Capítulo 9 - Elements

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    "¿Por qué los maestros místicos se unieron?

    Los llamados "Maestros místicos" son personas de diferentes creencias, culturas y lugares, que se encargan de entrenar a los humanos, y otros seres del universo para luchar contra los espíritus malignos y proteger el universo.

    En este libro explicaré de donde vienen los espíritus, como los elemnianos y otras clases, todos los elementos y el origen de estos, etc."

    —¿Qué son elemnianos?—se preguntó Stella antes de girar la página.

    "Los elemnianos:

    Los elemnianos, son quienes habitan el planeta Elemn, un planeta extraño y extraordinario de un universo paralelo.

    Sus habitantes son seres fantásticos pero que se tornan reales en nuestro universo.

    Muchos de estos seres, buenos o malos son creados por los niños humanos imaginativos que cuando van a dormir crean o sueñan algún personaje y éstos viven en Elemn, hasta que alguna causa importante los vuelve a traer a la tierra.

    Los niños soñadores, pueden recorrer el lugar, hablar con los personajes y ser héroes de su propia historia, pero solo en sus sueños".

    Stella seguía leyendo, muy curiosa, el libro que explicaba tantas cosas que a penas podía comprender e imaginar como ciertas.

    En un rincón oscuro de una habitación, (que parecía ser un desván, por la cantidad de objetos antiguos y desordenados y muebles tapados con sábanas polvorientas).se encontraba Stella, iluminando su lectura con un pequeño rayo de luz, que generaba con su brazalete a modo de linterna para que nadie la descubriera. Pero al escucharse pasos apresurados y voces lejanas, ella se quedó a oscuras con el libro entre sus manos y sentada en el piso, acurrucada esperando entender que pasaba e ideando la forma de salir de aquel sitio.

    De la nada empezó a escuchar unos susurros que parecían venir de otra sala, Stella se sobresaltó y se tapó con una sábana vieja quedándose inmóvil y hecha un bollito.

   — ¡¿Cómo permitiste que se escapara esa humana, 240?!—

   — Mientras yo pensaba la contraseña, vos debías controlar la situación— exclamó rabioso 137, el espíritu de vos aguda, que ahora era agudísima por la bronca.

   — Perdón, pero no sé si te diste cuenta, que me tiró un rayo de luz en la cara y vos ya sabes que somos intolerantes a ese tipo de luz, fue todo muy rápido...

   — ¡Espera espera! ¿Y el libro dónde lo metiste 240?

    —Lo dejé en la habitación de los trastos viejos.

   — ¡Pero inútil, lo tenías que dejar en el cuarto de armas! ¡Con lo que costó conseguir ese libro! Tuvimos que esperar días hasta que Héctor se descuidará. Lo tenía bien guardado el viejo barbudo.— Le gritó 137 a 240.

    —¡Bueno bueno! no soy el único inútil acá, ¡ustedes dejaron que la niña entrometida los descubriera! —increpó, defendiéndose 240.

    Al oír un crujido de madera, los espíritus, salieron de ese cuarto corriendo por el pasillo pensando que sería Stella, pero ella seguía escondida, aliviada porque no la habían descubierto y entendiendo que el libro que estaba en su mano no era cualquier libro, sino aquél que tan importante era para la protección del universo.

    "¿¡Qué hago Ra!?" Preguntó Stella nerviosa.

    "Quédate ahí y trata de no producir casi ningún ruido".

    "Entendido"

    "Por cierto, estoy muy orgulloso de ti, has hecho cosas muy valientes, ya demostraste tu valentía con lo del ataque de los espíritus en La Nubosa Sur y ahora, tu gran intuición te llevó a encontrar el libro." Terminó de hablar Ra.

...

    Aoki estaba en su cuarto, comiendo una manzana roja con mucho jugo, cuando de imprevisto alguien se golpeó con su ventana.

    —¡Planta! ¿Qué haces aquí?—Exclamó Aoki.

    —Pues... te venía a preguntar si te gustaría venir a las nubes por unas horas— explicó Planta.

   — ¿Por cuántas horas?

    —Como por unas 3, igual en las nubes el tiempo pasa más rápido que en la tierra.

    —Osea ¿Qué el tiempo pasa más lento en la tierra que en las nubes?

    —Exacto.

    —Entonces iré.

...

    Las nubes parecían moverse mas rápido de lo normal y el pie de Héctor también.

   — Héctor ¡Deja de mover tu pie!— exclamó Flor

    —Es que estoy nervioso —dijo Héctor —¿Y si le hicieron algo a Stella? ¿Y si Stella escapó? ¿Y si la están torturando o algo por el estilo? ¿Y si conoció al jefe de sombra? ¿Y si...

    "Tranquilo Héctor", dijo Ra en la cabeza de todos "Stella esta bien y tiene el libro con ella, parece que no me equivoque en elegirla."

    "¡Ja!" , dijo la pelirosa.

    De la nada apareció Planta con Aoki al lado.

    —Busquemos a Florenz y luego vayamos a buscar a Stella—dijo Planta.

    —¡Que estamos esperando!—exclamó Flor.

    —Eh....No entiendo nada—dijo Aoki

...

    Stella seguía escondida, pero los espíritus seguían sin encontrarla, se movían cuarto por cuarto, lo peor es que ya habían pasado 7 veces por la habitación de al lado y no le habían prestado atención a la habitación donde estaba Stella.

    —¿QUÉ HACEMOS?-Preguntó 240 —¡EL JEFE NOS VA A MATAR!

    —¡YA LO SÉ! NO HACE FALTA RECORDÁRMERLO —gruñó 137.

    Un espíritu vino rápidamente y dijo:

   — El jefe los quiere ver. Vayan a su oficina.

...

    Planta había vuelto a las nubes con Aoki, ella se quedaría con Florenz para que no esté solo, pero también porque de esta forma se asegurarían de que a Florenz no se le ocurra ir a rescatar a Stella ya que Héctor temía por ella que se encontraba capturada y también por él, porque creía que aunque fueran valientes e intrépidos, les faltaba entrenamiento y experiencia.

   — Así que... se Irán a rescatar a Stella sin mÍ—supuso Florenz.

    —Pues sÍ —respondió Planta.

    —Y le tengo que mostrar el lugar a tu elegida —dijo Florenz.

    —Exacto— contestó la peliverde.

    —¿Y por qué no puedo ir?—preguntó Florenz.

    —Porque no— contestó Héctor.

   — Bueno vayámonos— dijo Flor—, adiós Florenz, adiós Aoki.

    Flor, Planta y Héctor desaparecieron con un chasquido de dedos y Florenz se quedó enojado.

    —Te mostraré el lugar Aoki—dijo Florenz.

   — No me muestres nada, mejor cuéntame que está pasando.

    Florenz sonrió y comenzó a contarle...

    Aoki lo escuchó atentamente durante un largo rato hasta que lo interrumpió.

    —Mira, te digo que... ¡Vamos a rescatar a Stella! 

    —No ¿estás loca? —Exclamó Florenz —no tienes entrenamiento y Flor no me perdonaría que te exponga a algo así.

    —Entiendo— afirmó Aoki —pero tú sí puedes ir, prometo quedarme aquí.

    Florenz no lo pensó dos veces, agarró su arma, le agradeció a Aoki y emprendió su camino.

    Aoki le siguió los pasos sin que Florenz se de cuenta. Su curiosidad era mas grande que su promesa.

...

    Stella esperaba paciente, la ordenes de Ra, ella sabía que iban en su rescate y solo tenía que quedarse escondida para que nadie se de cuenta.

    Héctor, Planta y Flor llegaron sigilosamente desplegando todas sus estrategias para no llamar la atención de los espectros que buscaban por todas partes a Stella.

    Ra les iba indicando los pasos a seguir para que llegaran sin problemas a donde estaba la chica sin toparse con los espíritus.

...

    Florenz trataba de seguir algún camino que lo lleve de la manera mas rápida posible hasta "El templo oscuro" allí tenían a Stella, eso había escuchado decir a Héctor mientras planeaban el rescate, Florenz se había imaginado que no lo querrían llevar con ellos y entonces había averiguado posibles caminos que no podía encontrar y eso lo desesperaba.

    Comprendió que no le quedaba otra opción que regresar con Aoki y al pegar la vuelta se encontró con la sorpresa de que Aoki lo venía siguiendo.

    —¿Qué haces siguiéndome?—preguntó Florenz.

    —¡Auch! —dijo Aoki rascándose la cabeza y sonriendo cómplice —¡no me vas a retar, vos te escapaste también... ¿o no?!

    —Es cierto—dijo Florenz, —mejor regresemos.

...

    Héctor, Flor y Planta, por fin, encontraron a Stella, pero segundos antes de que un chasquido de dedos de Héctor marcara el regreso, Un esbozo de Ra se hizo presente en el ambiente.

   — Héctor, debo llevarme el libro, si fueron por él una vez podrán volver a ir y correríamos peligro, buscaré otro lugar donde conservarlo a salvo, luego te informaré de la nueva ubicación—decretó Ra.

    —De acuerdo Ra—afirmó Héctor.

    Stella no salía de su asombro, era la primera vez que veía esa voz que resonaba en su cabeza, materializarse.

    Ra se desvaneció llevándose el libro.

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