Capítulo 2 - El pueblo arriba de una nube

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


    El corazón de Stella latía rapidísimo, por el asombro de ver a un ángel, luego pareció detenerse y un escalofrío le recorrió el cuerpo.

    "¿¡Y si estoy muerta!?" pensó la chica.

    "Tranquila, no estás muerta, solo estás en el cielo donde viven los ángeles en la cultura cristiana." Respondió Ra.

    "Pero... ¿¡Porqué me trajiste aquí!?" pensó Stella enojada.

    "¡Ash! Te tuve que traer aquí ya que si te llevaba a la Duat, te ibas a asustar más y aparte no ibas a entender nada, ¡ya que ahí todos hablan mi idioma! Ja ja". Esa risita incomoda no la hizo sentir mucho mejor.

    "A ver... pero... ¡¿Qué diablos es la Duat?!" preguntó Stella.

    "La Duat, es un lugar donde todos los espíritus y muertos de Egipto habitan", respondió Ra.

    Stella se quedó callada por un momento.

    "Vos habías dicho que era tu elegida ¿Pero elegida de qué?" le preguntó Stella a Ra.

    "Niña... mejor descúbrelo tu misma" le respondió Ra.

    "¿Y cómo lo hago?" preguntó la chica.

    "Yendo afuera y sin hacerme ninguna otra pregunta", comentó Ra, para luego quedarse en silencio.

    "Entonces eso es lo que haré". Stella se empezó a aproximar a la puerta, para abrirla, pero de repente, se dio cuenta que aún estaba en pijama, aunque esto no era más relevante ni le importaba tanto, como descubrir lo que había detrás de la puerta. Por lo tanto, con toda las ansias y curiosidad por descubrir que había del otro lado, se abalanzó y sin dudar abrió esa gran puerta de dos hojas; blanca, brillante con ribetes de oro y altísima, adornada en sus lados por dos imágenes de querubines ; uno tocando el arpa y el otro un violín.

    Al poner un píe fuera de la puerta, una sensación de calma extrema se apoderó de ella y sintió que aquello no era ajeno, sino que de alguna manera formaba parte de ella misma, como si hubiese una conexión mágica, una energía que la dominaba, pero que a su vez, le hacía pensar que siempre había pertenecido a ese lugar, sólo que ella no lo podía recordar.

    El pueblo, que se veía entre las nubes, estaba formado por pequeñas casas blancas y de colores pastel y sus calles eran senderos de nubes que se habrían paso al caminar. Las casas parecían flotar y cambiar levemente de lugar pero no de forma.

    Stella se preguntó dónde ir e instantáneamente la voz de Ra resonó en su mente...

    "Vos sabes a donde ir".

    "En realidad no sé", dijo Stella.

    "Te daré una pista: sigue tu corazón", le contestó Ra.

    "¿OK?" Contestó Stella, Para luego comenzar a caminar con pasos firmes...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro