[Cαρíтυℓσ 47]

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Capítulo 47: Rin, la solitaria chica del bosque.
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El cielo brillaba en su máximo esplendor mientras se escondía lentamente detrás de las grandes montañas, la noche llegaría en unas pocas horas, pero aún así el ambiente lucía tranquilo. Perfecto para que cierto daiyoukai pudiera descansar y recuperarse de sus graves lecciones provocadas por el poderoso ataque que recibió por la mañana. Sus ropas estaban algo rasgadas, apenas había quedado una pequeña parte de su armadura y su cara tenía rastros de polvo y tierra.

En medio de su descanso pudo captar los pasos de alguien, ni se inmutó y siguió en la mima posición, recostado sobre el césped, pero obviamente alerta. Los arbustos más cercanos se sacudieron y algo salió de ahí, sin siquiera visualizar bien de lo que se trataba, volteó a ver en esa dirección y le gruño mostrándose lo más amenanzante posible.

Su mirada aún con tonos rojos en el fondo, se cruzó con la de una chica humana que vestía como colegiala y bajó la guardia sabiendo que no se trataba de una amenaza, sino todo lo contrario. No lo demostró en ese instante, pero le llamó la atención que ella no se asustara en lo absoluto al momento que le gruñó y permanecieron viéndose así por unos largos minutos más, hasta que ella se fue a toda velocidad.

"Sólo es una humana..."

-o-

Corrió de vuelta para su pequeño hogar con determinación, su tía ya estaba durmiendo y prefirió no despertarla sabiendo lo agotada que seguramente se sentía por el trabajo. La estudiante apresuradamente fue a la cocina y con todo lo que encontró preparó una caliente sopa de vegetales que colocó en un termo y en el otro lo llenó con agua.

Sin perder el tiempo salió nuevamente a pesar de lo oscuro que estaba todo, conocía bien el lugar por lo que no corría el riesgo de perderse o tropezar. Definitivamente no podía dejar a su suerte a ese hombre, debía hacer algo por él, se veía muy lastimado y por lo visto él no tenía pensado moverse de ahí para nada.

Se abrió camino entre los árboles y al verlo, pensando que estaba dormido avanzó despacio para no despertarlo o incomodarlo y depositó con cuidado los termos que trajo a lado del regazo del peliplateado. Antes de que pudiera decirle algo, él ya había abierto los ojos y le miraba de reojo.

-No es necesario que hagas ésto...- rechazó fríamente- algo que detesto, es la comida que ingieren los humanos.

Rin agachó la cabeza, pero no estaba dispuesta rendirse. No sabía como hacer para llevarlo con ella a un hospital, él estaba inmóvil ahí, pero quería ayudarlo. Le extraño las palabras que le dijo, sin embargo, no desistiría.

-o-

Esa misma noche fue al poblado en búsqueda de una farmacia abierta para comprar medicinas y vendajes con el poco dinero que tenía, pero lastimosamente a cada lugar que iba todo estaba cerrado. A estás hora el lugar es bastante peligroso, pero no le importó y siguió buscando. Sonrió al ver una pequeña tienda a punto de cerrar y se sintió aliviada cuando la atendieron, así pudo comprar también más comida para llevársela a él.

Atravesó la delgada carretera y caminó a paso apresurado por las oscuras calles de la humilde villa, pero se vio en problemas al ser rodeada por dos hombres altos y corpulentos. Los reconoció inmediatamente y trató de retroceder para huir, pero le fue imposible al verse rodeada por ellos.

-¡Rin!- nombró el más viejo y amenazador, vestía con ropas oscuras y sucias, además de que portaba una gran barba, era el jefe- ¿¡Qué pasó con el dinero que tu tía nos debe?!

-¡La fecha de pago ya venció!- le gritó uno que sostenía un cigarrillo entre sus dedos y que cubría su cabeza calva con un gorro negro.

-Y-Yo, es que... Aún no-no tememos el dinero suficiente- explicó con miedo evidente y sus agresores se enfurecieron más.

-¡No quiero más excusas, niña estúpida!- sin previo aviso le propicia un fuerte en la cara, justo en su ojo derecho, enviándola al suelo con brusquedad y recibió un par de patadas más en el estómago- primero tus difuntos padres me deben dinero y ahora tu tonta tía ¡Es el colmo!

-Pero que chica tan rara eres ¡Ni siquiera gritas cuando se te pega! Me das lástima- se burla el otro y entre risas e insultos se apartaron mostrando una sonrisa perversa.

-Más te vale que la próxima tengan listo lo que me deben, o de lo contrario me veré en la obligación de acabar con ambas ¿¡Te quedó claro?!- finalmente los malvados hombres se fueron, dejándola ahí tirada y sollozando de dolor.

Dejó escapar varias lágrimas y con dificultad se levantó apoyándose en la pared de concreto, más que el dolor de sus golpes, le dolía cada vez que mencionaban a sus padres. Ellos murieron en un asalto por parte de unos ladrones cuando era una niña y desde entonces está al cargo de su tía Suzuki, pero eran tan pobres que adquirieron esa gran deuda con esos peligrosos mafiosos.

La mayor parte de lo que había comprado se había echado a perder, debería volver mañana a comprar todo. Aún llorando reanudó su andar a pesar de lo mucho que le dolía el cuerpo. Su ojo herido comenzaba a inflamarse y no podía abrirlo, le dolía tanto.

Se sentía tan miserable en ese momento.

-o-

Para el día siguiente, se fue tan temprano como pudo para evitar que su tía viera el estado de su ojo, aún estaba grave a pesar de que se colocó hielo y ungüento. Lo último que quería era llenarla de más preocupaciones.

Volvió con el misterioso hombre, éste último todavía seguía ahí en la misma posición y no había probado un bocado de lo que le trajo, pero a pesar de eso lucía normal, parecía que se recuperaba sin problemas, eso la alegró.

Rin se arrodilló frente a Sesshomaru, extendiendo hacia él el nuevo termo de sopa que le llevó, esperando que aceptara finalmente comer. Sin embargo, él no le miraba y continuaba viendo hacia otra dirección.

-Ya te dije que no quiero nada, entiende- habló firmemente y Rin agachó la cabeza, mirando con tristeza al suelo y sin saber que más hacer- ¿Quién te hizo eso en el rostro?

Ella alzó la cabeza y lo miró con sorpresa, bueno, no sólo con sorpresa, muchas emociones más que no pudo descifrar en ese instante se podían ver reflejadas en su cara.

-Está bien, no es necesario que me lo digas- pronunció al ver que la joven se había quedado en silencio, disimuladamente regresó su mirada dorada a ella y pudo ver una tierna sonrisa en su rostro- ¿Por qué te pones feliz? Solo te pregunté cómo estabas.

Rin simplemente siguió sonriéndole de la misma forma, expresando abiertamente una inmensa felicidad por sus recientes palabras. De alguna forma había provocado algún extraño y nunca antes conocido sentimiento en el frío corazón de Sesshomaru.

Sí, era una humana... Pero una humana especial.

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Sesshomaru conoció a una chica llamada Rin en medio del bosque y tras varios acontecimientos, ella provocó algo en su corazón con sólo una sonrisa ¿Tierno, no? ❤️

¿Qué pasará con ellos ahora?

¿Qué pasará con Rin y su deuda familiar con esos malvados hijos de p... Digo esos hombres?

¿Qué pasará con su tía?

¿Qué hará Sesshomaru ahora?

Esto y más en "Inuyasha y Kagome: El secreto de nuestras épocas" 😍😍😍😍😍

Nota: pues no tenía planeado escribir un capítulo solo de Sesshomaru y Rin, pero pues, debo admitir que no quedó nada mal jeje

ACLARACION:

1️⃣Bueno, en primera me gustaría aclarar que en éste fanfic Kohaku no murió, si, tiene un fragmento en su cuerpo pero no murió 😅😉

2️⃣No tuve tiempo de editar las faltas ortográficas así que puede que encuentren una que otra aquí

3️⃣Estoy con falta de inspiración, por eso desaparecí :"v

¡Sayonara! 😘

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