Volumen 1: Luna de invierno Acto 2

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Caminando junto con Erse el joven avanza en una dirección dentro de la feria, hasta finalmente llegar a una enorme carpa la cual permitía el acceso del público, pero a diferencia de las otras esta era custodiada por dos hombres armados.

Conforme el joven empezó a acercarse guiado por aquel dulce aroma, el sonido de la música de un violín se hizo escuchar, al tiempo que el aroma que el joven había percibido llegaba a Erse, dibujándole una mirada de preocupación.

—Caballero, perdón, pero necesita un boleto para ingresar a esta exhibición —Señala uno de los hombres armados.

—Permítale el acceso... —Aclama la voz del vendedor de hace rato —El caballero aquí presente es el joven maestro Iván Milfiore, alguien como el bien sería capaz de apreciar la calidad de esta exhibición.

—Entendido —Espeta el hombre permitiéndoles el paso.

Conforme ingresaban una expresión de inquietud empezó a formarse en la sirvienta, la cual es vista por el vendedor.

Dentro de la exhibición el joven Milfiore encontró algo particular, una habitación circular llena de plataformas, con marcos alrededor tratando de asemejar pinturas, pero lo más curioso es que sobre las plataformas se encontraban Dríadas.

Ya sea vistiendo un atuendo elegante de la vieja nobleza, o una armadura de caballero imperial, dríadas y druidas por igual posaban en sus plataformas como pinturas vivientes, y entre ellas una llamaba la atención de Iván más que las otras.

Una joven Dríada de cabellos negros y pétalos azules sobre su cabeza quien tocaba una pieza musical clásica en Violín, la cual Iván reconoció por su complejidad, evidenciando el esfuerzo y la devoción de la joven hacia su instrumento.

Cuando la pieza termino el joven no pudo evitar formular un ligero aplauso con sus manos...

—Fue una pieza Bellísima, "Los vestigios de Char 4to movimiento" ¿verdad? —Espeta el joven.

—Es un derivado del 4to movimiento, le añadí algunas modificaciones, pero agradezco que lo reconozca mi señor —Aclama la dríada —Desea que toque alguna pieza para ustedes.

—¿Conoces "El regreso a casa" de Valve? —Pregunta.

—Como usted lo ordene mi señor...

Con esas palabras la joven Dríada vuelve a tomar su instrumento y toca la tonada elegida por el joven, quien momentáneamente disfruta la melodía, no obstante, dicha tranquilidad no dura mucho.

Tras observar a su alrededor, y de forma más detenida Iván pudo notar un grillete amarrado en el tobillo de la joven, era obvio desde el principio pero claramente estas dríadas no estaban aquí voluntariamente.

Así el joven solo se limita a observar, hasta que finalmente la canción culmina, posteriormente este procede a expresar nuevamente un aplauso.

—¿Desea alguna otra canción...? — pregunta.

—No... así está bien —Espeta el joven —De hecho, me gustaría preguntar si acaso sus condiciones son buenas.

Ante esa pregunta las Dríadas del lugar no pueden evitar dirigir la mirada al joven Milfiore.

—Si, son bastante buenas, la gente de aquí es bastante amable... —Aclama la joven, pero las dríadas de alrededor desvían la mirada.

—El atuendo que usas es muy bello, pero no es apto para este clima, ¿al menos tienen acceso a abrigo cuando no haya visitantes?

—Si así fuese ¿porque le interesa? —Reclama otra de las Dríadas presente en el lugar —No malinterprete esto mi señor, pero preguntar por nuestro estado solo lo hará sentirse mal, mejor debería salir y disfrutar de la feria.

Aquella Dríada que aparentaba unos 20 años, cabello rojizo y pétalos amarillos, quien vestía un traje de cacería similar al que muchos nobles ostentan, no obstante, esta poseía una bufanda y múltiples capas de guantes de seda que no forman parte del conjunto.

—¿Se encuentra bien señorita? —Pregunta el joven Milfiore.

Al acercársele Iván pudo notar que la respiración de aquella Dríada era más pesada, además de algunas marcas de lo que presumiblemente era mucosidad en los muros de su plataforma.

La ropa que esta Dríada usaba no era de su talla, por lo que era fácil suponer que su salud declino y en un intento por ayudarla sus compañeros la pusieron en la exhibición con la ropa más gruesa, pero al no ser esto suficiente trataron de compartir sus prendas.

—Los gerentes de la feria están conscientes que ha pescado un resfriado señorita — Señala el joven.

—Mi señor por favor, no especule cosas que arruine la imagen de nuestro grupo.

Iván por un segundo se detuvo a ver a aquella dríada, observándola directamente hasta que finalmente esta no pudo contener la necesidad de toser frente a él.

—Tal como temía —Señala el joven — ¿Erse tomaste mi monedero de nuevo?

—Si, joven amo —Responde la joven desviando levemente la mirada.

—Necesito que vayas a la plaza y compres algunas cosas —Aclama el joven al tiempo que la joven se retira —Quisiera pedir permiso para poder tocar tu cuerpo, solamente tu cuello, si no es molestia.

—Lo que sea que estes pensando, no lo permitiré...

—Alda... —Aclama uno de los Druidas presentes —Deja que te revise, no tienes nada que perder.

Con esas palabras y a regañadientes la Dríada se arrodilla en su plataforma, exhibiendo su cuello al joven Milfiore, el cual presentaba múltiples hematomas y ennegrecimientos.

Iván momentáneamente decide ignorarlos y centrarse en lo principal; el joven posiciona sus dedos en la garganta de la Dríada y le pide que tosa.

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[La habilidad "Medicina" ha sido activada...]

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Tras toser un par de veces el joven logra sentir el cómo los músculos de su garganta aún se encontraban saludables, aunque sobre forzados, además un tanto desgastados.

Por lo que rápidamente pudo intuir que había estado lidiando con esta tos alrededor de una semana, además de eso tenía una fiebre alta.

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[Enhorabuena, has desbloqueado una nueva misión secundaria...]

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Ante los ojos del joven la ventana de luz se manifestó, no obstante, este con el fin de no alarmar a ninguno de los presentes, aparento no verla.

Según lo que su tío Enrique le había comentado, las misiones del sistema se pueden dividir en cuatro tipos, las misiones secretas, misiones secundarias y misiones únicas, además de la misión principal, aunque este no dio muchos detalles al respecto.

Por lo que el joven pudo entender las misiones del sistema relacionadas al "Presagio de la rosa" son misiones secretas, las cuales solo ocurren una vez y cuyas recompensas nunca volverán a presentarse a nadie más.

Las misiones relacionadas a la "Simpatía" son misiones únicas pues están directamente vinculadas a su profesión.

Y por último las misiones secundarias son misiones que se pueden ver y encontrar en el día a día, o en situaciones de alto riesgo o perdida como en la que se encontraba el joven en estos momentos.

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[Campanario (Superior)]

[Descripción: "Los esclavos pueden ser objetos, no son consumibles..."]

[Requisitos: Poseer atributo "Esclavista" por encima del rango "absoluto" 1/1, Poner la vida de los esclavos de la feria fuera de peligro 0/12]

[Recompensa: 100000 puntos de juicio, pase de incremento de nivel x2]

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[Requisitos adicionales: "Expón los secretos del dueño de la feria"]

[Recompensa adicional: 200000 puntos de juicio, Cofre de Ítem aleatorio rango (Superior)]

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[Requisitos adicionales: "Completa perfectamente la misión sin que nadie se entere de tu participación"]

[Recompensa adicional: Pergamino de habilidad en blanco Rango (Avanzado)]

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Al leer la descripción de la misión los ojos del joven no fueron capaces de evitar mostrar un ligero brillo, acompañado de una efímera sonrisa; aunque ciertamente sería muy fácil completar esta misión comprando a todos los esclavos de la feria, las recompensas adicionales eran tentadoras.

En especial la última...

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[Pergamino de habilidad en blanco Rango (Avanzado)]

[Descripción: Dentro de este pergamino se pueden escribir la descripción y los efectos de una habilidad completamente nueva, Si la descripción de la habilidad excede el grado avanzado el pergamino será destruido...]

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Enrique le había hablado acerca de este Ítem codiciado por muchos y que dentro de una subasta puede valer docenas de millones de puntos de juicio, todo gracias a la habilidad de potencial casi ilimitado que se podría escribir en su interior.

Ciertamente una oportunidad que el joven no podía desperdiciar...

—Tengo entendido que las Dríadas tienen la capacidad de liberar toxinas por la piel al estar en contacto con la tierra, ¿Cuándo fue la última vez que lo hiciste? —Pregunta el joven.

—Cerca de un mes —responde.

La tierra de esta región es demasiado Acida, además de estar cubierta por la nieve, no le es raro el hecho de que no pueda recuperarse regularmente, además del clima frio y la escasa presencia del sol, solo empeorarían su condición.

Tras ese Análisis Erse ingresa dentro de la carpa, cargando entre sus manos una pequeña botella metálica llena de agua, además de algunas bolsas de polvo blanco y unos dulces.

Sin escatimar un segundo el joven deposita las dos bolsas con polvo blanco en la botella y en esta dibuja una runa de fuego para calentarla.

—Por favor bebe esto —Aclama el joven —Cuidado, está caliente...

La Dríada estuvo escéptica de la situación que el joven le presentaba, aunque y por una razón que no entendía, sentía que podía confiar en él, o que por lo menos este no le deseaba ningún mal.

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[Atributo "Esclavista (Legendario)" surte efecto...]

["Aquellos en condición de esclavos, tendrán una alta simpatía hacia ti..."]

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Al probar el contenido de la Botella la Dríada inmediatamente retrocedió, debido al extremadamente amargo sabor de esta, siendo el motivo por el que el joven Milfiore solicito traer dulces de cereza para apaciguar el sabor.

Lo que Alda estaba bebiendo en estos momentos era una mezcla entre sodio y bicarbonato, lamentablemente la joven no pudo adquirir los productos de uso médico, por lo que tuvo que conformarse con sal y algo de levadura en pocas cantidades.

Conforme la joven empezó a beber la infusión la presión sobre su garganta empezó a bajar, aunque todavía no se encontraba recuperada por completo, Iván había sacado una suposición de la condición de Alda, pero aun necesitaba algo para estar seguro.

—Quisiera saber, ¿Acaso ha habido alguien más con síntomas similares a los de Alda en la feria? —Pregunta ocasionando que todas las dríadas del lugar desvíen la mirada, algunas con miedo.

Antes de que cualquiera pudiese contestar, un hombre ingresa dentro de la carpa de las dríadas, de aspecto bastante sombrío, piel arrugada y grisácea, pero un porte bastante firme.

—Usted debe ser el joven maestro Milfiore; Aunque sea un visitante preferencial, debe saber que no está permitido tocar a las Dríadas, es una regla obligatoria incluso entre los empleados —Aclama el hombre.

—¿Y puedo saber quién es usted? —Pregunta el joven.

—Soy el humilde dueño de esta ferie itinerante, Isaac Dunbar a su servicio —Espeta extendiéndole la mano.

Sin pensarlo mucho Iván toma la mano del hombre; Es mucho lo que se puede suponer de un hombre solo con un apretón de manos, y lo que Iván pudo deducir sin duda alguna es que aquel hombre era fuerte.

Aunque su rostro este arrugado y en mal estado, su porte y fuerza son suficientes como para partir a un hombre joven por la mitad.

—Recuerdo que una vez hace años cruce saludos con un Milfiore como tú, al principio el me vio como un anciano débil, pero tras unos segundos, este casi moja los pantalones —Aclama el hombre en un tono Burlón —Pero tú no has reaccionado, no sé si es porque eres débil, o eres mucho más fuerte que el de aquella vez.

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[Nombre: Isaac Dunbar Lvl. 54]

[Profesión: Asesino de Pugilistas (Avanzado)]

[Fuerza: 255]

[Agilidad: 300]

[Intelecto: 290]

[Prana: 450]

[Mana: 350]

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Iván ciertamente había reconocido su fuerza y se sentía obligado a permanecer alerta, aun así, su poderoso autocontrol le permitió mantener una expresión serena e indiferente en todo momento.

—Que envidia, ver a uno de mis tíos mojar los pantalones del miedo es una escena por la que pagaría —Aclama el joven con una leve sonrisa.

Con esa afirmación ambos hombres empezaron a reír, al tiempo que un fuerte escalofrió inundaba la espalda del joven.

Tras de él podía sentir con total claridad la mirada hostil que Erse le dirigía al señor Dunbar, Gracias a la habilidad de la Joven este no se había percatado todavía, pero si llegaba a hacerlo una pelea podría desatarse entre esos dos.

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