[Bonnie] 

Miré nuevamente hacia el bosque, prestando suma atención ante cualquier peligro que pudiera haber. Me molestó su comentario sobre mi cabello, realmente no me importaba la opinión de los demás, solo la de mis amigos Foxy y Freddy. 

¿Me veo bien con el pelo largo? 

Ok. 

¿Me veo bien con el pelo corto? 

Bueno. 

¿Me vería mejor con tal corte? 

Me vale tres pepinos. 

Solía recibir muchos comentarios sobre mi apariencia, y también estaba el idiota que hacía millones de preguntas sobre mis tatuajes o perforaciones.

Un movimiento extraño en el bosque me sacó de mi ensimismamiento y no pude evitar reír, él estaba ahí, escondido entre los árboles saludándome con una de sus manos y haciéndome señas para que vaya con él, cosa que enseguida hice. 

Me levanté apresurado y corrí lo más rápido que pude, él también lo hizo, corrió más adentro del bosque pero igualmente le seguí. Apenas escuché el llamado de mi mejor amigo y no era consciente de si alguien venía tras mi o no, ¿pero qué más da? ¡Él había venido a por mí! 

Algo que apreciaba de mi era mi agilidad, por lo que no necesitaba de mirar el piso para correr sin caer, una ventaja ya que podía tener mi vista fija en él. 

Los árboles pasaban a mi alrededor y en alguna que otra ocasión tuve que esquivar algunos. Mi corazón retumbaba en mis oídos y jadeaba por el cansancio, pero igualmente me seguí moviendo. 

Pero, finalmente, el cansancio me venció haciendo que mi velocidad disminuyera, él se perdía de mi vista y un gran peso en mi espalda me derribó por completo. Como reflejo puse mis manos para amortiguar la caída pero no pude evitar el golpe que se llevó todo mi torso y parte de mi rostro contra el suelo, mis manos picaban y yo simplemente tenía la mirada perdida en donde él antes estaba. 

¿Porqué huía de mi? 

Sentí que algo me tomaba con fuerza y como ahora estaba sobre algo más cómodo y acogedor que me hizo volver a la realidad. Foxy estaba sentado somo indio y yo estaba justo en su regazo siendo envuelto por sus musculosos brazos. 

—Cariño...— jadeó con la frente apoyada sobre mi hombro, comencé a acariciar sus brazos y reí levemente al ver como reforzaba el agarre. 

—¿Qué fue eso?— me preguntó un poco más calmado, me acurruqué contra su pecho y sonreí emocionado. 

—Lo vi Fox, era él, volvió a por mi, me sonrió y me saludo, no parecía enojado— le comenté completamente emocionado, pero al parecer a él no le entusiasmaba la noticia porque sentí como se tensó. 

¿Estará enfadado? 

—¡Chicos! ¡¿Qué ocurrió?! 

Ambos volteamos a ver a Chica, justo detrás de ella estaban todos y me sentí un tanto avergonzado. 

—Eh...yo...yo...

—Bonnie creyó haber visto algo, pero era un ciervo y se escapó— mintió Foxy, algunos suspiraron aliviados y otros se estiraron. 

—Lo mejor será que volvamos. 

Ambos, Foxy y yo, asentimos ante lo que dijo Freddy y nos levantamos, mi amigo pelirrojo sacudiéndose el trasero por la tierra. 

—¿Te lastimaste cuando te tiré?— me preguntó preocupado Foxy, negué sonriente y me aferré a su brazo apoyando mi mejilla izquierda en su biceps. Íbamos caminando casi tres metros más atrás de los demás y eso nos daba un poco de privacidad. 

—¿Estás seguro de que lo viste a él?— cuestionó en un murmuro, le miré feliz y asentí. Enseguida adquirió un tono más claro de piel y volvió a mirar hacia el frente a la vez que pasaba saliva. 

—Él estaba ahí, sonriéndome, tan perfecto, y sus ojos brillan más que la última vez. 

Miré el pequeño tatuaje que tenía a un lado del dedo corazón que siempre se tapaba con mi dedo índice, eran dos ojos gatunos de un rojo sumamente brillante que siempre me recordaban a él.