[Cαρíтυℓσ 5]

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Capítulo 5: Yura Sakasagami
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Se miró al espejo, en mucho tiempo no había pensado en soltarse el cabello pero no tuvo de otra pues toda su rompa está lavándose y por lo visto la madre de Inuyasha le había dejado un conjunto de ropa muy extraño pero en éstos momentos eso era lo de menos. Miró el pequeño frasco de vidrio que colgaba por su cuello, el cual tenía un fragmento de Shikon. Ahora en verdad las cosas se habían complicado.

Aún podía recordar lo ocurrido ayer, sin querer la Shikon no Tama se partió en mil fragmentos por lo visto, pues lo único que encontraron perteneciente a la perla fue un diminuto fragmento en el piso. Obviamente el destino de esa joya es fácil de descifrar y como si eso no fuera suficiente, debía volver a casa pero ¿Cómo? Además tenía una misión, ya una vez Kaede le contó sobre la perla y es por eso que ella se siente responsable por ésto ya que de todas formas esa joya estuvo en su interior por muchos años.

Por suerte no estaba sola en éste extraño lugar, Inuyasha se había ofrecido a ayudarla hasta que regresará a su hogar y también estaba la señora Tamae, la madre del peliplateado, quién anoche fue muy hospitalaria con ella y le permitió quedarse pero obviamente la envió a otra habitación lejos de la de Inuyasha.

No estaba muy segura de salir con éstas ropas que le dieron, es un uniforme de falda verde, blusa blanca, un pañuelo rojo, medias blancas y zapatos negros. Curiosamente se sentía más cómoda usando eso y por fin se dignó a salir del baño topándose con Inuyasha, al parecer él esperó por varios minutos ahí.

-¿Qué tanto hacías ahí adentro...?- no termina de hablar al notar que Aome usaba el uniforme de colegiala de su instituto y además traía el cabello suelto, nuevamente le recordó a esa persona e inmediatamente desvía su mirada.- oye...

-¿Pasa algo?- le mira interrogante.

-Quítate eso...- la azabache le pega en la cabeza con la punta de su arco.- ¿¡Y eso a qué vino?!

-Por atrevido- frunce el ceño.

-¡Oye, no te dije que te desnudaras! ¡Quiero que te pongas esas ropas extrañas!- exige.

Aome da un suspiro.

-¿Acaso me parezco a alguien?- pregunta.

-¡Ket! No es eso tonta...- cruza los brazos mirando hacia otro lado.

<<No puedo creerlo, está peor que un niño>> piensa la azabache.

-Olvídalo, volveré por la tarde y mientras tanto, mejor no salgas- es lo último que dice, colocándose su gorra mientras bajaba las escaleras y sin más sale por la puerta principal.

~o~

De un momento al otro la casa estaba desierta pues Tamae salió con Yosuke hace varias horas, por suerte había muchas actividades que hacer en la casa, en la sala había un increíble artefacto que mostraba imágenes y en general habían muchas cosas sorprendentes que jamás había visto. Pero aún así no podía estar tranquila del todo, podía sentir algo peligroso en el aire y lastimosamente hasta ahora no podía saber de que se trataba.

-No debo bajar la guardia- sujeta fuertemente su arco mientras caminaba por el patio de atrás de la mansión hasta que siente un ligero corte en la mejilla.

Lleva su mano al lugar de la herida y si, se había cortado pero ¿Con qué? No había nada filudo cerca suyo que pudiera causarle esa herida, buscó y buscó pero nada. Cuando pensó volver a entrar a la casa fue que vio un pequeño destello en el aire, se acercó y entonces lo vio, parecido a un hilo pero no, en realidad se trataba de un cabello. Solo fue cuestión de segundos para que todo el lugar se llenara de los mismos cabellos.

-Ésto no me agrada...- nota que los cabellos provenían de un lugar en específico y tomó la decisión de seguirlos a pesar de saber que las cosas podrían salir mal pero si había un youkai cerca era su deber es eliminarlo.

Los cabellos la llevaban hacia un punto en especial y conforme se acerca más al sitio los mismos cabellos aumentaban, cruzó varias calles y terminó por llegar a un especie de templo, seguramente de ahí venían todos. Subió rápidamente las escaleras y entonces recordó que fue éste el primer lugar que vio cuando salió del pozo, lo más seguro es que el camino a casa sea éste.

-Así que, tú eres la miko de la todos hablan- dice una voz femenina llamando su atención.

La azabache de inmediato se voltea topándose cara a cara con una mujer de cabello corto parada tranquilamente sobre los delgados cabellos.

-¿Quién eres...?- interroga.

-Mi nombre es Yura Sakasagami y soy la responsable de ésta bella creación, los cabellos tienen diversas utilidades ¿No?- sonríe con malicia.

-Dime ¿Qué es lo que pretendes?- cuestiona.

-Solo vine por la perla- envía varios cabellos hacia ella arrebatándole el frasco que colocaba por su cuello- mira lo que le hiciste a ésta valiosa joya ¿Dónde están los demás fragmentos, miko?

-No pienso decirte nada- alista su arco.

-Si no piensas hablar, entonces...- toma su espada- ¡Te destruiré!

-¡Eso nunca!- le dispara una flecha pero los cabellos protegieron a Yura del ataque.

-Mejor habla o perderás tu vida- envía más cabellos hacia ella.

Aome iba a disparar nuevamente pero cayó en cuenta de que se le habían terminado las flechas y no tuvo más remedio que correr para buscar algo útil en el templo. Por lo visto gente vivía ahí pero por el momento no había nadie en casa ya que de lo contrario es obvio que cualquiera saldría a investigar por el escándalo.

La azabache fue al templo más cercano donde estaba el pozo pero sin previo aviso los cabellos la empujan provocando que ella caiga bruscamente al interior del pequeño templo rodando por las escaleras en el trayecto. Yura Sakasagami ingresó también de forma amenazante con su espada en manos y Aome puso su arco frente a ella como protección.

-¡Muere, miko!- de no ser porque la azabache se hizo para atrás la espada la hubiera herido con gravedad pero por falta de equilibrio cae hacia atrás, al interior del pozo.- ¿A dónde fue?- analiza el interior del pozo y en efecto, la chica había desaparecido y ni ratro de ella.

Yura le restó importancia y miró el diminuto fragmento en sus manos esbozando una sonrisa.

~o~

Una chica de cabello azabache pasaba por los pasillos de cierto hospital, a juzgar por sus acciones obviamente buscaba algo en especial pero no podía encontrarlo. Caminó hacia la recepción mostrando cierta preocupación en sus ojos, en verdad debía encontrar eso que se le había perdido.

-¿Puedo ayudarte señorita?- pregunta la recepcionista amablemente.

-Si, disculpe, hace unos días estuve en éste hospital por un problema y traía un arco con flechas. Los olvidé aquí y ya busqué en la habitación de las cosas perdidas pero no estaban ¿No sabe si alguien los tomó?- interroga.

-¿Estás registrada en éste hospital?- pregunta revisando la computadora.

-Así es, mi nombre es Kikyo Urasúe- responde.

-Ya te encontré, viniste hace cuatro días ¿No? Bueno, debo informarte que hubo un especie de ataque terrorista aquí y muchas cosas se perdieron- le hace saber.

-Tal vez ¿Podría revisar sus cámaras de seguridad?- pide y la mujer, al ver la desesperación de la muchacha, accede.

-Pero debo decirte que muchas cámaras se dañaron y algunos videos se perdieron- indica.

Kikyo revisó cada video a detalle pero hasta ahora nada relevante, estuvo por rendirse cuando una grabación llaman su atención. Por los pasillos se podía ver a una chica casi de su misma edad correr y tenía un arco y flechas en sus manos. De inmediato reconoce aquel arco, esa chica se lo había llevado.

-¿Quién podrá ser ella?- se pregunta.

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Aome cayó al pozo nuevamente después de su encuentro con Yura y quien además le arrebató el fragmento ¿Volverá a su época?

¿Para que está buscando Kikyo ese arco?

¿Inuyasha podrá encontrar a Aome?

¿Qué pasará con Yura?

¿Qué planes tiene?

Esto y más en "Inuyasha y Aome: El secreto de nuestras épocas" 🤐🤐🤐

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