Solo pasaron un par de segundos mientras analizaba lo que ocurría antes de que Leo cayera casi sobre JaeHwan, aunque él logró dar un salto hacia atrás.

Me dedicó un rápido vistazo de arriba a bajo, quizá revisando que estuviera bien antes de volver a lanzarse contra el recién llegado.

«Maldición» pensé mientras observaba todo a mi alrededor las tornas habían cambiado demasiado rápido, ahora teníamos una desventaja pues Hyuk no era tan bueno en el combate cuerpo a cuerpo en el que Hongbin le estaba obligando a entrar.

Mi corazón me pedía ir a ayudar a Leo para evitar que su antiguo amante lo dañara, sin embargo mi razón sabía que él tenía mayor oportunidad y que mi mejor opción era ayudar a Hyuk. Volví a guardar la granada, en su lugar tomé las dos dagas que me restaban del cinturón, una en cada mano, y me lancé contra Hongbin.

La adrenalina estaba haciendo su trabajo en mi cuerpo y me podía mover mejor que al inicio, aunque ya podía prever el dolor que me esperara cuando esto acabara, lo primero era sobrevivir para poder sentir ese dolor.

Esta vez sí pude darle algo de batalla a Hongbin, pues si se alejaba demasiado los disparos de Hyuk llovían sobre él y de cerca yo lo atacaba con las dagas.

En algunos momentos alcanzaba a ver a Leo y a JaeHwan, quienes aún peleaban entre sí; aunque me parecía notar que JaeHwan lo que quería era acercarse a nosotros pero Leo se lo impedía. Esto último no podría asegurarlo a ciencia cierta pues no podía prestar demasiada atención a los otros so riesgo de distraerme y terminar empalado por el castaño androide furibundo.

Nuestro problema, claro, era el tiempo y los suministros, mientras más se extendiera la batalla mayor ventaja iban ganando los androides. Y es que, con cada minuto que pasaba, con cada nuevo golpe que lograba desviar o que intentaba dar, sentía la mareante sensación que quería volver a hacer presa en mi cabeza.

Ocurrió entonces la peor combinación, justo en el momento en que los disparos de Hyuk se detenían para que él pudiera cambiar de cargador, mi vista se nubló y mis brazos perdieron fuerza. No fueron más que dos segundos, pero bastó: antes de que recuperara el dominio de mí mismo un fuerte golpe en el costado me derribó seguido de lo que probablemente fue una patada que me arrojó varios metros lejos.

Instantes después ya tenía a Leo y a Hyuk a mi lado, el problema era que ahora los dos androides habían podido juntarse y de seguro no dudarían en atacar así, lo cual era una desventaja para nosotros.

Y ellos lo sabían, de eso estaba seguro gracias a la manera en que comenzaron a caminar tranquilamente hacia nosotros, como si no tuvieran prisa en derrotarnos.

Maldije para mis adentros, ignorando el nuevo dolor en el costado que se sumó al resto de molestias mientras me levantaba flanqueado por mis dos acompañantes.

Hubo entonces un ligero movimiento detrás de ellos, pero mantuve mi mirada fija para no delatarlo. Me detuve en Leo como si aún no pudiera mantener el equilibrio, aunque aproveché para hacer de nuevo una ligera presión, esta vez hacia adelante.

Antes de que se acercaran más Hyuk volvió a apuntarles, justo en el momento en el que Hongbin se lanzó contra nosotros, Leo y yo hicimos lo mismo. Poro antes de que colisionáramos Hyuk disparó directo hacia el androide en movimiento, lo que lo obligó a hacerse a un lado para esquivarlo.

De esa manera Leo y yo pudimos pasar de largo hasta JaeHwan, quien obviamente no nos esperaba aunque tampoco parecía asustado. En cuanto levanté mi cuchilla para atacarlo la desvió con facilidad, aunque era justo lo que quería que hiciera, eso abría el camino para que Leo le diera una fuerte patada que terminó por arrojarlo contra N.

Todo fue confusión en medio del enredo de manos, JaeHwan se había girado pero no logró asirse a N y terminó chocando contra su cuerpo. N detuvo uno de sus brazos con la mano izquierda y con la otra atrapó uno de los cables que sobresalían del cuello de su contrario.

Me había volteado para encarar a Hongbin mientras eso ocurría pero no pude detenerlo, en lugar de atacarnos a ninguno se apresuró a esquivarnos y tomar a JaeHwan de los hombros para alejarlo de N.

El grueso cable muy parecido al de los centinelas se escapó de entre los dedos de N pero no antes de que se desconectara un poco. JaeHwan sufrió una especie de convulsión, y casi cae al suelo de no ser porque Hongbin no lo había soltado.

Pero esto lo había dejado vulnerable y recibió directamente el disparo de Hyuk en el pecho. El impacto lo hizo retroceder hasta las manos de N, quien repitió el mismo gesto que con JaeHwan, tomando el cable que asomaba incluso más gracias a la herida que corría desde su rostro hasta casi su hombro; y sin que hubiera una nueva intervención que lo salvara, N arrancó por completo el cable de alimentación.

Luego de que su cuerpo sufriera un latigazo cayó de rodillas en el suelo para luego terminar de bruces sin oponer la mayor resistencia. El silencio que siguió a aquel golpe secó me pareció eterno, por fin habíamos ganado.

El aire abandonó mis pulmones en un largo suspiro del que N hizo eco, aunque no sé por qué. Pero con el aire se fueron las pocas fuerzas que me quedaban, de inmediato Leo acudió a mi lado y me sujetó con cuidado, pasando un brazo por debajo de mis hombros.

—¿Estás bien? —le pregunté en voz baja, revisando su cuerpo con la vista.

Más allá de los antiguos desgarrones no parecía haber mayor herida o cambio en él. En efecto Leo negó con la cabeza antes de señalar mi cabeza. No quería aún poner demasiada atención al dolor que palpitaba en ella o el de mi costado, tampoco en la humedad que podía sentir resbalando por ambas zonas.

—No te preocupes, estaré bien, —aseguré.

—Suficiente drama para un solo día, volvamos a casa, —nos pidió N mientras se acercaba a revisarme.

Un suave sollozo nos interrumpió, al voltear observamos a un inestable JaeHwan que intentaba arrastrarse hasta el cuerpo inerte de Hongbin.

—Es hora de irnos, —dijo N con una extraña frialdad.

En lugar de hacerle caso Hyuk se acercó a los otros dos y se acuclilló junto a JaeHwan. Sus movimientos cortados y a todas luces robóticos se detuvieron un instante mientras observaba a mi amigo, luego se estiró hasta que alcanzó la mano inmóvil de Hongbin, en cuanto logró tomarla todos sus movimientos se detuvieron y cerró los ojos.

Hyuk terminó de inclinarse sobre él entonces, movía sus manos sobre el robot pero su cuerpo me impedía ver qué era exactamente lo que hacía. Luego de algunos instantes se enderezó un poco y me di cuenta que el cable que antes había quedado flojo había vuelto a su posición original

—Listo, así podrás moverte y salvarlo, lo cual nos dará tiempo a nosotros de salir —indicó Hyuk con cierta autosuficiencia mientras se ponía de pie.

Antes de que pudiéramos preguntarle qué hacía JaeHwan se movió de nuevo hasta tomar el pantalón de Hyuk, los otros tres nos pusimos de inmediato a la defensiva pero el androide no parecía hacerle daño.

Por el contrario, cuando me fijé bien me di cuenta que lloraba, al menos hacía los sonidos de llanto y las líneas negras a los costados de sus ojos brillaban con un ligero color azul claro.

—Aun no puedo moverme bien y las conexiones son muy pequeñas —se lamentaba el androide—. ¡Sálvalo, por favor!

—-¿Hyuk? —Cuestionó N, al ver que el menor se quedaba pensándolo.

—No puedo dejarlos morir así —susurró, creo que más para sí mismo.

—Ellos no "mueren" Hyuk, no son humanos —insistió N, pero había algo raro en su voz, como si él mismo estuviera convenciéndose de sus palabras.

—Por favor, haré lo que me pidan, repararé a TaekWoon y los dejaré ir, por favor. No dejen que mi Hongbin desaparezca.

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¡Ah, mis bonitos lectores! Casi lloré escribiendo este capítulo, aunque sean los "villanos" de nuestra historia me duele verlos sufrir así. Aunque ya vimos que nuestro evil maknae no es tan malvado ¿creen que los salve?

Por cierto, les puse el vídeo de "Errored" porque al ver el final fue de dónde surgió la inspiración de cómo N logra vencerlos.

Han sido tan buenos que pensaba regalarles un extra + 18, o quizá dos... veamos qué sale. Nos leemos en el siguiente capítulo.