[05]

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La cálida noche traía consigo una ventisca fresca, era apasible y se respiraba paz. Jimin había recibido el consentimiento de ya poder levantarse de la cama, puesto que sus heridas en la espalda ya habían cicatrizado, mientras que las del rostro aun no desaparecían del todo.

En ese mismo momento se encontraba en el balcón de su habitación mirando al horizonte. Aun no entendía muy bien como fue que pudo escaparse de las garras de Taemin ni como es que pudo correr por tanto tiempo, lo cierto era que estaba profundamente agradecido con el alfa que lo encontró; y es que pudo haberlo atacado o algo peor, pero no lo hizo, en cambio lo llevó hasta su destino y lo puso en manos de tan maravilloso omega, porque eso es lo que era Jungkook para él. De alguna u otra forma debía agardecerle al hombre por haberlo ayudado y esperaba recuperarse pronto para poder ir hasta donde se encontraba.

—Veo que ya puedes sostenerte mejor — La inesperada voz del príncipe hizo que Park diera un saltito.

—Majestad, no lo escuché entrar — Se volvió hacía él.

—Vamos a cenar — El castaño le sonrió. Jimin (con dificultad) caminó hasta él.

—Oh no, aun no puedes bajar escaleras — Kim detuvo las acciones del rubio, pues todo parecía indicar qur Jimin guiaba sus pasos hasta las escaleras del castillo.

—Pero ya puedo caminar mejor — Infló sus mejillas a modo de puchero.

—Lo sé, pero aun no puedes apoyarte al cien por ciento, por eso pedí que nos trajeran la cena aquí — Park sonrió. Kook fue despejando la pequeña mesa que se encontraba en la alcoba, Jimin trató de ayudarle, pero éste se negó rotundamente.

—Pero majestad, ¿dónde se va a sentar? — Lo que el rubio no sabía era que Kim ya tenía todo listo, solo hacía falta que lo ordenara.

Solo fue un chasquido de dedos el que se escuchó para que las sirvientes entraran con charolas, platos, bebidas y cubiertos, Jimin solo sonrió al ver todo aquello, pues en vez de que Kim ignorara la presencia de las omegas que lo acompañaban él les agradeció por su trabajo, luego ellas se retiraron.

—Siempre usted me sorprende — Jimin se acercó hasta donde estaba la comida.

—Bueno, es mi deber cuidarte — Kim le dedicó una sonrisa mostrando su perfecta dentadura. —Lo que me recuerda — Volvió a guiar sus pasos fuera de la habitación dando paso para que otras personas entraran, pero ahora era diferente ya que llevaban una extraña silla con ellos.

—¿Qué es eso, Majestad? — El instrumento le parecía muy extraño.

—Yo sé que no es el mejor regalo, pero en vista de que aun te cuesta trabajo caminar creo que esto podrá ayudarte a andar por el castillo — Sonríe —Es una silla con ruedas, te ayudará a transporte a donde quieras, tu me dices y yo te llevo.

Para ese punto, el corazón de Jimin se estrujó, se conmovió de ver lo que el castaño estaba haciendo por él a pesar de no tener ninguna necesidad, y al mismo tiempo, una pequeña llama de esperanza de encendió dentro de él, tal vez aun quedaba gente de buen corazón en el mundo.

—Muchas gracias señor — Trató de reverenciar, pero desistió, ya que aun dolía.

—¿Señor? ¿Ya estoy tan viejo? — El príncipe llevó ambas manos a su rostro.

—No lo sé, ¿cuantos años tiene? — Kim frunció el ceño.

—Veinte, ¿y tu?

—Veintidós — Jungkook soltó una carcajada.

—Tu eres mayor, entonces tu eres más viejo — Después el castañito tomó asiento —Prueba la silla, hyung.

¿Hyung? Pensó, nunca nadie lo había llamado así, se sentía raro, pero también feliz poque se había ganado la confianza del príncipe.

Jimin se sentó con cuidado, ciertamente la silla era bastante cómoda, las heridas casi no dolían y podía moverse con facilidad.

—Está muy bien, gracias majestad — Agachó un poco la cabeza.

—Oh vamos, deja eso — Kim tomó una cuchara dispuesto a comer —Eres mayor que yo, así que puedes hablarme de tu — Lo miró —Llámame por mi nombre.

Jimin no sabía si era correcto, era cierto que Park era dos años mayor, pero la diferencia era que Jungkook era un príncipe y Jimin no, así que si había una gran diferencia.

—No sé si pueda — Le dio un pequeño mordisco a un pan.

—Es una orden real — Si que el castaño sabía atacar.

—Entonces no puedo desobedecer, Jungkook ssi — Y con eso el pequeño de príncipe sonrió.

Comenzaron a comer, entre pláticas amenas que les sacaron más de una sonrisa o una carcajada, la compañía de ambos era muy cómoda y en ese momento, Jungkook sintió un pequeño calor invadir su pecho, ¿por qué? No lo sabía y no tenía ni la menor idea de qué era, simplemente lo sintió y se sintió tan bien que estuvo seguro de que sus mejillas se tiñeron de rojo.

—Jimin hyung, ¿te puedo preguntar algo? — Dijo el castaño mientras partía su postre.

—Puedes preguntar lo que quieras — Jimin aún no sabía comer con cubiertos, pues en su casa no usaba más que la cuchara.

—¿Qué elemento controlas? — Esa duda había estado instaurada en la mente de Kim, pues suponía que por ser un omega Jimin controlaba un elemento al igual que él.

Pero la realidad era muy diferente, pues la tristeza en la mirada de Park volvió.

—Ninguno — Dijo casi en un murmuro —Soy un omega inútil. — Esbozó una débil y nostálgica sonrisa.

Jungkook se congeló al oir aquellas palabras, había preguntado algo que no debía, pero él no tenía conocimiento de todo por lo que había pasado el rubio, y se sintió culpable cuando vio el semblante del chico frente a él, ¿cuánto daño le hizo ese beta? No podía cuantificado, no obstante supo que fue el suficiente como para lograr desequilibrar al menor.

—No eres un inútil — Alcanzó su mano por encima de la mesa. —Tenlo por seguro.

—T–También es una de las razones por las que vine aquí. — Alzó la mirada. —Quisiera saber cuál es el elemento que me corresponde, mi padre tenía la teoría de que por el hecho de crecer en las Sombras no se pudo desarrollar bien mi don — Infló sus mejillas —Queríamos venir a Furence para saber si se podía desarrollar aquí.

—¿Querían? — No encontraba una razón por la que Jimin hablaba en pasado.

—Papá murió hace tiempo — Suspiró —Por eso me obligaron a emparejarme con Taemin.

Si, Jimin había tenido una vida muy difícil, prácticamente lo vendieron a otro hombre, en ese momento Jungkook se juró a sí mismo que lo protegería.

—Te ayudaré a encontrar tu don — Dijo con determinación.

—¿De verdad? — Los ojos de Jimin brillaron cuan luceros.

—Si, y no solo eso — Dio un sorbo al vino —Aprenderás a pelear.

Hace mucho frío 🥶 ha estado lloviendo por aquí y me da más sueño 💤
¿Cómo van con sus clases en línea?

Bueno, nos leemos la siguiente 🌚

Mare

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