Domingo 29 - 20XX

M: Ahora era turno de trabajar en equipo. Mis compañeros y yo debíamos enfrentar en combate individual a otros 5 y acumular puntos. Pero no era tarea sencilla y más aún si habíamos participado ayer. Aún así, acepté el reto. Mis padres y amigos ya estaban en la tribuna otra vez. Tom me llamó para decirme algo.

Tom: Ven un momento, hermano. Hay algo que debes ver.

Cuando me acerque a el, apuntó hacia el segundo piso del gimnasio. No podía creer lo que estaba viendo: un grupo muy grande de alumnos de la escuela con mantas de apoyo para nosotros. Me alegró por un momento, aunque eso debió empezar desde ayer.

Marco: Son muchos.

Tom: Tu triunfo se hizo viral muy rápido. Seguro ella tuvo mucho que ver.

Ahora señaló hacia el otro lado en el piso de abajo y ahí estaba Jackie otra vez. Cuando se dió cuenta de que la estaba mirando, me saludó. Respondí por mera cortesía al saludo.

Tom: ¿Te agrada, verdad?

Marco: ¿De qué hablas? Es descortés si no contesto el saludo.

Tom: Si tú lo dices...

M: Escuché la voz del sensei llamándome y al resto del equipo.

Tom: Suerte, campeón.

Marco: Gracias.

S: Llegamos un poco tarde al segundo día del torneo. Esperaba hablar con Marco antes de empezar, pero cuando llegamos se había alejado para ir con su equipo. Le grité para que me alcanzara a escuchar.

Star: ¡Eres el mejor, Marco Díaz!

No supe si me había escuchado. Un instante después levantó su mano y mostró la señal de la victoria.

Janna: Wow, si te escuchó.

M: Nuestro combate seria el segundo del día. Éramos 32 equipos a eliminación directa. El primer equipo en participar tenía a los tipos que vi ayer en las tribunas. Pude ver a ese tal Grady y a su compañero. Sentí un aura de agresividad, de hostilidad.

Cuando empezó su combate no les quité la vista ni un momento. Cuando tuvieron su turno, hicieron gala de movimientos precisos y  técnicas que me impresionaron. Pero lo que me causó algo de temor fue la agresividad de sus ataques, como si buscarán herir de gravedad a sus oponentes. Eran muy fuertes, tanto que lograron poner fuera de combate a sus oponentes sin aparente esfuerzo. Se podía escuchar al público en la tribuna diciendo que eran muy buenos.

El torneo avanzaba. El sensei diseño varias estrategias para los diferentes combates y tuvimos buenos resultados. Poco a poco ganamos confianza. Logramos llegar al combate final, aunque con un costo un poco elevado, ya que estábamos algo cansados y golpeados.

Sensei: Lo lograron, equipo. ¿Como se sienten?

Marco: Creo que hablo por los 5 al decir que ya casi llegamos al límite.

Sensei: Lo comprendo, pero ya llegamos a la instancia final. Empezaremos con Chuck, después irá Jim, luego Travis y Bruce. Tú irás en el combate final, Marco. Tu y Bruce enfrentarán a esos 2: Dan Lawrence y Alex Grady.

Jim: Son mejores de lo que me imaginé. Ellos han logrado casi todos los puntos y KOs de su equipo.

Bruce: Pero lo que no me gusta es que son muy violentos. Ya enviaron a 3 al médico.

Marco: No podemos dejarnos impresionar. También sabemos hacer esto. Y con paciencia, lograremos la victoria.

Sensei: Bien dicho, Marco.

Anunciador: Los equipos finalistas, a la plataforma central.

Sensei: Bueno, llegó su momento. Bruce, Marco... tengan cuidado.

Star: ¿Enfrentarán a esos tipos, verdad? No me gusta la idea de que puedan lastimar a alguien más.

Kelly: Alcancé a escuchar que a uno de ellos lo enviaron al hospital con 2 huesos rotos.

Janna: Solo espero que ninguno del equipo salga igual.

Star: Marco...

Star: (Tengo miedo. Por favor, regresa con bien.)

El primer combate no nos favoreció: Chuck perdió 5-2, Jim hizo su mejor esfuerzo y empató a 3, Travis tampoco logró revertir la diferencia y perdió 4-3. Era turno de Bruce y enfrentaría a ese Dan Lawrence. El combate se vio totalmente disparejo: Bruce perdió 3-0 y salió con fuerte golpe en las costillas. El médico lo revisó y le dijo que tenía 2 de ellas con fisuras.

Estabamos perdiendo 15-8.

Sensei: Marco, debes tener cuidado. Ya viste lo fuerte que es Grady.

Marco: Lo tendré, sensei.

Star: Marco, cuídate por favor.

Estaba a punto de empezar el combate cuando Grady se acercó a decirme algo.

Grady: Acabaré contigo y tu campeonato de juguete.

Me molestó lo que dijo, pero logré mantener la calma.

Empezamos el combate. Pude sentir esa tremenda fuerza en su primera patada, la cual me alcanzó en el estómago. Estuve a punto de doblarme, pero de alguna manera me mantuve en pie. Eso no le gusto a Grady, que empezó a atacar con velocidad. Pero no me iba a dar por vencido, ya que tenía una motivación además de ganar. Y no le quería fallar.

Logré marcar varias veces pero el también lo hacía. Faltando un minuto, el marcador estaba 19-14. Le estaba ganando pero en puntos su equipo tenía la ventaja. Tiré la patada que me dió el triunfo contra Oskar y logré que entrara, pero le di en la cara. Me dieron los 2 puntos y estábamos abajo por 3. Parecía misión imposible.

Grady: (Eres un maldito, acabaré contigo.)

Vi su cara y parece ser que logré lastimarlo, ya que había sangre saliendo de su labio. En un arranque, empezó a golpear con muchísima fuerza. Hasta que sucedió: perdí un momento el equilibrio y terminé casi arrodillado, momento que Grady aprovecho y tiró una patada y golpeó mi hombro desde arriba. Terminé en el suelo y con un dolor indescriptible.

El árbitro vio mi condición y pidió tiempo fuera. Me toco el hombro y grité tan fuerte del dolor que se escuchó en todo el gimnasio. Los rostros de muchos en las tribunas eran de horror.

El sensei subió a revisarme y tenía el hombro dislocado. Pidió a los del equipo que lo ayudarán a llevarme a una silla para revisarme. No podía soportar el dolor.

Marco: ¡¡¡Aaaaaarrrgggghhh!!!

Angie: ¡Marco!

Rafael: ¡Mi muchacho!

Sensei: No puedes continuar así, Marco. Les diré que te retiras.

Marco: No... lo haga... sensei. No... me... pueden... sacar... aún... o... perderemos.

Una de las reglas indicaba que si un peleador se retiraba, su equipo perdía los puntos que había logrado ese combatiente. Faltaban 30 segundos y perdiamos por 3. Me negaba a retirarme pese a mi lesión.

Sensei: Lo siento muchacho, pero tu salud es más importante.

Marco: Aún... puedo... seguir... solo acomoden mi hombro... por favor...

Mis amigos estaban viendo todo desde las tribunas. Las chicas estaban llorando por la escena que veían, pero quien estaba llorando más era Star.

Marco: Tom... tú sabes de esto... ven y acomoda mi hombro... por favor...

Tom: (Si le digo que no me odiará, pero si no lo ayudo me odiare toda mi vida.)

Tom:... Está bien, Marco. Te ayudaré.

Tom saltó y se acercó a mí. Pidió que me recostaran y me tomó del brazo. En eso tiró de el con fuerza.

Marco: ¡¡¡Aaaaaarrrgggghhh!!!

La escena era desgarradora. El público se daba la vuelta para no ver. Mi mamá estaba llorando como nunca y mi papá la abrazaba. Tom hizo su parte.

Marco: Sensei, póngame una venda. No abandonaré a mi equipo.

Intenté levantarme para que me pudiera vendar, pero el sensei aún se oponía.

Sensei: No te levantes. Estás lesionado. Solo siéntate, así te vendaré.

En eso alcancé a escuchar los gritos de Star, que estaba llorando mucho.

Star: ¡No sigas, por favor! ¡Quiero que estés bien! ¡Deja de arriesgarte así!

Marco: Yo también tengo... una meta... igual que tú... y tu eres... mi inspiración... Star. También... quiero probarme.

Tom: Escucha, Marco: pon tu mente en otra parte y no pienses en el dolor. No hay dolor... No hay dolor...

Sensei: Solo quedan 30 segundos. Ten mucho cuidado.

Me ayudaron a ponerme de pie y regresé a la plataforma.

Star: ¡¡¡Marco!!!

Su grito era de absoluta desesperación. Pero no me quería ir, no sin dar lo último que me quedaba.

Árbitro: ¿Seguro que quieres continuar?

Marco: Si, señor.

Grady: (Te romperé todo el brazo, imbécil.)

El árbitro indicó la reanudación del combate. El objetivo de Grady era mi brazo vendado. Logré esquivarlo unas cuantas veces. En un descuido, se resbaló y quedó en una posición similar a la mía cuando me lastimó.

Entonces aproveché y le tiré una patada a la cara.

Puse toda mi alma y corazón en ese ataque...

y logré sacarlo de la plataforma.

Eso contaba como KO, por lo que obtenía 10 puntos. Sonó la campana para indicar el fin del combate. Lo había logrado, lo pude derrotar. Terminé de rodillas a punto de desmayarme.

Sensei: ¡Marco!

Me alcanzó a detener. Y vi que todos se acercaban a mi. Todos querían ayudarme. En eso sentí que alguien se apoyó en mi pecho, estaba llorando mucho.

Star: ¿Porque lo hiciste? ¡Eres un tonto! ¡Pudiste lastimarte todavía más! ¡Me dió mucho miedo!

Con el brazo que me quedaba libre le di un abrazo, esperando poder calmarla un poco.

Star: No lo vuelvas a hacer. Nunca lo vuelvas a hacer, ¿entiendes?

Marco:... Está bien, Star.