🐺10🐺

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[Bon] 

Sentados sobre un tronco cortado junto a la fogata, Toddy y yo no dejábamos de observar los alrededores que, por la oscuridad de la noche, lucían más tenebrosos. 
Nunca fui un chico caracterizado por ser valiente, pero tampoco estaba conforme con la idea de que mi amiga estuviese aquí sin mi apoyo. 

—Estamos al lado del fuego, pero solo puedo sentir frío —murmuró a mi lado, la miré por unos segundos y luego volví la vista hacia el bosque. 

Quizás, una buena charla, haría todo esto más ameno. 

—Te entiendo, estas no son las vistas que tenía en mente cuando salimos en el auto —bromeé dándole un codazo suave y ella rio, a pesar de que la situación no era tan divertida. 

—Nunca me gustó el bosque, y ahora que lo veo de noche, menos. 

—¿Cómo que a la diva de Toddy Fitzgerald no le gustaba el bosque? —exclamé fingiendo asombro— Pero si es hermoso, todos los árboles, los mosquitos, los animales muertos, las piedras voladoras...los posibles asesinatos...

—Oh my God, debes estar bromeando, estás loco si piensas que dejaré que nos asesinen, o sea, ubícate. 

La miré con el ceño fruncido, ella ahora me miraba con una sonrisa egocéntrica y eso me aliviaba un poco. 

—Boncito, un grupo como el nuestro no es digno de morir en un bosque como este y a manos de un lunático. 

—Que no sea digno no significa que no vaya a suceder. 

Ella iba a responder cuando algo sonó a nuestras espaldas, ambos nos volteamos con rapidez y luego el sonido provino de a nuestra derecha. Caminé hasta estar frente a ella luego de haber agarrado un palo y, a paso lento, nos fuimos acercando hasta donde se había escuchado ruido por última vez. 
Ya cerca, a dos o tres pasos de distancia alcé mi arma improvisada para verme amenazador, y, cuando finalmente había entrado en el tumulto de árboles, no había nada. 

Seguí observando con atención con los latidos retumbando en mis oídos hasta que encontré algo plateado en el suelo, una pulsera. La alcé para verla con más atención y, cuando me volteé para mostrársela a Toddy, ella ya no estaba. 

[Freddy] 

—Tranquilízate Bon, no podemos entenderte nada —habló Chica en frente del moreno, me senté junto a ella y miré a Bon con atención. 

El chico no paraba de sollozar y sudar, y lo único que decía es que se habían llevado a Toddy, cosa que nos tenía bastante alterados a todos. 

¿Qué es eso?

¿Qué es qué? 

Eso, lo que trae en su mano. 

Miré con atención sus morenas manos hechas puños, siendo que de una, por el costado, se asomaba algo de metal o de un material parecido. 

—¿Qué es eso? —me atreví a preguntar cuando el chico había comenzado a relajarse gracias a la ayuda de Joy. 

Todos dirigieron su mirada a donde había señalado, incluso Bon, extrañado, había mirado hacia su propia mano. 

—¡Oh! Con Toddy oímos un ruido, nos acercamos y esto estaba ahí, cuando me giré para mostrárselo...ya no estaba, estuve caminando toda la noche y no la hallé, hasta que volví para despertarles —se explicó con la voz angustiada y, casi enseguida, se oyó un bufido de Foxy. 

—A penas te diste cuenta que no estaba, tendrías que habernos avisado, no...¡a penas oyeron un ruido, debieron llamarnos! —regañó con algunas venas marcándose en su cuello. 

—Sí, bien...tienes razón, pero gritándole no vas a solucionar nada —calmó Joy. 

—Joy está en lo cierto, se cometió un error, está bien, pero debemos mantener la mente fría, ¿entienden? —todos asentimos ante las palabras de Mangle y ella tomó el objeto desconocido y nos lo fue mostrando uno a uno— Es una pulsera, ¿alguno reconoce los dijes? 

La pulsera platinada tenía varios dijes, pero aún así ninguno se me hacía familiar. 

¿Los reconoces? 

Creo que es la primera vez que veo algo así en mi vida. 

—¿Qué sucede? ¿Qué hacen todos reunidos? ¿Dónde está Toddy? —preguntó un somnoliento Bonnie recién saliendo de su carpa, lo primero que atiné fue mirar a Foxy y cómo este, exaltado, había agarrado la pulsera para guardársela en el bolsillo de sus shorts. 


[Springtrap] 

Todos nos habíamos separado en grupos para buscar por el bosque algún rastro de Toddy, pero, pasadas las horas, íbamos perdiendo las esperanzas. 
Yo iba junto a Freddy y Mangle, quienes, en silencio, no dejaban de mirar hacia todos lados. 

—Freddy...¿sabes porqué los chicos se mudaron? —me atreví a preguntar luego de un rato, yo iba detrás de todos así que no pude ver bien su reacción. 

—No realmente, un día estaba todo bien, y al otro...se habían ido —explicó con los hombros caídos, pero aún alerta a todo lo que sucedía a su alrededor. 

—¿Dónde viven ahora? —preguntó esta vez Mangle. 

—Es una ciudad cerca a la nuestra, Dadotis, específicamente. 

—Tiene sentido, Dadotis no es tan reconocida, un buen lugar para ir y desaparecer —comenté y ambos, Mangle y Freddy, voltearon a verme. 

—¿Porqué piensas que querían desaparecer? —cuestionó confundido Freddy. 

—Es obvio, ¿porqué más te irías a otra ciudad sin antes decirle a nadie? Rompieron todo tipo de relación con este lugar, estaban huyendo —expliqué a la vez que volvíamos a caminar entre los árboles, siempre teniendo cuidado de no tropezarnos. 

—¿Pero de qué huirían Springtrap? 

—Realmente no lo sé, ¿y tú Freddy? 

—No...hasta ese día...todo era como siempre. 

—Huir hacia otra ciudad no es algo fácil, comenzar de nuevo y- 

—Lo tenían planeado —interrumpí a Mangle— Ya sabían que se irían, se aseguraron de tener todo lo necesario y...lo hicieron. 

—Entonces...¿es algo que venía desde antes? —razonó Freddy— Digo...son listos, creo, no, estoy seguro de que ya habían previsto donde se quedarían, como viajarían y tendrían ahorros para eso. 

—¿Mi hermano planeó por meses como huir...y no me di cuenta de nada? ¿Qué clase de hermana soy?

Los ojos de Mangle se inundaron en lágrimas y enseguida la apretujé contra mi pecho en un apretado abrazo hasta que se calmó, volteándose a ver a Freddy. 

—Tu tampoco sospechaste de nada, ¿no? 

—No lo hice...Dios, soy un mal amigo —se lamentó con las manos en su castaño cabello, desordenándolo en un intento de calmarse— Seguramente estaban en problemas y no hicimos nada para ayudarlos. 



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