Capitulo 4 Pacto

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John recordaba que, de niño, había leído alguna vez que, ante un desastre natural, las cucarachas estaban diseñadas para sobrevivir. También ante un desastre no tan natural, como una explosión nuclear. Esos pequeños bichos eran condenadamente difíciles de matar...

Los humanos también habían resultado ser bastante resistentes. Debilitados y todo, seguían sobreviviendo.

Llegaron a la base cuando se estaba haciendo de noche. Habían recuperado algunas piezas de repuesto que habían sido abandonadas en la antigua fábrica por Skynet y sus robots. Will las había seleccionado y las habían cargado en su pequeño jeep. Durante los primeros años de la guerra habían conseguido reunir ciertas reservas de gasolina y gasoil, pero con el paso de los años estas se agotaron. Entonces empezaron a trucar los motores de sus vehículos y los generadores de gasolina de las bases, para que funcionasen con aceite o alcohol... Cosas que les eran más fáciles de conseguir o fabricar a los supervivientes.

Dado que los distintos grupos de humanos no eran demasiado numerosos, cada uno funcionaba como una comunidad autosuficiente: Criaban algunos animales y cultivaban pequeños huertos hidropónicos en instalaciones bajo tierra. Pero dependían en gran parte del cultivo de algas en tanques. Gracias a ellas comían y fabricaban el combustible para sus transportes y generadores.

El agua también había sido un problema al principio: Los seres humanos dependen demasiado de su consumo y Skynet lo sabía, así que los supervivientes temían que decidiese envenenar las reservas de agua potable, por lo que las comunidades filtraban y trataban el agua que consumían para evitar problemas. Dependían de reservas subterráneas y, además, tenían sistemas de reciclaje y reutilización que habían llegado a ser muy efectivos.

Al mismo tiempo, una comunidad humana tenía otro gran punto débil: los desechos. La cantidad de basura (orgánica o no) que genera una comunidad de humanos ( y los animales que pudiesen cuidar) podía ser fácilmente detectada por los Exterminadores. Las comunidades consiguieron solucionar este problema y convertirlo en un modo de vida sostenible mediante el reciclaje de esos desechos. Por ejemplo, los restos orgánicos se utilizaban para abono de las algas y para generar energía...

Se había vuelto en gran medida a los remedios naturales, aunque también habían conseguido crear algunos pequeños laboratorios para desarrollar fármacos y antibióticos para los casos más graves.

Cada miembro colaboraba en lo que podía con su comunidad: Los que tenían conocimientos militares como Ryan se convertían a jefes de milicia y entrenaban a aquellos que demostraban tener buena disposición para luchar. Los científicos intentaban mejorar el día a día de las distintas comunidades aportando sus conocimientos y desarrollando investigaciones en medicina, agricultura... Los programadores estudiaban a las máquinas que combatían para utilizarlas a su favor, llegando a reprogramarlas para servirse de ellas contra Skynet, su creador. Los médicos y veterinarios se ocupaban de los nidos y los distintos hospitales de campaña...

Todos tenían que aportar algo. Era necesario para sobrevivir. No podía haber miembros pasivos en una comunidad que tenía que esforzarse por seguir viviendo día a día...

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John descendió del Jeep, mientras Kate se acercaba rápidamente a él. No necesitó que ella le dijese que había ocurrido algo durante su ausencia. Después de tantos años juntos, la conocía tan bien que podía verlo en sus ojos.

John: ¿Kate?... ¿Qué ha ocurrido? ¿Están bien Kyle y Robert?

Ella asintió, para tranquilizarle sobre la salud de sus hijos, antes de continuar:

Kate: Hemos localizado a unos supervivientes, John. Vienen de Europa... Y hay más cosas. Tenemos que hablar.

John asintió. Luego se volvió hacia Ryan y Will para darles indicaciones sobre los repuestos, antes de seguir a su mujer dentro de la base.

El líder de la Resistencia humana miró a su mujer alzando la ceja, con un gesto entre sorprendido e incrédulo, cuando esta le contó todo lo que había pasado.

John: ¿Un T-1000?... Dios, hacía muchos años que no se veían esos bastardos en América. Skynet los "retiró" a todos ¿hace cuanto tiempo? ¿10 años?... Cuando dejó sueltos a los TX... ¿Y qué hacía un T-1000 con humanos?... Creía que ese modelo no se podía reprogramar - Se volvió a un hombre silencioso que permanecía junto a la puerta - Ross, ¿qué opinas de esto?

Alexandre Maurice Ross había sido un científico muy famoso en el pasado, que colaboró en numerosas investigaciones sobre inteligencia artificial. Robert Brewster, el padre de Kate, y él había sido amigos durante mucho tiempo, pero habían discutido sobre la creación del proyecto Skynet. A partir de ese momento se distanciaron, tanto personal y profesionalmente. Había sido Katherine la que había insistido en encontrarle, tras la guerra, para que les ayudase a luchar contra Skynet. Posiblemente, dejando aparte a John y a ella, Ross era la persona viva que más sabía de Skynet sobre la faz de la tierra. El científico era un hombre alto y nervudo, con ojos azules y aspecto algo desaliñado. Se encogió de hombros mientras decía:

Ross: Sabes tanto del modelo 1000 como yo, John. Seguramente incluso más, porque viste uno de ellos en acción...

John: Dudoso honor, Ross... ¡Esa cosa era condenadamente difícil de matar!

Ross: Bueno, el caso es que sabemos que Skynet detuvo su fabricación y en nuestro país apenas se utilizaron unas cuantas unidades que enseguida fueron retiradas y sustituidas por los T-X. No cómo en Europa, a la que se destinaron varios centenares de T-1000... Sin embargo, por los datos que llevamos interceptando hace tiempo, se ha decretado que sean eliminados todos los modelos existentes. Por lo que he podido deducir es por su modo de funcionamiento, que es autónomo...

Kate: ¿Y eso quiere decir...? - Intervino 

Ross: Que un T-1000 toma sus propias decisiones, Kate. Funciona como una unidad aparte de Skynet y este no les controla en absoluto... Desde hace tiempo, tengo la teoría de que algunos T-1000 se le fueron de las manos a Skynet. He hablado con Sven Bretzel, uno de los supervivientes del grupo europeo, que lo ha confirmado. Él afirma que ese T-1000 que les acompañaba forma parte de su grupo en Madrid desde hace unos años y que les ha salvado la vida en muchas ocasiones. De hecho, gracias a él pudieron llegar a América. El T-1000 secuestro y reprogramó un deslizador para atravesar el mar. Y... John... ese T-1000 sabía dónde encontrarte...

John le miró frunciendo el ceño:

John: ¿Encontrarme?, ¿a mí?...

Fue Kate la que se adelantó hacia su marido y le cogió el brazo antes de responder:

Kate: John, hay algo más que deberías saber del T-1000...

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John Connor sabía exactamente lo que iba a encontrar al entrar en la celda dónde estaba el T-1000. A pesar de eso, no estaba del todo preparado para encontrarse cara a cara con ello.

Una joven Sarah Connor (a la que John sólo había visto en una fotografía vieja de antes de su nacimiento) le miró, sentada en el suelo y apoyada en la pared del fondo de la habitación, cuando él entró, flanqueado por los dos 800 reprogramados y por Ross. Kate y su hijo Kyle se quedaron atrás, con las armas preparadas por si acaso.

Sarah: John Connor...- Era una afirmación. El T-1000 Sarah sonrió - Por fin te he encontrado.

John no puedo evitar echar la mano hacia su arma. 

John(Pensamiento): "Ahora es cuando intenta matarme"

Pero no pasó nada.

La T-1000 no hizo ningún movimiento. Se quedó en su lado de la celda, en completa inmovilidad.

John: Me han dicho que te haces llamar Sarah. Y tienes el aspecto de mi madre... De hecho, incluso tienes su voz... ¿Por qué?

El tono de John fue muy frío, muy duro. Ella sonrió brevemente

Sarah: Por que admiro profundamente a Sarah Connor. Y te quiero ayudar a acabar lo que ella empezó, John.

John se quedó de piedra y miró de reojo hacia Ross. El científico se encogió de hombros en un gesto que ya era característico en él. Luego le hizo una seña a John para que siguiese hablando.

John: Y... ¿Qué se supone que me vas a ayudar a acabar?

Ella se puso en pie entonces, provocando que todos le apuntasen con sus armas. Pero no hizo gesto de avanzar hacia ellos. Tan sólo dijo:

Sarah: Quiero acabar con esta guerra, John Connor. Y quiero que los humanos sobreviváis.

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Sven y los otros habían sido llevados a la enfermería para ser atendidos. Estaban todos tremendamente cansados después del largo viaje a pie, desde el bosque donde habían abandonado y destruido el deslizador. Habían tenido que parar a menudo, para que descansasen los heridos Frank y Jorge, y Eva, embarazada de casi 6 meses ya. Sarah les había proporcionado caza para que se alimentasen y les había protegido durante todo el camino. Apenas habían encontrado evidencias de robots en su ruta, puesto que estos se concentraban en las ciudades, donde estaban también los supervivientes. Sarah sabía exactamente hacia dónde se dirigían y les condujo sin ninguna duda hacia su destino, esquivando en lo posible los lugares donde podrían encontrar exterminadores...

Pierre se acercó a él, jugueteando con la bolsa dónde guardaba su puro de la suerte.

Pierre: Aquí estamos, amigo mío... - Comentó en francés, mientras le guiñaba el ojo.

Sven asintió. Había sido lingüista, filósofo, escritor y psicólogo, antes de convertirse en líder improvisado de un variopinto grupo de supervivientes. Hablaba correctamente varios idiomas: francés, español, inglés...

Pierre: ¿Estas preocupado por la muñeca, Sven?... No deberías, sabe defenderse... Ya viste lo que le hizo al perro...

Sven: Eso es lo que me preocupa, Pierre.

El francés sonrió, con su característica mueca sarcástica y se encogió de hombros.

Pierre: Ahora es cosa suya y de ese Connor. Tú ya has dicho todo lo bueno de ella que podías decir...

Sven: ¿De verdad te da igual lo que le pase a Sarah, Pierre? - Le interrumpió enfadado , volviéndose hacia él. 

El francés dejó de juguetear con la bolsa que colgaba de su cuello y le miró pensativo, antes de responder

Pierre: Bueno, no es ningún secreto que nunca me he llevado con la muñeca tan bien como tú... - hizo una breve pausa, muy significativa - pero la verdad es que me ha salvado el cuello tantas veces que me fastidiaría que la quitasen de en medio... La he tomado cierto... cariño. - Otra pausa mientras miraba a Sven con la ceja izquierda levantada - Supongo que a todos nos pasa, en menor o mayor medida, ¿no?

Sven se mordió el labio, antes de sonreír:

Sven: Si, Sarah nos ha salvado a todos de morir muchas veces, demasiadas... Y personalmente, yo me siento... en deuda con ella. Así que me preocupa no poder ayudarla.

Pierre: Claro. Y además...- comentó, como de forma casual, mientras se alejaba de él - ...si mi mujer estuviese con vida y en la situación de Sarah, también yo estaría preocupada por ella...

Sven le miró con sorpresa, mientras movía la cabeza en un gesto de incredulidad. Es cierto que con el tiempo había surgido entre Sarah y él algo más que amistad... Pero pensaba que nadie en el grupo lo había notado. Si Pierre se había percatado de lo que pasaba entre ellos, seguramente no era el único. Levantó los ojos y se encontró con la comprensiva mirada de Eva. Ella asintió.

Sven(Pensamiento): Dios mío, - pensó  bajando los ojos al suelo, - ¡lo saben todos! - Enrojeció hasta la punta de las orejas.

Frank: Eh, amigo - le llamó  sonriendo- Hemos estado hablando entre todos y queríamos que supieses que puedes contar con nuestra ayuda. También con la de Pierre... - El francés, apoyado en la pared detrás de Frank, le guiñó el ojo con picardía, sonriendo de oreja a oreja.

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Sarah: Sé que no te fías de mí, John. Lo comprendo. Por eso te quiero proponer un trato.

Sarah seguía de pie, inmóvil frente a ellos. John le hizo un gesto ceñudo, para que continuase hablando.

Sarah:  Sabes cómo me construyeron, porque no es la primera vez que ves un T-1000.- John asintió, a su pesar - Así que sabes que lo único que puede acabar conmigo es que algo destruya mi nanochip de auto-regeneración. - John volvió a asentir- Estoy dispuesta a ponerlo en tus manos, John Connor. Casi literalmente.

John: ¿Qué quieres decir?

Sarah:  Voy a demostrarte que no te quiero hacer daño, ni a ti ni a los tuyos. Quiero que me implantes una microcarga explosiva en el chip, conéctala a ti. Si tu corazón deja de latir, la carga estallará... Y ambos dejaremos de existir.

Todos se quedaron en silencio, mirando a Sarah con sorpresa

Sarah: Estoy ofreciéndote la única garantía que creo que te servirá de algo... ¿Me equivoco? - Continuó ella.

John, se volvió hacia Ross

John: ¿Qué te parece? ¿Es posible hacer eso?

El científico miró fijamente a la prisionera antes de volverse al líder de la Resistencia:

Ross: Seguramente. Puedo hacerlo. Y seguro que ella puede ayudarme, ¿no es así?

Sarah asintió.

Sarah: Sin problema. Quiero que confiéis en mí. Haré lo que sea...

John miró hacia su mujer y su hijo. Kate tenía una expresión preocupada y su hijo se debatía entre la incredulidad y la desconfianza.

Sarah: ¿Qué os parece?

Kate: Creo que tendríamos que pensarlo... 

Sarah asintió mirándola, con una leve sonrisa en la boca.

Sarah: Lo entiendo.

John suspiró antes de contestar:

John: De acuerdo. Lo pensaremos... Pero si quieres que confiemos en ti, es mejor que no hagas nada raro ni peligroso mientras tanto.

Sarah asintió y salieron todos de la habitación, dejando a los 800 vigilando en la puerta.

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????: Insiste mucho en verte John. Y también quiere ver a la T-1000...

Terry era compañero de Sarah en los hospitales de campaña. Había sido conductor de ambulancia en su juventud. Actualmente se ocupaba de la enfermería de la base y había recibido la petición de uno de los supervivientes europeos.

John: ¿Sven Bretzel era el jefe del grupo, no? - Preguntó , mirando de reojo a Sarah. Ella asintió. -De acuerdo, tráele ahora y hablemos con él. A ver qué tiene que decir.

Minutos después un hombre rubio, muy alto y delgado se encontraba ante ellos. Ross también se había acercado a la habitación de John. Este le había llamado, ya que había hablado antes con Sven y quería que este se sintiese lo más cómodo posible.

John:  Hola Sven. Yo soy John Connor. Me han dicho que querías verme... - Le tendió la mano. Sven se la estrechó. Luego le presentó a Kate.

John: A Ross ya le conoces... Bien, Sven... Tú dirás...

Sven: He venido a verte por Sarah...

John estrechó los ojos, mirándole fijamente.

Sven: Sé que no os fiais de ella. Pero te aseguro que para nosotros es una gran amiga y aliada desde hace mucho tiempo. Lo que pasó con el perro... fue en defensa propia. ¡Ella no quería hacer daño al animal!

John miró hacia su mujer. Kate y él habían hablado del episodio del perro y habían llegado a la misma conclusión, pero no dijo nada. Sven siguió hablando.

Sven:_Ross me ha contado lo que te ha propuesto Sarah, lo de su chip...

El científico se encogió de hombros cuando John se volvió hacia él.

Ross: Son sus compañeros. Pensé que debían saberlo... - dijo a modo de disculpa.

Sven: John Connor - Continuó avanzando hacia él, para llamar su atención - No quiero que le pase nada a Sarah. Te aseguro que hablo en nombre de todo mi grupo cuando te ofrezco nuestra total garantía de que Sarah es de fiar... ¡Ella no es un simple robot! ¡Es nuestra compañera y...

John le interrumpió con un gesto:

John: Escucha Sven. Los robots han intentado acabar con mi vida desde antes de que naciera, así que...

Sven: Sí, John. Conozco tu historia... Y también sé que algunos Robots te han protegido y salvado en otras ocasiones, ¿no es cierto? Tú mejor que nadie puedes comprender hasta dónde llega la capacidad de un exterminador para ser más... humano.

Kate interrumpió con un gesto la réplica de John y se adelantó hacia Sven.

Kate: Hablas de "ella" como si fuese una persona. Esa cosa es un robot y fue construida para matar...

Sven:  Los T-800 que habéis reprogramado también fueron diseñados para destruiros y ahora convivís con ellos...

Ross: La palabra clave es "reprogramado" - cortó Ross-  A un T-1000 no se le puede reprogramar.

Sven: A un humano tampoco.

John: ¿Estas comparando a esa T-1000 con nosotros, Sven? -  estaba sorprendido.

Sven le miró fijamente:

Sven: Es lo más parecido a los humanos que puedes encontrar entre los robots, John Connor... ¡Ella es capaz de sentir! Puede sentir pena, tener miedo por alguien o alegrarse... Puede amar...

Ross, John y Kate se miraron con sorpresa.

John: ¿Qué?...

Sven: Connor, Sarah y yo estamos enamorados... ¡No te voy a permitir que le hagas daño, bajo ninguna circunstancia!

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Sarah oyó la puerta y levantó los ojos, para encontrarse cara a cara con Sven. Su cara se relajó en una sonrisa y se levantó para ir a su encuentro.

Sven: Sarah...- Él la abrazó con fuerza. - ¿Estás bien?

Ella asintió

Sarah: ¿Y vosotros?

Sven: Estamos todos bien... Eva, Jorge y Frank se están recuperando en la enfermería. Gracias por traernos, Sarah. Una vez más, nos salvaste la vida...

Ella no dijo nada, sólo le miró sonriendo. Entonces se besaron.

La primera vez que lo hicieron fue una sorpresa para ambos. Sven hacía años que no besaba a nadie y para Sarah era la primera vez. Todo ocurrió de la forma más natural. Habían hablado de lo que pasaba entre ellos, muchas veces. Decidieron ocultárselo a los demás porque no sabían cómo se lo tomarían... Al fin y al cabo, Sarah no era una humana. Era todo demasiado complicado.

Sven: Sarah, los otros lo saben... Incluso Pierre.

Ella le miró, antes de reírse a carcajadas. Él se había puesto colorado. Estaba muy gracioso. Al final le dijo, acariciándole la cara con un gesto de cariño.

Sarah: Sospechaba que no éramos tan buenos ocultándolo como tú creías, Sven...

Él también sonrió. Luego se puso serio

Sven: Me han contado lo que le has propuesto a John Connor... ¿Crees que es necesario?

Sarah: Para él si... No ha sobrevivido tanto tiempo fiándose sin garantías.

Sven: John Connor es el líder visible de la Resistencia humana... ¡Es un objetivo prioritario! Si él muere...

Sarah:Te aseguro que no dejaré que muera, Sven. También por... motivos personales.

Él suspiró y se rindió. Sabía que cuando Sarah había tomado una decisión era inútil discutir. Además, entendía tanto sus razones como las de John Connor.

Oyeron la puerta a su espalda y se volvieron para encontrarse con Connor cara a cara. A él no se le pasó que estaban abrazados, pero no hizo comentarios al respecto.

John: De acuerdo... Sarah. Acepto tu propuesta. Cuando esté todo arreglado... - hizo un gesto hacia su cabeza - ...podrás salir de aquí.

Sarah sonrió

Sarah: No te arrepentirás.

Él se volvió para salir, pero se detuvo

John: Una cosa más... No estoy muy cómodo con tu aspecto... ¿Podrías cambiarlo?

Ella se puso rígida y miró de reojo a Sven antes de hablar

Sarah: Lo siento John... Pero llevo muchos años con este aspecto... Me siento bien así... Esto no es como ponerse una máscara. Soy yo y es mi físico. Me sentiría muy rara, si tuviese que ser "otra persona". No puedo explicártelo mejor...

No obstante, su color de pelo y de ojos cambiaron: Ahora Sarah era pelirroja y sus ojos, marrones.

Sarah: ¿Es suficiente así?... - Su voz tenía un deje implorante. John la miró fijamente antes de asentir.

John: De acuerdo, Sarah. Así es suficiente. Gracias... Ross y Kate quieren hablar contigo los detalles de la intervención... Vendrán enseguida.

Salió de la habitación, cerrando la puerta tras él. Sarah se volvió hacia Sven, vacilante

Sarah: Lo siento... Yo... - Cogió un mechón de su nuevo pelo con reticencia y miro hacia él dudando - ¿Te gusta?...

Él sonrió, mientras tendía los brazos hacia ella:

Sven: ¡Pues claro que sí!

Se besaron otra vez.

Sarah siempre conseguía sorprenderle.

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