❥Capitulo 21

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Lance los dejo en la mañana, y está vez el cristal parecía reacio a irse, vibrando con descontento mientras Lance se vestía y se ponía los zapatos antes de bajar.

"Heh," dijo, bajando la vista y levantando una ceja. "¿Encariñándote? ¿No más 'Peligro'?"

El cristal emitió azul, y estuvo callado. Pero era un silencio pacifico, y cuando Lance abrió la puerta principal sintió la magia de Keith y Shiro como una segunda piel, y era sorprendente mientras comprendía, en una manera abstracta, que su control había hecho a su magia más cercana a él. Podría tomar su energía en cualquier momento, sentía que su magia se lo permitirá, que deseaba protegerlo, darle poder. Pero a la vez...al mismo tiempo, algo mas también. Algo nuevo.

Cuidadosamente, mientras vacilaba en la puerta, Lance se estiro hacia la magia mentalmente. Esta vez, no era con intención de tomarla. Lance exhalo, cerrando los ojos y centrándose en las sensaciones de anoche - de calidez, placer, seguridad, intimidad, y vertió todos aquellos sentimientos en su magia. Percibió, de algún modo, que Keith y Shiro lo sentirían arriba donde dormían ruidosamente, como dulces caricias en sus sueños, una manta extra sobre ellos, un beso situado en sus mejillas.

El cristal susurro ante esto, complacido. "Si," coincidió Lance. "Si, eso es genial."

*

Hunk le escribió tres veces, y abrió la puerta para Lance cuando regresó a casa de los Holt, con ojos enormes. "¿Entonces?" pregunto. "¿Qué tal la magia? ¿Estás bien?"

"Estoy bien," Lance le aseguro, adentrándose y sentándose en la mesa de la cocina junto a Pidge, quien estaba despierta (apenas) y masticaba gruñonamente una Pop-Tart. "Y la magia, uh...Bueno, ¿Puedo transferirle emociones a Shiro y Keith ahora? Como, antes de irme, literalmente les envié pensamientos felices, supongo que es la mejor manera de describirlo."

"Huh," dijo Hunk. "¿Es algo que solo puedes hacer con Shiro y Keith?"

"¿Quieren que lo intente en ustedes?" pregunto Lance inseguramente.

Pidge lo observo sospechosamente. "Lance, sin ofender, pero no creo confiar en la censura de tus pensamientos."

"Aw, vamos," dijo Lance. "No es como que vaya a hacer una emisión mental del increíble sexo que tuve anoche -"

Hunk le arrojo una esponja de cocina.

Lance revoloteo y de algún modo logro atraparla. "Bueno, bueno, no lo intentare con ustedes, ¡Quedo claro! Pero, ¿saben que más hicimos anoche?"

Hunk tenía otra esponja preparada. "¿...Que?"

"¡Finalmente hablamos de cosas!" exclamo Lance. "Y, uh, adivinen, tenían razón, no quieren que me vaya."

"Sorprendente. ¿Entonces van a transformarte?" preguntó Pidge.

Lance mordió su labio. "Es complicado." Hunk cruzó los brazos. "Bien, asi que, hablamos de eso, y dijeron que no estaban en contra de transformarme, pero...es mucho que pensar, ¿Saben? Quiero decir, se dan cuenta de que ellos tendrían que asesinarme directamente, ¿No?"

"Asesinato consensuado," Pidge corrigió.

"Estoy reconsiderando mi postura en esto," dijo Hunk inquieto. "¿Cuál es el índice de éxito en trasformación vampira?"

"No creo que haya estadísticas en eso, compañero," Lance suspiro.

"Podríamos preguntarle a Allura, se lo tomara bastante bien," murmuro Pidge.

"¡No! No, ni siquiera se lo menciones a Allura o ella va a ..." Lance sacudió la cabeza. "No sé qué haría."

"No puedes ocultarlo por siempre," dijo Pidge. "Además, Allura podría tener algunos buenos consejos sobre cómo controlar tu magia si te transformas. Como, ya sabes, no terminar como Haggar."

"No soy una bruja malvada, asi que descarta eso," Lance respondió.

"Aún no lo eres." Lance la observo y Pidge encogió los hombros. "Solo creo que deberías preguntar, hacer una investigación, sabes. Quizás el Códice tenga algunos consejos."

"Esa es una idea realmente útil, gracias," dijo Lance. "Aunque no estoy seguro de la postura del Códice en esto de la transformación."

"Pues, está bien con que estés acostándote con ellos, verdad," Hunk señaló. "Por lo que has dicho, el cristal es el único con una opinión contraria aquí."

"Sobre eso," dijo Lance, "Yo...me deje el cristal puesto anoche y ahora parece haber ¿cambiado su tono?"

"Hermano," dijo Hunk. "¿Por qué tienes que traumar al cristal así? ¿Por qué tienes que traumarme así?"

"No esta traumado," dijo Lance, palmeando el cristal defensivamente. "Esta educado. Ilustrado, podrías decirle."

"No lo haré."

"¿Pero me harías waffles?" dijo Lance esperanzado.

Hunk soltó un suspiro. "Voy a hacerte waffles," cedió.

*

Tras los waffles (que Lance ayudo a Hunk a hacer porque era un buen mejor amigo ocasionalmente), Lance fue a la habitación en que raramente dormía últimamente y saco al Códice de donde antes lo había escondido bajo la cama. Hunk y Pidge se sentaron en la cama de Hunk, expectantes, mientras Lance lo abría.

La página estaba vacía.

"Demonios," dijo Lance. "Creo que es tímido o algo." Les mostro el libro.

"Me pregunto cómo hará eso," Pidge reflexiono. "Allura dijo que era consciente, pero quizás sea algún tipo de tecnología...Hey, ¡Quizás podamos hackearlo!"

El Códice se alarmó con la idea, la paginas volaron por si mismas como barridas por el viento, aunque el aire no soplaba. Los tres saltaron. "¡Nadie va a hackearte!" Hunk exclamó. "¡Pidge lo siente! ¡Di que lo sientes!"

"Lo siento," dijo Pidge en el tono menos arrepentido que Lance hubiese oído. Aunque, el libro se tranquilizó, y cuando las páginas se detuvieron, palabras comenzaron a aparecer en el liso pergamino, en español en lugar de Alteano. Lance leyó en voz alta conforme aparecían, ensanchando los ojos mientras avanzaba.

"Le toma cerca 6.4 minutos a un vampiro para extraer 0.75 litros de sangre con colmillos de 0.5 milímetros a través de la arteria carótida, 16.6 minutos para matar, y 42.24 minutos para que 1 vampiro drene a una persona adulta con cerca de 5 litros de sangre en su cuerpo."

"Wow, bien, cero a cien rápidamente," murmuro Hunk.

"Hay más," dijo Lance, tragando. "Por consiguiente a dos vampiros les tomaría apenas 20 minutos el drenar a la misma persona. Asesinando al sujeto al alcanzar un fatal 40% de pérdida de sangre, alrededor de 2 litros, en cerca de 8 minutos, generando fallos de los órganos y llevando a la víctima a un coma seguido de muerte por un choque hipovolémico- bueno, Jesús, te escuche, libro. Maldición."

"El libro puede hacer cuentas," Pidge señaló. "Muy precisas y relevantes cuentas."

"¡¿Shiro y Keith pueden matarte en ocho minutos?!" Hunk exclamó.

"Oye, libro, ¿Tienes estadísticas en el índice de éxito de las transformaciones?" preguntó Pidge.

"No quiero saberlo -" Lance comenzó, pero ya habían comenzado a aparecer más palabras en la hoja. Lance abrió la boca para protestar, pero se detuvo.

El índice de éxito es incrementado tanto por el poder del sire y la fuerza en la relación entre el vampiro y la víctima.

Y entonces, mientras Lance observaba, la palabra 'sire' se borró sola, siendo remplazada por sire(s).

Hunk y Pidge debieron haber visto la sorpresa en su rostro, porque se arrastraron de la cama de Hunk hacia la de Lance, viendo el libro por sobre sus hombros. "Espera un segundo," dijo Hunk, "sires, pero en, plural, como de, ¿tanto Shiro como Keith podrían transformarte?"

Una sola palabra apareció al final de la página.

Quizás.

"Ohhh, no, ya no, ya no puedes ser ambiguo conmigo," Lance advirtió, enterrando su dedo en la hoja. "¿Qué pasa si no funciona, huh?"

Hubo una pausa. Entonces, Morirás. O el lazo a la sangre del sire más fuerte logrará transformarte.

"Entonces estas diciendo que tienen que ser equitativamente fuertes," Lance murmuró. "Bueno...eso no va a funcionar, Keith resiste, pero Shiro es como un -"

No toda fortaleza es física. Tu mejor que nadie deberías saberlo, Lance Espinosa.

"Creo que acabas de ser insultado por un libro," Pidge le dijo.

"No estás en posición para estar lanzando piedras; ¡Mides como medio metro!"

"Creo que lo que intenta decir es que la fuerza está en su sangre y el lazo entre ellos, no necesariamente en sus cuerpos," Hunk corrigió. "Tiene sentido. Gracias, libro. Hablando de ti, ¿Tienes un nombre?"

Hubo una siniestra pausa. Entonces, incluso más inquietantemente, el libro escribió,

Tengo muchos nombres. Soy muchas almas en un contenedor. Este es mi propósito.

"¿Almas?" Hunk repitió, y se alejó. "Lance, creo que tu libro está lleno de gente muerta."

"Alteanos muertos," dijo Lance con comprensión. "¿No? Luego de que Altea fuese destruida, ¿alguien - o algo - los unió a este libro?"

Si.

"¿Por qué?"

Para auxiliar a generaciones futuras.

"¿De Alteanos?"

De nuestra familia.

"Oh por dios," Hunk susurro. "Lance, Lance, es como Mulan."

"Ancestros," Pidge asintió. "Pero, no obtuviste un dragón, eso es patético."

Lance continuaba mirando al libro, boquiabierto.

"¿Mi familia?" chillo. "Pero conozco a mi familia. Somos - somos de Cuba, no Altea."

No había Cuba hace diez millones de años.

"S-supongo que no, Pero ¿qué decías?" Lance tartamudeo. "¿Cómo puede tener toda mi familia sangre Alteana sin que yo lo supiera hasta ahora?"

No toda la familia. Mitad.

"Que mitad," Lance susurro.

El libro estuvo callado. Luego, lentamente, el lado de tu madre.

"Bien," dijo Lance, luchando por mantener su voz uniforme. "¿Ella...lo sabe? ¿Mi mamá sabe que ella es - que ella y todos sus hijos son descendientes de antiguos cazadores de vampiros?"

No somos omnipotentes. Deberás preguntárselo tú.

"Genial," Lance soltó. "Eso le sentara increíble. Algo más que quieras decirme, ¿Desde cuando eres repentinamente tan hablador?"

Nuestro silencio no fue elección propia. Nuestra magia está profundamente ligada a la tuya, como lo está a todos los miembros vivos de nuestra familia. Éramos incapaces de comunicarnos tan directamente contigo hasta que siguieras nuestro consejo.

"El consejo del control," dijo Lance, ahogado. "Que aparentemente me fue dado por mis ancestros. Perdón, sin ofender, pero ¿Por qué demonios antiguos cazadores de vampiros me alentarían activamente a hacer algo asi con vampiros?"

Nuestra familia tiene la historia de ser más cercana a los vampiros que la mayoría de Alteanos.

"Asi que históricamente son folla vampiros," dijo Pidge.

"¡Pidge! ¡Un poco de respeto para los ancestros!" exclamo Hunk.

Éramos exploradores de Altea en un mundo de vampiros, dijo el libro. Éramos difícilmente amigables con ellos. Nos llamarían espías ahora. En Altea, éramos llamados Paladines. Usamos nuestro especial conjunto de poderes para protegernos en contra de y para ver la magia vampira de una forma que otros Alteanos no podían. Verás, Lance, la magia de nuestra familia es en muchas formas similar a la de los vampiros - puede ser usada para destruir por propósitos egoístas. Sin embargo, la usamos para obtener conocimiento acerca de los vampiros que luego fue usado para asesinarlos. Encontramos sus debilidades.

"Pero Allura dijo que no saber de ningún Alteano con poderes como los míos."

Dijo que muy pocos. Porque había muy pocos de nosotros, y manteníamos nuestros poderes en su mayor parte en secreto para evitar el inevitable miedo de otros Alteanos. Les dábamos la información que necesitaban y ellos no hacían preguntas. No deseaban saber.

"Paladines," Lance murmuró. "Bien, creo que tiene sentido. Entonces, ¿Cómo quedaron atrapados en este libro?"

Atrapados no. Deseábamos ser preservados entre estas páginas. En los ataques...muy pocos sobrevivieron. Casi todos los Paladines fueron eliminados. Un simple conjunto sobrevivió, uno de ellos fue nuestro líder y poseía gran poder. Ella con su magia, llamo a los espíritus de nuestros caídos - nuestros espíritus - y nos ínsito a tomar forma corpórea entre una de las pocas copias restantes del Códice. Ella entonces nos ocultó entre este mundo y el siguiente, donde pudimos sobrevivir y esperar hasta que uno de nuestros familiares sobrevivientes necesitase nuestra ayuda. Asi que hemos ayudado, a través de los siglos, lo mejor que pudimos.

Lance asintió, luchado por procesarlo todo. "¿Y los sobrevivientes? ¿Qué sucedió con ellos? ¿A dónde fueron?"

Luego de que Altea fuese destruida, ellos huyeron. Nuestra familia escapo por el océano, hacia una tierra soleada donde esperamos que los vampiros no pudieran seguirnos. Pero descubrimos vampiros de una clase diferente ahí - vampiros que tomaban tierras, oro, y personas en lugar de sangre. No necesitaban poderes para someternos cuando tenían cadenas y barcos.

"Y se llevaron a la familia de mi madre a Cuba," Lance sentenció, mordiendo su labio. "Como esclavos."

Si. Escapamos una forma de esclavitud bajo los Galra, sólo para ser sometidos a otra bajo los españoles. Pero nuestra familia ha sobrevivido tanto, y continuaremos prevaleciendo. Hemos hecho todo lo posible para proteger a nuestros descendientes...como intentamos ahora, contigo. Eres más cercano al enemigo que cualquiera de nuestra familia ha sido en muchos, muchos años. Has hecho nuestra tarea significativamente más complicada de lo usual.

"¿Es por eso que cuando te apareciste por primera vez, este libro tenía un título diferente?" Lance pregunto.

Creímos que estarías más a salvo si te educábamos sobre como vencer vampiros. Evidentemente nos equivocamos, y luego de que nos rechazaras...reformulamos nuestra táctica.

"¿Entonces realmente no apruebas mi relación con Keith y Shiro? ¿Solo finges aceptarla para que no te tire de nuevo?" dijo Lance con sospecha.

Inicialmente, sí. Pero tu afecto por ellos es verdadero, lo sabemos; al igual que su afecto hacia ti. Te rescataron del mismísimo Lotor, que no es una hazaña pequeña. Y ahora despertaron tu magia mediante un ritual que ninguno de nosotros creía posible. Parece que tu seguridad está ligada a ellos, por consiguiente, no es nuestro propósito el separarlos.

"¿Cuál es tu propósito entonces?"

Si te refieres a si creemos que deban o no transformarte, esa es una elección que debes tomar tú mismo. El libro titubeo, y entonces garabateo, Pero te insistimos en hablar con la Princesa Allura y su consejero antes de tomar cualquier decisión apresurada. Ella es sabia y, a diferencia de nosotros, su fuerza para comunicarse contigo no es limitada. Nos toma una gran cantidad de energía hablar contigo de esta manera, y no seremos capaces de hacerlo más tiempo.

"Lo sabía," Pidge dijo bajo su aliento.

"¿Entonces, esto es un adiós?" pregunto Lance. "¿Podre hablar de nuevo con ustedes?"

Cuando necesites de nosotros, te asistiremos como podamos, prometió el libro. Quizás no siempre del modo que esperas, pero estamos aquí para ti, Lance.

"Aguarda...antes de irte, ¿puedo preguntar una última cosa? ¿Qué hay de Ricky y Stella, mis hermanos...y mis primos, hablas con ellos también?"

En diferentes maneras, sí. Los guiamos por sus vidas, los observamos desde la lejanía...pero son únicamente los alborotadores como tu quienes reciben intervención tan directa.

"Alborotador es decir poco," refunfuño Hunk.

Cuídate, Lance Espinosa. No dejes que el miedo te domine como hizo con los Alteanos de nuestra época. Confía en tu magia, y en tus amigos...hay una tormenta en el horizonte.

Y con eso las páginas del libro revolotearon nuevamente, y cuando se asentaron estuvieron vacías de nuevo y la cubierta estaba fría cuando Lance la tocó. Cerró el Códice y lo puso cuidadosamente de regreso bajo la cama.

"Bueno, eso fue algo," dijo Pide.

"Necesitas hablar con tu mamá," Hunk añadió. "En el peor caso, cree que enloqueciste, en el mejor caso, tienen una buena charla sobre antiguas tradiciones Alteanas o algo."

"Incorrecto," dijo Lance. "En el peor caso, sabe exactamente de que hablo y conduce hasta aquí para asesinar personalmente a Shiro y Keith sola antes de arrastrarme a casa y sermonearme acerca de traicionar a la familia por todo el camino."

"Whoa, whoa, ¿Quién dijo que tenías que mencionar a Shiro y Keith?" dijo Hunk.

"¿Quieres que le mienta?" Lance exclamó. "Ya he hecho suficiente de eso en este viaje."

"No mentirle," dijo Pidge. "Omitir ciertos detalles."

"Shiro y Keith son ligeramente más que un detalle," Lance dijo. "Creo que ellos fueron el evento principal de este verano."

"No, Lance, el evento principal este verano fueron tus malas decisiones," Pidge le informó.

Lance la empujó de la cama.

Pidge chillo mientras golpeaba el suelo. "¡Vienes a MI casa y te ATREVES -!"

"No tienes permitido criticar mis malas decisiones cuándo tu hiciste la mala decisión original de ir a cazar vampiros, Pidge," respondió Lance. "¿Y recuerdas lo de la red de plata? No puedo creer que nos convencieras."

Pidge resoplo, sin hacer algún esfuerzo por levantarse del suelo. "¿Cómo se suponía que supiera que esta caza criptica llevaría a darte poderes mágicos y novios vampiros?"

"¡Y ser secuestrado, mordido, controlado mentalmente, y descubrir que la mitad de mi familia no es humana -!"

"Nada de aquello es culpa de Pidge," dijo Hunk, frunciendo el ceño y tocando a Lance. "Entiendo que estés agobiado con todo y algo afectado, pero -"

"¡Algo afectado!" Lance exclamó. "Wow, Hunk, ¡Realmente acabas de dar en el clavo!"

Pidge se sentó, observándolo con preocupación. "Hey, lo lamento. Era una broma."

"Lo sé," dijo Lance, hundiéndose y poniendo su cabeza entre sus manos, intentando calmar su respiración. "perdón, yo..." exhalaba irregularmente, y se recargó sobre Hunk mientras el envolvía cautelosamente un brazo a su alrededor. Pidge puso su mano en su rodilla, un raro pero reconfortante gesto de su parte. "Realmente no sé qué hacer," susurro. "Es tan cursi, pero realmente siento que mi corazón se parte en dos."

"¿Entre permanecer humano - o, supongo, mayoritariamente humano - y volverte un vampiro?" murmuro Hunk.

Lance asintió. "Es sólo que...no habrá vuelta atrás, si me transforman," le dijo. "¿Y que si no es como imaginaba? Qué tal si... ¿Si realmente cambio, y me hago malo como Haggar? Apenas comprendo cómo funciona esto de la magia, quizás sea posible. Y eso arruinaría todo - Shiro estaría aterrorizado de mí, Keith seria fiel a Shiro porque son compañeros y..."

"Ellos te aman," Hunk dijo. "¿No?"

"Por ahora," dijo Lance, tragando el nudo de su garganta.

"Basta de esa mierda," Pidge respondió, golpeando su rodilla levemente. "¿Crees tú que estarían pensando en transformarte, incluso sugiriéndolo, si su amor por ti fuese algo temporal? Son inmortales, Lance, estoy bastante segura de que el amor no les llega tan fácil a este punto. ¿Por qué se encariñarían de alguien sabiendo que no puede durar?"

"Pero se encariñaron contigo," dijo Hunk firmemente. "Y tiene razón el libro, es enteramente tu decisión, Lance. Es tu vida. Pero como tus mejores amigos, te decimos que tienes algo bueno ahí, y creemos que deberías hacerlo durar lo que sea posible."

"Quiero hacerlo," susurro Lance, pasando una mano por sus ojos y resoplando. "Pero tampoco quiero arruinarlo. Y...e incluso si es perfecto, incluso si es todo lo que imagine que sería...tendría que verlos envejecer mientras yo permanezco igual. Todos a quienes amo morirían."

"Eso no es algo exclusivo de vampiros," Pidge señaló. "Todos a los que quiero morirán. Todos a los que Hunk quiere morirán. Incluso tú vas a morirte un día, incluso si pasa un tiempo - Shiro dijo que los vampiros envejecen, ¿Recuerdas? Por consiguiente, hay un fin, ciertamente."

"El terroncito tiene razón," dijo Hunk. "Aunque estoy seguro de que podrías decirlo de una forma menos depresiva, Pidge."

Pidge encogió los hombros. "Sólo lo digo como es. Como sea - sí, seguro, puede ser triste permanecer joven mientras todos a tu alrededor envejecen, pero no todo es negativo. Podrás ver a los hijos de tus seres queridos crecer, podrás permanecer en sus vidas si quieres, puedes cuidar de ellos, no estarás limitado en edad del modo que nosotros. Y tendrás al menos dos seres queridos que permanecerán a tu lado sin importar que."

"Suena mucho mejor cuando lo dices asi," admitió Lance.

"Es la verdad," dijo Pidge, y se levantó tras darle a su rodilla una última palmada. "Ahora, ¿Qué les gustaría hacer hoy? Porque escuche finalmente arreglaron el salto de cuerda del Silver Lake..."

"¡Oh, claro!" Lance exclamó, saltando fuera de la cama. "¡Finalmente! Tenemos que ir."

"¡Deberíamos tener un picnic ahí!" añadió Hunk, con ojos relucientes.

"Nadar y un picnic me parece todo un plan," coincidió Lance. "¡El verano aún no se acaba, perras!"

*

Hunk y Lance terminaron haciendo todo lo de nadar y arrojarse, mientras Pidge se asoleaba y comía enormes puñados de las papas de crema y cebolla con las que estaba obsesionada. Para cuando volvieron a Azula y condujeron por media hora o más hacia Rosewood, los hombros de Pidge ya se veían quemados. Lance pincho el más cercano y Pidge siseo con aliento de crema y cebolla, que era una buena defensa.

"¿Siquiera te pusiste bloqueador?" pregunto Lance.

"Si," dijo Pidge, malhumorado. "Como, cinco capas."

Lance levanto una ceja. "Aparentemente, no suficientes."

"Sabes, Espinosa, realmente espero que llegue el día que seas quien se queme fácilmente."

Lance resoplo mientras se adentraba en la entrada de los Holts. "Apuesto que si, pigeon."

Pidge no respondió y Lance la miro con leve preocupación. "¿Qué?"

Pidge estaba mordiendo su labio y rápidamente guardo su teléfono. "Solo...no te enojes, ¿Bien? Intentaba ayudar."

"¿Molestarme por qué?" Lance pregunto cautelosamente.

"Eso," Pidge suspiro, hundiéndose en su asiento mientras Allura y Coran bajaban por el porche, Coran con una inusual expresión seria y Allura completamente furiosa.

"No es cierto," dijo Lance, luchando el tentador impulso de girar la llave, pisar el acelerador, y manejar lo más rápido posible.

"Lo lamento," Pidge murmuró. "Ella solo...me llamo mientras ustedes estaban nadando y me pregunto cómo salió lo del control, y yo solo...lo solté. Pero le pedí que hablara contigo, no que te gritara, y ella sabe que yo y Hunk te apoyamos -"

"Esto no va a ser agradable," Lance advirtió mientras estacionaba a Azula y sacaba la llave del contacto. "Puede que tengas que hacer un control de daños luego."

"Si, entendido," Pidge asintió. "Solo...no sé, escucha lo que tiene que decir."

"No cambiara mi opinión," Lance dijo.

"No creo que siquiera hayas tomado una decisión aún," Pidge respondió débilmente. "Como sea, parias cambiar la suya."

"¿Parece que tiene la mente abierta en este momento?" pregunto Lance incrédulamente. Allura se acercaba al auto y Lance estaba algo temeroso de que fuese a intentar romper el cristal.

"Se ve como si fuese a matarte," Hunk susurro. "Sin consentimiento."

"Gracias por eso, Hunk," dijo Lance, y salió del auto para enfrentar su destino.

Allura lo señaló. "No puedo creerte," le soltó.

"Puedo ser bastante increíble, lo sé."

"¡¿Lo haces?! Te das cuenta de - cuan estúpido es, cuan irresponsable, de cuan -"

"¿Traicionero? ¿Egoísta? ¿Incorrecto? ¿Desagradable? ¿Equivocado? Puedo seguir enlistando adjetivos."

Coran avanzo para estar junto a Allura, cruzando los brazos. "Lance, por favor. La Princesa y yo estamos enormemente preocupados por tu futuro. Tienes toda una vida adelante, ¿Por qué la desperdiciarías al permitirles arrebatártela?"

"Con el debido respeto, pero no creo que estaría desperdiciándola," dijo Lance.

"¿No?" exclamó Allura. "¿Entonces deseas ser confinando a la oscuridad, ser transformado en un monstruo, ser controlado por los caprichos de tu sire, para alimentarte de sangre y únicamente sangre por la eternidad?"

"y té, café, y ciertas bebidas alcohólicas," añadió Lance.

"¿Qué?" Coran y Allura dijeron.

"Los vampiros beben sangre, sí, pero también pueden beber té, café y ciertas bebidas al-"

"No creo que comprendas la gravedad de esta situación," Allura susurro. "Lance. ¿Recuerdas lo que te dije sobre la magia Alteana? ¿Sobre cómo es cambiada, corrompida a algo terrible cuando un Alteano se vuelve Druida?"

"Eso sucedió con los Druidas Galra, no sabes si me sucederá a mí-"

"Lo sé," dijo Allura firmemente. "Pidge me conto algo de lo que el Códice compartió contigo. Eres uno de los últimos Paladines actuales." Sacudió su cabeza, rogando con la mirada incluso mientras apretaba la mandíbula. "Lance, tu magia es tan rara, tan importante - una de los grandes restos a los dorados días de Altea. No la manches con la maldad de la magia vampira como tus ancestros hicieron. Lo que el Códice no te dijo es que algunos de los primeros Druidas conocidos, aquellos que abrieron las puertas de la ciudad a los vampiros, fueron Paladines primero, Lance. Tu magia es un puro y poderoso regalo - pero es también fácil corromperle. No puedo dejarte hacer tal cosa, Lance. Yo...no quiero ver que aquello te suceda."

"Esa no es tu elección, Princesa," Lance le dijo. "Lo lamento, pero no lo es. Y no creo que Keith y Shiro vayan a corromperme."

"¿No ves que ya lo han hecho?" Allura grito. "¡El simple hecho de que lo consideres es prueba de que te tienen bajo sus pulgares! No estas hecho para esa vida, Lance, ¡si pudieras siquiera llamarla vida en absoluto! Si realmente te amaran no te tentarían a tales cosas, harían lo que saben es mejor y te dejarían ir, permitirte vivir la vida que deberías -"

Las manos de Lance se hicieron puños. "No están tentándome con esto! Ellos ni una vez han intentado manipularme para quedarme, no están intentando anclarme, ¡No son como Lotor! Quien, por cierto, percibió tu esencia en mi cuando nos lo encontramos la otra noche." Allura palideció. "Si, ¿Y sabes qué? Parece que esta tan obsesionado conmigo porque le recuerdo a ti. Así que gracias por eso, Princesa, realmente estás haciendo un trabajo de primera cuidándome."

"Yo ignoraba que-"

"Si, tu ignoras muchas cosas, ¿No?" Lance escupió. "¡Como que no todos los vampiros son como los Galra y que mi relación con Shiro y Keith y las decisiones que tomo dentro de ella no son tu maldito asunto!"

"Son mi asunto cuando comprometen a otro Alteano," dijo Allura lúgubremente, enderezándose y levantando el mentón. "Son mi asunto cuando me veo forzada a contemplar la posibilidad de tener que matar a tus amantes vampiros, y a ti, si logran transformarte en Druida."

"Espero verte intentar," Lance gruño, y giro sobre sus talones, caminando calle abajo sin un verdadero destino en mente, refunfuñando en silencio. Había un alboroto tras él, y la puerta de un auto se cerró, y Pidge estaba gritando, y luego Hunk troto hacia él y camino a su lado mientras Lance continuaba enojado por la calle.

"¿A dónde vamos?" Hunk pregunto tras un par de cuadras, sin demandar ni cuestionándole, simplemente curioso.

"No sé," Lance suspiro. "yo solo...necesitaba despejar mi mente, ¿Sabes? Antes de decir otra estupidez."

"Parecía que tenían algunos argumentos válidos," contesto Hunk. "Ella tenía algunos también, pero...bueno, tienes razón. Ella no sabe nada de tu relación con ellos."

"Pero sabe de Druidas," dijo secamente Lance. "Y Paladines. Y sabe que los Paladines se vuelven Druidas malvados."

"No llamaría a eso evidencia," dijo Hunk. "Solo porque algunos Paladines fueron de los primeros Druidas malos no significa que hay una conexión. Dudo que hayan sido transformados por vampiros como Shiro y Keith."

"Pero Allura no cree que haya diferencia," dijo Lance. "Cree que todos los vampiros son, en el fondo, malvados."

"¿Y tú crees eso?"

"No..." Lance sacudió la cabeza. "No sé qué creer, Hunk. Sé que Shiro hizo cosas horribles mientras estuvo bajo el poder de los Galra. Keith accidentalmente asesino a su mejor amigo justo después de ser transformado. Yo no creo que eso los haga malvados, y claramente han cambiado desde entonces, pero...mucha gente consideraría aquello malvado. ¿O no?"

"No estamos hablando de otras personas, Lance," Hunk dijo gentilmente. "Hablamos de ti."

"No," dijo Lance. "No, no creo que sean malvados. Sé que es maldad, he visto la maldad...y no es nada como ellos."

"Bueno, ahí lo tienes."

"No creo que sea asi de simple, Hunk."

"¿Por qué?" Hunk sonrió débilmente. "Estoy realmente cansado de complicaciones, ¿Tú no?"

"No puedo discutírtelo," dijo Lance. Se detuvo. "¿Dónde estamos?"

Estaban parados al final de la banqueta, una calle frente a un pequeño cubículo de débil pasto coronado por un alto árbol hermoso que Lance juraría nunca antes haber visto. Aunque, debió hacerlo, porque era enorme y difícil de perder, con anchas y alargadas ramas repletas de verdes hojas que se removían silenciosamente en la débil brisa. Había un largo sendero de sombra bajo el árbol, y a la base de su tronco yacía una solitaria y familiar figura.

Hunk entorno los ojos. "¿Es...es esa Shay? ¿La hermosa chica de la librería que es también una psíquica?"

Shay abrió los ojos y les sonrió, dándoles un pequeño saludo. "¡Lance! Y tu atractivo amigo Hunk, que agradable sorpresa."

Hunk estaba rojo. "¿Hola?" dijo, saludando de vuelta. Se inclinó hacia Lance y susurro, "¿Acaba de decirme atractivo, o estoy alucinando?"

"Estoy seguro de que fue real, hermano, pero es difícil de decirlo con Shay," Lance rio. Cruzaron hacia el árbol y Shay se levantó, recargándose en el tronco. "¿Entramos en otro portal, o esto sigue siendo Rosewood?" Lance le pregunto.

"Es Rosewood," dijo alegremente. "Más o menos."

"Entonces, ¿este árbol es la parte 'menos'?"

"Ah, sí." Shay palmeo la corteza cariñosamente. "Este es un árbol muy viejo. Antiguo, incluso."

"¿Qué clase de árbol es?" pregunto Hunk, mirando hacia las altas ramas.

"Pues, es un fresno, claro," Shay respondió. "Un árbol inmerso en tradiciones mágicas, asociado a la curación, destino, y conector de humanos a fuerzas superiores. Seres superiores también." Elevo una ceja hacia Lance. "Es también el antiguo árbol de los Druidas."

Lance chillo. "¡¿Qué?!"

"Druidas Celtas," dijo Shay. "Una clase diferente. Pero similar, en varios aspectos. ¿Estás pensando Druidas, Lance?"

"Supongo," Lance murmuró. "Pero no el tipo Celta."

"Me lo imaginaba." Shay inclino la cabeza y señalo a su cristal. "Lo has hecho tuyo, desde la última vez que nos vimos. ¿Es correcto que asuma que el libro ha regresado a ti también, como dije que haría?"

"Si, lo hizo," dijo Lance. "Tenías razón. ¿Pero a que te refieres, con 'Hacerlo mio?"

"Era mi cristal, en mi tienda," dijo Shay. "Solo otra roca, brillante y vacía. Pero la has llenado de ti, con tu magia - ahora, es mucho más que solo una roca. Y no puede ser de nadie, más que tuya."

Lance asintió, digiriéndolo. Luego pregunto, vacilante, "¿Sabes lo que soy, ahora?"

"Alteano," respondió Shay. "Si. Percibí que Allura y Coran estaban en Rosewood, y até los cabos." Frunció el ceño. "Pero de momento estas molesto con ella. ¿Por qué es eso?"

"¿Sabes acerca de Shiro y Keith?"

"Si. Tus amantes vampiros que no atacan humanos," dijo Shay. "Han estado aquí más tiempo que yo, y están profundamente ligados a los retorcidos cuentos en la historia de este pueblo - se de ellos."

"Pues...estoy considerando permitirles transformarme. Me volvería un Druida. Allura está muy en contra de la idea...y sé que tampoco te agradan los vampiros, pero tienes que entender que realmente, realmente los amo."

"Temo a los vampiros," dijo Shay. "Pero no necesariamente me desagradan. Son lo que son, y está bien temer hasta un punto. Les temo como temo a las hadas, y ciertas brujas, a las criaturas invisibles que asechan los bosques o lagos y a quienes nombramos, pero no concebimos completamente."

"¿Hablas de crípticos?" preguntó Hunk. "¿Cómo pie grande o Mothman?"

"Oh, Pie grande y el hombre polilla son inofensivos," dijo Shay. "El diablo de Jersey y el Wendigo son mucho más peligrosos."

"Pidge va a enloquecer," Hunk susurro alegremente. Lance suspiro. "Oh, perdón, perdón, hablábamos de decisiones serias."

"Dijiste que los vampiros son lo que son," dijo Lance. "¿Significa que estás de acuerdo con Allura, y crees que todos ellos son malos? ¿Qué son congénitamente malvados?"

"Malvado es una palabra fuerte," Shay musito. "Además, creo que no sería la correcta. No llamamos a las aves perversas por comer gusanos, ni a los gatos viles por comer ratones - es su naturaleza, y deben seguirla para sobrevivir. Por consiguiente, la necesidad vampira de beber sangre no es malvada. Simplemente...es."

"¿Pero ¿qué tal los Druidas?" Lance presiono. "Allura está convencida de que, si me transforman, van a corromperme. Cree que los Druidas son todos taimados, que tienen magia oscura; que de algún modo dejare de ser yo si me vuelvo un vampiro."

"Cambiarias," Shay murmuró. "Serias diferente, eso es muy seguro."

Los hombros de Lance cayeron. "Entonces Allura tenía razón," dijo él. "¿Estaría desperdiciando mi vida y me volveré tan cruel y retorcido como Haggar?"

"No dije eso," dijo Shay. "Simplemente creo que tu magia cambiará inevitablemente de alguna forma. No debemos asumir que cambiará para mal." Ella lo miro fijamente. "¿Crees que Keith y Shiro son inherentemente malvados, Lance?"

"No," dijo Lance. "Pero -"

"Entonces si ellos no son natamente malvados, los vampiros no deben serlo," Shay sentencio. "Lo que quiere decir que los Druidas tampoco son naturalmente malvados."

"Aunque, no sabes con certeza -"

"No," dijo Shay. "Pero lo siento. Aquí." Puso una mano sobre su pecho, sobre su corazón. "Como tú, Lance. Ya sabes cuál es la decisión correcta."

"¡No, realmente no! ¡Por eso es que te pregunto!"

Shay sacudió la cabeza. "Tu destino está en las estrellas para que lo observes; necesitas simplemente buscarlo."

"No sé qué significa eso," dijo Lance. "Apareciste aquí para ayudarme, ¿no es así? Ayúdame. Por favor."

"Nos encontramos aquí como algo más que una alegre coincidencia," respondió Shay con una sonrisa suave. "Y para darle a tu atractivo amigo mi número."

"¿Qué?" dijo Hunk.

Ella extendió su mano. "Tu teléfono, por favor. Asi es como coquetear funciona estos días, ¿No?"

"Um," Hunk tartamudeo, sacando el teléfono de su bolsillo tan rápido que casi le arranca la funda, "yep. Si. Aquí." Le tendió su teléfono y la observo con asombro mientras ella hacia un nuevo contacto. "Eres asombrosa," soltó cuando ella se lo entregó.

Shay se sonrojo. "Gracias. Eres muy gentil. Por favor contáctame pronto, Hunk Garrett. Buena suerte, Lance."

Lance escupió. "¿Acaba de invitar a salir a mi mejor amigo y ahora vas a irte?"

"No," Shay rio. "Ustedes sí. Adiós."

Lance no supo cómo sucedió, pero repentinamente estaban de nuevo en la otra calle, y no había ningún fresno ni una linda psíquica a la vista.

"Wow," dijo Hunk. "Wow."

Lance resoplo, pero le sonrió. "Tiene buen gusto, ¿huh?"

"Es un mágico ser interdimensional y le gustó," Hunk susurro. "Qué sigue, ¿Pidge va a enrollarse con el monstruo del lago Ness?"

"Si es que Pidge sigue respirando," Lance dijo sombríamente. "Apúrate, tenemos que regresar a la casa antes de que Allura se coma su cabeza."

*

Afortunadamente la cabeza de Pidge estaba intacta, Allura y Coran no estaban cuando Lance y Hunk regresaron.

"Finalmente," grito Pidge mientras entraban. Pidge estaba tendida en el sofá jugando un vicioso juego en solitario como Roadhog con el volumen a un nivel ensordecedor. "¿Disfrutaron su paseo mientras apagaba el fuego?"

Hunk forzosamente bajo el volumen. "Nos encontramos a Shay. Le dio a Lance consejos crípticos y me dio su número. Además, aparentemente todos tus monstruos son reales."

Pidge saltó. "¿Qué dices?"

"La próxima vez que Shay se aparezca de la nada, deberías hablarle sobre eso," Lance sugirió, sentándose a su lado en el sofá. "Vayan a cazar a Pie grande juntas o algo. Pero por ahora... ¿Qué pasó con Allura?"

"Sabía que eran reales," Pidge siseo triunfalmente. "Maldición, sí."

"Pidge."

"Dame un momento para regocijarme en esto, luego hablamos de Allura," Pidge gruño, cerrando los ojos y adoptando una pose zen. Cerca de treinta impacientes segundos después, abrió los ojos y declaró, "Bueno, mucho regocijo, a hablar. Bueno, asi es como fue, en una palabra: Jodido."

"Supongo que no me sorprende," suspiro Lance. "¿Algún detalle específicamente jodido que quieras compartir?"

"Principalmente, está realmente preocupada por ti," dijo Pidge. "Como, preocupación nivel madre. Realmente cree que Shiro y Keith van a, simplemente...revelar algún lado oscuro secreto y transformarte en un despiadado monstruo o simplemente abandonarte a la muerte."

El estómago de Lance se revolvió. "¡No harían eso! ¡Jamás!"

"Claramente no comprende cómo puedes confiar tanto en los vampiros," dijo Pidge. "Solo pensarlo la vuelve loca. Lo cual es entendible, supongo, sabe mejor que cualquiera de nosotros como se siente la traición."

"No significa que deba asumir que Shiro y Keith son iguales," Lance respondió.

"Pero lo hace," Pidge dijo. "Escucha, lo intente. Le dije que yo y Hunk jamás te hubiéramos dejado estar con ellos si creyéramos que era poco seguro o si sospechábamos que te lastimaban o manipulaban. Fue lo más cercano que llego a razonar. Sabe que intentaríamos cazar solos a Shiro y Keith si creyésemos que estas en peligro. Pero en su lugar te alentamos a quedarte con ellos, y no creo que Allura sepa qué hacer con eso. Tenía algún enorme plan de vida para ti -unirte a ella y Coran, dominar tu magia, reconectarte a la antigua cultura Alteana o lo que sea - y que te vuelvas un vampiro no figura en dicho plan."

"¡No este en lugar de estar haciendo planes para mí!" Lance exclamó. "La conocí, qué, ¿hace como un mes? Sólo porque ella haya sido princesa de mis ancestros no significa que sea la mía. Ella no va a mandarme."

"Cierto, solo Shiro y Keith pueden hacer eso," dijo Hunk bajo su aliento.

"¿Qué dijiste?" Lance pregunto con sospecha.

"Nada. Quizás Allura solo necesita tiempo para procesarlo," dijo Hunk. "Tal vez solo deberíamos darle espacio y el beneficio de la duda por ahora."

"Realmente no hay tiempo," Lance señaló. "Tenemos una semana."

"Ya estoy haciendo las maletas," Pidge asintió. "Montones y montones de maletas."

Y ya estoy deprimiéndome por ello, no comento Lance. Tomo en su lugar un largo suspiro y dijo, "Allura no tomara esta decisión por mí. Si difiere, pues eso. Si eventualmente se percata de que está equivocada y coincide, bien. Pero es mi elección."

"¿Entonces qué vas a escoger?" preguntó Hunk.

"Ahora mismo, escojo a Widowmaker," Lance replico, tomando un mando. "No más partidas en solitario para ti, Pidge."

*

Desafortunadamente, Lance sabía que Widowmaker no era la elección de la que habían estado hablando.

Afortunadamente, jugaron Overwatch por tanto que apenas podían mantener los ojos abiertos, y Lance no tuvo tiempo para desvelarse pensando en el futuro porque cayó redondo tan pronto su cabeza golpeo la almohada.

No recordaba haber tenido jamás un sueño tan vívido como aquel que tuvo esa noche.

Estaba caminando por un bosque, desconocido y oscuro, con imponentes arboles envueltos en raíces y levantados a varios metros, saliendo de la tierra como manos extendidas. También era completamente consiente de que no era el - su piel era más oscura y sus pisadas más ligeras, tan pronto como llego a aquella conclusión la perspectiva cambio.

Vio a la persona abrirse camino cuidadosamente a través de la maleza y aunque ya no veía a través de sus ojos, sintió un extraño parentesco a ella. Estaba vestida en raras, pero bien hechas prendas de cuero y varias telas verdes, una clase de túnica larga con mallas y botas altas. Su rizado cabello revuelto estaba fuera de su rostro en un desordenado moño asegurado con un listón oscuro.

Ella no se parecía mucho a Lance, pero había algo en la picara inclinación de su nariz y el determinado conjunto de su mandíbula...y claro que sus ojos, de vibrante y reluciente azul, tan brillantes que Lance juraría que iluminaban la penumbra. Definitivamente el pequeño cristal en su cuello lo hacía.

Hubo un repentino ruido que corto el aire nocturno- un agudo y asustado grito. Parecía cercano. Los ojos de la chica estaban ensanchados y emprendió una carrera, logrando continuar mayormente silenciosa mientras corría hacia el sonido. Entre más cerca estaba, más incrementaba el volumen de otro sonido - llanto. Suaves, sollozos asustados e intermitentes como los de un animal sufriendo.

La chica llego a un claro y la fuente del sonido fue revelada - otra mujer, con piel blanca y cabello a juego, vistiendo un recto vestido gris, tirada en el suelo, su tobillo fue atrapado por una pesada trampa metálica. Había sangre oscura manchando su pálida piel y tanto Lance como la chica se estremecieron- no era mujer, sino un monstruo.

Un vampiro.

La chica desfundo un filoso cuchillo plateado de su cinturón, escondido bajo su túnica. El vampiro se congelo en el suelo, sus asustados sonidos pararon abruptamente, y aquello giro su cuerpo con dificultad para mirarla. Largos mechones de cabello rubio platino colgaban ante su rostro pero Lance atrapó un destello de enormes ojos amarillos y labios separados, enseñando los colmillos.

La chica levanto el cuchillo y avanzo, viendo al vampiro. "Era hora que uno de ustedes cayera en nuestras trampas," murmuro, y no lo dijo en inglés, ni español, ni en alguna lengua que Lance hubiese oído jamás...pero comprendió. Era Alteano, ella era Alteana, estaban en Altea...y esta chica iba a matar a este vampiro, como debía hacer.

El vampiro se estremeció, encogiéndose y forcejeando débilmente. Soltó un alarido de dolor cuando el metal corto más profundo en su pierna, y la chica vacilo - brevemente, minúsculamente, pero Lance lo vio.

"Por favor," susurro el vampiro, y la chica paro completamente. "Por favor, por favor, no me lastimes - nosotros no lastimamos a los tuyos, nos alimentamos solo de animales y tenía que acercarme a tu aldea porque los ciervos son más lentos aquí y -"

"Cállate," vocifero la chica, levantando su cuchillo nuevamente. "Eres un demonio embustero. He visto lo que ustedes le hacen a los nuestros cuando no los matamos. Ni siquiera trates de razonar conmigo."

"¡Por favor!" el vampiro grito, voz rompiéndose. "Digo la verdad, ¡Lo juro! Mi manada es pequeña, discreta - ¡Nunca hemos herido Alteanos, nunca!"

"Te secare la lengua, ni una palabra -"

"Sé que no eres completamente cruel, ¡Por favor escúchame! Jamás regresare, no me volverás a ver, ¡No tienes que matarme!"

"Te advertí," gruño la chica, y se arrodillo junto al vampiro, moviendo la cuchilla hacia su rostro. Su rostro. Era difícil no pensar en aquello como una mujer de cerca - el amarillo había desaparecido de sus ojos y sus iris eran marrones, pupilas anchas y oscurecidas con terror, pestañas blancas como el resto de ella. El vampiro intento apartarse, pero la chica tomo un puñado del largo cabello y era...era suave. Por alguna razón había esperado que fuese delgado, grasoso, desagradable. Pero era incluso más suave que el suyo.

"N-no," pidió el vampiro, apretando sus ojos, alejando el rostro. "Sólo intentaba a-ayudar -"

"¿Ayudar?" la chica escupió. "¿Cómo?"

"Ayudar a mi familia," dijo el vampiro, apenas respirando, moviendo la garganta mientras tragaba. "Justo como tu intentas ayudar a la tuya."

La chica soltó su cabello apresuradamente y retrocedió. Esto...esto estaba mal. Esto era peligroso. Pero el vampiro no estaba usando su - aquello - control, sus ojos estaban cerrados y...aquello no estaba resistiéndose. Simplemente yacía ahí, temblando lastimeramente, abrazando los brazos a su cuerpo y enroscando las piernas, aquella en la trampa doblada en un angulo extraño.

"Eres una patética excusa para un vampiro," la chica le informo.

El vampiro abrió un ojo. "Si," susurro. "Quizás. Disculpa."

"¿Disculpa?" repitió la chica, atónita.

"Por lo que otros de mi especie han hecho a ti y a tu gente," respondió el vampiro suavemente. "Sé que algunos de nosotros lo merecen. Quizás...quizás merezco tu ira también, solo por ser uno de ellos, pero espero que no. Si me matas, quizás sea justificado en tu cabeza. Quizás eso es suficiente."

La chica retrocedió otro paso. "Que eres," dijo, con voz temblorosa.

El vampiro lucia confundido. "Yo no -"

"Largo," dijo la chica, retrocediendo. "Largo de este bosque y no me dejes atraparte nuevamente. Tu...no te mereces mi cuchillo."

El vampiro se hundió con alivio. "Gracias," dijo, sorprendida y agradecida, aquello hizo algo dentro de la chica retrocede en una mezcla de repulsión y desconcierto. "No lo olvidare, Paladín."

"Yo sí," respondió la chica, y corrió tan rápido como había llegado.

Tiempo paso, Lance era vagamente consiente de él, pero entonces Lance y la chica estaban en el mismo bosque de nuevo. Estaba con otra chica, más alta y con cabello más largo - ¿Su hermana? Hablaban en bajos tonos susurrantes.

"Fala, ¿Estas segura de que es el sector indicado?" pregunto su hermana.

La chica, Fala, rodo los ojos. "Si, Amue, segura. Los cuerpos fueron hallados no muy lejos de aquí, estamos casi -"

Una rama crujió. Ambas se detuvieron. Amue giró hacia Fala, tensa, y le indico que la siguiera. Fala obedeció, forzada, desenvainando su daga y mirando alrededor, observando la penumbra.

Ninguna de ellas podría haberse movido lo suficientemente rápido para evitar a los dos vampiros que salieron de las sombras en un borrón de colmillos y piel ceniza, y Lance sintió la sorpresa y el miedo de Fala mientras el hombre la tiraba al suelo, con afiladas garras en su cuello. La mujer forcejeaba por someter a su hermana contra un árbol cercano, chasqueando los colmillos y derramando saliva por su barbilla como un perro rabioso.

El hombre vampiro gruño en el rostro de Fala y la empujo hacia la maleza, buscando tomar su cuello. Fala golpeaba frenéticamente debajo de él, y atacaba ciegamente con su magia - Lance comprendió entonces que era inexperta con ella, no sabía cómo retorcer la magia del vampiro apropiadamente, pero él sintió el tirón en su energía. Su momentáneo lapso de concentración era todo lo que Fala necesito para salir de debajo y enterrar la daga en su pecho.

Aquello apenas lo detuvo, y Fala lucho por sacar la daga mientras él la rasguñaba y siseaba con agonizante hambre. Sus garras dejaron largos rasguños por sus brazos y sangre escurría de los superficiales cortes, lo cual era malo, muy malo. Si el olor de la sangre llenaba el aire, más vampiros llegarían corriendo. Y apenas podían defenderse de dos -

Uno más salto desde la maleza y el corazón de Fala se hundió.

Entonces sus ojos se ensancharon, porque...no. No podía ser - pero lo era. Era el mismo vampiro que había dejado en la trampa semanas atrás. Fala maldijo y empujo con más fuerza al hombre, pero no podía sacar aquella condenada daga -

El vampiro con cabello plateado aparto al hombre de ella. Fala miro, su corazón latía desigual en su pecho, abrió la boca mientras veía a la de cabello plateado forcejeando con el vampiro hombre, resoplando y rasguñando como un gato montés. Entonces sacudió la cabeza, recuperando sus sentidos, y corrió a ayudar a Amue.

No necesitaba preocuparse - había otros dos vampiros, un hombre con piel oscura y brazos con cicatrices, el otro era una mujer bajita con corto cabello marrón, y terminaron rápido con la mujer atacando a Amue. El vampiro derrotado dejo escapar un chillido abatido mientras Amue saltaba en la lucha con su daga, y entonces la cabeza de la criatura estaba rodando por el suelo del bosque.

El hombre cedió poco después, y Fala fue quien arranco la cabeza de sus hombros luego de que la de cabellos plateados le tendiera la daga.

Después, no sabía qué hacer.

Los tres vampiros que les habían ayudado - ayudado - permanecieron a una distancia segura, mirándolos con cautela. Amue levanto su ensangrentada daga, con voz aguda del pánico. "Que es esto," demando. "¿Por qué atacaron a los suyos? Nos quieren solo para ustedes, ¿Es eso?"

"Había una deuda," dijo la de cabello plateado, y Fala sólo abrió la boca. Ella se veía muy diferente tras la batalla, irguiéndose recta y alta en lugar de desplomada en la tierra. Su pierna había sanado también. "Ha sido saldada."

"Fala, ¿de que está hablando?" Amue pregunto.

"No tengo la menor idea," mintió Fala, sin apartar los ojos de los del vampiro. "¿Quién eres?"

La de cabellos plateados inclino la cabeza. "Mi nombre es Mircalla," dijo. "Cubran esas heridas, Paladines. Hay muchos cazadores rondando hoy."

El trio desapareció en la oscuridad antes de que Fala pudiera siquiera abrir la boca.

Más tiempo paso. Fala estaba de nuevo en el bosque, pero ahora iba sola, y está vez su propósito era diferente. Iba a encontrar a Mircalla, aquella terriblemente hermosa vampira que había salvado su vida. Estaba armada, no era tonta, y había practicado su magia hasta cansarse los últimos meses. Había salido a buscar cada noche de la semana, pero hoy se sentía diferente.

No tomo demasiado.

"Paladín," llamo una voz suave, "¿Por qué insiste en intentar matarme cuando ambas sabemos que no hay necesidad?"

Fala paro y miro alrededor, mirando cuidadosamente neutral. "¿Quién dijo que intentaba matarte?"

"El cuchillo plateado en tu posesión," respondió Mircalla.

"Quizás no sea para ti."

"Ah. Es verdad. Dijiste que no merecía tu cuchillo."

Fala se sintió inexplicablemente culpable de aquello, y pisoteo el sentimiento furiosamente. "No lo haces."

"¿Pero merezco todas estas noches de tu búsqueda?"

"¿Por qué lo hiciste?" Fala respondió. "Necesito saber."

Se hizo un silencio.

"¿Por qué nos salvaste? Podrías haber solo apartado a los otros y hacerme a mí y mi hermana alimento para ti y tu manada. Sé que dijiste que no se alimentan de Alteanos, pero no creo que rechazaras presas tan fáciles. ¿Por qué entonces?"

"No eres una presa," dijo Mircalla. "Eres demasiado similar a nosotros para ser una presa."

Fala retrocedió. "¿Similar? No lo somos en nada."

"Dicen que los Paladines son vampiros menos de nombre, sabes."

"¡¿Quién lo dice?!"

Mircalla salió de atrás de un árbol cercano y la mano de Fala busco su cuchillo. Mircalla la miro con aquellos ojos oscuros, ojos que eran más cálidos de lo que tenían derecho a ser. "No todos somos monstruos," le dijo con leve certeza. Fala sonrió. "Puedes burlarte todo lo que gustes, pero es la verdad. No somos diferentes a los humanos, ni Alteanos. Escogemos caminos de bien, caminos de mal, o caminos que nos llevan a algo intermedio."

"No es verdad," protesto Fala. "Casi todos los vampiros son malvados. Ningún Alteano es malvado."

"¿Casi todos?" Mircalla repitió. Fala la miro ceñuda, y ella suspiro. "Respecto a los Alteanos, me temo que algún día te probaran lo contrario. Cada Reino debe caer finalmente...y generalmente se desmoronan desde dentro."

Fala enfureció. "¿Esa es una amenaza?"

"No de mi parte."

Mircalla decía la verdad - cuando Fala se fijó en su magia, concentrándose lo suficiente para verla rodeando su cuerpo como guirnaldas de humo, no detecto malicia en ella. Había cautela y el conocimiento de que Fala era peligrosa, pero no tenia deseos de atacarla, ni matar.

"No somos tan diferentes, tu y yo," dijo Mircalla. "¿Es por eso que has estado buscándome? ¿Para comprender por qué no pudiste matarme aquella primera noche?"

"Debí hacerlo," dijo Fala.

"Pero no lo hiciste," dijo Mircalla. "Y yo tampoco lo hice. Ninguna de nosotras, tal parece, hizo lo que debió haber hecho."

"Mis padres siempre me dijeron que los vampiros son vampiros de lengua afilada," dijo Fala.

"¿Es eso lo que soy?" pregunto Mircalla calmadamente.

"Eres...eres..." Fala se desvió, observándola. No podía terminar la frase.

Lance sabía que él y Fala tenían algo más en común - la tendencia a tomar decisiones precipitadas. Y Fala hizo la decisión más impulsiva de su corta vida cuando avanzo a zancadas, cerrando el especio entre ellas, y beso a Mircalla en los dulcemente sonrientes labios.

Mircalla estuvo recta al principio, con ojos ensanchados, y Fala comenzó a titubear y apartarse, pero entonces el vampiro tocó su hombro; cuidadosa, ligera como una pluma, y la beso de vuelta.

Fue rápido. Casto. Fala se apartó. Los dedos de Mircalla dibujaban sobre su boca, todavía con ojos enormes. "Eres hermosa," Fala le dijo, enrojecida, con corazón acelerado. "No deberías serlo, pero lo eres."

"No deberías estar besando vampiros, pero aquí estas," replico Mircalla. "Y...eres hermosa también." Fala se sonrojo más. "¿Puedo saber tu nombre antes de que huyas nuevamente?"

"Fala," susurro.

"¿Huiras de nuevo?"

"Si," dijo Fala. "Pero...voy a volver mañana."

"Me alegra," Mircalla murmuró. "Adiós, Fala."

Más tiempo paso, y Lance tuvo impresiones borrosas de sentimientos, de disgusto y confusión transformándose en algo más suave y dulce, de ojos amarillos haciendo el corazón de Fala saltar no con miedo sino alegría, de cálidos besos e incluso más cálidos abrazos bajo las estrellas.

Estaban en una cama entonces, con sabanas todas torcidas, y Fala se sentó contra la cabecera, mirando hacia Mircalla donde yacía lánguidamente a su lado. Su cuerpo estaba desvergonzadamente desnudo, sus ojos entre abiertos, sus rosados labios curveados en una feliz media sonrisa. Dejo escapar un ronroneo complacido cuando Fala apartó una larga hebra de cabello lejos de su cara, y se estiro, revelando las líneas de delgado musculo bajo la pálida y pura piel con la que Fala se había familiarizado. Una de sus piernas se removió, y la vista de Fala voló hacia la deslavada cicatriz bajo su pantorrilla, una especie de macabro recuerdo de su primer encuentro.

"Debo irme pronto," Fala le dijo, y la sonrisa de Mircalla cayó levemente.

"Si," murmuró. "Casi es el amanecer."

"Sabes que no quiero irme," dijo Fala, y rodo para mirar en su mochila sobre la mesita de noche. Tomo un pequeño saco de cuero, y se lo tendió a Mircalla, quien elevo una ceja inquisitivamente. "Un regalo," dijo Fala. "Ábrelo."

Mircalla obedeció, y un pequeño colgante tallado en marfil cayo en su palma. "Una luna creciente," señalo, girando el colgante en sus manos con asombro. "Es encantador, cariño. ¿Pero a qué se debe?"

"Es un amuleto de buena suerte," dijo Fala, presionándose más a su lado. "Los hago para todos en la aldea, y pensé que deberías tener uno también. Me recuerdas a la luna, Mir."

Mircalla río. "¿Por qué soy pálida y nocturna?"

"Y porque eres la luz en mi penumbra," Fala dijo. "Me has mostrado que no todo es lo que parece ser...me has enseñado el amor donde solo había odio y temor antes."

"Oh, Fala," susurro Mircalla, besando su mejilla y pasando una mano por su costado. "Debes saber que has hecho lo mismo por mí. Eres la luz más brillante en mi vida."

"Y ambas somos cursis," dijo Fala, riendo y besándola apropiadamente.

Mircalla uso el colgante cada noche tras eso.

Mas meses corrieron, mas noches juntas, aun asi Lance sentía el creciente descontento de Fala con la vida cada día, el conflicto que sentía dentro de sí, la forma en que únicamente se sentía verdaderamente viva cuando el sol caía y estaba con su amor.

Fala estaba con ella una noche y se besaban en un claro escondido, con manos errantes y corazones felices, entonces Fala susurro, "¿Mir?"

"¿Si, cariño?"

"Si te pidiera morderme, ¿Lo harías?"

Mircalla calló. "Nunca he sido capaz de decirte un no."

"¿Pero querrías hacerlo?" Fala presionó. "¿Mi sangre te atrae?"

"Cada parte de ti me atrae," respondió Mircalla. "Pero no deseo lastimarte."

"Tal vez deseo que lo hagas. Sólo un poco."

"Fala," Mircalla suspiro, sus pupilas se dilataron. "No podría... ¿Qué tal si alguien viera las marcas? Serias castigada -"

"Entonces muérdeme donde nadie más pueda ver," dijo Fala. "Por favor, Mir. He estado...yo he estado preguntándomelo." Trago. "He estado pensado en más que solo tu mordida."

Mircalla toco su rostro. "Un paso a la vez," murmuro. "Intentaremos esto, primeramente. Y después...después hablaremos de más."

"Confió en ti," Fala prometió, y levanto su blusa.

Mas meses. Más besos. Más mordidas igual, filosas, pero justo lo que necesitaba, lo suficiente para mantenerla en la tierra durante el día, porque podía presionar sus dedos en las marcas y recordar cuando Mircalla había estado ahí. Y ella sabía...sabía que se avecinaba. Como también Lance.

Estaban de pie en las afueras de la aldea, justo tras el atardecer. Fala tenía una mochila colgada sobre del hombro, y tomo la mano extendida de Mircalla agradecidamente, su propia mano temblaba ligeramente.

"¿Te despediste?" pregunto Mircalla, su tono era suave y dulce, la forma en que sus dedos se enredaban con los de Fala sintiéndose como llegar a casa.

"Lo hice," Fala susurro. "Todos están dormidos." Titubeo. "Le deje una carta a mi hermana. No es suficiente para encontrarnos...sólo lo necesario para ayudarle a entender."

"¿Crees que lo haga?"

"Puede que tome mucho tiempo," dijo Fala, "pero al final, podría. Lamento dejarla...Pero ella es más adecuada para esta vida que yo. ¿Cómo puedo ser un Paladín, sabiendo lo que se ahora?"

"Siempre serás un Paladín, cariño," Mircalla le dijo. "No te alejare de eso."

"¿Pero me alejaras de aquí?"

"Si," dijo Mircalla. "Vamos, mientras la noche aun es joven."

"Vamos," Fala asintió, y partieron.

Lance despertó, la voz de Fala resonaba en su cabeza mientras el abría lentamente los ojos. No somos tan diferentes, tu y yo.

Bostezo, frotando sus ojos y mirando al reloj - muy temprano, pero se sentía descansado...y recordaba el sueño como si hubiese sido una película, los rostros de Mircalla y Fala intermitentes en su cabeza. Se levantó y observo - el libro estaba en el suelo, abierto donde antes no había estado. Ceñudo, se inclinó y lo levanto, leyendo la página en que estaba abierto.

Lance,

Mi hermana menor Fala fue uno de los mejores Paladines en nuestra aldea, y una de las primeras en convertirse en Druida. Nadie supo de su encuentro con el vampiro Mircalla hasta que fue demasiado tarde, y el vampiro la transformo. Me dejo una carta, de la cual las palabras ya han sido olvidadas, pero yo sé que no tenía más que amor para Mircalla, y sus palabras no eran aquellas de un esclavo si no las de un Paladín, valientes y testarudas hasta el final. Su alma no yace entre las nuestras, y aunque algunos de nosotros dicen que es porque perdió su alma en la transformación, Yo creo que es porque su alma ya ha encontrado un descanso eterno junto a su sire.

Habríamos dado a Fala por muerta si no fuese por los pequeños amuletos de la suerte que no paraban de aparecer en nuestros hogares tras las décadas. Ella encontró amor y felicidad con su Mircalla, eso lo sé. Deseo lo mismo para ti, Lance, veo en ti su reflejo, y me pregunto si su alma ha tocado la tuya de algún modo.

- Amue

Lance exhalo, releyendo hasta que las palabras se grabaron en su cabeza, y cerro el Códice, adoptando una firme postura.

Tenía que hablar con su madre.



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Mircalla y Fala. https://peachy-matsu.tumblr.com/image/162104401975

Aviso importantito!!!!: En el siguiente cap hablaran una parte en español pero no voy a cambiar las frases a ingles como anteriormente, a lo mejor si vuelvo a invertir la palabra español por ingles, pero nada mas.

En la parte de Shay me aloque con los sinónimos, perdón.

Mircalla se basa en la historia de 1872 de Carmilla, que tambien sirvió de inspiración para una serie web. (Y de ahi a su vez sale "The Carmilla movie") en formato de Vlog, una universitaria llamada Laura busca respuestas sobre algunas desapariciones misteriosas mientras aprende a llevarse bien con su campañera Carmilla, quien es por cierto, un vampiro.

https://youtu.be/h4QzRfvkJZ4

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