Hermanos... es la relación que tienen dos personas provenientes de un mismo progenitor, existen hermanos que nacen por los mismos padres, hay medios hermanos por un padre o una madre y después existen los hermanos que no son de sangre.

Esos hermanos que se escogen por amistad, aquellos que están contigo en las buenas y en las malas, esos son realmente importantes.

Mi hermana y yo tenemos un vínculo más fuerte que cualquier relación entre hermanos, después estaba James con el cual no tenía ninguna relación más que sanguínea y al final Eli quien era como un hermano para mí.

Pero a veces los hermanos te dan sorpresas.

Desperté confundido con una voz zumbando en mi cabeza.

—Jack... Jack —me llamó la voz.

Me costaba enfocar la vista, todo era borroso y sentía que me ahogaba.

—Tranquilo ya pasó —me calmó.

Hice lo que me dijo la voz hasta recuperarme a este punto ya sabía que había tenido una crisis, empecé a toser un poco.

—Papá —murmuré llorando.

—Soy James —contestó— esta bien Jack ya paso.

Me quedé recostado por un rato mientras mi hermano golpeaba despacio para sacar la saliva que se solía atorarse en mi garganta al tener una grave.

Me quedé tumbado en la cama mirando a mi hermano quien se limitaba a ver a la nada.

—¿Dónde está papá? —pregunté más tranquilo.

—Fue a llevar a Calvin a su casa y a recoger a June de su partido —explicó— estabas dormido y la alarma de tu cama sonó así que vine... fue fuerte te pusiste algo azul y tosiste algo de sangre —suspiró abrumado— ya llamé a papá y no tarda en llegar.

—Está bien —contesté.

Él se levantó de la cama para tratar de irse.

—Espera... te puedes quedar —pedí cansado.

Él me miró y se lo pensó un poco pero terminó por acostarse a mi lado en la cama.

—¿Estas bien? —preguntó.

—Si —contesté para no preocuparle.

Nos quedamos en silencio por un rato, era la primera vez que el ambiente no se sentía tan tenso.

Mi padre llegó nervioso y en cuanto entró James se largó.

—No me vuelvas a dejar con tu problemita —se quejo para irse.

Probablemente en cualquier otra ocasión mi padre hubiera ido tras él para regañarlo pero en estos momentos solo le preocupaba yo.

—¿Cómo estás? —me preguntó con tristeza.

—Me duele el hombro —comenté— y el pecho un poco.

Mi papá se sentó a mi lado y tomó la libreta donde se anotaba todo lo que pasaba, mi hermano será muy idiota pero al menos eso no lo pasaba por alto.

—Venga ponte un suéter que vamos al hospital —ordenó estresado.

—Estoy bien papa —lo calmé— ya pasó y estoy bien.

—Duró cuatro minutos, te estabas ahogando con tu saliva y según esto escupiste algo de sangre así que no me digas que estás bien —regaño— ve por tu suéter y te veo en el auto.

Suspiré abrumado pero le hice caso, baje para ir al coche cuando me encontré a mi hermana a medio camino, ella me abrasó para besar mi mejilla.

—¿Quieres que te acompañe? —me preguntó.

—No, tranquila tú sube a darte una ducha que apestas —calme.

Ella sonrió para después pegarme en el brazo e irse a bañar.

Llegamos al hospital rápido pues no vivíamos muy lejos de ahí, al llegar el doctor ya me esperaba.

—¿Cómo te sientes campeón? —preguntó con esa sonrisa particular.

—Yo bien, a ver si se lo demuestra para que me deje tranquilo —me quejé.

El doctor sonrió pero mi padre solo puso los ojos en blanco.

—Bueno entonces hagamos esto rápido para que vuelvas a casa a dormir —me animó.

Gracias a dios fue rápido, revisaron que no tuviera ningún hueso roto o safado como ya me había pasado, término revisando mis pulmones.

Termine cansado por lo que me quedé dormido en el auto y despertando en mi cama como era usual, la alarma me despertó y antes de que mi padre pudiera decir algo ya estaba vestido y desayunando.

—Jack preferiría que te quedaras en casa —sugirió.

—Papá no pondré mi vida en pausa cada que tenga una crisis —dejé en claro— te dejo llevarme a la escuela si quieres pero es todo.

Terminó aceptando el trato, de camino a la escuela trato de convencerme pero termine por bajar y salir corriendo, al llegar ya estaba Eli ahí.

—Estoy a una crisis de que papá se vuelva loco —dije molesto.

—Solo se preocupa por ti —me recordó mientras metía sus cosas.

—Se preocupa de más —reconocí.

Eli solo negó con la cabeza, había algo extraño en él.

—¿Estás bien? —pregunté.

Eliot solo sonrió y asintió, pero sabía que no era así pues se había pasado todo el día callado, no había querido comer papas fritas e incluso había puesto atención en todas las clases pero fue hasta la clase de ética donde todo explotó.

—Bien entonces quien podría darme un ejemplo de familia —pidió el profesor.

—Padre soltero con hijos —dijo mi hermana, le encantaba el profesor.

—Bien Jude, ¿Alguien más? —preguntó.

Todos se saltaron a dar respuestas pues siempre que se contestaba regalaba dulces, incluso había ganado uno pero no podía comerlo así que se lo di a Eliot.

—Familias divorciadas puede ser —preguntó una chico.

El profesor empezó a explicar el tema cuando Eli se levantó para salir del salón corriendo, no lo pensé y salí tras de él.

—Jack —me detuvo el profesor.

—Tengo que ver que le pasa —explique.

Él se quedó un momento pensando para solo asentir, salí pero lo había perdido, termine por encontrarlo bajo las gradas del estadio.

—Eli —lo llamé.

Mi amigo estaba ahí sentado con los brazos sobre sus rodillas escondiendo la cabeza entre ellas.

—Déjame solo —pidió.

Pero claro no lo iba hacer así como él nunca me deja solo tras una crisis, me senté a su lado para poner mi mano en su espalda.

—¿Qué ocurre? —pregunté angustiado.

—Ya no puedo... —chillo— estoy arto de que pelen y me pongan en medio.

Suspiré y abracé a Eli para calmarle, lo dejé llorar en mi hombro mientras se desahogaba.

—Tranquilo ya están por terminar —trate de calmarlo.

—Sabes cuanto puede durar un divorcio Jack, años y teniéndome a mi de por medio durará más —explicó— lo han dicho en la mañana de no ser por mí se hubieran divorciado hace años... soy una puto obstáculo para ellos.

—No es tu culpa que tus padres sean unos idiotas —ataque molesto— tienen un hijo maravilloso.

Él me abrazó triste.

—Puedes vivir conmigo —ofrecí.

—Ya parece que me dejarán —murmuró.

—Al menos quédate a dormir hoy en mi casa, que papá hable con los tuyos —vi mejor opción.

Eli asintió, sabía que muchas veces se hacía el rudo pero el rollo de sus padres le afectaba demasiado.

Llame a mi padre y le explique la situación por lo que no dudo en llamar a sus padres que terminaron por dejarlo dormir en mi casa.

En la salida mi padre ya nos esperaba en la casa, mi hermana fue "amable" con él... lo que significaba al menos no molestarle.

Papá preparo la comida favorita de Eli, para él toda su comida era favorita por lo que cualquier cosa que le preparara lo haría sentir mejor y así fue.

Después de comer se quedó dormido en mi habitación, baje para hablar un rato con papá.

—¿Cómo está? —pregunto papá.

—Cansado —contesté abrumado— ¿Podemos adoptarlo?

Mi padre soltó una pequeña risa pero al ver que hablaba enserio suspiró.

—Por más que quiera no podemos Jack, tiene padres...

—Que son unos idiotas —interrumpí.

—Jack —regañó.

Lo miré seguro de lo que estaba diciendo.

—Si lo son —aceptó— pero por más que se odien entre ellos eso nunca quita el hecho de que lo aman demasiado, y por eso les es difícil la idea de no tenerlo en sus vidas.

—Si bueno, creo que mamá no me amo demasiado —solté sin pensar.

Mi padre estaba por darme una de sus intensas pláticas cuando la puerta se abrió, por primera vez me alegré de que fuera mi hermano.

James nos miró para recaer en la comida que aún estaba en los platos.

—Mierda tu novio está aquí —se quejó.

—James no digas groserías por favor —pidió papá.

Hizo ese gesto que conocía bien poniendo los ojos en blanco.

—Todo el tiempo está metido aquí, que no tiene casa —atacó.

—Tu tienes una y te la pasas fuera todo el tiempo —regañó papá.

—Bueno si pudieras pagar mi universidad no me estaría matando consiguiendo una beca —le soltó— si tu problemita te deja sin dinero por sus cuentas médicas está bien, pero no me regañes por hacer algo por mi futuro.

—¡James! —exclamó mi padre.

—Si ya sé estaré en mi cuarto —contestó para irse a su habitación.

Mi padre siempre me ocultaba cosas, era para protegerme lo sé pero me dolía no poder hacer nada.

—Hey —me llamó mi padre— tu hermano exagera las cosas.

Asentí porque sabía que no era verdad, mi hermano había dicho algo que me hizo tocar a la puerta, haría algo por esto.

Toque la puerta pero claro escuché ese "déjame solo" pero no hice caso y abrí la puerta para entrar.

—No tengo tiempo para ti —dijo, estaba sacando su equipo deportivo.

—Quería pedirte que si podías no ser grosero con Eliot hoy, está algo triste por lo de sus padres —comente nervioso.

—Es mi casa puedo hacer lo que quiera en ella —me miró molesto.

—Por favor —pedí cansado.

Negó con la cabeza para suspirar.

—Vete de mi cuarto Jack —ordenó— no puedo tener ni un minuto donde no estes tú.

Me dolió pero estaba cansado de su actitud.

—¿Por qué eres un idiota conmigo? —pregunté molesto.

—¿Por qué naciste? —devolvió con el dejo de sarcasmo.

—Bueno según Papá por que no les eras suficiente —ataque.

Él suspiró frustrado para acercarse lleno de furia.

—Solo no te golpeó porque estoy arto de escuchar a papá —retrocedió

—No lo haces porque me quieres y no quieres lastimarme —asegure— aunque lo haces con tus palabras.

—No haré esto —negó con la cabeza empujándome afuera.

—¡Si lo harás! —afirme tomándole del brazo— ¿Qué ganas tratándome mal?

—¿Que ganó tratándote bien? —expuso, esa era su manera de afrontar las cosas.

—Una buena relación de hermanos —contesté.

—Tengo a Jud para eso —afirmó.

—No lo creo, no le caemos bien —dije pues era verdad.

—Solo déjame tranquilo —escupió soltándose de mi agarre.

—Sabes que si mis crisis no paran puedo morir —confesé lo que sabía, pero nunca había dicho.

—Lo sé idiota, no tienes que recordármelo como lo hace papá —me gritó.

—¿Y que quieres? esperar hasta ese punto para darte cuenta que en vez de pasarte la vida fastidiándome pudimos llevarnos bien, o quieres que muera para después lamentarte.

—¡Lo que quiero es que no duela! —confesó con los ojos lloros y un nudo en su garganta.

Mi corazón se paró por un segundo.

—James eso no es posible...

—¿Crees que no lo se? —interrumpió gritando— tu no sabes lo que es verte convulsionar, verte tirado y saber que te haces daño pero no poder ayudarte... y aún cuando no te veo el simple hecho de saber lo que estás pasando y temer que tu corazón se pare o dejes de respirar —dijo con un nudo en la garganta— no sabes lo que es temer que te vayas a dormir y que tengas una crisis... que simplemente no despiertes... así que no, no puedo tratarte bien.

En ese puntos las lágrimas ya salían por los ojos de ambos.

—Me tratas como basura porque te da miedo encariñarte conmigo —concluí.

Se limpió las lágrimas para verme.

—Si lo dices así suena tonto —aceptó.

—Porque lo es, James así no es la vida, no puedes apartar a las personas por temer que te lastimen —lo hice ver.

—¿Desde cuando te volviste tan sabio? —se burló.

—Siempre lo he sido, solo que no te has tomado el tiempo de conocerme —expliqué.

Él asintió para después abrazarme con fuerza.

—Lo siento tanto —chilló.

Me quedé ahí con él calmándole por un rato, necesitaba a mi hermano en mi vida.