₁₉

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Los días lluviosos son mis favoritos.

Adoro el frio, el cielo gris, el olor a tierra mojada, aunque de cierta manera este tipo de época no me trate muy bien ya que solo hago descuidarme un poco y eso es un resfriado seguro.

¿Ya dije que el clima de Londres es muy bipolar? Pues lo es, en la mañana el cielo estaba muy despejado con un bonito Sol, mientras que ahora es todo lo contrario.

Mi auto lo usa SeokJin hoy y casualmente me falta el objeto principal: un paraguas. Eso explica por qué no he podido moverme del techo de la entrada del hospital desde hace cinco minutos.

Alguien que pasó a mi derecha me saludó, y yo giré enseguida devolviéndome el agradable saludo a un doctor con el que he estado trabajando desde que estoy en piso. Le seguí con la vista, un auto lo esperaba al parecer, se apresuró a subir al asiento copiloto y el coche avanzó.

Yo me vi en el mismo lugar y solté un suspiro de preocupación. Tengo que conseguir al menos un paraguas o no podre salir de aquí, el agua no parece querer dejar de caer. Cada vez hacía más frío y me frustraba lo tarde que se me hacía. Desbloqueé mi celular con mi huella digital y una idea un poco imposible me vino a la mente.

En recientes la última llamada era la de Taehyung, si deslizaba el dedo hacia la derecha sobre la notificación estaría llamándolo, pero el pulgar se me quedó quieto.

Cerré los ojos un momento y solté un suspiro volviendo a mirar la pantalla de mi celular. No lo pensé más e hice que se iniciara la llamada a la que tanto temía. Me apoyé el teléfono contra el oído y esperé al primer timbre. Los cinco primeros timbres se escucharon y entonces colgué, tal vez queriéndome librar del tenso estado que me embargó mientras esperaba a que recibiera mi llamada. Cómo me avergüenza la cobardía que estoy demostrando para hablarle por teléfono.

Mi celular vibró con fuerza en mi mano y solo tuve que mirar para comprobar que era Taehyung.

Respondí sin rodeos.

**Llamada**

-¿TaeHyung?- hablé, una pregunta realmente retórica.

-Hola- se escucha sorprendido- Ahm, no esperaba que me llamaras ¿pasó algo?

-Umh, yo... me preguntaba si podías venir por mí. Estoy en el hospital, mi turno acabó y no he podido irme porque no tengo mi auto y tampoco-

-¿En el hospital?

-Sí...- dije sorprendida por su interrupción.

-Espérame ahí, ya voy.

El pitido me hizo apartar el celular para ver que la llamada había sido terminada.

Bien, ya lo hice y sigo viva, no era para tanto.

Me estuve de pie allí de pie, sin querer ponerme a pensar en si estuvo mal haberlo llamado porque al final discutir conmigo misma siempre terminaba en lo mismo. Al cabo de diez minutos o más, pude discernir un auto gris aparcar frente a la edificación al otro lado de la carretera. Todo indicaba que dentro de este venía la persona que venia a mi rescate, y lo confirmé al verlo salir del asiento conductor con una sombrilla sobre sí, llevando un grueso abrigo color verde oscuro que se me antojaba en esos momentos.

Rodeó el auto para dirigirse a mí, yo bajé los escalones rápidamente estrechando los ojos y cubriéndome un poco con las manos, él esperó a que llegara.

Me metí bajo la sombrilla y entonces nos dirigimos a su auto. Mientras caminaba sentí una muy rara sensación, como si alguien me observara fijo. Volteé instintivamente buscando encontrar algo pero me enderecé enseguida, era en vano mirar cuando anochece a cada segundo y la lluvia va en medio.

Al llegar al vehículo Taehyung abrió la puerta para mí y yo sin demorar entré, transportándome a un lugar muy diferente al que me hallaba. Taehyung subió a su sitio en el asiento conductor poniendo la sombrilla en los asientos traseros.

Me miró un momento, sin decir nada se retiró su abrigo y me lo extendió quedándose con un suéter. Me lo coloqué en los hombros sin protestar, era muy pesado y olía a un perfume que le he sentido antes.

-¿Esperaste mucho?- me preguntó mientras se encargaba de poner el auto en marcha.

-No, llegaste rápido. Gracias, la verdad si no vienes no sé que hubiera hecho- le dije sinceramente.

-¿Y tu auto?- dijo viéndome

-Jin lo necesitaba hoy. Mis planes eran tomar el bus o algún taxi en la tarde pero. . .

-Está bien... igual no fingiré que no me gustó que me llamaras- dijo, dejándome sin palabras como siempre que se hace el sincero.

Miré las gotas que empapaban el vidrio de mi ventana correspondiente. - Llamaría a Hoseok si estuviera aquí.

-Pero no está- recalcó y yo lo mire, le gusta recordármelo.

Y estoy segura de que en ese "no está" hay camuflajeadas muchas cosas.

-Te llevaré a mi casa ¿vale?- dice cuando han pasado algunos minutos.

-¿No puedes llevarme a mi casa?- pregunto abrazándome a mi misma, con el calor de su abrigo expandiéndose por mis brazos.

Observo por la ventana a mi derecha y después por el cristal delantero de su auto, las gotas caen sin parar, aumentando mis problemas. Vuelvo la cabeza hacia él.

-La mía está más cerca.- dijo mirándome un momento para no descuidar el manejo- podrías pasar la lluvia ahí, luego te puedo llevar a tu casa.

Trago de mi saliva y bajo la mirada lentamente, ¿por qué me mortificaba tanto la idea?

-A menos que no quieras irte.- añade. No me da buena espina lo que siento al nuestros ojos chocar. Estoy en todo mi derecho de replicar con algo que le borre esos buenos ánimos que se le notan, sin embargo me ahorro las palabras y observo el largometraje de la carretera el resto del camino.

(...)

La temperatura dentro de su casa era tan cálida como la que se resguardaba en su auto. Ante mis ojos se muestra la hermosa y amplia sala, no hay nada desordenado, todo reluciente y en su lugar.

-¿Te quieres dar una ducha?- me pregunta cuando hemos dado pocos pasos.

-No. Solo esperaré a que deje de llover y después me iré- dije frotando las palmas de mis frías manos.

-¿Segura? Debes estar cansada. Te sentirás mejor, hazme caso.- y así de fácil me convenció.

Me pidió mi bolso, yo se lo di y lo enganchó en la entrada.

Entonces fui detrás suyo, subimos las escaleras y ya en el segundo piso nos adentramos a su habitación. Me preguntaba por qué no podía utilizar un baño de abajo, pero no mencioné nada al respecto.

Miré brevemente a mi alrededor y efímeros recuerdos vinieron a mi mente. Con tan solo observar esa cama surgían muchas cosas que decir. Dejé de ignorar que me miraba y le devolví la atención.

El contacto visual rebasó el tiempo límite, y fui consciente de lo que hacía cuando humedecí mis labios.

Taehyung adoptó una muy leve sonrisa ladina, aunque su rostro no abandonaba la seriedad con la que estuvo siempre -Lo estás haciendo de nuevo.- mencionó sin dejar de mirarme.

La distancia era la normal, no estábamos uno encima del otro, nuestros alientos no chocaban, no había contacto por ninguna de las partes, pero solo hacia falta que nos miráramos para que la tensión sexual nos rodeara en círculos.

-¿Qué... qué estoy haciéndo?

-Esa mirada... no me mires así si luego vendrás a quejarte de lo que provocaste- lo especifíca y es casi imposible simular no entender frente a su perspicacia.

-¿Y qué te dice mi mirada?- me atreví.

-Tn-

Lo interrumpí-Solo acércate, Taehyung.- no titubeé para nada, y a él tampoco se le vio muy inseguro.

Una de sus zancadas y nuestros labios confluyeron. Era obvio que no habrían dudas de su parte, nunca dice que no cuando le hago este tipo de invitaciones.

Coloqué mis manos sobre su abdomen aunque apenas lo tocaba, una de las suyas me sujetaba la mejilla y la otra estaba muy bien sumida en las hebras de mi pelo. Los movimientos fueron bastante suaves y pausados pero creo que era muy palpable la necesidad de besarnos. Es que no hace falta ver el futuro para saber lo que supone el que estemos a solas entre cuatro paredes.

Las cosas como son, no he venido a este lugar porque no tengo más alternativas, bien puedo convencerme de ello con el fin de sentirme bien, pero una escondida parte de mí sabe el verdadero motivo.

Fue él quien se apartó primero. Volvió a pegar nuestros labios ya húmedos por el beso anterior, y mordió un poco su belfo inferior antes de hablar.

-Ahí está mi ropa- dijo- escoge la camisa que mejor te acomode y si quieres usa uno de mis boxers. Hay toallas limpias también. Estaré allá abajo.- me soltó y sin más pasó por mi lado.

Observo por encima de mi hombro como se va, me quedo sola cuando la puerta se cierra. Me acerqué a la cama y me apoyé para sacarme los tacones. Me fui desvistiendo poco a poco hasta quedar en ropa interior y así caminar hasta el baño.

El agua me relajó en gran parte. Lo dudé en un principio pero indagué en los productos que encontré ahi y terminé lavando mi pelo. Eran estupendos y olían genial. Ingresé a su vestidor, no tenía mucha ropa pero si habían unas siete camisas bien planchadas junto varios pantalones de vestir. Vi un bultito con ropa doblada, me acerqué y eran varias camisetas que me quedarían bien como vestido.

Taehyung.

Lancé más madera a la chimenea provocando algunas chispas, la candela aumentó y supe wue dneyro de poco ya se iria esparciendo el calor. Sacudía mis manos frotándolas una con la otra cuando percibí la presencia de alguien a mi costado. A mis ojos apareció la grata imagen de Tn usando una de mis camisetas, su cabello estaba mojado y en los pies traía una de mis pantuflas. La detallo de pies a cabeza un par de veces y me quedo en su rostro.

No es la primera vez que la lluvia nos obliga a estar juntos, aunque al fin de cuentas eso sea una escusa.

Ella quiere estar aquí, me lo demostró en el beso de hace un rato. No creo que quiera dejarla ir hoy, tengo que llevarla a mi cama así solo vayamos a dormir, por una noche sintiéndola mientras duermo doy todo mi dinero.

-Pensé que no era necesario estrujarte una camisa asi que escogí una camiseta- se miró- También utilicé tu champú, no te molesta ¿o si?.

-No, para nada- contesté- toma asiento en donde quieras, me iré a lavar las manos.

La dejé sentándose y me dirigí a la cocina. Cuando volví me fije en que Tn tenía algo en las manos. Identifiqué el libro que estaba leyendo cuando recibí su llamada hace un rato.

-No pierdes los buenos hábitos- mencionó ojeando algunas páginas.

-¿Eso fue irónico?- me senté también.

-No- respondió cerrando el libro, se detuvo a ver la portada- leer es un buen hábito después de todo- me miró cortamente- no importa si lo que te gusta es leer este tipo de contenido.- dijo viendo la portada otra vez.

-¿Literatura erótica?- pregunté retóricamente.

-Sí.

-A ti también te gustaba- no dejo de mirarla mientras hablo y sé que le supone un problema como también la llegada de recuerdos- Leíamos juntos, ¿recuerdas?

-Siempre acababa mal...- dijo dándome una breve mirada, estábamos pensando lo mismo.

-Podemos leer juntos si te apetece.- hablé, ella se río.

-Resulta que hay cosas que me apetecen que no puedo hacer, y una de ellas es lo que me estas proponiendo, Taehyung.

-No tiene por qué acabar mal.- dije, un argumento muy poco sostenible pero que era necesario hacer.

-¿Y qué si lo hace?- preguntó, las cosas se me hacían cada vez más fáciles.

Me aproximé un poco más a su rostro y susurré: -Tal vez te guste atenerte a las consecuencias.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro