[Cαρíтυℓσ 28]

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Capítulo 28: La voz de Kagome y...
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Lo invitaron a almorzar con la familia, pero tuvo que rechazar la oferta, pues sabía que su madre seguramente lo estaba buscando por mar y tierra, preocupada porque no llegó a dormir anoche y lo mejor sería que fuera para la casa a calmarla. Lo importante es que había conseguido reunir a los Higurashi y la sonrisa dibujada en el rostro de la miko lo decía todo.

-Inuyasha, espera...- lo detuvo, sujetándolo de la manga de su chaqueta, ambos estando parados afuera de la iluminada vivienda.- muchas gracias, en verdad, jamás olvidaré ésto que hiciste por mí.

-To-Tonta ¿Qué cosas dices? Y-Yo no hice nada- gira su cabeza hacia un lado, sintiendo su rostro sonrojarse nuevamente y sus latidos acelerarse. Entonces ella hizo algo que lo tomó por sorpresa.

De la nada, sintió los labios de su acompañante, estamparse contra su mejilla y su rostro ardió todavía más ¿Cómo había llegado a ésto? Ni siquiera lo vio venir ¿¡Pero qué rayos estaba ocurriendo con él últimamente?! Permaneció inmóvil por unos segundos, tratando de procesar lo recién ocurrido y entonces la voz de Kagome lo sacó de sus pensamientos.

-N-Nos veremos mañana- se despide su amiga, igual o más nerviosa que él, para después volver al interior de su nuevo y cálido hogar.

<<Ay no ¿Por qué mi corazón late tan fuerte? ¡Argh, me estoy volviendo loco!>> pensó el hanyou, aunque definitivamente éstas sensaciones no eran para nada desagradables, solo desconcertantes.

Y con ese pensamiento se alejó a paso lento del Templo Higurashi.

~o~

Comieron juntos y en familia, por primera vez se sentía completa ¿Qué más podía pedir? Toda la vida pensó que sus familiares habían muerto en alguna guerra o por un ataque de youkai, pero no, están aquí, en otra era y tratándola con cariño, estaba muy feliz. Claro que también preocupada ¿Qué haría ahora? Lo más lógico sería mudarse con ellos, pero ¿Podrá ella acostumbrarse al mundo moderno?

Esas y más preguntas se apoderaron de su mente ¿Estaba preparada para todo ésto? Bueno, como dice su mentora, siempre hay que hacer pequeños sacrificios para alcanzar lo que quieres y así lo haría. Después de todo, tenía a Inuyasha y él podría enseñarle todo lo que necesitara saber sobre ésta extraña época.

Su madre le enseñó varias fotos familiares, aún no podía recordar mucho, pero sí le llegaban cortos flashes y eso la emocionaba, quería recordar todo.

-Kagome, hija, dime ¿Por qué estás vestida de esa manera? ¿Dónde has estado todo éste tiempo? ¿Quién cuidó de ti?- interroga la matriarca de los Higurashi.

-B-Bueno, es complicado- agacha la cabeza, preocupando a su progenitora, no sabía que responder, no sabía si era correcto hablarle sobre la época que se encuentra atravesando el pozo.

-Confía en mí, pequeña- pide de forma maternal.

-Yo, digo, en el pozo... Etto- estuvo a punto de decirle todo, hasta que repentinamente percibió algo que no le agradó en el ambiente, algo que alertó todos sus sentidos y que provenía de las afueras de la casa, por lo que no dudó en salir a investigar.

~o~

Nuevamente su madre y sus muy "elaboradas" excusas para sus constantes faltas en la escuela, hicieron de las suyas ¿Quién sabe lo que dijo ahora en el instituto como justificación? Prefería no saberlo, y claro, un merecido jalón de orejas no pudo faltar, esa mujer si que era despiadada a veces.

-¡Oye perro, Tamae-sama estuvo muy preocupada por ti! No durmió en toda la noche porque a su maravilla de hijo se le dió por fugarse- regañó el kitsune, siendo ignorado.- ¿Y cuándo volverá Kagome? La extraño.

-Eres muy molesto ¿Lo sabías, enano?- aunque al final ya se había acostumbrado a la presencia de ese niño, a fin de cuentas, su madre quería al mocoso y ya lo había adoptado, no podía hacer nada contra eso.

Lo mejor que podía hacer ahora es aprovechar el tiempo y estudiar. Shippo se subió a su hombro, lo observó con curiosidad y por suerte en silencio. Pero le costaba consentrarse, ese momento en el que Kagome le dio en beso en la mejilla, se repetía constantemente.

Las horas pasaron, sin darse cuenta la noche cayó y vio varios resplandores, reflejarse en su escritorio, le restó importancia y continuó con sus actividades, sin embargo, el niño que descansaba sobre su hombro pegó un sonoro grito.

-¿¡Y ahora qué demonios te pasa, Shippo?!- cuestiona el hanyou, mirándolo molesto por tanto escándalo.

-M-Mira eso ¡Son youkai!- señala hacia la ventana con el dedo índice, el adolescente le miró incrédulo y se volteó, cayendo en cuenta de que era cierto.

Se podían ver varias criaturas brillantes, a manera de serpientes blancas, poseían dos grandes ojos de color negro, una boca picuda y entre sus patas, llevaban unas extrañas luces. Ésto le daba mala espina.

El estudiante frunció el ceño y supo que debía ir a echar un vistazo, se colocó su gorra y tomó a Tessaiga, saliendo por la ventana de su habitación, siendo seguido por el infante. Persiguieron a esos youkai y en el camino chocaron con alguien más.

-Oh, pero que sorpresa encontrarte aquí, Inuyasha ¿Y ese niño? ¿No me digas que ahora eres niñera?- saluda el otro estudiante, quién en su mano derecha sostiene un báculo dorado, similar al que usaban los antiguos monjes.

-No tengo tiempo para tus tonterías, Miroku y para que sepas el mocoso vino por su cuenta propia.- aclara.

-¡Les informo a los señoritos que tengo nombre! Me llamo Shippo- les recuerda.- ahora, por desgracia debo vivir bajo el mismo techo que éste perro tonto.

-Ya veo y me imagino que están aquí por esas luces. En primera deben saber que son almas y esas serpientes las están cazando, seguramente siguiendo órdenes de alguien- analiza.

Con esa información, los tres fueron tras esos seres y algo inesperado ocurrió.

~o~

No podía equivocarse, eso que veía sobre cielo nocturno son almas y eran llevadas por esos youkai, como miko, era su deber descubrir el origen de ésto y no tuvo más opción que salir corriendo del templo, a pesar de los constantes llamados por parte de su madre.

-Lo siento, pero es mi deber...- susurra para si misma, internándose en las oscuras calles de Tokyo y sujetó con firmeza su arco, preparada para lo que venga, llegando hasta las afueras de la cuidad otra vez. Normalmente éstos sucesos ocurrían fuera de la vista de la gente común.

Entonces presenció algo impactante.

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Inuyasha comienza a sentir algo más por Kagome, pero ahora un suceso extraño se hace presente, unas serpientes caza almas aparecieron y se llevan las almas de los muertos hacia un lugar específico ¿Qué será lo que Kagome presenció al llegar?

¿Qué será lo inesperado que le pasó a Inuyasha al llegar al sitio?

¿Quién está detrás de todo ésto?

¿Qué pasará ahora?

Esto y más en "Inuyasha y Kagome: El secreto de nuestras épocas" 😱😱😱😨😨😨

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