₀₉

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Amo mi trabajo. Me satisface que la persona se vaya sana después de haber sido atendida por mí, poder sonreír después de un Código Azul y decir que salvé la vida de alguien, me satisface el alivio que puedo darle a otras personas.

-Hey, deja que la doctora haga su trabajo- el niño niega frenéticamente causando un bufido en la chica- deja de ser tan miedica, no tengo tiempo como para estarlo perdiendo aquí.

-¡No soy miedica!.- exclamó el menor, con un puchero y el ceño considerablemente fruncido.

Presencio la manera en la que el rostro de la muchacha se aprieta en inconformidad por la desobediencia de su hijo. Es su madre, pero hay que ver como lo trata. Se ve joven, muy joven, yo diría veinte o veintiún años. Por un momento me sentí identificada con ella. El niño tiene cinco años así que suponiendo que tenga la edad que creo, era prácticamente una niña cuando lo tuvo.

E intervengo.

-¿Mike?- dije, unos tímidos ojitos marrones me observan.- ¿Quieres un caramelo?

-¿Tienes uno?

Metí la mano en bolsillo de mi bata encontrando el caramelo que había comprado para Dae-hyun.

-Sí, ¿lo ves?- agito la golosina en mi mano. Acto seguido, una pequeña mano intentó arrebátarmela. Fui más rápida y la alejé de su alcance. Mike me mira como si se sintiese engañado- Yo te lo daré, y a cambio tu dejarás que te cure el oído, ¿trato hecho?

-Pero me dolerá.- murmuró triste.

-Lo haré rápido, además solo será para que pronto ya no tengas nada. Si lo dejas así...- le doy el caramelo, haciendo que lo coja mientras me pone atención- empeorará, y se pondrá muy muy feo.- él me mira con una cara horrorizada. Sonreí invitándolo a que se tranquilice un poco. Me apoyé en las rodillas para estar más cerca de su rostro-. ¿Por qué no le demuestras a tu madre que no eres miedica?-

Mis palabras lo hacen mirar a su progenitora, quien está un poco menos seria.- De acuerdo.

Satisfecha, me senté el silla frente a la camilla, poniéndome los guantes después de haberlos cogido de la bandeja metálica que me traje al cubículo con las cosas que utilizaría.

Trataba de un picazo, algún bicho le habría picado que le dejó la oreja así. Había muchísima infección, después de todo tendría que hacer una buena limpieza. Le saqué conversación al pequeño mientras lo hacía para distraerlo pero sabía que le dolía, yo no lo hacía ni más suave ni más duro, solo lo hacía bien. Entendía que a él le pareciera que le estoy triturando la piel, a mi también me han parecido monstruos los doctores alguna vez. Aunque el niño se portó muy valiente, apretaba los ojos y lloriqueaba pero se portó demasiado bien.

-Listo, esto quedó como nuevo.- dije acabando de untar el yodo con el algodón que sostenía con una tijera.

-¿Ya terminó?- Mike dejó de apretar los ojos, tenía pequeñas lagrimitas, las que su mamá limpió, creo que era el único acto afectuoso que había mostrado desde que estoy con ellos.

-Ajá- afirmé divertida quitándome los guantes.- Fuiste muy valiente, eh.

-No soy un miedica.- repitió.

-Claro que no- pellizqué su cachete- cómete ese caramelo ¿vale?

-Lo haré- dijo mostrándome una sonrisa leve.

Minutos después ya se marchaban madre e hijo. Me quedé viéndolos hasta que mi teléfono sonó con una llamada de Hoseok que me hizo sonreír. Me aseguré de que no haya nada más importante que responder, y acepté.

-Hola amor.

-Hola cielo- me dijo con la dulzura de siempre- ¿cuándo salías?, quiero ir por ti.

-Um, en...- miré mi reloj de pulsera- quince minutos acaba mi turno.

-Ahí estaré.

-Deberías, me trajiste en tu auto en la mañana así que tú me recoges porque injustamente ahora yo soy quien no tiene su auto para irse.

Escuché una risita- Como ordene mi hermosa prometida.

-Aw, basta- dije riendo, velando que nadie viese mi cara boba- Te espero, no llegues tarde.

-Sí, vale, nos vemos ahora. Beso.

-Beso- dije sonriente antes de colgar.

(...)

Taehyung.

Los días con mis amigos pasaron con volatilidad. Ya pasó un día desde que estoy solo en esta lujosa, grande y vacía casa. No completamente solo ya que tenía de compañía a Yeontan, no es un humano pero es una presencia. Me agradan las conversaciones unilaterales, y con él las puedo tener, aunque no se si sea tan entretenido hablar solo todo el tiempo. Porque podré ser del tipo que se fuma una cosa que droga, pero sé que hablar con una animal es hablar solo.

Después de pensarlo, subí a mi habitación y me puse un par de tenis negros que iban bien con mis joggers del mismo color. Arriba traía puesta una sudadera blanca. Por último me puse una gorra, parecía que tenía planeado un asalto y estaba por ir al lugar en el que iba a robar, pero tan solo iría a dar una vuelta. No he conocido muy bien Londres, ahora mismo estoy aburrido, y las calles están ahí esperando a que las recorra y conozca de ellas.

Caminé en medio de la agradable noche pensando un poco en mi vida. ¿Qué será de mi? ¿Alguien me querrá en un futuro? ¿Llegaré a viejo siendo un empresario drogadicto divorciado? ¿Hay una especie de segundo amor de mi vida en alguna parte?

Estos días no trajeron consigo nada en especial. Dado que mi propósito al estar aquí es convivir lo mayormente con mis hijos, a eso ha ido mi enfoque.

Por ese tema no tengo ninguna preocupación, Eun-Sang me ha demostrado con hechos que no hay nada mal entre nosotros, nos queremos de la misma manera que años atrás. Aunque hora a distinción de antes no puedo leerle "El Principito" y verla dormirse descanzando suavemente contra mí, o hacerle dos coletas y dejarla en el colegio temprano.

Dae-hyun... aún no asimilo como de grande está. Empezando porque desde el primer día me llama "papá", algo que realmente me contenta. Me pone feliz lo rápido que pudo encariñarse conmigo, es un niño que aparenta ser tímido, pero una vez te toma confianza tienes que mandarlo a callar, yo obviamente nunca hago eso.

En cuanto a ella... no sé qué pensar. Yo necesitaba salir de dudas, por eso me pasé de la raya en aquella conversación. Tenía una perspectiva sobre las cosas durante un tiempo, pero esos pocos minutos me sobraron para darme cuenta de que es muy posible que yo todavía despierte la tétrica parte de un sentimiento que ella durante tres años se esforzó por borrar. Tal vez Jimin tenía razón y Tn no ha cambiado totalmente.

Se le verá más madura y más segura de si misma, pero su mirada no me mentía.

La verdad quería convencerme a mi mismo de cumplir lo que dije, eso de que no la perseguiría y tal. Y si hoy por hoy se le ve tan nueva y reconstruida, no estoy seguro de querer ser el bloque mal colocado, quiero que esté donde ella se sienta bien.

Esto parecía una jodida broma ¿Yo en serio estaba diciendo eso?

Tiré la polilla al suelo y le pegué el pie, soltando el humo de la última calada por la boca y la nariz, me quedé junto a una parada de autobús ya que los carros se acumularon en la carretera impidiendo que pueda pasar.

La frialdad del viento nocturno bate golpeándome el rostro. Espero paciente a que los carros desocupen la carretera para poder cruzar a la otra acera, cuando por cosas de la vida me tocó observar algo no muy de mi gusto. Eran Tn y Hoseok, iban en uno de los autos. Me mantengo en mi sitio viendo aquella desagradable escena. Él parecía estar diciéndole algo y ella reía por ello, vi como estiró su mano y le acarició la mejilla.

Esas caricias eran para mí...

(...)

Un furibundo grito me raspa la garganta. Sudo de tal manera que las gotas de sudor corren por mis sienes. Las puntas de mi pelo se mojan con el salado liquido. Mis infatigables brazos no paran de golpear aquel cilindro de lona rellena y dura que colgaba del techo. No tengo sexo para saciar mi molestia pero si un saco de boxeo que soportará todos los golpes que quiera darle, mi psíquico estado me ayuda a alucinar una cara en él que solo consigue animarme a dar puñetazos sin parar.

Flashback.

-¿Te gusta esto?... Es decir, esto de vivir juntos y... ser una familia- se apoya del codo derecho, con el cuerpo girado hacia mí. Vacilo aunque puedo responderle sin siquiera pensarlo, me gusta como mastica el malvavisco. Y su cuerpo tendido en la cama guardado en ese corto y bonito pijama rosa distraería a cualquiera.

-Me gusta, pero ahora imagina esto...- quité el plato de pequeños dulces que teníamos de por medio, sus labios se fruncen en un puchero confundido. Me miró atenta segundos después de que me le hube puesto encima, con las rodillas a cada lado de sus muslos y los brazos a cada lado de su cara.

-¿Imaginar qué?

-Cinco descendencias de y de mí- mencioné lentamente- ¿no sería lindo?

-¿Dices que tengamos cinco niños?- preguntó atónita, riendo. Afirmo con mi silencio- Eso es una locura, no voy a tener tres partos más solo porque tú lo dices.

-Venga, piensa en lo divertido que será hacerlos- jugué con mis cejas, empezando a hostigarla de dulces besos que sé que le encantan aunque me dice que pare.

-¿Qué? Oye, espera- entre su risueña risa y mis labios no consiguió articular una oración con coherencia. Sus brazos abrazan mi cuello sin controversias en señal de que cede.

Sin poder soportar el ardor que me recorría el esófago, me tumbé sin vida en suelo. El no haber tomado agua hizo que me agotase más rápido. Mi respiración ya no daba más, la molestia era tanta que ni siquiera me molesté en buscar un pomo de agua y parar cada cierto tiempo para hidratarme.

A la mierda, quiero a Park Tn conmigo de nuevo.

᪤ ᪤ ᪤

Capítulo corto pero informativo nwn
Estrechamente relacionado con lo que leyeron en el prólogo 😈🤗

Graciasxleer ❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro