❥Capitulo 17

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Shiro continúo durmiendo irregularmente, lleno de desagradables sueños que eran mitad imaginación y partes de memoria, según Keith. Lance llamo a Hunk y Pidge para decirles que iba a quedarse con Shiro y Keith el tiempo que le tomara a Shiro levantarse de nuevo. Estaba bastante seguro de poder oír a Allura y Coran protestando en el fondo, pero ese no era su problema. No con Shiro temblando y sangrando a su lado, con la frente llena de sudor y cortando sus propios labios con sus colmillos.

Keith claramente no estaba acostumbrado al papel de cuidador, pero en su defensa estaba tratando. Luego de que Shiro mordiera a Lance y se durmiera, Keith fue al otro piso, regreso con un jugo y galletas para Lance y un paño húmedo para Shiro. Lance masticaba su galleta mientras Keith limpiaba la sangre de las heridas de Shiro. Shiro murmuro y se removió en su sueño, pero no despertó del todo, y tampoco ataco a ninguno de ellos de nuevo.

Lance se durmió en algún momento luego de media noche, tras ayudar a Keith a limpiar y vendar las peores heridas de Shiro – excepto su brazo, con el cual realmente no supieron que hacer, excepto desear y esperar lo mejor. Afortunadamente, Lance no tuvo ninguna pesadilla, tampoco recordó ninguno de sus sueños cuando despertó, cálido y alegre, con un enorme y familiar brazo alrededor de su cintura, acercándolo más contra un igual de enorme y familiar pecho para que el dueño de estos pudiese besar húmedamente el costado de su cuello, pasando la lengua sobre los moretones de ahí.

"Mm," Lance balbuceo, sin abrir los ojos, sabiendo que seguiría oscuro afuera. "¿De nuevo?"

Shiro balbuceo, revoloteando el cabello de Lance con afecto; incluso el vago rasgar de sus colmillos era afectuoso en su propia forma. No parecía estar suficientemente alerta ni fuerte como para hablar, pero aun asi esperaba pacientemente, dándole a Lance la oportunidad de cambiar de opinión. Lance no hizo tal cosa, y se acercó más, soltando ligeramente un 'Si' antes de que Shiro lo mordiera una vez más, casi exactamente en el mismo sitio. Ser mordido dos veces dolía, y Lance gruño ante el malestar de Shiro extrayendo más sangre de sus venas. Pero sus ojos permanecieron cerrados, y fue fácil volver a dormir cuando los colmillos de Shiro se retiraron y lamio la sangre, besando sobre la herida con pequeños sonidos agradecidos.

Cuando Lance despertó nuevamente, era de día, y las recientes mordidas en su cuello habían sido límpidas y vendadas –posiblemente por Keith, quien cayo rendido al otro lado de la cama, acunando con una mano la cintura de Shiro y sosteniendo con la otra firmemente un bote de Ibuprofeno. A primera vista, ambos aparentaban estar dormidos, pero entonces los ojos de Shiro se abrieron y cuidadosamente se giró hacia su costado derecho para encarar a Lance.

Lance le ofreció una pequeña sonrisa. "¿Cómo te sientes?"

Shiro parpadeo, luego suspiro y asintió. "Estoy recuperándome más rápido de lo que esperaba, gracias a ti y a Keith." Sonrió levantando su brazo derecho, y Lance observo con nerviosismo, ambos se estremecieron ante el horrible corte que quedaba aun, donde casi había sido arrancado. Pero sorpresivamente, los tendones y músculos estaban reformándose, los huesos y tendones uniéndose nuevamente poco a poco, y cuando Shiro retorció los dedos tentativamente, sonrió con alivio. "Creí que iba a perderlo, para ser honesto. Probablemente lo hubiera hecho, si no fuera por ti. Lotor sin duda hizo lo imposible para incapacitarme."

"Lo siento," Lance susurro, perdiendo la sonrisa. "Mierda. Sé que solo va detrás de ustedes por mi culpa. Por lo...nuestro." Su garganta se cerró. "Y...escucha, Shiro, realmente entenderé si creen que ya no vale la pena luego de lo que Lotor te hizo."

"¿Si ya no vale la pena qué?" Shiro pregunto, desconcertado. "Te refieres... ¿a ti? ¿Estar contigo? Lance, te lo he dicho, no me importa lo que Lotor o cualquiera de los otros diga sobre nuestra relación contigo."

"Si, pero eso fue antes de que Lotor te atacar," dijo Lance. "Y fue por mí. ¿No es cierto?"

Shiro suspiro. "Si, Lotor es...bastante envidioso. Perece ser que no solo te quería como su esclavo, más bien deseaba un completo control sobre ti– en cuerpo y mente."

Lance tomo aire. "¿Qué es lo que te dijo?"

La mandíbula de Shiro se tensó. "Confía en mí, no vale la pena repetirlo."

Lance podía encajar las piezas, y la expresión de Shiro decía suficiente, retorciendo la boca con disgusto y sonrojándose por Lance. Lance frunció el ceño y escondió el rostro en el hombro de Shiro. "Ese hijo de puta," murmuró. Shiro tarareo en mudo acuerdo y Lance lo miro. "¿Al meno le dejaste un recuerdo también?"

Shiro le sonrió. "Claro, lo hice. Luego de lo que dijo sobre ti...no podía dejar que se fuera como si nada."

"Definitivamente solo quería provocarte."

"Lo sé, pero no tenía que hacerlo. Aun asi lo habría atacado, aunque quizás con menos intensidad. Pero realmente creo que está lamentando algunas de las cosas que dijo, porque si algo se sobre Lotor es lo increíblemente vanidoso que es, y me asegure de dejar una cicatriz en su rostro," dijo Shiro. Paso un dedo por la cicatriz en el puente de su nariz, sonriendo. "Fue como devolver un favor, supongo. Y puede que este ciego de un ojo, aunque solo temporalmente."

"Sir Shiro, poderoso y noble defensor de mi honor." Lance galardono. "Mi valiente caballero," añadió, revoloteando sus pestañas y dándole a ambos un ataque de risa.

"Detente," Shiro bufo, estrujándolo ligeramente y luego estremeciéndose, recomponiéndose mientras recordaban que Shiro continuaba herido e incapacitado. El suspiro y beso la frente de Lance. "Desearía haber podido arrancar su lengua, sabes, para que no dijera..."

"Son palabras," dijo Lance, besando su cuello suavemente y haciendo a Shiro temblar. "Lotor puede decir toda la mierda que quiera, pero nunca tendrá lo que nosotros tenemos." Lance murmuro contra la garganta de Shiro, sabiendo que su aliento estaría cálido sobre la piel del vampiro. "El nunca podrá tocarme, besarme, abrazarme." Lance acaricio la mandíbula y mejilla de Shiro, llegando hasta el desordenado mechón de cabello blanco. "Nunca podrá morderme, marcarme, tomarme. Nunca tendrá nada más que el constante pesar de saber que ustedes me tienen completamente para ustedes, y él no tiene oportunidad alguna; nunca la tuvo."

"Lance," Shiro suspiro felizmente, pasando el rostro entre su cabello, tomando fuertemente el hombro de Lance. "Nadie tiene una oportunidad contra ti."

Lance se sonrojo. "Que se supone que eso significa," murmuro.

Pero Shiro estaba somnoliento de nuevo y solo logro bostezar, "Te amo," antes de dormirse nuevamente, haciendo cosquillas en el rostro de Lance con su leve respiración.

*

Keith despertó alrededor del mediodía y ayudo a Lance a hacer el almuerzo abajo, a pesar de su evidente oposición a apartarse de Shiro. Aunque, Shiro parecía estar dormido, lo que posiblemente fuese lo que convenció a Keith de dejarlo solo. Lance hizo lo que pudo para apartar la mueca de angustia de los labios de Keith mientras preparaban juntos un omelet, pero luego de casi rebanarse un dedo mientras cortaba cebollas Keith puso una estricta restricción a los besos mientras cocinaban.

Mientras Lance terminaba su omelet, Keith comenzó a arrojar la fruta sobrante y jugo de la nevera en una licuadora que probablemente fuese de los años 50, y Lance observó incrédulo como intentaba mezclar con su chorrito de jugo de manzana, un plátano, diez fresas congeladas, un puñado de moras, y unas malditas uvas juntas creando un extraño invento.

"Hermano," dijo Lance mientras Keith presionaba furiosamente el botón "MEZCLAR" repetidamente. La licuadora solo seguía haciendo patéticos sonidos. "Basta. Que haces."

"Intento hacerte un batido," siseo Keith, presionando más fuerte. Las aspas de la licuadora giraban agónicamente. Lance se compadeció y la desconecto de la pared. "¡Hey!"

"No hay suficiente jugo, genio," Lance suspiro, tomando un bote medio vacío de jugo de naranja de la nevera y vertiéndolo en la mezcla purpura. "Y se supone que cortes el plátano, no solo le encajes la pieza entera."

Keith gruño algo acerca de nunca haber hecho un batido antes y cruzo los brazos mientras Lance lo arreglaba y salvaba a la licuadora de una muerte lenta con pedazos de plátano. El aún seguía decaído cuando Lance se sentó en la mesa con su batido y el omelet, aunque al menos tomo asiento cuando Lance empujo una silla para él. Lance corto su omelet y Keith recargo sus hombros sobre la mesa, sosteniendo su rostro entre las manos y suspirando.

"¿Te preocupa Shiro?" Lance pregunto mientras masticaba

Keith frunció el ceño hacia la mesa. "¿Crees que sea tonto que me preocupe por el?"

"¿Tonto?" Lance trago su porción de omelet y sacudió la cabeza. "Nah, claro que no."

"Estaba tan asustado cuando lo encontré," admitió Keith, mirando hacia Lance, con rostro sincero y vulnerable de una forma que raramente mostraba. "Lotor me escucho acercarme y huyo antes de que llegara, asi que estaba solo, sangrando, inmóvil, en el suelo. Hizo este...escalofriante sonido cuando me acerque a su lado. Nunca lo había visto asi antes."

"¿Temías que fuese a morir?" Lance pregunto.

"No," dijo Keith. "Tomaría más que eso para matar a Shiro. Pero hay cosas peores que la muerte." Lance lo observo interrogante. "Creo que algo se quebró dentro de Shiro cuando fue el campeón de los Galra," murmuro Keith. "Creo que Lotor le hizo algo anoche – tal vez con su magia Druida – que le hizo recordar ese quiebre. Cuando lo encontré...Lance, creí que había perdido la cabeza. Estaba balbuceando, decía cosas que no tenían sentido, con ojos amarillos y vacíos y...solo fue cuando lo lleve a la cama y limpie sus heridas que comenzó a calmarse."

Lance ni siquiera quería imaginarse lo contradictoria que sería la imagen de un Shiro asi. Shiro, quien era siempre tan recto y fuerte sin importar a que se enfrentaran, como un ancla en la tormenta...parecía que, si perdieran a Shiro, serían tan solo otro barco a la deriva en el mar, separado de sus amarras, arrojándose a las olas y a merced de los monstruos debajo.

"Pero está bien ahora," dijo Lance, aunque sonaba más como si tratara de convencerse a sí mismo. "Está bien, hablé con él anoche y solo está algo cansado pero continua...estando cuerdo, bueno, de todos modos, eso creo."

Keith asintió. "Yo también lo creo," asintió. "Eso espero. Pero...tiene episodios, a veces. Como cuando casi te asfixia. Pesadillas, generalmente. Solían aparecer más seguido, pero últimamente creí que habían estado mejorado– que él estaba mejorando. Solo me preocupa que quizás Lotor haya revertido eso. Que tal vez vuelvan a ser tan malas como lo fueron antes."

"Suena como TEPT," dijo Lance pensativo.

Keith ladeo la cabeza.

"Trastorno por estrés postraumático," Lance explico. "¿Nunca lo has oído?"

"No," dijo Keith, frunciendo el ceño. "¿Puede ser tratado? ¿Hay medicación?"

Lance se encogió de hombros. "No soy doctor, pero sí, estoy muy seguro de que puede, quizás una medicación con antidepresivos podría ayudar. Y dudo que Shiro fuese a querer ver un terapista y hablar acerca de su estadía con los Galras, pero...podría hablar contigo de ello."

"Y contigo," dijo Keith.

Lance se rio, llevando más omelet a su boca para disimular cualquier temblor en su voz. "Eh, me halagas, pero Shiro estaría más dispuesto a contarte a ti sobre estas cosas que a mí."

"¿Por qué dices eso?"

"Uh, ¿Por qué me conoce solo de un verano y a ti de un siglo?"

"Lance, eso no quiere decir que él no quiera contarte sobre su pasado," dijo Keith. "Siendo honesto, apenas me habla sobre ello. Pero si le dices que lo ayudara con su...TEPT, si es lo que tiene, entonces podría ser que se habrá."

"Énfasis en 'podría,'" Lance murmuro.

"Solo hay que esperar y ver," Keith dijo. "Termina de comer, necesitas energía."

*

Shiro estuvo postrado en cama por otros tres días, durante los cuales Lance o Keith, o ambos se mantuvieron a su lado. Era más fácil para Shiro salir de sus pesadillas si uno de ellos estaba ahí con el cuándo despertaba, y no era exactamente un martirio acurrucarse con Shiro. Shiro lo mordió algunas veces más, pero nunca tomaba suficiente sangre como para hacer a Lance sentirse siquiera mareado, lo cual resultaba tanto en un alivio y decepción. Las mordidas parecían sanar más rápido que lo usual, y Lance tampoco sabía cómo sentirse al respecto.

Usaba el cristal a su alrededor o lo dejaba en su bolsillo, Lance no estaba seguro de si era su imaginación, pero...parecía como si algo fuese diferente en ello, en el. Como si algo se removiera, punzando sobre su piel cada vez que Keith o Shiro lo tocaban, una inquietud singular calando entre sus huesos.

Aquella inquietud aparecía cuando pensaba en Shiro transformándolo. Y él pensaba en eso seguido. Entre más lo pensaba, más creía desearlo, a pesar de que su instinto gritaba en protesta ante la mera idea. Lance suponía que era su lado Alteano. Se preguntó si habría lago de verdad; verdad en lo que Allura le había dicho acerca de la naturaleza de los vampiros.

Pero parecía imposible que Keith y Shiro pudieran ser seres de absoluta maldad cuando estaban abrazándose y besándose flojamente en la cama, llenos de suavidad y dulzura. Lance los observo adormilado y se rindió cuando Shiro lo acerco para besarlo también, acercando más a Lance con su casi curado brazo derecho.

Pidge y Hunk los visitaron unas cuantas veces, ya que la estancia de Lance se había extendido a una semana, porque, aunque Shiro pudiera salir de la cama, continuaba estando débil y Lance sabía que Keith no quería que los dejase aún. Condujeron hasta Redding para comprar y hacer verdaderos batidos en la casa, los cuales bebieron juntos en los escalones del porche bajo el sol. Pidge y Hunk, afortunadamente, habían tomado el lado de Lance en el asunto de salir con vampiros, mientras que Allura y Coran aparentemente continuaban molestos. Estaban alojándose en un motel cercano, según Pidge, y aunque no habían intentado dar con la casa de Shiro y Keith aun, solo era cuestión de tiempo.

Keith se puso bastante gruñón ante la idea de que los cazadores estuvieran husmeando en su territorio. Todos estaban al límite luego de que Lotor hubiera decidido darles esa visita, y la espada de Marmora estaba en completa alerta durante la noche. Usualmente Thace o Ulaz patrullaban fuera de la casa, mientras Florona y Luxia diseñaban una delimitación en su territorio que dispararía alguna clase de alarma cuando los Galra la cruzaran. Todo aquello era un montón de cosas mágicas confusas y Lance no las comprendía, asi que se limitó a hacer lo que mejor sabía hacer, que era ayudar a Shiro a recuperarse.

Keith podría no estar acostumbrado a ser un cuidador, pero Lance sí. Su hermanito Ricky tenía la costumbre de enfermarse seguido y su hermanita Stella tenía la tendencia a romperse los huesos o lastimarse de formas estúpidas, asi que Lance tenía la experiencia justa en esta área. Tal vez no está area exactamente – las heridas de Shiro eran mucho peores de lo que las que Stella jamás hubiesen sido – pero Lance era bueno en eso.

Sabía que era difícil para Shiro aceptar estar incapacitado, al menos por el momento. Claramente no estaba acostumbrado ceder el mando o a que otros cuidasen de el – por lo que Lance había sacado del Códice, se suponía que los sires fuesen quienes veían por el resto de su grupo. Debían ser los protectores, no aquellos que necesitaban la protección.

Aun asi, Keith definitivamente era protector, siempre había sido protector, a pesar de que él no era el sire de Shiro. Se destacaba en ser un cuidador. Aunque, la parte exacta de cuidar ...Lance era definitivamente mejor en eso. Keith tenía buenas intenciones, pero tenía la mano algo pesada, y luego de que accidentalmente reabriera la herida del brazo de Shiro mientras intentaba limpiarla, los tres hicieron un acuerdo mutuo en que limpiar heridas no era el fuerte de Keith y se lo dejaron a Lance.

Asi que asi es como Lance termino bañando a Shiro cada noche; limpiando meticulosamente y cubriendo nuevamente cada herida, apartando las manos de Shiro cada vez que se ofrecía a ayudarle, hasta hacerlo suspirar, recargarse, y aprender a aceptar su destino.

Había sido ligeramente asqueroso y abrumador al principio – el agua se enrojecía con demasiada rapidez y Shiro no podía esconder enteramente lo doloroso que era, el corazón de Lance se rompía un poco cada vez que tensaba su mandíbula y apartaba el rostro para que no pudiera ver su expresión. Pero fue más sencillo tras esa primera vez.

Lance había ido a casa de Pidge para traer su propio jabón y un par de bombas de baño, las cuales hicieron todo el proceso más divertido, y fascinaron a Keith y Shiro enormemente. Lance estaba seguro de que había pocas cosas más adorables que ellos dos haciendo sonidos de deleite mientras observaban el agua burbujear y pintarse de un intenso turquesa escarchado. También levanto el ánimo de todos, y a Shiro le gustaron tanto las rosadas, aquellas con esencia de jazmín, que le dio a Lance (demasiado) dinero para comprar más en el centro comercial de Redding.

El baño se volvió una de las partes favoritas del día para Lance. En parte porque, uh, Shiro desnudo era una de las siete maravillas del mundo, y también porque se sentía tan... domestico. Cómodo, familiar, simple, en la mejor forma. Lance ayudaría a Shiro a entrar a la bañera y removería con cuidado todos los vendajes antes de ir por una toalla y jabón para limpiarlo. Y como Shiro tenía un problema con no comunicar su malestar, desarrollaron un sistema en donde Shiro golpearía sus dedos contra el borde de la bañera si alguna cosa lastimaba demasiado.

Era un buen sistema, aunque se hacía menos eficiente por el hecho de que Keith había decidido que la hora del baño era también la hora musical y le gustaba usar Spotify en el teléfono de Lance – y la música que a Keith le gustaba no era exactamente calmada. Aunque no era mala, asi que Lance y Shiro lo soportaban y Shiro opto por golpear la mano libre de Lance en su lugar. Lance no tenía problema con tacto extra de Shiro, asi que era una ganancia completa.

Keith no solo los forzaba a escuchar sus vivaces melodías alternativas – seguido se sentaba sobre los azulejos junto a la bañera para observarlos con una libreta en mano; con vista pensativa, distante, y extrañamente pacifico.

Lance nunca veía los dibujos en su totalidad – solo piezas y fragmentos, atisbos de su propio rostro sonriente y el brazo de Shiro sobre el borde de la bañera, cada digito marcado cariñosamente en los trazos del carboncillo. Pero algún día, pensó en que podría revisarlos, porque eran una forma de recordar aquellos momentos que pasaban juntos. Tal vez era por eso que Keith amaba tanto dibujar – sus libretas eran como álbumes de años pasados. Lance se preguntó qué tan antiguos serían sus primeros dibujos. Se preguntó cuánto de aquella época Keith y Shiro podrían realmente recordar. ¿Sería la memoria de un vampiro como la humana– fugaz, borrosa, e incierta, aunque a veces estimulable por las cosas más extrañas?

Muchos años en el futuro, estaría el caminando por una calle lejos, muy lejos, o sentado en su hogar, en una casa con su familia, ¿solo para percibir un rastro de jazmín y repentinamente evocar estos momentos vívidamente?

Quizás, o tal vez Lance no tenga que forzarse para recordar este verano. Tal vez este verano fuese a durar para siempre, como tan seguido se encontraba deseando que lo hiciera.

Pero era consiente ahora más que nunca, cuando la sangre de Shiro se fue por el desagüe, dejando manchas rojizas en la pálida superficie de la porcelana; que esto, como todo lo demás, era finito.

*

Justo como Lance sabía que lo haría, Shiro sano.

Se tomó su tiempo – Lance se quedó con ellos solo por una semana antes de que Shiro, tras Keith, declarasen que estaba como nuevo, con una que otra cicatriz añadida. Su brazo estaba en increíbles condiciones, aunque aquella cicatriz era una de las más grandes y retorcida que tenía. Lance y Keith se aseguraron de que supiera que no les importaba llenándola de besos, lo que hacía a Shiro reír y alejarse en protesta, pero su rostro estaba lleno de gratitud.

Ambos vampiros aparentemente esperaban que Lance huyera por la puerta principal tan pronto Shiro mejorara, pero para su sorpresa él deseaba quedarse.

"Honestamente, creí que estarías harto de nosotros ahora," Shiro dijo luego de que Lance admitiera a que no deseaba irse.

"¿Harto? Pff, ¿Por qué dices eso?" pregunto Lance.

"Bueno, arruinamos por completo tu ciclo de sueño, para empezar," Keith señaló.

"Soy un adolescente, mi ciclo de sueño ya era desastroso."

Shiro puso los ojos en blanco. "Si, pero no se supone que seas completamente nocturno. Y nosotros...podríamos llegar a ser una carga, y no me imagino que sea agradable para ti vernos beber sangre de una bolsa..."

"Te acostumbras," dijo Lance encogiéndose de hombros. "Escucha, yo...bueno, si quieren que me vaya, me iré, no quiero entrometerme o lo que sea –"

"No, no, no es eso..." Keith mordió su labio. "¿Realmente prefieres quedarte con nosotros que con tus amigos?"

"Ustedes son mis amigos," dijo Lance. "Además...bueno, he estado con Pidge y Hunk por un montón de tiempo, creo que pueden lidiar con algo de espacio."

"Tienes muchas de tus cosas aquí," Shiro dijo. "Prácticamente ya te mudaste."

Lance se sonrojo. "Entonces... ¿Eso es un sí?"

Keith y Shiro se abalanzaron sobre él, y Keith se hecho hacia atrás para abrazarlo con un brazo. "¿Siquiera debes preguntar?" susurro. "Claro que puedes quedarte, Lance."

Keith parecía estar a punto de decir algo más, como 'Por el tiempo que quieras,' pero se detuvo, bajando la vista, congelando la sonrisa en su rostro.

"Gracias, chicos," dijo Lance.

"No es problema," Shiro dijo. Lance abrió la boca y Shiro levanto un dedo. "Y si estas por decir que eres una compañía molesta, no lo hagas porque no es verdad, y disfrutamos pasar tiempo contigo. ¿Entendido?"

"Si," dijo Lance, algo ahogado. "Si, bien."

*

Le tomo a Shiro la misma cantidad de tiempo para sanar como para que los moretones en el cuello de Lance desaparecieran por completo. Había estado usando sudaderas y camisas para esconder los peores, los cuales rodeaban su cuello como un collar de manchas violáceas. No era solo para escondérselos a Pidge y Hunk – Lance sabía que era doloroso para Shiro observar las marcas que había dejado involuntariamente en Lance también. Eran marcas de fuerza bruta, no placer...pero fastidiaban más a Shiro que a Lance.

Porque en la forma que Lance lo veía, si Shiro realmente hubiera querido matarlo, podría simplemente haberlo hecho. Retorcer, quebrar, listo. Pero Shiro, incluso en su estado, cegado por aterradores recuerdos, eligió ahogar a Lance en lugar de solo partirle el cuello. Eso tenía que contar de algo. romper cuellos era frio, insensible – asfixiar era un crimen pasional.

Así que, si, era algo jodido que Lance pensara cosas asi. Allura seguramente no habría visto la diferencia, y ella habría culpado el comportamiento de Shiro a su monstruosa naturaleza de vampiro en lugar de un verdadero trastorno mental fuera de su control. Pero Lance no lo haría. ¿Cómo podría, cuando Shiro llenaba su cuello con besos en lugar de moretones, acariciando el pulso de Lance, susurrando lamentos y palabras dulces como plegarias sobre su piel?

No podría. Incluso sabiendo, con equitativas partes de miedo y pesar, que Shiro probablemente fuese a quebrarse de nuevo.

*

Unas cuantas noches después de que Lance se instalara, se despertó por el sonido de respiraciones pesadas y la sensación de la sabana moviéndose ligeramente. No se requería de un genio para atar cabos, pero aun asi fue desconcertante para Lance abrir los ojos y encontrase cara a cara con un jadeante Shiro, envolviendo la mano en su polla, tirando su cabeza hacia atrás en dirección a Keith, quien estaba...follandolo. Keith lo tomaba por detrás, empujando las caderas de Shiro de vuelta, con garras en sus manos para que chocara con sus suaves, provocativas embestidas, y Lance se puso duro tan rápido que se sentía mareado.

"Jesús, chicos," Lance gruño, incorporándose y observándolos a ambos, mayormente a Shiro, porque no dejaba de morder sus labios y arquear su espalda hacia Keith en una forma realmente, realmente increíble. Los ojos de Shiro se abrieron, oscuros y dilatados, y Lance gruño más fuerte, palmeando desvergonzadamente sobre el creciente bulto en sus boxers.

"Mm," Shiro murmuro perezosamente a modo de bienvenida, tirando su cabeza contra la almohada.

"Buenos días," dijo Keith, recargando la cabeza en la curvatura entre el cuello de Shiro y su hombro. Lamiendo una de las cicatrices de ahí casualmente. "¿Te despertamos? Oops."

"No suenas demasiado arrepentido," recrimino Shiro, jadeante.

"No lo estoy," dijo Keith, moviendo su cadera. Shiro se estremeció, envolviendo la mano en su polla. "¿Cómo– ah – dormiste, Lance?"

"Oh por dios, ¿En serio?" Lance sacudió la cabeza. "Necesito un segundo."

Los labios de Keith se curvearon con diversión. "¿Que, realmente pensaste que en ciento veintisiete años nunca me dejo follarlo? No es tan grande y malo, Lance."

"Hey," dijo Shiro, fingiendo ofenderse, rodeando a Keith para tomar su trasero y empujarlo más fuerte, forzándolo más profundo. "Soy más grande y malo que tú, corazón."

Keith rio contra su cuello. "Más grande, claro. Malo, ehh."

Shiro abrió la boca para responderle y Keith lo mordió, haciendo a los dos vampiros gemir y enviando una cálida oleada de excitación por las venas de Lance. Sus ojos estaban fijos en el pene de Shiro, completamente duro y chorreando perladas gotas sobre sus nudillos de marfil, y observo como palpitaba visiblemente cuando Keith empujaba más fuerte contra Shiro, su boca se secó ante la imagen.

"Le encanta," dijo Lance, apenas reconociendo su propia voz, oscura y profunda. "¿No es cierto, Shiro? Te gusta cuando te folla."

Los ojos de Shiro se abrieron, sorprendido, un rubor rojo se esparció desde la cicatriz en el puente de su nariz, hasta bajar por su pecho. Keith tarareo con aprobación, lamiendo sus labios mientras se apartaba del sangriento cuello de Shiro. "Dilo," murmuro Keith, mordiendo el lóbulo de la oreja de Shiro y bajando su mano para jugar y pellizcar los pezones de Shiro, consiguiendo un gruñido de parte del vampiro mayor. "Dilo, Takashi."

"Sabes que me gusta cuando me follas," dijo Shiro con facilidad, con ojos apenas abiertos. "De lo contrario, no te dejaría."

Keith presiono el rostro en su mandíbula, empujando la cadera en lentos movimientos circulares. "¿Dejarías que Lance te follase?" pregunto.

Lance se congeló, mirando con culpabilidad desde miembro de Shiro a su rostro. Shiro parpadeo lentamente hacia él, soltando un suspiro que levanto el mechón blanco de su cabello. "Si lo hiciera en un ritmo adecuado en lugar de lento como tú lo haces, entonces sí," dijo Shiro con un leve rastro de frustración en su voz. "A este paso, amanecerá antes de que me venga."

"Déjame ver si entendí," Lance rio, "¿todo eso de 'la paciencia en una virtud' aplica para todos menos tú?"

"Bueno, eso no suena muy equitativo," Keith se burló. "Y nosotros apreciamos la equidad, ¿No es asi, Shiro?"

Shiro entrecerró los ojos. "Ustedes dos," gruño. "No sé porque tolero semejante insubordinación."

"Porque nos amas," Lance canto, acercándose y dejando que su mano cubriera la que Shiro tenía sobre su polla, sacándole un sorprendido gruñido que se convirtió en un gemido frágil mientras el pulgar de Lance presionaba sobre la punta. "Además, orgasmos."

"Ese es un argumento convincente," dijo Shiro, ahogado.

Keith continuaba moviéndose lentamente, pero profundizo sus embestidas, si es que la respiración entrecortada de Shiro y su espalda arqueada era alguna señal. "Se creativo, Lance," Keith murmuró, dejando besos sobre los hombros y espalda de Shiro, y probablemente algunas mordidas también, conociendo a Keith. "No tienes que usar únicamente tu mano."

Lance se detuvo. Shiro estaba muy sonrojado. "¿Tenias algo más en mente, Keith?" pregunto.

"Hmmm," murmuró Keith, de una manera que sugería que ya tenía un plan. "Déjalo hacerlo entre tus muslos," dijo.

Shiro gruño, profundo y áspero.

"En realidad, no dejes que se mueva," Keith añadió. "Y no dejes que se corra. Se pone demasiado sensible después, y aun no estoy cerca de terminar con él."

"Keith," Shiro siseo.

"Silencio," dijo Keith, acariciando su costado cariñosamente y embustiendo con fuerza suficiente para hacer a Shiro jadear, manteniendo su boca abierta mientras Lance se giraba en la cama y presionaba su espalda en el pecho de Shiro, acercándose descuidadamente hasta que sintió la cabeza de la polla de Shiro chocando contra su trasero.

"Puedes sostener mi cintura," le dijo Lance. Las pupilas de Shiro estaban dilatadas. "Pero oíste a Keith, no te muevas. Bueno, ningún movimiento que no sea producto de el follandote, al menos."

Shiro asintió, dejando sus manos cálidas sobre el hueso de la cadera de Lance, y Lance sintió el apuro en la respiración de Shiro contra su nuca mientras se retorcía, levantando su muslo para que el miembro de Shiro encajara entre ellos, y cuando Lance empujo la punta entre sus bolas, creando fricción, el tarareo, complacido de que se sintiera mejor de lo que había esperado.

No era follar realmente, pero se acercaba, y Lance podía sentir el largo y ancho del pene de Shiro entre sus piernas, sentía la humedad que esparcía por su piel, sentía como pulsaba y crecía, sentía las bolas de Shiro contra la parte trasera de sus muslos. Se sentía bastante bien para Shiro, también, a juzgar por como sus garras se enterraban en la cadera de Lance y los gruñidos que se escapaban por los labios Shiro. Shiro comenzó a hacer aún más sonidos cuando Lance comenzó a hablar.

"Sabes, me encanta tu polla, Shiro," converso, masajeando su pene lentamente, observando con los ojos casi cerrados por sobre su hombro, sonriendo cuando Shiro tembló y su sonrojo solo se intensifico. "Siempre me llenas tan perfectamente, siempre me pones tan húmedo y desordenado– puedo sentirlo ahora mismo, haces un desastre donde nadie más que tú lo vera –"

"Dios, Lance –" Shiro tartamudeo, e hizo un gemido realmente, realmente ardiente, removiéndose desesperadamente y Lance apostaría lo que fuese a que Keith estaba golpeando su próstata.

"Basta, Lance," dijo Keith, sin aliento, apartando la pierna de Lance. "Se va a correr."

Lance se apartó a pesar de que hizo a Shiro gimotear insatisfecho. Lance se alejó y se incorporó de nuevo, aun masturbándose y observándolos a ambos. El pene de Shiro estaba goteando, la cabeza era más grande y oscura contra su estómago con cada empuje que Keith daba, y su labio inferior estaba atorado entre sus dientes, las garras de Keith dejaban marcas rojas sobre las costillas de Shiro y la v de sus caderas, cuando Keith hecho su cabeza hacia atrás y embistió con fuerza mientras se corría. Shiro siseo entre dientes y se removió, insatisfecho.

Keith tomo un segundo para respirar. Shiro intento tocarse y Lance aparto su mano. Los ojos de Shiro relucieron peligrosamente, inflando su pecho. "Shiro," dijo Keith. "¿Dejarías que Lance te follara ahora?"

Lance respiro entre cortado mientras Shiro asentía apresuradamente. Bien. Bien, asi no era como Lance había imaginado que transcurriría esta mañana, pero ahí estaba, aparentemente a punto de follar a Shiro, y no tenia quejas. Cero.

Keith ronroneo con deleite, con brillantes ojos vidriosos, frotando su rostro en el tenso hombro de Shiro. "Bien," dijo. "Lo hará tan bien. Empujara mi semen más profundo en ti, ¿mmm? También te follara hasta que se corra dentro de ti."

"Keith, si no te apartas y dejas que Lance ponga su polla dentro de mi ahora mismo y me folle hasta que ambos nos corramos, voy a desterrarte de esta cama," advirtió Shiro.

Riéndose, Keith se alejó, y Lance estaba ahí para tomar su sitio, pero no lo suficientemente rápido para evitar que el semen escurriera entre los muslos de Shiro. Lance observo por unos segundos. Shiro tenía un muy buen trasero. Shiro realmente tenía algo bueno de todo.

"Lance," Shiro dijo entre dientes, grave, áspero y ligeramente irritado. "En cualquier día."

"Entendido," Lance chillo, alineándose y empujando y oh, wow, estaba húmedo. Aunque continuaba apretado, lo suficiente para hacerlo gruñir y empujar hacia delante con bastante intensidad, bastante rápido; y Shiro empujo contra él, alentándolo, apretándose intencionadamente a su cuerpo. Lance enterró el rostro en la nuca de Shiro mientras empujaba, más fuerte y más rápido como prometió. Lance no iba a mentir, follar a un vampiro doscientos años mayor, del doble de su tamaño era un privilegio de poder, especialmente cuando Shiro se deshizo como arcilla bajo su tacto, arqueando su espalda maravillosamente mientras gemía.

Los sonidos de Shiro se volvieron ahogados cuando Keith se abalanzo y lo beso con fiereza, enredando sus dedos en el cabello Shiro y jalando su cabeza hacia atrás bruscamente, exponiendo la vulnerable línea de su cuello. El cuerpo de Shiro se removía con tensión, con magia, con poder, pero lo mantenía todo contenido, permitiéndole a Keith arruinar su cuello con chupetones y dejando a Lance pretender que estaba a cargo. Por alguna razón, saber que era una ilusión; sabiendo que Shiro podría soltarse y empujarlos a ambos contra la cama en cualquier momento, solo lo mejoraba.

El rostro de Lance estaba atorado en la curvatura del hombro de Shiro, y sentía los músculos contra su mejilla mientras Shiro se movía, tomando cada embestida y exigiendo más. Respiro la esencia de Shiro, y a pesar de no tener los mismos sentidos de un vampiro podía reconocer la familiaridad, algodón y metal con algo fuerte y ahumado, como el ozono en el aire tras la caída de un rayo.

Hmm. Quizás sus sentidos no fueran tan inferiores después de todo. O tal vez solo había pasado demasiado tiempo oliendo a Shiro.

Lance sabía que esto no iba a durar – su cuerpo rebosaba con calor y urgencia, muy rápido y demasiado, Shiro estaba muy cerca también, respiraba entrecortado y sus movimientos contra el miembro de Lance estaban haciéndose más y más insistentes. Keith murmuraba sobre el cuello de Shiro, palabras que Lance no entendía por completo pero que suponía eran completamente maliciosas, o asquerosamente dulces, o una mezcla de ambas.

Lance lamio la piel de Shiro y el vampiro murmuro, cediendo cuando Lance presiono los dientes en su cuello. No eran filosos y no eran idóneos para la tarea de la forma en que los colmillos de los vampiros, pero...algo hizo que Lance enterrara los dientes, mordiendo más fuerte mientras llegaba al final, con el obsceno sonido de sus caderas golpeando contra el trasero de Shiro y la sensación del semen de Keith escurriendo alrededor de su polla, estimulándolo.

"Lance, que estas –" Keith comenzó, pero entonces los dientes de Lance rompieron la piel y Shiro grito, con dolor y excitación, corriéndose en la mano de Keith.

La boca de Lance se llenó de sangre que escurrió como tinta por la piel de Shiro, pálida y herida, mientras se alejaba, cayendo a chorros de sus labios mientras embestía más profundo en el tenso cuerpo de Shiro y lo empujaba hasta su límite, jadeando. Shiro se recargo levemente contra él y Lance suspiro, ambos continuaban estremeciéndose. Entonces Shiro comenzó a reír, suave y entrecortado.

Lance se froto contra su espalda y dejo un beso sangriento sobre una de las cicatrices de Shiro. "Que," murmuro, negándose a apartarse aun a pesar de que Shiro estaba más que lleno y era algo asqueroso si se ponía a pensarlo mucho.

"Me mordiste," Shiro rio, mirándolo de vuelta. "Supongo que es el quid pro quo, pero aun asi. Ow."

"Perdona," murmuro Lance. "No quería...morder tan fuerte."

"¿Entonces que querías hacer?" Shiro pregunto débilmente.

Lance levanto la cabeza. "Marcarte," dijo con franqueza. Los labios de Shiro se alzaron.

Los ojos de Keith se oscurecieron. "Mierda."

"Bueno, estoy marcado," respondió Shiro, innegablemente cariñoso, golpeando su nariz suavemente contra la de Lance. "Y hecho un desastre. Tendremos que lavar las sabanas esta vez."

"Voto por que Keith lo haga," dijo Lance. "Porque corríjanme si me equivoco, pero esto fue su idea, ¿Verdad?"

"Absolutamente," Shiro asintió, bostezando.

Keith balbuceo. "Eso es mentira y lo sabes," le dijo a Shiro. "Es tu culpa por frotar tu prefecto trasero sobre–"

"Disfruta tus deberes de lavandería," interrumpió Shiro, cerrando los ojos y acomodándose en la cama. "Es el precio que pagas por provocarme, Keith. Y ¿Lance?"

"¿Huh?"

"Si no la sacas en cinco segundo o menos, también voy a desterrarte de la cama."

"Oh, mierda, disculpa," dijo Lance, apartándose trabajosamente, demasiado rápido y haciendo a Shiro gruñir con incomodidad, aunque luego de que todo fuese dicho y hecho, parecía estar bastante extasiado, acomodándose y estirándose hasta que Lance obtuvo una perfecta vista de su usada entrada y el semen escurriendo por sus muslos y trasero. Su polla comenzaba a entusiasmarse, solo por eso, pero era demasiado, bien. Lance se aclaró la garganta. "¿Quieres, uh, necesitas una toalla o algo?"

El cuerpo de Shiro retumbo con diversión. "No gracias, Lance," murmuro. "Aunque en unos minutos estaría dispuesto a ducharme, si no te importa acompañarme."

Keith estaba molesto en su lado de la cama.

"Ambos," Shiro añadió, acercándose y tomando la rodilla de Keith suavemente.

"Los tres no vamos a entrar en tu ducha," Lance señaló.

"Seremos creativos," dijo Shiro. "Se me ocurre más de una manera en que Keith y tu podrían ahorrar espacio."

Keith se reanimo, observando a Lance y sonriéndole. "A mi igual."

"Ustedes dos son unos lujuriosos," Lance les dijo, sacudiendo la cabeza. "Completos lujuriosos."

"Lo dice el adolescente hormonal," murmuro Shiro contra las almohadas.

Lance le saco la lengua, sabiendo que Shiro no podría verlo. "Amas mis respuestas y lo sabes, bebé."

"Bebé," Shiro resoplo. "Ese es nuevo." Pero no lo corrigió.

*

Keith termino resbalándose con las baldosas del baño e hizo un sonido parecido a un pollo agonizando. Shiro y Lance estaban riéndose demasiado fuerte como para hacer algo más que sostenerlo y terminar de enjuagarse. El sexo en la ducha no era una posibilidad, aparentemente, pero a Lance no le importaba tanto. Esto era igual de bueno, si no es que mejor, acurrucarse en la cama con ambos y dormir entre cálidas extremidades enlazadas y sus suaves cuerpos.

Lance despertó cuando los vampiros dormían profundamente, parpadeando lentamente mientras la luz se filtraba entre la pequeña abertura de las cortinas, emitiendo un solo rayo dorado sobre sus rostros somnolientos a cada lado de él. Lance se levantó, sonriendo hacia Shiro, luego hacia Keith, absurdamente feliz.

A veces todo se sentía como un sueño, demasiado bueno para ser verdad. Lance se preguntaba si algún día despertaría, e inmediatamente su sonrisa cayo y se arrojó de nuevo a la cama, frunciéndole el ceño al techo. No. No, no iba a pensar en finales. No iba a pensar en lo que el futuro deparaba para ellos. No haría más que hacerlo sentir peor.

Pero aun asi, el pensamiento se burlaba en la mente de Lance. El verano casi terminaba. Tenían menos de un mes. Menos de un mes, y entonces Lance tendría que dejar Rosewood y a Pidge y la pequeña casa victoriana en el bosque y a los dos vampiros de quienes se había enamorado perdidamente. Shiro y Keith le habían asegurado que no lo olvidarían, que era importante para ellos... Pero ¿qué es un simple verano comparado al lapso de siglos? Un parpadeo, un solo trozo, la página de un libro que es fácilmente descartada, perdida o sencillamente arrancada.

Lance no quería irse. No quería conducir de vuelta a Los Ángeles porque sabía que le dolería el corazón durante todo el trayecto a casa. Casa. Alguna vez aquella palabra significo tanto, porque él amaba a su familia, amaba a sus amigos, amaba su ciudad, pero...pero también se siente como en casa; aquí, ahora.

Con Keith y Shiro ya estaba en casa.

Lance cerro los ojos con fuerza y exhalo, lo más profundamente y estable posible. Podría haber sido un romántico, pero incluso el sabia como iba a terminar esto.

*

Le tomo un tiempo, pero finalemente Allura se monstro en su puerta.

Lance lo reconocía – tenia agallas. Y un montón de armas. Era ruda, aunque fuese prejuiciosa y critica.

Shiro, sabiamente, no dejo que Keith abriera la puerta, y lo retuvo físicamente mientras Lance respondía y observaba con sospecha a Allura, quien miraba con sospecha de vuelta mientras inclinaba el rostro para obtener un vistazo de los dos molestos vampiros detrás de él.

"Princesa," dijo Lance. "¿Finalmente vienes a disculparte?"

Allura se enderezo. "En realidad, si," dijo. "Creo que debo."

Lance parpadeo. "Espera, ¿Qué? ¿De verdad?"

"Si, de verdad," escupió. "Ah, y para darte esto. Olvidaste llevártelo." Busco en su bolso y saco el Códice, ofreciéndoselo.

Lance se lo arrebato. "Creo que seguramente disfrutaste investigando mejores formas de matar vampiros, ¿huh?"

Allura suspiro. "No. De hecho, tu libro no se abrió para mí ni Coran."

Keith rio suavemente. Shiro le dio un codazo.

"Ya veo," dijo Lance, complacido. Le dio al libro un suave golpeteo. "Buen libro."

Allura cruzo los brazos. "Debo admitir que aun creo que lo que estás haciendo es peligroso, Lance."

"Está bien."

"Pero tus amigos me convencieron de que Shiro y Keith no son exactamente los vampiros con los que estoy acostumbrada a lidiar," ella añadió. "Y ya que el Códice copera contigo y no conmigo, resuelvo que por alguna milagrosa razón tu lado Alteano no está en contra de esta...inusual unión que hay entre ustedes tres."

"¿Entonces no vas a cazarlos ni a decirme que debo dejarlos para unirme a ti y vivir como un Alteano propiamente?"

"No eres propiamente un Alteano," dijo Allura francamente. "Solo eres medio. Y si vivieras en Altea y establecieras tal relación en aquella época, serias considerado como impropio. Contaminado. Un traidor a tu sangre."

"Entonces es bueno que sea 2017 y estemos en California," Lance respondió.

"Lance no está contaminado," Keith siseo bajo su aliento.

Allura suspiro, retorciendo sus manos. "Eso no es lo que – mira. Vine a ayudar, no a dañarlos. Lamento haberte insultado a ti y a tus...ah, amantes, de cualquier modo, y deseo enmendarlo. Quisiera ayudarte a descubrir tu verdadero potencial, Lance."

"¿Te refieres a mi magia?" pregunto Lance, curioso sin desearlo.

"Si," dijo. "Tu magia, tus instintos, tu lado Alteano, todo eso. Shiro y Keith pueden no ser una amenaza directa para ti, pero has entrado al mundo de los vampiros, y hay peligro en todos lados. Amenazas que debes ser capaz de evitar y enfrentar."

"No puedo oponerme a eso," dijo Shiro, acercándose y ensanchando la abertura de la puerta. Allura se tensó, levantando la vista cautelosamente, pero al menos no tomo su arma. "Lance debe ser capaz de defenderse. En realidad, estaba considerando en enseñarle los básicos del aikido ahora que estoy completamente recuperado."

Allura asintió. "Artes marciales, sí, eso sería bastante beneficioso." Ella guardo silencio y ladeo su cabeza. "¿La...la mayoría de vampiros entrenan tal cosa?"

"¿Has encontrados muchos vampiros bien instruidos en artes marciales, Princesa Allura?"

"Supongo que no," dijo Allura. "Nunca he visto el ataque de un vampiro ser más que torpe y salvaje."

"Salvaje, si," dijo Shiro, "pero es un arte."

"¿El matar?"

"Si." La observo fríamente. "Deberías saberlo. Has contribuido justamente."

Ella frunció el ceño. "No puedes matar algo ya está muerto."

"Los muertos no tienen corazones latientes."

"Toma más que un corazón funcional para estar vivo," dijo Allura.

"Ah," Shiro dijo, con el fantasma de una sonrisa. "Hablas de almas."

"Así es."

"¿Y tú crees que carecemos de ellas?"

"Lo hago."

"Es ridículo," Lance exclamo. "Por supuesto que tienen almas. ¿Por qué no tendrían?"

"Ya han muerto una vez," dijo Allura. "¿No crees que algo se perdió en aquel primer traspaso? Deben de perderla para ganar la eternidad. Eso es lo que mi padre siempre dijo. Creo que eso es lo que el Códice dice, igual."

"Tienen almas," Lance le dijo, cortante y seguro.

"¿Incluso los Galra?" pregunto fríamente Allura.

"Los Galra permitieron la corrupción en sus almas," dijo Shiro. "Nosotros no. Esa es la diferencia entre nosotros."

"¿Entre vampiros malos y buenos?" dijo Allura, curveando sus labios burlonamente. "Vaya, que concepto tan extraño. Aunque no es uno que este indispuesta a reconsiderar."

"Creí que dijiste que venias a disculparte," Lance murmuro.

"No fue mi intención ofender," dijo Allura.

"Acabas de decir que mis novios son desalmados–" comenzó Lance con indignación.

"Ninguna ofensa fue recibida," dijo Shiro, levantando una mano. "En verdad, nadie sabe si tenemos almas. Muchas veces me lo he preguntado. Pero no carecemos de humanidad, asi que, si a eso te refieres, he ahí tu respuesta."

"Sé que no la carecen," respondió Allura. "Parece ser que tratan a Lance muy bien, y les agradezco eso." Se aclaró la garganta. "Entonces... ¿Aceptarías mi ayuda, Lance? No estoy segura de que funcione, pero puedo enseñarte como aprendí a descubrir mi magia, y al menos podría ayudarte a ponerte en la dirección correcta."

"Bien," dijo Lance. "Siempre que tus métodos de enseñanza no involucren cazar vampiros."

"No lo hacen," prometió. "¿Cuándo te gustaría comenzar? ¿Te parece mañana al atardecer?"

Obviamente iba a querer hacerlo mientras el sol estuviera en su cima. "Bien. ¿En dónde?"

"Bueno...debería ser algún sitio aislado, apartado de ojos fisgones..."

"Practiquen en nuestros bosques," Shiro dijo con un ademan. "Son seguros durante el día, más o menos."

"Gracias, muchas gracias." Allura parecía sorprendida ante esta muestra de hospitalidad. "Este es un bosque magnifico, saben. Los arboles aquí son antiguos e imponentes, y la vegetación prospera. Son muy afortunados de llamarlo su hogar."

"Allura tiene magia natural," explico Lance. "Habla con plantas y esas cosas."

"Oh." Shiro parpadeo. "Eso es muy ...interesante."

"Si, entonces, me alegra que este resuelto," dijo Allura solemne. "Te veré en el frente de esta casa mañana a medio día, Lance. Trae tu amuleto y una actitud positiva."

"Bueno, Mamá," dijo Lance con una sonrisa.

Entrecerró los ojos enojada. "¡¿Disculpa?! No soy tu– ¡Lance!"

En medio de un ataque de risa, Lance regreso adentro y cerró la puerta antes de que Allura pudiera responder.

*

Había sido fácil bromear antes, pero en realidad Lance estaba bastante nervioso mientras caminaba por el bosque con Allura al día siguiente. Encontraron un pequeño y aislado valle no muy lejos de la casa, Lance miraba como Allura sostenía su propio amuleto entre sus manos y le indicaba que hiciera lo mismo.

"Cierra los ojos y concéntrate," le dijo, y tras un segundo de duda lo hizo. "Respira profundo; siente el aire abandonando tus pulmones, luego llenándolos. Sigue el aire atravesándoles, desde donde fluye hacia tu corazón, y desde ahí, hacia tu sangre."

Concentrarse no era uno de los fuertes de Lance. Pero lo intento, trato de escuchar el tranquilizador y dominante tono de la voz de Allura, y hacer lo que decía. Lance realmente no sabía cómo se suponía que sintiese su propia sangre, pero quizás eso era algo más metafórico.

"Tu sangre es más que sangre," murmuro ella. "Hay algo en ella, como rastros de oro escondidos en la arena de un cauce. Debes encontrar ese oro, busca el brillo o algo reluciente y bueno dentro de ti –"

"Oh, genial, como buscadores de tesoros," dijo Lance.

Allura abrió los ojos, asi que el también. "¿Qué?"

"Estabas hablando de buscar oro," murmuro Lance. "Como buscadores de tesoros. En el viejo oeste. Sabes que, perdón, no importa, se supone que me estoy concentrando."

"Lance." Allura pellizco el puente de su nariz. "Concentrarse te sería más fácil si dejaras de hablar."

"Cierto," dijo Lance. "Entendido. Bueno. ¿Podrías comenzar de nuevo el discurso de meditación?"

"No, continua donde lo dejamos," Allura resoplo, cerrando los ojos. "Siente tu sangre pulsando, dándole vida a–"

"Bueno, pero, escucha, creo que debemos empezar de nuevo porque no puedo simplemente saltarme a eso de 'Siente tu sangre'," Lance dijo.

"Oh, por el amor de...bien." Allura respiro profundamente. "Cierra los ojos y concéntrate..."

*

Tras siete intentos, todo lo que Lance había logrado hacer fue que el cristal brillara, algo que ya era capaz de hacer, y en el quinto y sexto intento, hizo que sus ojos brillaran. Pero eso fue todo. El y Allura se desplomaron contra la base de un fuerte roble, Allura con un resoplido frustrado y Lance con silenciosa decepción.

"Quizás todo lo que puedo hacer es brillar," suspiro Lance.

"Me niego a creer eso," respondió Allura. "Tienes magia poderosa, lo sé."

"¿Si? Bueno, ¿Dónde se esconde entonces?"

"No lo sé." Allura volvió a recargar su cabeza contra el tronco. "No soy muy buena en esta clase de cosas, lo siento. Mi padre era mucho mejor ayudando a la gente a descubrir sus dones."

"¿Él te ayudo a descubrir el tuyo?"

"Si."

Lance se giró para mirarla. "¿Podrías usar tu magia ahora?"

Allura se detuvo, luego asintió. "Supongo que una pequeña muestra no hará daño." Cerró los ojos, presionando ambas manos sobre la tierra, briznas de hierba se asomaban entre sus dedos. Por unos cuantos segundos, nada sucedió. Luego sus labios se entreabrieron, y el aire se llenó de energía, completamente diferente a cualquiera que Lance hubiera sentido antes. Era como una fuerte ráfaga de viento, una chimenea crujiendo en una habitación fría, un terremoto retumbando por sus huesos.

Poderoso, murmuró el cristal. Majestuoso.

Mientras Lance la observaba, el pasto entre sus dedos creció y se retorció, semillas brotaban y pequeñas flores amarillas nacían, volviendo frondoso y verde donde antes solo había estado el opaco amarillo del verano. El árbol en el que descansaban pareció resonar con una repentina vibración, y sus ramas crujieron, balanceándose mientras se alargaban y crecían, tirando bellotas maduras a sus pies como una ofrenda.

"Whoa," susurro Lance.

El bosque entero parecía removerse bajo las manos de Allura, cada árbol inclinándose ligeramente hacia ella, cada flor doblegándose. Era sutil, pero si sabias donde mirar, era inconfundible. La irregular y seca tierra se oscureció, húmeda y fértil, pequeños retoños verdes comenzaron a brotar, desenvolviéndose como pequeñas mariposas desde sus capullos, desplegando sus hojas hacia el sol.

Las manos de Allura emitían un leve brillo dorado, y si Lance observaba de cerca podía ver las venas de luz abriéndose camino hacia la tierra, como enormes y enredadas raíces, como si Allura fuese el centro del bosque, como si toda la vida en el creciera de ella y por ella.

Lance se preguntó si podría también quitar la vida.

Allura levanto sus manos de la tierra y la magia se disipo inmediatamente, aunque el color permaneció. "No es más que una pequeña muestra de lo que puedo hacer," dijo.

"¿Funciona al revés también?" Lance soltó. Ella elevo una ceja. "Quiero decir, ¿Puedes matar plantas en lugar de hacerlas crecer?"

Allura palideció. "Yo...pues, si, puedo. Pero extrañamente lo hago, a menos que sea absolutamente necesario. Cuando Coran y yo estábamos atrapados en el Amazonas, tuve que deshacerme de varias plantas para que pudiéramos seguir nuestro camino. Pero prefiero no hacerlo."

"¿Por qué?"

"Es...un sentimiento desagradable," dijo Allura, observándolo con ceño fruncido. "La magia Alteana no es destructiva, Lance."

"Pero la Druida sí."

Allura se levantó de golpe y cruzo los brazos. "Como abras visto en persona, sí. Lance, no pienses en magia Druida ahora. No es más que una retorcida sombra de lo que tú y yo tenemos, y no causa más que ruina y miseria. ¿Entiendes?"

"Si," Lance mintió. "Lamento haberlo mencionado. Pero creo que, solo...intentaba descubrir qué clase de magia tengo, y no se siente como la clase que crea cosas."

Allura presiono sus labios. "¿Cómo se siente entonces?"

"No sé cómo explicarlo," Lance suspiro. "Es como..." mordió su labio. "No sé si es único entre Alteanos o qué, pero soy bastante sensible a otras energías mágicas. Como cuando estaba en el cuartel de Lotor...podía sentir la magia Druida en todas partes, como sintiéndola físicamente sobre mi piel. Pude sentir el control de Lotor de la misma forma. Y cuando estoy con Keith y Shiro...tienen cierta magia también, y cambia con su ánimo, como algo vivo. Como mi cristal y el libro, hay una clase de conciencia. Y...y casi siento como si pudiera conectarme a esa magia, si me lo permitiera."

"Eso es interesante," Allura murmuro. "Los Alteanos pueden percibir otra magia, pero...no de la forma en que tu describes. Me pregunto si serias capaz de canalizar otra magia que percibes tan vívidamente ¿para activar tu propio...?"

"¿Canalizarlo? ¿Como?"

Se encogió de hombros. "Es una cuestión de prueba y error, Lance. He oído de muy pocos Alteanos capaces de influenciar o usar otra magia de tal modo, y jamás lo he visto realmente con mis propios ojos; pero debemos también darle una oportunidad ya que este método no está funcionando."

"¿Puedo intentar canalizar tu magia?" pregunto Lance. "Solamente como, una prueba."

"Inténtalo, pero..." sacudió la cabeza, y con un rápido movimiento de su mano, sus palmas comenzaron a relucir de nuevo, y las copas de los árboles se removieron como resultado. El cristal de Lance relució con luz azul en respuesta, y él se concentró en el sonido de la magia de Allura mientras escapaba de ella, centrándose en su núcleo, pero sin saber realmente que haría cuando lo lograra.

De repente, el aire entre ellos se agito violentamente, como en los espejismos del desierto, desdibujándose en los bordes, y Allura trastabillo con un jadeo. Lance se mantuvo de pie, firme y concentrado, estirando una mano instintivamente hacia ella, listones de su magia dorada salieron de sus palmas. Su cristal vibro más y más fuerte, y él sabía que sus ojos estaban brillando, en el segundo en que la magia de Allura toco su piel algo estallo como una descarga eléctrica, trepando por todo el largo de su brazo.

Mas, le susurraba el cristal. Casi...casi...

"Suficiente," dijo Allura sin aliento, chasqueando sus dedos, desapareciendo el brillo dorado.

Lance se balanceo, desconcertado, con piel aun hormigueante. "No sé qué fue eso," dijo el, confundido.

"Conectaste con mi magia," dijo Allura. "Pero...no de la manera que esperaba. No solo conectaste con ella, tu...trataste de absorberla." Ella puso sus manos sobre sus caderas. "¿Hiciste eso deliberadamente?"

"No...no realmente," Lance dijo. "Yo solo...lo hice."

"Puedes manipular otra magia," Allura le dijo, con ojos amplios.

"Te refieres, como... ¿a tomar el poder de otras personas?"

"Es decir, que tienes que ser muy cuidadoso, Lance," respondió ella. "Creo que, si hubieras continuado, podrías haberme hecho perder la conciencia...o peor. Se sentía...como si estuvieras tomando más que mi magia, como mi energía."

"Mierda," dijo Lance. "Como...como un vampiro."

"En cierto aspecto," dijo Allura.


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Recuerden que el fic es del año pasado, especialmente para el capitulo que viene.

Aclarando lo de los tags para los caps 13-14. Existen por separado porque la relacion se va desarollando de a poco, el fic comienza basicamente siendo Sheit, seguido de Klance y Shance, hasta Shklance. Es de mis obras favoritas porque a pesar de su contenido erotico, tiene ese plot que permite a Lance abrirse mas acerca de sus sentimientos. Espero les este agradando mi traduccion hasta ahora, recuerden decirme sobre algun error o si encuentran conflicto con algo. 

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