El calor dentro de esas cuatro pareses era sofocante, los jadeos que salían de su boca era lo único que podía escuchar y que hacían un eco insoportable para el pelirrojo quien permanecía de rodillas en el suelo buscando algo que ayudará a calmar esa sensación ardor en su vientre

El celo se había adelantado

Sus padres se habían preparado en caso de que ocurriera pues como omega su cuerpo debía comenzar a reaccionar antes las feromonas del único alfa que no se encontraba dentro de un vínculo desde el primer momento que puso un pie dentro de esa casa,  habían calculado los días en que este tardaría en llegar considerando todas las posibles variables pero como siempre hubo un margen de error al no tomar en cuenta que todo el tiempo libre que pasaban juntos disminuía en horas el tiempo de inició del ciclo reproductivo

- Dazai... - se arrastró hacia la puerta con dificultad, no podia ponerse de pie y cuando creyó encontrar su libertad el pomo no giraba, estaba encerrado para su protección mientras llevaban lejos a su alfa - por favor... Dazai vuelve... ayudame - su corazón latía de forma desmesurada, creía que iba a escapar de su caja torácica y que si no fuera porque se encontraba débil ya hubiera encontrado la manera de escapar y detener el carruaje que llevaría a su futuro esposo

Afuera el castaño solo intentaba resistir el impulso de desobedecer a su padre para adentrarse a la habitación donde lo mantenían confinado imaginando cuanto dolor debia estar sintiendo, solo había una manera de ayudarlo y no era la correcta

- vamos Dazai conoces el acuerdo no puedes marcarlo hasta que se unan en matrimonio- el azabache ayudó a su pequeña hija a subir cubriendola con una manta del frío de la noche

- no puedo dejarlo asi, él me llama - nadie más podía escuchar la suave voz suplicante del pelirrojo pero en realidad no era su voz lo que sentía más bien ese dulce aroma que emanaba escapando por el ventanal cerrado de la alcoba y que se adentraba hasta sus fosas nasales

- te aseguró que estará bien, si le haces algo ahora que su mente esta nublada te odiara cuando reaccione - con un movimiento de cabeza bastó para que obedeciera, si quería iniciar su matrimonio de forma positiva no caería ante la tentación, no sabía si realmente su omega quería ser marcado en ese momento, ser preñado o solo era el deseo pasajero que podía considerar un acto de violación

Al final la carroza solo partió dando inicio al largo recorrido que los llevaría de regreso a su hogar, ya había esperado mucho tiempo para conocerlo por ello debía ser paciente y esperar su próximo encuentro.

Fueron días, incluso semanas en donde permaneció en casa observando por la ventana y esperando la llegada de esa familia, no era capaz de concentrarse en sus lecturas o trabajo cuando en su mente residía un solo pensamiento

- Chuuya- susurro su nombre al viento mientras se ponía de pie para salir, si tenía suerte ese día obtendría la respuesta de las cartas que envió tras, lo que a sus ojos era, ese largo periodo separados, abrió el buzon encontrándolo vacío, aún sin noticias de su omega

Dio un largo suspiro para liberar la frustración de su ser pero el pisar de los caballos llamaron su atención y el carruaje que se detuvo delante trajo de nuevo sus esperanzas

El cochero bajo, abriendo la puerta ayudó a sus pasajeros, permaneció inmóvil y firme cuando observo a sus futuros suegros salir y su corazón volvió a latir en el instante en que esas hebras rojizas naranjas tan difíciles de olvidar se menearon con el viento, sus ojos se encontraron con los orbes zafiro que lo cautivaron desde su primer encuentro.

- Esto es una sorpresa, bienvenidos - saludo a sus ahora invitados tomando la diestra del pelirrojo y depositar un beso sobre sus nudillos - adelante mi padre esta trabajando y mi hermana en su clase privada pero le diré a los sirvientes que bajen sus maletas

Verlaine agradeció adentrandose al hogar del médico reconocido de Londres junto con su esposo dejando a ambos jóvenes detrás de ellos para que pudiesen hablar unos minutos en privado

- no respondiste mis cartas Chuchu eres cruel - Osamu reflejo tristeza en su expresión al mismo tiempo que con delicadeza posaba su diestra sobre esa delgada cintura para atraerlo a su cuerpo

- lo siento, quería sorprenderte - avergonzado por la cercanía existente entre ambos desvío la mirada recogiendo uno de sus mechones ondulados acomodandolo detrás de su oído

- me tenías preocupado, ahora tendrás que compensarme - como un niño buscando la atención de su madre ladeo la cabeza en busca de sus ojos, no podia dejar de verlos estaba tan embelesado que no veía la hora para unirse en matrimonio y hacerlo suyo por completo

- mi padre nos regañara, pero dadas las circunstancias no me negaré- cada segundo parecía una eternidad, el tiempo se detuvo y todo a su alrededor cuando el de menor altura subió ambas manos por su pecho rodeando  su espalda ancha con sus brazos y parandose sobre las puntas de sus pies para acercarse a sus labios, esos labios que había deseado probar desde mucho tiempo atrás uniendolos en un beso lento y dulce, tan ansiado por ellos - gracias por controlarte el día de mi celo, lamento que haya llegado tan derrepente - susurro sintiendo su respiración combinarse con la propia esbozando una discreta sonrisa sobre sus niveas mejillas

Dazai jamás imagino cuanta razón tenía su padre, si se hubiera dejado llevar esa noche por su lado menos racional ahora tendría el odio del pelirrojo y su vínculo jamás hubiera funcionado.

Tras cortos minutos entraron a la casa para acompañar a los padres del joven omega y planear los últimos detalles de la ceremonia nupcial que se llevaría a cabo en tres días más, la larga espera estaba a punto de terminar.