[Cαρíтυℓσ 37]

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Capítulo 37: ¡He venido a exterminarte!
.
.
.
.
.
.
.
.

Dos días transcurrieron desde ese peculiar acontecimiento, los tres adolescentes que fueron testigos de como una desconocida vencía a un youkai con un veneno letal y se llevaba el fragmento con ella, se sentían confundidos ¿De dónde había salido esa muchacha? ¿Cómo es que sabía sobre los fragmentos?

Necesitaban respuestas.

Fue una suerte que nadie estuvo ayer en las instalaciones del instituto por la tarde a parte de los tres y esa extraña muchacha o de lo contrario estarían en graves problemas. El patio principal quedó totalmente destruido y tuvo que fingir lo mejor que pudo sobre que no tuvo nada que ver con ese tema.

El hanyou colgó su mochila en la silla y tomó asiento en su correspondiente pupitre, éste día Kagome no vino con él a clases, ella dijo que iría a la era antigua para resolver unas dudas. Que curioso ¿Cómo es que su vida había cambiado tanto desde que la conoció? Ya no era raro para él enfrentarse a una o varias situaciones peligrosas por día.

—Buenas días, jóvenes— saludó el profesor seriamente— éste día, una nueva alumna se integra a nuestra clase. Por favor, adelante...— y una vez dicho eso, ingresó una chica de cabello castaño y suelto, ligeramente maquillada y vistiendo el clásico uniforme verde del instituto.

¡Era ella! Y extrañamente se le hacía conocida, como si ya la hubiera visto hace mucho, pero mucho tiempo atrás ¿Por qué será?

—Es un placer conocerlos, soy Sango Taijiya— hace una reverencia— no hace mucho me mudé a Tokyo y desde pequeña me eduqué en casa, espero que nos llevemos bien.

—Gracias Sango, toma asiento a lado de Takeshi Rin— indicó el profesor amablemente— por favor, todos sean cordiales con su nueva compañera y ayúdenla a ponerse al día.

La nueva estudiante se mantuvo en silencio y seria, pero de vez en cuando regresaba a ver disimuladamente a Inuyasha, sin que éste último se percate de ello. Ella sacó de su bolsillo una fotografía que recibió hace un tiempo, misma donde aparecía el peliplateado y con un marcador rojo dibujó una X sobre el pedazo de papel.

—Te encontré...— murmuró.

-o-

Destapó sin mayor problema su refresco y le dio un largo sorbo, fue tan extraño lo ocurrido en la mañana. Y es que era demasiada coincidencia que casualmente esa chica venga estudiar al mismo instituto, algo raro pasa aquí.

—Inuyasha ¿Piensas que esa bellez... Digo, Sango, éste en búsqueda de los fragmentos de Shikon?— cuestionó el aprendiz de monje— es obvio que no está aquí por pura casualidad y seguro tú también lo sabes de antemano.

—Ya sé, ya sé...— arruga la nariz— no puedo creer lo valiosos que esos condenados fragmentos resultaron ser. Solamente acarrean problemas y problemas.

Miroku rió suavemente.

—¿Qué es tan gracioso, eh?— alza la ceja.

—Nada, es sólo que me parece interesante el hecho de que ignoras los grandes poderes de los fragmentos, a pesar de que también eres un ser sobrenatural— su acompañante le regresa a ver con sorpresa— no soy tan ingenuo como piensas, Inuyasha. Cuando me contaste sobre tus "inexplicables" poderes, de inmediato lo intuí.

—¡Ket! La Shikon no Tama no me interesa por ahora— mira hacia otro lado.

—¿Y por qué ayudas a la señorita Kagome entonces?— interrogó.

—E-Eso es porque... Bueno, yo...— no pudo evitarlo y se sonrojó— argh ¡No es tu asunto, Miroku! Simplemente así se dieron las cosas y no se puede evitar, ya estoy lo suficientemente involucrado en éste asunto. Ahora cállate y camina.

Reanudaron su andar hacia la casa del hanyou, pero a sólo un par de cuadras algo los detuvo, específicamente fue un enorme boomerang que salió de ¿Quién sabe dónde? El mismo objeto dio una vuelta completa, regresando a las manos de su dueño, o dueña en éste caso.

Nuevamente se trataba de la misma chica, pero ahora vestía como en la ocasión pasada.

—¡Inuyasha!— le gritó la castaña— ¡He venido a exterminarte!

—¿Qué? ¿De qué diablos hablas?— ¿Era una broma? Ésto definitivamente no sucedía todos los días ¿Cómo es que pasó ésto?

—Wou, wou, tranquila preciosa ¿Te llamas Sango, verdad? ¿Por qué no hablamos y solucionamos éste malentendido sin violen...?— no lo dejó terminar y la mencionada arremetió con gran agilidad contra su amigo.

—¿¡Pero qué demonios te pasa?!— preguntó el agredido, esquivando rápidamente los golpes que su agresora lanzaba.

—Lo siento, pero debo hacerlo...— de entre sus ropas saca una pequeña esfera pero de color azul y la evienta al piso, creando una explosión de humo venenoso.

Inuyasha se sintió ligeramente mareado, su olfato era muy sensible a éstos olores fuertes y como pudo se cubrió la nariz, para evitar inhalar más el gas. Con la intención de deterner a su oponente, velozmente llegó hasta la taijiya y le quitó la máscara, exponiendo por completo su rostro. Finalmente la sujetó del brazo y la llevó junto con él lejos del humo gris.

Pero Sango no estaba dispuesta a dar tregua y en un movimiento rápido desenvainó la katana que llevaba en su cintura y aún mostrando una expresión de culpabilidad, le clavó el arma en su hombro izquierdo.

-o-

Y nuevamente estaba de regreso a la era actual, vistiendo como siempre sus ropas tradicionales de miko. El asunto sobre la desconocida que vestía como ninja llamó mucho su atención y gracias a su mentora Kaede ya comprendía que clase de persona era esa muchacha.

Una exterminadora de youkai.

Ese uniforme era característico de esas personas y eran muy respetados por los aldeanos. Pero hace un par de año esa tribu desapareció, según rumores, su poblado ubicado en las montañas fue atacado y destruido por un youkai de grandes poderes, desde ese acontecimiento no se ha sabido nada de ellos.

Por lo visto, con el pasar de los años los exterminadores continuaron con su descendencia y sus tácticas para exterminar youkai pasaron de generación en generación. Esa muchacha misteriosa, probablemente era uno de ellos a juzgar por su vestimenta y el hecho de poseer esos venenos letales y conocimientos.

No faltaba mucho para llegar a casa de Inuyasha, aceleró un poco más su andar y fue entonces que pudo ver a lo lejos una batalla que se suscitaba en un parque desolado. Reconoció de inmediato a los involucrados y corrió hacia allá con la intención de intervenir.

—¡Alto ahí!— su angustia aumentó al ver a la chica de la ocasión pasaba, apuñalar al peliplateado de un momento a otro y sin pensarlo dos veces se paró en medio, alejándola de él— ¡Basta! Oye dime ¿Por qué haces ésto?

—¡Quítate de en medio, niña!— exigió.

—¡No hasta que te calmes y me digas por qué haces ésto!— exclama frunciendo el ceño.

—Hablando se entiende la gente— añadió Miroku.

<<¡Claro! Ya sé quién es ella...>> descubrió Inuyasha, mientras se quitaba la espada con la fue apuñalado y sin sentir mayor dolor. Entonces avanzó hacia la joven Taijiya.

—Así que eres tú, Sango— pronunció, recibiendo las miradas de sorpresa de los demás presentes, sobretodo la de la mencionada.

—¿De qué hablas?- levantó un poco la ceja.

—¡Ket! ¿Te suenan las palabras "jardín de niños"?— cuestiona.

—¿Jardín de n...?— abre más los ojos y regresa a verlo atónita, observándolo de pies a cabeza e inmediatamente se cubrió la boca con ambas manos— ¿Inuyasha? ¿En verdad eres ese Inuyasha?

—Así es ¿Qué esperabas?— afirma.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Inuyasha fue atacado por Sango, una exterminadora de youkai al parecer y ahora que resulta que ya se conocen desde el jardín de niños ¿Cómo reaccionará Sango?

¿Por qué Sango quiere ezterminarlo?

¿De quién recibió órdenes?

¿Dónde hasta el fragmento que ella se llevó?

¿Quién destruyó la aldea de los exterminadores hace 500 años?

Esto y más en "Inuyasha Y Kagome: El secreto de nuestras épocas" 🤩🤩

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro