance tenía la sensación de que el no sabía exactamente qué estaba pasando por la cabeza de Shiro, tampoco.

Shiro se detuvo. Exhalo, y Lance sintió sus garras retrayéndose mientras abría la puerta hacia su habitación. Lance espero que Shiro lo arrojara bruscamente en la cama o algo, pero lo soltó con su usual gentileza, aunque había un rastro de determinación en su mirada que no había estado ahí antes.

"Lo lamento," dijo Lance, observándolos a ambos nerviosamente. "¿Bien? Lo lamento, hice mal, y -"

Shiro levanto una mano. Lance se calló.

"¿Recuerdas lo que dije acerca de pedirnos parar si hacíamos algo que no quisieras, Lance?" Shiro pregunto, con voz más serena que antes.

Lance parpadeo, y se sonrojo. "Um," dijo. "Si..."

"No lo olvides," dijo Shiro, y Lance noto que Keith estaba revoloteando en los cajones de la mesita de noche. Lance observo, curioso, hasta que Shiro dijo, "Desvístete."

Lance parpadeo más veces. "Uh -"

"No me hagas repetirlo."

Rápidamente, Lance obedeció, pasando la camisa sobre su cabeza y al cristal junto a ella, se quitó los pantalones, los cuales estaban cubiertos de ramitas y virutas del bosque. Shiro observo, sin cambiar su expresión, mientras Lance pateaba sus boxers y se sentaba inseguro en la esquina de la cama.

"¿Puedo...puedo saber que harán?" Lance nerviosamente dijo.

Shiro sacudió la cabeza y desato la toalla de su cintura. "Pronto lo descubrirás," respondió, y entonces prosiguió a inclinarse y besar a Lance. Lance hizo un sonido sorpresa contra sus labios, lo que solo hizo que Shiro presionara más fuerte contra él, advirtiendo que no se moviera. Lance no tenía idea de a dónde iba todo esto, pero por ahora no se quejaba.

Repentinamente apareció una mano en sus muñecas, y Lance jadeo contra la boca de Shiro mientras Keith ataba lo que parecía ser una soga a su alrededor, uniendo ambas. Shiro se separó, como si esperase que Lance se quejara. Pero Lance solo lo miro, y luego a Keith mientras aseguraba los brazos de Lance hacia arriba y los ataba a la cabecera con manos experimentadas.

"Oh por dios," dijo Lance. "¡¿Guardan sogas en su habitación?!"

"Guardamos montones de cosas aquí," Keith murmuro. "Hemos tenido mucho tiempo para...experimentar."

"Para ser pervertidos, querrás decir, Jesús, chicos."

"Creo que olvidaste algo," dijo Shiro, arrojando una especie de tira oscura a Keith, quien la atrapo con una mano. Ya de cerca, Lance noto que era un bozal.
"Es esto realmente necesa - ¡mmph!"

Keith no parecía arrepentido en lo más mínimo por poner el bozal en su boca y aseguro la correa en la parte trasera de su cuello. Lance aun no sabía muy bien a donde estaban yendo. Intento darle a Keith los ojos de cachorrito, pero Keith solo bufo y se giró, nuevamente hacia Shiro.

Lance dirigió los ojos a Shiro, quien solo lo miro de vuelta fríamente. "¿Cómodo?" Pregunto Shiro. Lance encorvo los hombros y gruño contra la mordaza. Shiro entrecerró los ojos. "Sacude la cabeza. Si o no."

De mala gana, Lance asintió.

"¿La soga es demasiado apretada?"

Negó con la cabeza.

"Bien." Keith, quien había tomado algo más del cajón, presiono algo pequeño y frio sobre una de las heridas manos de Lance, las cuales se cerraron en un puño a su alrededor. Shiro lo señalo. "Es una campana. Suéltala si necesitas ser desatado – y me refiero a necesitar, no querer, porque vas a desearlo, pero no lo tendrás, porque esto se trata de enseñarte una lección. ¿Entendido?"

Confundido y preocupado de nuevo, Lance asintió.

"Bien. Hay una regla más – No te vengas. O no nos verás la noche de mañana tampoco."

Lance se sonrojo indignado. Eso no era justo. Pero no podía responder realmente bien así, la que quizás fuese la razón por la que Shiro lo quisiera amordazado desde un principio. Así que sólo gruño.

Aunque, su irritación se desvaneció rápidamente, cuando Keith se paró sobre las puntas de sus pies inesperadamente y beso a Shiro, y Lance recordó que sólo los había visto besarse una vez antes, y aquello era bastante desafortunado porque se veían increíbles juntos. Keith nunca había lucido más dócil que cuando estaba besando a Shiro, y Shiro lo sostenía con una gentil mano en sus cabellos y la otra sujeta a su cintura, hasta que comenzó a bajar hacia sus boxers y se quedó sobre el trasero de Keith, firme y voraz, con la silueta de su mano clara a través de la tela.

Lance se retorció cuando Shiro gruño durante el beso, las manos Keith se movían entre ambos. Él quería ver, más de lo que deseaba tocar, deseaba estar con ellos, pero se percató con una sedación deprimente que aquel era su castigo. Podrás ver, pero no tocar. Lance jadeo con el bozal molesto, y los vampiros se detuvieron un momento para dirigirle miradas iguales de frio desinterés antes de que Shiro bajará los boxers de Keith y lo empujara hacia la cama junto a Lance. Lance jadeo más fuerte, aun así, lo ignoraron.

Shiro cubrió el cuerpo de Keith con el suyo, su espalda era un lienzo de cicatrices y músculos flexionándose, y Lance deseaba también tocar, pero no podía, y lo iban a volver loco. Shiro beso a Keith con dureza, y Keith gimió, arañando entre los cortos cabellos de la nuca de Shiro mientras Shiro comenzaba a embestir contra él, lento y firme. Una de las piernas de Keith rodeaba la cadera Shiro, empujando con más dureza, Keith tiro su cabeza contra la almohada y aleteo sus pestañas.

Estaba tan cerca. Lance solo tenía que recargarse unos centímetros hacia la izquierda y el cabello de Keith estaría rozando en su costado –

"No te muevas," Shiro gruño, levantando el rostro lo suficiente para observar a Lance.

Lance hizo un sonido ahogado que se traducía a, ¿O que, me torturaran incluso más?

Keith lamio sus labios y observo a Lance, curveando la boca en una pequeña sonrisa. "¿Lo comprendiste ya, Lance? Va a follarme, justo a tu lado, y no haya nada que puedas hacer al respecto."

Lance lo observo desesperado. "¡Mmph!" estaba medio duro, su polla reposaba sobre su estómago mientras veía los húmedos dedos de Shiro resbalando por debajo de Keith, y luego dentro.

"Creo que entendió," rio Shiro. Keith separo más las piernas, avaricioso, tomando los tres dedos de una sola vez. Lance podía verlos entrando y saliendo por su dilatada entrada, y enterró sus uñas en sus propias palmas con una desesperación silenciosa. La pálida piel de Keith se sonrojaba con facilidad, tan bellamente, y su miembro era la parte más oscura. Escurría gotas de pre-semen sobre su pecho mientras Shiro presionaba su cuerpo hacía el, casi verticalmente, las piernas de Keith estaban suspendidas en el aire y sus talones atorados sobre los hombros de Shiro mientras los dedos de Shiro se torcían dentro de él. Era obsceno.

La boca de Shiro acaricio los muslos de Keith mientras lo preparaba, y Keith tomo su propio miembro con su mano, masajeándolo y moviéndose, sin hacer algún esfuerzo por ahogar sus gemidos. Lance observaba y se retorcía, pero en vano– Keith sabia de nudos, aparentemente, la cuerda no cedió en absoluto.

Ni siquiera cuando Shiro saco sus dedos y llevo a Keith hacia su regazo, rozando su polla en la entrada de Keith provocativamente, humedeciendo su miembro mientras el vampiro más joven se removía debajo de él, insatisfecho. Keith había comenzado a hacer singulares sonidos desde su garganta, agudos y necesitados, una clase de súplica silenciosa. Shiro respondió con suaves, gruñidos profundos y raspo sus colmillos por la clavícula de Keith, esparciendo oscura sangre. Keith gimió y descubrió su cuello; Shiro gruño y mordió.

Lance tenía la sensación de que ni un humano había alguna vez visto vampiros hacer esto, o si lo hicieron, no habían vivido para contarlo. No esa que el fuera a contarle a nadie de esto– este era un espectáculo privado. O una tortura privada, más bien.

Cual fuese el caso, Shiro y Keith estaban comunicándose perfectamente con sólo sus sonidos y lenguaje corporal, hasta el punto en que Lance sospecho de que había algo más que un simple lazo físico entre ellos. La magia continuaba presente ciertamente, menos amenazante que antes pero aun cortante, con un indicio de peligro, como una cuchilla envainada. Se preguntaba si eso era lo que los conectaba, si la magia era lo que les permitía entenderse sin hablar en absoluto, o si su comprensión era una cuestión de más que simple naturaleza.

"Lance," Keith jadeo, y Lance salió de su trance, parpadeando en sorpresa. "Lance, mira lo bien que encajamos." Y como si fuese una orden, Shiro presiono contra él, y Keith tarareo alegre, arqueando la espalda sobre la cama y apretando sus muslos contra la cadera de Shiro. Lance profirió un sonido ahogado sobre el bozal.

Shiro lo observo cortante, como diciendo, No has visto nada aun, y embistió profundo contra Keith sin alguna advertencia más que sus manos rasgando sobre los costados de Keith. Las furiosas marcas rojas desaparecieron casi tan pronto como las hizo, y Lance podía ver como la mordida en el cuello de Keith comenzaba a mostrar rastros de sanación, aunque la sangre manchando su cuello y pecho permaneció.

Shiro, se percató Lance, había estado conteniéndose demasiado cuando follaba a Lance. No estaba conteniéndose en absoluto, ahora. Keith era demandante, Lance ya sabía eso, pero con Shiro parecía finalmente saciado, hasta abrumado. Tomo el cabello de Shiro y espalda, esparciendo sangre sobre los hombros de su sire y Shiro jamás titubeo, marcando profundo, firme y rápido dentro de Keith, la cama crujía alarmantemente, mezclándose con sus sonidos de completo placer.

Lance estaba completamente caliente, completamente duro, y no podía hacer nada al respecto. No podía hacer más que mirar, y observar, con su corazón hundiéndose cuando se percató de que ambos encajaban perfectamente bien sin él.

Claro que lo hacían. Habían estado juntos, simplemente ellos, por más de cien años. No lo necesitaban. No importaba que dijeran, obviamente solo era una curiosidad para ellos. Un juguete, incluso, fácil de usar y desechar, aunque nunca fuesen a admitirlo. Habían dicho que era extraordinario, dijeron que era más que su sangre para ellos, habían dicho que lo amaban, pero en aquel momento no parecía posible. No parecía posible que dos seres, tan completamente unidos y enamorados del otro, pudieran alguna vez dejar entrar a alguien, mucho menos una persona como Lance.

Lance no soltó la campana. No quería seguir ahí – no sólo desatado, quería salir de la habitación, de la casa; quería volver a la habitación de invitados de los Holt, o incluso mejor, en su propia cama en su propia casa, donde no había vampiros ni un desgarrador dolor en su pecho. Pero no soltó la campana. Incluso si no era suficientemente bueno para ellos, se negó a ceder ante esta debilidad.

Se suponía que fuese un juego; ni siquiera era tan intenso, como los juegos solían ser – Lance no estaba en peligro, no estaba siendo lastimado físicamente en absoluto. Solo estaba molesto, asi que sería patético detener todo solo por eso, ¿Cierto? Shiro y Keith solo pensarían que es más débil de lo que ya sabían. Su labio inferior había comenzado a temblar, y si se distraían lo suficiente, probablemente podría contenerse el llanto. No quería llorar frente a ellos, especialmente no con este bozal puesto. Sería un desastre, no habría nada lindo en ello.

Asi que Lance no soltó la campana.

Pero resultó que, no tenía que soltar la campana para que se detuvieran.

Keith enterró sus garras en la cintura de Shiro mientras Shiro se detenía abruptamente, inflando la nariz y girando la cabeza hacia un costado para mirar a Lance, cambiando su expresión en un instante de abrumado y posesivo a sorprendido y preocupado. Keith observo, también, y Lance se apartó de ellos, sacudiendo la cabeza, avergonzado.

"¿Lance –?" Shiro se levantó, y Keith también, olvidando su propia excitación mientras centraban su atención en Lance. "Lance, ¿Qué sucede?" los ojos de Shiro se ensancharon y no había rastro de su anterior furia, solo preocupación mientras desataba el bozal, dejándolo caer sobre la cama, estirando la mano para masajear la mandíbula de Lance con gentileza. Lance se apartó, aunque la soga evito que esquivara su toque completamente. Shiro retrocedió, herido y confundido.

"Lance," Keith susurró y desató la cuerda rápidamente, frunciendo el ceño cuando Lance dejo que sus manos colgarán sin fuerza a su costado, la campana resbalo de entre sus dedos y rodo por las tablas del suelo con un suave tintineo. "Lance, que fue lo que – ¿Estas herido? Por favor, háblanos."

Lance no pudo detenerse. Lo intento, realmente lo hizo, pero una vez que la primer lágrima cayo, no se detuvieron. Se sentía como un tonto niño pequeño, llorando impotente y escondiendo el rostro tras sus manos entumecidas, y no había llorado en tanto tiempo que realmente dolía hacerlo, los sollozos escapaban con dureza. Shiro y Keith exclamaron con pesar y Lance dejo escapar una protesta cuando se acercaron inseguros, intercambiando miradas de alarma y desconcierto.

"Lance –" Keith dijo nuevamente.

Lance levanto el rostro, tallando furiosamente sus ojos, y exclamo, "¡Sé que soy un extra, pero no tenían que restregármelo asi!"

Ambos parpadearon. "Que– Lance, ¿que estás diciendo?" Shiro pregunto.

Lance escondió el rostro de nuevo. "No me h-hagas decirlo," sollozo. "N-no me necesitan. Sinceramente nadie me necesita. Y, y ustedes han estado juntos desde hace cien años, ¿cómo– como diablos se supone que compita con eso?, no puedo, y podemos pretender que – que estamos enamorados, pero ustedes no me aman, ¿Cómo podrían hacerlo si se aman tanto el uno al otro–"

"Lance, no, es no es verdad," Keith murmuró. "Nosotros no queríamos – lo lamento. Te amamos, mucho, y nuestro amor por el otro no nos impide amarte también. No tienes que competir contra nada ni nadie–"

"¡Si, tengo que!" Lance exclamo, finalmente dejando de limpiar sus lágrimas, porque simplemente continuaban llegando. "Mi vida entera es una maldita competencia, ¡y yo pierdo siempre! Soy el mayor de la familia pero soy el más inútil– Stella tiene la actuación y Ricky su arte pero yo no tengo algo como ellos, sólo tengo bromas, y esas hacen que la gente te soporte por un tiempo, y sé que mis padres están decepcionados de mi aunque no lo digan, porque ¿Cómo no lo estarían cuando Pidge entro en Wellesley y se convertirá en un ingeniero y Hunk entro en el UCLA para estudiar biología marina y son tan inteligentes y yo no, ni siquiera sé porque me mantienen alrededor, apenas entre sobre el primer diez por ciento, Pidge obtuvo un salutatorian y Hunk era el séptimo de la clase y sus puntajes del SAT estuvieron fuera del estándar y los míos solo fueron promedio y no es como que fuese siquiera difícil para ellos ¡y no es justo!"

Lance comenzó a respirar desigualmente, llorando más fuerte, cerrando los ojos. "Pero es mi culpa, porque ni siquiera sé que estoy haciendo con mi vida, y mi mamá quiere que sea un astronauta y yo también lo quería, antes, pero es imposible y sé que nunca lo lograre y sigo poniendo excusas siempre que alguien me pregunta sobre mi futuro, como 'Estoy tomándome un año sabático,' o 'trabajare antes de la universidad,' o algo, lo que sea, para hacer que dejen de preguntarme porque ¡No lo sé! Y, y entonces los conocí, y me hicieron sentir como si tal vez estuviese equivocado, que tal vez merecía algo, y luego me di cuenta de que solo era otra tercera rueda, y sé que soy molesto y empalagoso y tonto y solo fueron cuatro días, pero los extrañe y no sé qué sucederá cuando termine el verano y cada día que estoy lejos de ustedes lo único en lo que puedo pensar es en como probablemente ni siquiera vayan a notar que me he marchado."

Lance había terminado. Se había quedado sin aliento y su garganta estaba demasiado adolorida como para continuar hablando de todos modos con el nudo que se había formado en ella. Los dos vampiros estaban callados, y Lance escondió su rostro, esperando a que le dijeran que probablemente debería irse.

Pero en su lugar dos manos lo tocaron delicadamente, uno en cada hombro, y Lance levanto la mirada ligeramente, llevando las rodillas a su pecho, temblando. Keith y Shiro lo estaban observando con ceño fruncido y ojos brillantes, con las bocas torcidas en pequeñas y tristes líneas. "Lo lamento," Lance susurró, "Lo lamento, yo..."

"No tienes porque disculparte, Lance," dijo Shiro. "Si alguien tiene que disculparse, parece que esos deberíamos ser nosotros, porque no sabíamos que tenías una tan baja – y que conste, completamente errónea – opinión de ti mismo."

"No es errónea," Lance respondió débilmente. "No puedes decir que es errónea cuando realmente no tengo idea de que estoy haciendo con mi vida."

"No sé qué es un año sabático," dijo Keith. "O un SAT. O el UCLA o un Wellesley o un salutatorian." Ladeo la cabeza y apretó ligeramente el hombro de Lance. "Asi que tal vez, esas cosas no sean tan importantes como crees. Y realmente no creo que eso determine tu valía, Lance; y si es asi han hecho mal su trabajo."

Lance se sorbió la nariz. "Importan para aquellos quienes realmente necesitamos madurar y trabajar para mantener una vida o si no ser un fracaso."

Shiro hizo un sonido compasivo. "Si te preocupa el dinero, nosotros no carecemos de él," dijo. "Tiende a acumularse con los años, y felizmente le daríamos un uso si tuvieras la necesidad."

Lance parpadeo, e hizo un sonido ahogado que parecía un sollozo y una carcajada, continuaba lagrimeando. "¿Estas – estas ofreciendo ser mi sugar daddy, Shiro?"

Keith rio. Shiro se sonrojo y encogió los hombros tímidamente, parecía como si quisiera negarlo, luego cedió. "...Supongo." Se aclaró la garganta. "Como sea..." se acercó a Lance sobre la cama, y Lance se acurruco agradecido contra él. "Estamos aquí para ti. No solo por este verano. Vives en una época en que puedes ser tantas cosas, Lance – solo piensa en eso. No pienses en fallar. Piensa en dar lo mejor, que es lo que siempre haces."

"Pero dar lo mejor nunca es suficiente," murmuro Lance.

"Lo es," dijo Keith seguro, acurrucándose contra la espalda de Lance y besando su nuca. Lance tembló, sorbiendo de nuevo y deseando tener pañuelos. Como leyendo su mente, Keith le tendió un par. "Eres más que suficiente. Y respecto a Hunk y Pidge, serán inteligentes, pero tu también lo eres. Por eso es que los tres son amigos. Eres inteligente en tu propia manera. Se complementan."

"Pero no puedo reparar un auto destruido o hackear una computadora," Lance dijo entre los pañuelos.

"Pero podrías aprender," Keith argumento. "Esa es tu fortaleza, Lance – te adaptas. Eres lo suficientemente valiente para molestarte, hacer cosas que otros no harían. Peleas solo, por lo que crees y lo haces sin arrepentirte."

"Basta," Lance susurró. "No tienes idea de lo que dices."

"Si, la tengo," dijo Keith. "Y también te he extrañado, Lance. Cada día."

"¿De verdad?" dijo Lance, observando de vuelta a Keith ante eso. Keith asintió, y dejo un beso en sus labios, dulce y casto.

"¿Cómo podríamos no extrañarte, Lance?" añadió Shiro, enterrándose en el cabello de Lance. "Estas tan lleno de vida– tú haces que nuestras vidas se sientan más iluminadas. Es una fortaleza tuya, también."

Lance tenía un nudo en la garganta, pero esta vez por una razón diferente. Trago saliva, con lágrimas invadiendo de nuevo sus ojos. "Chicos," dijo con voz áspera. "Voy a llorar de nuevo."

"Está bien," Shiro aseguro. "Es bueno llorar de vez en cuando. Nadie está juzgándote, Lance."

"Nos veremos cada día a partir de ahora, si lo deseas," dijo Keith. "Si no es durante la noche...tal vez puedas visitarnos en el día. Estaremos durmiendo, pero aun asi podrías quedarte con nosotros." Busco soporte de parte de Shiro.

"Si," Shiro coincidió. "Eres bienvenido aquí, Lance. Lamento si te he hecho sentir lo contrario."

"Eso sería bueno," Lance dijo. "Me gustaría mucho." Rompió en llanto, más ligeramente que antes, y presiono el rostro contra el pecho de Shiro, humedeciendo su piel cicatrizada con lágrimas.

"Hey, Hey, shhh," Shiro murmuro, acariciando su cabello. "Está bien. Tu estas bien."

"Te amamos," dijo Keith, recargando la cabeza en el hombro de Lance.

"También los amo," Lance sorbió su nariz.

Estaba llorando de nuevo, pero los vampiros no lo abandonaron. Shiro continuaba diciendo suaves y dulces palabras, removiéndose para que la cabeza de Lance estuviera recargada en su cuello. Lance no lo comprendía completamente, pero una pesada y sedante esencia inundó su nariz y de algún modo supo que la esencia pertenecía a Shiro, y pretendía tranquilizarlo.

La esencia de Keith era más tenue, pero lo compenso ronroneando suavemente en el oído de Lance, su cuerpo vibraba justo como el de un gato, los parpados de Lance se cerraban somnolientos por las cómodas vibraciones. Todos estaban desnudos, pero no había nada sexual entre sus caricias, de alguna forma. Era solo...Tranquilizante. Lance realmente no habría esperado esto de Keith y Shiro, pero...estaba bastante seguro de que podría acostumbrarse. ¿Quién diría que los vampiros podrían ser tan dulces?

Después de un rato, los ojos de Lance se abrieron, las lágrimas estaban secas, e intentando aligerar el ambiente, dijo, "Lamento haberles cortado el rollo."

Keith resoplo. "No es algo por lo que debas disculparte."

"Pero –"

"Literalmente tenemos todo el tiempo del mundo," Shiro Le dijo. "No te preocupes. Además, era la última cosa en mi cabeza en cuando olí tu miedo, Lance."

"Hmm," murmuro Lance, bostezando somnoliento. "¿A que huele el miedo?"

"Amargo," dijeron Shiro y Keith en unísono.

"Como un sabor agrio en tu paladar," añadió Keith.

"Es inconfundible," murmuro Shiro.

"Supongo que no necesitaremos una palabra de seguridad entonces," dijo Lance con otro bostezo. "Probablemente sea lo mejor, ya que hablo demasiado de todos modos. No creo que haya alguna palabra que no fuera a decir durante el sexo."

"Aun puedes inventar una si quieres," aseguro Keith.

"Déjame pensarlo luego," dijo Lance, cerrando los ojos completamente. "Ahora mismo...creo que solo voy a...dormir, si les parece."

Shiro susurro afirmativamente. Keith se alejó de su espalda con un suspiro. "Voy a ducharme, pero regresare después. Buenas noches, Lance."

"Mmm, ¿asi que obtengo los suaves retoños de Shiro todos para mí?" Lance sonrió. "Increíble."

"¿Mis que, dices?" Shiro dijo, burlon, pero Lance ya estaba dormido.

*

Esta vez, cuando Lance despertó por la suave música de piano, era de día, Keith estaba medio enredado con el debajo de las sabanas, y Lance no se sintió culpable por besar la frente de Keith y salir de la cama, dirigiéndose por el pasillo y las escaleras hacia el piano de Shiro. Shiro estaba tocando con menos solemnidad que antes, con tempo ligero y más alegre, arrastrando delicadamente los dedos sobre las teclas y con una sonrisa tirando de sus labios mientras Lance se acercaba.

"¿Demasiado flojo para vestirte?" Shiro pregunto sin apartar la vista del piano, reaccionando apenas cuando Lance se asentó en la silla del piano y se recargo a su costado. ¿Qué tal si la espada hubiera estado aquí?"

"No creo que me hubieras dejado entrar," murmuro Lance, besando toda su mandíbula. "Y si hubieran estado aquí, bueno...no es como que estemos intentando escondernos, ¿O sí?"

Shiro bufo. "¿Tú cuerpo desnudo? Si ¿Nuestra relación? No. Por supuesto que no."

"Asi que... ¿Todos ellos saben?"

Shiro inclino la cabeza. "Mientras que para los humanos Keith y yo podemos parecer sutiles, entre los vampiros no lo somos. Lo saben."

"¿Y? ¿Creen que están cometiendo un error?"

Shiro dejo de tocar abruptamente, girándose para tomar el rostro de Lance entre sus manos, besándolo intensamente sin advertencia. Lance jadeo y se aferró a su camisa, acercándose.

Cuando Shiro se apartó, sus ojos eran sombríos. "No me importa que piensen," dijo. "Soy el sire gobernante de estas tierras y ellos no están en posición de cuestionar mis decisiones o las de Keith aquí. Tienes que saber que, si ellos alguna vez pronuncian palabra en tu contra, llegare en tu defensa con gran ímpetu."

"Si," Lance susurro. "Si, lo sé. Gracias."

"No es que necesite luchar tus batallas," Shiro añadió. "A puesto que tu lengua puede ser bastante afilada cuando es necesario."

Lance sonrió. "Claro que puede."

Shiro sonrió de vuelta con un atisbo de colmillos.

*

Los días siguientes cayeron en un ritmo agradable.

Lance visitaba la casa del bosque cada día. Los visitaba al atardecer y siempre encontraba a Keith y Shiro durmiendo en su cama, usualmente con Shiro abrazando a Keith, cosa que Lance encontraba preciosa cada vez que la observaba. Lance trepaba a la cama con ellos, ya fuese para reponer el sueño que gasto jugando la noche anterior, o solo para mirar su teléfono hasta que uno de ellos se moviera y notara que estaba ahí.

Sonaba bastante aburrido, pero no era más que una pequeña dicha hogareña para Lance. Especialmente cuando Shiro y Keith comenzaron a incluirlo en sus encuentros con la espada– no en todos, solo los que sucedían en su hogar, pero era un comienzo. Lance sabía que no todos los vampiros lo aprobaban – Kolivan parecía indiferente, Antok estaba callado como siempre, y estaba bastante seguro de que Nyma y Rolo pensaban que era un idiota. Pero Ulaz y Thace los apoyaban, al menos, y, Luxia y Florona eran...Pues, quizás no comprensivas, pero parecían inquietantemente interesadas acerca de la situación. A Lance no le gustaba el aspecto de las sonrisas que le daban, pero Shiro Le aseguró que no eran maliciosas, sólo extrañas.

Hunk continuaba preocupado sobre Shiro y Keith mordiendo a Lance, pero realmente no lo hacían tan seguido...y cuando lo hacían, siempre eran cuidadosos. Ellos nunca mordían a Lance a menos que ya fuese el quien explícitamente se los pidiera, lo cual convencía más a Lance de que las suposiciones de Hunk, aunque comprensibles, estaban completamente injustificadas. Shiro y Keith eran atentos y dedicados con sus afectos, y Lance hacia lo mejor que podía por tratarlos de la misma forma. Aunque, era difícil, porque a veces realmente parecían los novios perfectos.

Habían decidido encontrarse con Lance al anochecer a entradas del bosque la mayoría de las veces, y esta era una de aquellas noches, en que Lance se encontró a si mismo tarareando uno de los preciados nocturnos de Shiro, caminando por el familiar camino con pasó alegre.

Llevaba el cristal en el cuello, como usualmente, pero era más como una reflexión estos días – había estado inactivo últimamente, y el libro no le había ofrecido otra sugerencia, y Lance comenzaba a pensar que tal vez Shay estaba equivocada después de todo. La única cosa extraña que permaneció era la curación acelerada de las mordidas de Lance...pero Lance no encontraba razones para preocuparse de eso. Era bueno, no dañino.

Hubo un atisbo de movimiento entre los árboles y Lance sonrió a sus adentros, pretendiendo no percatarse mientras continuaba cerca de los árboles. "He oído que estos bosques están embrujados," declaró hacia las sombras. "Algunos dicen que dos apuestos vampiros merodean por aquí, cuando el sol se esconde. Aunque, no sé de dónde sacaron esa idea, es – ¡ah!"

Shiro y Keith salieron de entre la penumbra como si fueran parte de ella, inmovilizando a Lance contra un árbol y riendo suavemente desde sus gargantas. "¿Qué decías?" Keith río, besando el cuello de Lance mientras Shiro acariciaba el costado opuesto, pasando la boca sobre su mandíbula y pasando una mano por su cintura. Lance ladeo la cabeza hacia el árbol en invitación...y se congelo.

No estaban solos.

"¡Alto!" una dominante voz femenina resonó, seguida por el audible sonido de un arco y el silencioso, chasquido mortífero de una pistola. Shiro y Keith se quedaron quietos, la mano de Shiro tensándose en la cintura de Lance. Lance miro con desconcierto a los dos extraños que aparentemente había aparecido simplemente frente a él. Eran un hombre y una mujer, ella tenía piel oscura y un abundante cabello plateado, atado en un moño, el hombre era pálido y tenía cabello rojo junto a un bigote. Ambos tenían penetrantes ojos azules y expresiones sombrías, y también tenían armas apuntando a los novios de Lance.

"Quienes son," dijo Shiro entre dientes, sin moverse un centímetro.

"Silencio, monstruo," ordeno la mujer, acercándose. "Oímos reportes de un incremento en actividad de los vampiros en la zona, pero no imagine que fuese tan malo."

Shiro levanto la cabeza lentamente para observarla, y sus ojos se mostraron amenazantes. "¿Se presentarían ustedes mismos como cazadores?" gruño.

"Si," dijo ella, elevando la barbilla y su arma. "No solo cazadores. Los mejores cazadores. Los primeros." Entrecerrando los ojos. "Somos Alteanos – pero claro, ya lo saben, porque de algún modo, ustedes parásitos tienen a uno de los nuestros como su esclavo."

Hubo un largo, sorprendido momento de silencio. Keith y Shiro dejaron de respirar.

"Espera," dijo Lance. "¿Que?"

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Miren mas canciones que inspiraron a la autora, por si no saben que escuchar y asi:

The wolf- SIAMÈS

Lone digger- caravan plalace

Say my name- peking duk

Dangerous – royal deluxe

Brand new moves – hey violet 

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