Sábado 3 - 20XX

M: Ayer por la noche llame a Star para elegir el lugar a donde iríamos a cenar. Ella dijo que había visto un restaurante cerca del Parque Minerva y que le gustaría ir ahí. Le pregunté por el nombre del restaurante para hacer una reservación por teléfono, cosa que hice después de hablar con ella y afortunadamente estuve a tiempo. Quedé de ir por ella a su casa media hora antes de la hora a la que hice la reservación... y para eso faltaba una hora. Sé que no debía ir formal en extremo, pero quería verme bien, después de todo... hoy le confesaría a Star mi sentir por ella. Decidí llevar un traje de color gris oscuro, camisa blanca y una corbata azul.

S: Marco me mandó un mensaje en la mañana para confirmar que había logrado hacer una reservación en el restaurante a las 7:00 pm. y que pasaría por mi media hora antes para que llegáramos a tiempo. Solo tenía una hora para quedar lista, pero aún no me decidía sobre el vestido que llevaría: tenía uno rojo con detalles en blanco o uno azul celeste. Pero, pensando en el medallón de mi abuela, elegí el azul. Los minutos avanzaban y me estaba poniendo nerviosa, imaginaba lo qué pasaría en el restaurante... Y por fin tocaron a la puerta. El reloj indicaba las 6:30 pm. eso quiere decir que Marco había llegado por mi.

M: Traté de llegar puntual a la casa de Star, la cual, cuando la ví, resultó ser más grande que la mía. Toqué la puerta de entrada y me recibió su mamá, la señora Moon.

Marco: Buenas noches, señora.

Moon: Hola, Marco. Pasa, por favor.

Marco: Gracias, con su permiso.

En eso, se acercó el papá de Star a saludarme.

Moon: Marco, el es mi esposo River.

River: Bienvenido, Marco.

Marco: Buenas noches, señor River, gracias por recibirme.

La señora Moon subió las escaleras que daban al segundo piso, mientras que yo me quedé con el señor River en la sala.

River: ¿Y a donde irán, muchacho?

Marco: A un restaurante cerca del Parque Minerva.

River: Se que cuidarás muy bien de mi princesa, Marco.

Marco: Así lo haré, señor.

En ese momento, escuché pasos que venían de las escaleras. Y cuando miré en esa dirección, pude ver a Star luciendo muy hermosa con un vestido de color azul que hacía resaltar sus ojos. Parecía una diosa que había bajado a la tierra.

Star: Hola... Marco.

S: Cuando vi a Marco, se veía muy elegante y guapo. Sentí que mi corazón golpeaba mi pecho muy fuerte.

Marco: Hola, Star. Te ves preciosa.

Sus palabras alborotaban a mí ya alocado corazón.

Star: Y tú te ves muy bien.

Moon: A ver muchachos, quiero tomarles una foto.

Cuando mi mama dijo eso, me puse roja otra vez, y, al parecer, Marco también se sonrojó. Nos acercamos y cuando estuvimos listos, mi mama nos fotografió con su cámara.

Moon: Listo. Se ven muy bien juntos.

Después, mis papás nos pidieron que no regresaramos muy tarde y que tuvieramos cuidado. Salimos de mi casa y nos fuimos al restaurante. Durante el camino no hubo palabra alguna de los 2, aunque esperaba que eso no se repitiera durante la cena.

M: Cuando llegamos al restaurante, hice válida la reservación y nos pasaron a un bonito lugar con una iluminación bastante agradable. Había pocas mesas vacías y muchas parejas cenando. Un mesero nos guió a nuestro lugar.

Después de tomar asiento, nos entregó un menú a cada quien, el cual era de comida italiana. Ambos pedimos arroz estilo milanés y un filete de carne estilo toscano.

Mientras nos traían los platillos...

Marco: Es un lugar muy bonito. Tienes gustos muy finos, Star.

Star: Cuando llegué a la ciudad me puse a buscar lugares que llamaran mi atención. Uno es este restaurante, aunque nunca había entrado.

Marco: Bueno, me alegra que se haya dado esta oportunidad.

S: El mesero llegó con los platillos y con una jarra de algo que parecía una sangría. Marco la pidió sin alcohol.

Ya había probado comida italiana antes, pero los platillos de hoy estaban exquisitos. En eso, Marco llenó las copas con la sangría, me dió una y empezó a hablar.

Marco: Brindo por ti, Star Butterfly, por tu triunfo en la competencia de canto.

Star: Yo brindo por ti, Marco Díaz, por ganar en el torneo de artes marciales de la ciudad.

Después del brindis, continuamos platicando de cosas que no nos habíamos contado antes: como aprendí a cantar, como se intereso en el karate, sobre nuestros padres y otras cosas. Me sentía muy a gusto hablando con él y, al parecer, era lo mismo de su parte hacia mi. Pedimos un postre llamado panna cotta y estaba delicioso.

Terminamos de cenar y salimos del restaurante. Se me estaba acabando el tiempo, no quería acabar el día sin decirle mis sentimientos.

Marco/Star: ¿Quieres ir al parque?

Después de eso, nos reímos un poco y yo le dije que sí. Mientras caminabamos, pasó algo que me sorprendió y que casi me provoca un infarto: Marco me tomó de la mano.

M: Cuando me dijo que si quería ir al parque, me armé de mucho valor y la tomé de la mano. No esperaba que me sujetara, pero lo hizo, lo cual hizo que mi corazón latiera muy rápido y fuerte.

Ya estando en el parque, fuimos directo a la estatua de Minerva. Afortunadamente, el lugar estaba bien iluminado y la luna llena estaba asomándose en el cielo. Nos sentamos en una banca frente a la estatua.

De pronto, Star me soltó y me hizo una pregunta.

Star: Oye, Marco... ¿Que piensas de mí?

Marco: Al principio, creí que serías una de esas chicas presumidas que miran a todos hacia abajo. Pero admito que te juzgué mal. Ahora pienso que eres una chica muy especial y que me alegra mucho tener a mi lado en este momento. Ahora tu dime qué piensas de mí.

Star: El primer día de escuela fuiste un poco cortante conmigo y por eso pensé que serías uno de esos irrespetuosos arrogantes que uno siempre se encuentra en la vida. Pero no fue así, ya que eres un chico con un corazón de oro, muy valiente y lleno de determinación, además de inteligente en la escuela.

S: En ese instante, algunas luces del parque se apagaron. Por algún motivo, empecé a temblar. Marco se dió cuenta y me dio un cálido abrazo. Me sentí muy segura entre sus brazos y también lo abracé.

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Reproduzcan el video. Sí, se de dónde salió está canción, pero creo que queda bien con lo que sigue a continuación.
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https://www.youtube.com/watch?v=iebN4Z75k4I

Marco: Oye Star...

Star: ¿Si, Marco?

Marco: ¿Quieres bailar?

Star: ¿Bailar? ¿Aquí?

Marco: ¿No... quieres?

Star: Será todo un placer, Marco.

M: Me puse de pie, le extendí mi mano y ella la tomó. Cuando se levantó, ella puso su mano en mi hombro y yo sujeté su cintura. Y empezamos a bailar.

S: Mientras bailabamos, la luna brillaba sobre nosotros, lo que hacía que la escena fuera muy romántica. Recargué mi cabeza sobre su pecho, podía escuchar los latidos de su corazon. Ya no podía resistir... tenía que decirle lo que sentía por el o me volvería loca.

M: Cuando ella recargó su cabeza sobre mí pecho, de alguna forma sentí los latidos de su tierno corazón. En ese instante, ella volteó a verme y cuando nuestros ojos se encontraron... me acerqué a ella, como cuando estábamos en el parque de la escuela hace unos días. Y esta vez, no hubo interrupciones de algún tipo. Por primera vez, nuestros labios se unieron.

Star: (Sus labios... se sienten... tan bien... si esto es un sueño, no quiero despertar nunca. Por fin, se está cumpliendo este sueño.)

Marco: (Sus labios son muy suaves. Mi corazón está latiendo más y más fuerte. No quiero que esto termine.)

El beso pasó de tierno a apasionante. Y no nos habíamos dado cuenta de que la luna estaba brillando con un color rojo intenso. Cuando nos separamos, miramos al cielo.

Star/Marco: ¿La Luna de Sangre?

Marco: (Eso quiere decir...)

Star: (Que nuestras almas...)

Star/Marco: (¿Están unidas?)

Nos miramos de nuevo y otra vez hablamos al mismo tiempo, como si estuviéramos sincronizados a la perfección.

Star/Marco: Hay algo que quiero decirte.

Marco: Tu primero, Star.

Star: Marco Díaz... Quiero que sepas... que estoy... enamorada de ti. Ya no soportaba el seguir guardando mis sentimientos por ti. Te amo, Marco.

Marco: Yo siento lo mismo por ti, mi bella Star Butterfly. Yo también te amo.

Después de esas palabras, me sentí un poco nervioso, pero después de mirar sus ojos me arme de valor y por fin las palabras que quería expresar desde el fondo de mi corazón llegaron a mi boca.

Marco: ¿Aceptarías... ser... mi novia?

En el momento que se lo dije le ofrecí una vez más una rosa roja. Para mí, la rosa roja es un símbolo del amor que siento por ella. No dudó en tomarla y me dió su respuesta de inmediato.

S: Cuando me pidió que fuera su novia, me sentí muy emocionada y feliz, incluso se me salieron un par de lágrimas. No dude ni un instante y le respondí.

Star: Si, Marco. Acepto ser tu novia.

En ese instante nos fundimos en un abrazo y la luna volvió a brillar con un color rojo brillante que nos bañaba. Y de nuevo nos besamos, teniendo como testigos a la Luna de Sangre y a Minerva, diosa de la sabiduría.

Fue un beso que deseaba que durará para siempre.

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Saludos a todos.