Narrador Omnisciente

En la oscura y peligrosa ciudad de Gotham, Harley Quinn se encuentra una vez más frente a frente con el legendario Caballero Oscuro, Batman. Sin embargo, esta vez, el enfrentamiento adquirirá una dimensión completamente diferente a todo lo que han experimentado antes.

Harley, con su característica sonrisa desafiante, se dirige a Batman con burla en su voz: "Batsi, ¿otra vez? ¿No tienes una vida propia?". Sus ojos brillan con una chispa de diversión mientras desafía al enmascarado héroe.

Batman, manteniendo su postura intimidante, cruza los brazos sobre su pecho y responde con seriedad: "No estoy aquí para jugar tus juegos, Harley". Su voz ronca y profunda denota determinación y un propósito claro.

Sin embargo, Harley no se intimida. Su sonrisa se amplía aún más, revelando su naturaleza impredecible y traviesa. "Veamos si esto es de tu talla", murmura mientras extiende sus puños hacia adelante en un gesto desafiante.

De repente, el ambiente a su alrededor se oscurece, envolviéndolos en una atmósfera lúgubre y opresiva. Mientras la oscuridad se cierne sobre ellos, luces misteriosas comienzan a iluminar débilmente el lugar, creando sombras danzantes en las paredes.

Harley comienza a entonar una invocación desconocida, sus palabras flotando en el aire como un hechizo encantado. "Tesoro Divino... la muerte llega a todos", susurra con voz seductora y amenazante. Su mirada se torna intensa, llena de una energía sobrenatural.

De repente, de las profundidades de la oscuridad, un ser comienza a materializarse. Kurogami, el Rey Divino de los Shikigamis, emerge lentamente, emanando una presencia imponente y llena de poder. Su figura está envuelta en sombras, pero sus ojos inexistentes resplandecen con una luz sobrenatural.

Harley, con una mezcla de satisfacción y determinación en su voz, pronuncia las últimas palabras de la invocación: "Espada exterminadora de vida... Rey Divino... Kurogami". El aire se llena de una energía intensa y cargada de magia, mientras Kurogami se alza a su lado, listo para enfrentar cualquier desafío.

Batman frunce el ceño mientras cruza los brazos sobre su pecho. Su voz ronca y llena de desprecio corta el aire cuando se dirige a Kurogami, "¿Tienes una nueva mascota?" El Caballero Oscuro escruta al enigmático individuo con un gesto de desdén en su rostro.

Harley se cruza de brazos junto a Batman, su expresión llena de ironía. Con una chispa de humor en sus ojos, ella desafía a Kurogami, "Dime, ¿puedes derrotar a mi Shikigami? ¿O necesitas que llame a Superman o a Flash?" Su tono burlón resuena en el callejón oscuro.

Batman da unos pasos hacia adelante, intentando acercarse a Kurogami y Harley, pero ambos se alejan rápidamente, adentrándose en el laberinto de sombras que conforma el callejón. La tensión se palpa en el aire mientras la confrontación se vuelve cada vez más inminente.

En el rincón sombrío, el Joker, el arquetípico emisario del caos, observa a Kurogami con una sonrisa maliciosa. "Pareces el compañero perfecto para Batsi, con todo ese negro que te envuelve", comenta en tono burlón, provocando al misterioso individuo.

Kurogami, sintiendo el desafío en el aire, se da la vuelta con una determinación feroz en sus ojos. Está listo para enfrentarse a Batman y probar su valía en este duelo que obviamente el Shikigami ganará.

El Joker, sin prestar atención a la tensión que se cierne sobre ellos, dirige su mirada hacia Harley. "¿Ya me perdonaste por haberte delatado para reducir mi condena?", pregunta de manera despreocupada, como si sus acciones pasadas no tuvieran importancia.

Harley gruñe con desprecio, pero se asegura de que el Joker no note su desdén. Mientras tanto, Batman y Kurogami se preparan para la batalla que está a punto de desatarse. Aunque el Caballero Oscuro es conocido por su destreza y habilidades inigualables para cualquier humano normal, Kurogami demuestra ser un oponente formidable, superándolo en todos los aspectos.

En el callejón, Batman se encuentra en una desesperada batalla contra el Rey Shikigami. Las sombras se agitan mientras los dos se enfrentan en una danza mortal. Kurogami, imbuido de un poder inmenso, se mueve con una gracia sobrenatural, esquivando los golpes de Batman con facilidad.

Con un rápido movimiento, Kurogami lanza un poderoso golpe hacia el Caballero Oscuro. El impacto es devastador, enviando a Batman volando a través del aire y estrellándose contra una pared muy lejana. El eco del impacto resonó en el callejón, dejando claro que Kurogami no necesita utilizar su adaptación y evolución para derrotar al enmascarado héroe.

El Joker, siempre ansioso por el caos y la destrucción, no puede contener su risa burlona. "¿No tienes un bati-plan de bati-contingencia?" pregunta, su voz llena de malicia. "Parece que este Shikigami está de nuestro lado", agrega con confianza, disfrutando de la impotencia de su archienemigo.

En ese momento, Kurogami desaparece en un destello de luz, regresando al misterioso mundo de los Shikigamis. Su tarea está completa, al menos por ahora.

Harley Quinn observa la escena con una sonrisa siniestra. "El murciélago con patas tardará en recuperarse de ese poderoso golpe de Kurogami", dice con confianza. "Pero eso no importa. Tengo algo que decirte", agrega, su voz llena de desprecio.

El Joker miró a Harley con confusión en sus ojos. No entendía lo que estaba pasando, pero sabía que algo siniestro estaba a punto de suceder. Mientras Harley sonreía de forma tétrica, sus labios se curvaban hacia arriba en una expresión maliciosa.

"No te estoy ayudando", dijo Harley con un tono de voz cargado de malicia. El Joker frunció el ceño, tratando de comprender sus palabras. "¿Qué quieres decir?", logró preguntar apenas.

La sonrisa de Harley se ensanchó aún más. "Tendrás un nuevo juicio... Expansión de Dominio - Sentencia Mortal", dijo con desdén, su voz goteaba desprecio. En ese momento, el dominio de Harley se expandió, creando una sala de juicio circular. La habitación estaba llena de guillotinas ominosas.

De repente, Jugdeman, un Shikigami, apareció silenciosamente detrás de Harley. Sus ojos brillaban con una luz inquietante, y su presencia añadía un aire aún más amenazador a la escena.

Harley dirigió su mirada hacia el Joker, sus ojos reflejando una mezcla de desprecio y diversión. "Estamos en un juicio", dijo con desdén. "Tendrás la oportunidad de defenderte, quedarte callado o confesar tus crímenes", añadió con burla. "Aunque, sinceramente, no importa lo que hagas. No podrás mentir", pronunció con una risa mordaz.

El Joker soltó una carcajada, como si todo esto fuera solo otro juego. "Solo me mandarán a Arkham otra vez, y otra vez me escaparé", dijo burlándose, sin darse cuenta de que este juicio no era como ningún otro al que se había enfrentado antes. Las consecuencias serían mucho más letales y permanentes de lo que podía imaginar.

Harley se cruzó de brazos, su expresión desafiante reflejaba determinación mientras se enfrentaba al Joker. "Esto será rápido, incluso para el Shikigami que está detrás de mí", señaló a Jugdeman, quien permanecía en silencio y observaba la escena con atención. "Sabe que eres culpable, no hay nada que puedas hacer para salvarte", dijo Harley con desdén, sus ojos brillando con una mezcla de ira y desprecio.

El Joker no pudo contener su risa, riendo a carcajadas mientras se burlaba de ella. "Ya he estado en salas del juicio como esta... pero esta en particular está vacía", dijo con un tono sarcástico, disfrutando de la situación y tratando de desestabilizar a Harley.

Harley gruñó, su voz llena de desprecio y resentimiento hacia el Joker. "Solo necesito que estés aquí", dijo con frialdad, su mirada clavada en los ojos del villano. "Arruinaste mi vida... dejé que arruinaras mi vida", agregó, su voz cargada de dolor y rabia acumulada durante años.

El Joker continuó riendo a carcajadas, sin mostrar ningún remordimiento. "Arruiné cientos de vidas, no eres tan especial", dijo con burla hacia Harley, tratando de minimizar el impacto de sus acciones y demostrar su indiferencia ante el sufrimiento de los demás.

La sala de juicio estaba sumida en un silencio sepulcral, solo interrumpido por el eco de la voz de Harley que resonaba en las paredes vacías. Su mirada desafiante se clavó en el Joker, señalándolo con un gesto lleno de desprecio. "Maldita escoria... La evidencia hace que no huyas", dijo con una voz llena de rabia contenida.

Sus palabras se hicieron eco en el aire, revelando la gravedad de los crímenes que acusaban al Joker. "¡El Joker es culpable de la masacre de cientos de personas!", gritó Harley, su voz vibrando en la sala de juicio como un estridente eco de la verdad.

En ese momento, Jugdeman materializó un sobre que cayó en la mano extendida de Harley. Sus ojos se posaron en el sobre, pero su confianza no se vio alterada. "Ni necesito esto para ganarte", dijo con desdén, dejando claro que su determinación no se tambaleaba por ninguna artimaña legal.

El Joker no pudo evitar soltar una risa burlona ante las palabras de Harley. "Me la suda", dijo con una mirada llena de desprecio dirigida hacia ella. Parecía disfrutar de la tensión y la angustia que provocaba en los demás.

Pero Harley no iba a rendirse tan fácilmente. Con un poder que parecía provenir de las profundidades de su locura, materializó un mazo de juez cargado de energía maldita. "Se te acabó la suerte", advirtió, convirtiendo el mazo en una espada afilada como una espada. Su voz temblaba con una mezcla de ira y desesperación. "¡Culpable! ¡Confiscación! ¡Es pena de muerte!", le gritó al Joker, su rostro contorsionado por la locura que la consumía.

Harley Quinn, con una sonrisa maliciosa en su rostro, se acerca corriendo hacia el Joker, quien se encuentra acorralado. "¡Estás atrapado! ¡Prepárate para conocer mi Yugo!" le grita desafiante. Sosteniendo una espada imponente y afilada, conocida como la espada del verdugo, Harley lanza amenazas furiosas. "¡Si te toco con esta espada, te mato! ¡Es la espada del verdugo!" exclama con rabia en su voz. Cada palabra está cargada de la ira acumulada por años de sufrimiento a manos del Joker. Determinada a vengarse por haber arruinado su vida, Harley se abalanza sobre él con toda su fuerza, cortándolo en dos y poniendo fin a su vida de una vez por todas.

La sala del juicio donde se encuentran desaparece repentinamente, junto con el Shikigami Jugdeman. A medida que el entorno se desvanece, Harley voltea hacia Batman, quien observa la escena con incredulidad. "Oops, Batsi, creo que acabo de matar a tu esposo, ¿Quieres ir a visitarlo?", Preguntó burlándose de Batman, disfrutando del caos que ha desatado.

Batman, sin perder su compostura, se prepara para enfrentar a Harley. La seriedad se refleja en su mirada mientras le pregunta con firmeza: "¿Qué has hecho?"

Harley, sin mostrar ni un ápice de remordimiento, le responde con una sonrisa burlona: "He hecho lo que tú no has tenido el valor de hacer", provocando al Caballero Oscuro y desafiándolo a un duelo de voluntades y habilidades.

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