₆₀|Final

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Ese día, cuando vi a Taehyung por primera vez luego de tres años a través de la ventanilla del auto y mi corazón se desbocó latiendo, de alguna manera supe que no lo había superado. Se desvaneció el café en la mañana con Hoseok, la noche en la que le permití poner su anillo en mi dedo, los planes que hicimos escuchando nuestro playlist favorito, mi muro de superación se derrumbó bloque a bloque.

No llego a entender por qué en mi vida han habido tantos nuevos comienzos. Y es por más que quiero quedarme en uno y no ponerle un fin, de repente tengo que olvidarme de todo y volver a empezar desde cero con las cicatrices del comienzo anterior.

Sí, tal vez una tercera oportunidad no era lo más sano teniendo en cuenta los trágicos sucesos que nos habían marcado, pero yo siempre hallaba la manera, siempre terminaba volviendo a él. Al causante de mis destrozos, al que me hería y me curaba, al que le derramé el jugo encima el día en que nos conocimos.

Y no voy a decir que no perdía nada si lo intentaba, porque sí lo hacía, cediendo por tercera vez a un nuevo "nosotros", lo arriesgaba todo. Básicamente ponía en peligro lo que quedaba de mí luego de tantas rupturas.

Aquella noche, sentada en ese sofá, con las huellas de su boca en la mía y la indecisión mas grande de mi vida, mientras me desahogaba, me di cuenta de que mi amor por él seguía sobreponiéndose a las noches sin dormir, a las ganas de llorar, a la inestabilidad mental, al ardor en el pecho. De que a pesar de las dificultades, el amor siempre ha sido fuerte, irrompible, aveces fue insano, llegó a ser unilateral y tóxico, pero seguía siendo fuerte.

No se lo conté a nadie nunca, pero de adolescente le quise tanto que llegué a creer que había creado codependencia. Quizás porque mi vida cobró algo de sentido cuando él irrumpió en ella, sin darme cuenta no me sentía la niña con la suerte más desfavorable que existiera, sino la chica afortunada que había encontrado esa codiciada media naranja. Taehyung era esa persona que llegaría a disminuir mis problemas.

El destino planificó todo rigurosamente.

Ni Rachel, ni Jackson, ni Jungsok, ni Jack, ni Hoseok. En un final jamás dejábamos de ser él y yo, yo suya y el mío, a rajatabla, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese.

-Antes de que aceptes y seas mi esposa por el resto de nuestros días...- Taehyung sostiene mi mano entre la suya cruzando nuestros dedos a la vista de los ojos espectantes de todos.- Quisiera confesar un par de cosas aquí y ahora... lo primero y más importante es que has sido... lo mejor que ha tenido mi vida siempre.- justo después de eso mis ojos se crsitalizaron. Temía ponerme a llorar frente a todo el mundo, así que me mordí los labios, adorando la siceridad que derochaban sus ojos.- Que me enamoré de ti desde el primer momento... como un loco, perdidamente. Que me cautivó tu timidez y que amé la primera vez en que me dijiste "Tae".- me río levemente atendiéndole solo a él.- Recuerdo que Jimin tenía que cubrirme con los profesores cuando me espacaba de clases para ir a verte- comenta haciéndome reír y mirar al mencionado, quien asintió con hartazgo.- luego solo me molestaba con lo embobado que me tenía la chica de primero.- con esto último volteo a ver a su mejor amigo y ambos rieron contagíandome a mi y a nuestros amigos.- Confieso que cuando te conocí sentí la necesidad de estar a tu lado, quería estar para cuidarte, hacerte reír, acompañarte, juro que quería tener yo todos tus problemas porque por alguna razón me preocupaba verte preocupada, no sé de que manera pudiste... ocupar un lugar tan importante en mi vida.- siento una lágrima rodar por mi mejilla-. Quiero que sepas lo agradecido que estoy con que me hayas perdonado... gracias por hacerme tan feliz y por regalarme los niños mas hermosos del mundo.- de mis ojos caen muchas más lágrimas y Agh, a la mierda el maquillaje. Tae me limpia el rostro con delicadeza y una sonrisa para luego besarme la frente.

Sin aviso todos aplauden y solo alcanzo a ver a Lisa limpiándose las lágrimas con un pañuelo mientras Jin la abraza y le pide que se calme.

-¡Qué hable la novia!- grita Jungkook.

Cojo el micrófono cuando Tae me lo tiende, y me concentro en él, aunque es imposible olvidar que me miran más de un par de ojos. Hay un grupo simple de personas, nuestros familiares, colegas de trabajo de Tae, y algunos amigos de nuestros amigos y familiares. Además de un pequeño equipo de prensa sacando fotos y vídeos.

-Ehm... yo... creo que voy a ser mucho mas breve... Sólo quisiera decir que... estoy más que feliz por poder por fin estar en paz con el amor de mi vida, y que estoy dispuesta a hacer que valga la pena el sufrimiento por el que hemos pasado para llegar hasta aquí.- lo miro y sonrío consiguiendo que él también lo haga.- Quiero que sepas que te amo mucho...- la voz se me vuelve un hilo en la última palabra, y me siento a punto de llorar.- demasiado en realidad.- agrego tragando en seco.- Por favor quedémonos juntos para siempre.

Termino con eso, causando otra ronda de aplausos, Tae asiente repetidas veces con la cabeza y me ayuda con el desastre de lágrimas en mi rostro.

Veo que se acerca a besarme y lo detengo divertida.-, Oye, no puedes todavía.

-Agh. Verdad.- se aparta.

Seguidamente los niños vienen con los anillos, Eun con un lindo vestidito blanco parecido al mío y Dae todo apuesto con un mini esmoquin y su melena azabache bien peinada. Yo agarro el anillo que se va un poco mas grande colocándolo en el dedo de Tae, él hace lo mismo conmigo. Los pequeños se retiran yendo de vuelta con su abuela. Y luego tocan las palabras mágicas:

-Kim Taehyung, ¿acepta usted a Park Tn como su legítima esposa, para amarla , respetarla y cuidarla en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte los separe?

-Acepto.

Mi risilla nerviosa se disuelve en el comienzo de la pregunta entonces dirigida a mí.

-Park Tn ¿acepta usted a Kim TaeHyung como su legítimo esposo, para amarlo , respetarlo y cuidarlo en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, hasta que la muerte los separe?

Tomo un suspiro, porque no estoy inhalando bien. Los nervios me carcomen, pero no es inseguridad, es emoción, es ansiedad, son ganas de intentarlo de nuevo. Alejo el pesimismo de mi cabeza, creyendo en la esperanza de que no terminaré firmando un contrato de divorcio otra vez, y hablo:

-Acepto.

Suelto mi respectiva respuesta dándole una mirada breve al padre. Los aplausos del expectante público llenan el ambiente. Las pequeñas olas de la playa siguen mojando el mismo pedazo de la orilla, huele a mar, hace viento, el sol irradia una luz agradable; y siento un alivio grandísimo en el pecho, como si me cupiese mas aire en los pulmones.

Todas las vibras malas que ocupaban mi mente se van de manera ilógica, siendo reemplazadas por una alegría que me pone a tiritar. Ya no habría un futuro no deseado al que me tendría que acostumbrar, ya no más pensar en lo que pudo ser y no fue. Ya no.

Hace unos años, cuando no existía Hoseok, cuando vivía sin otra motivación aparte de mis hijos, no hubiera creído ni remotamente que estaría de nuevo en un altar vistiendo de blanco. Pero lo más increíble: contrayendo matrimonio con alguien que alguna vez enterré en lo mas profundo de mi pasado.

-Y por el poder que se me concede, yo los declaro marido, y mujer. Puede besar a la novia.- concede el cura amablemente.

-Uuh! Bésala, machoo!- vocifera Jimin con gracia sacándonos una risita.

Mi apuesto me acuna las mejillas con las manos, y se me queda mirando unos segundos.

-Lo conseguí.- susurró acariciándome.- Te haré tan Feliz, Park Tn.

-Lo sé.- le digo en un hilo de voz.

-Esposa mía.- me susurra.

Me río, y cierro los ojos porque sus labios se posan encima de los míos en el beso que coronaba nuestro matrimonio. El sonido ensordecedor de los aplausos y los gritos de celebración nos acompañaron la sonrisa cuando nos separamos.

-¡Vivan los novios!- Exclama Lisa.

Tae y yo nos alejamos para recibir el abrazo y la felicitación de nuestros amigos. Yo por lo menos recibí tres abrazos de Lisa y un millar de besos y abrazos de Eun y Dae. Jimin y Jungkook también pasaron por mí dándome el enhorabuena. Por último Jin, de quien recibí el abrazo y el "felicitaciones" más importantes para mí.

Un momento después nos tomaron algunas fotos en la pared artificial los dos solos y junto a los niños. Me sentí especial, querida, emocionada, todo parecía salido de un sueño, tan malditamente irreal. Porque en esa pared artiricial posaba la familia feliz que éramos, la que hace unos meses era imposible. No me puedo creer que las cosas hayan cambiado tanto.

-Mhm. Dios, estos pastelillos... son tan geniales.

-Oye más despacio, te vas a ahogar.- digo riendo mientras la veo chuparse los dedos y tomar otro de los dulces.- Y ya deja de tragar tanto, mujer, vas a rodar.

-Buah, no me vas a bajar la autoestima, eh. - dijo dando otra mordida al pastelillo.

-Pequeña.- el llamado de Jin me gira el cuello. Bajo la mirada viendo que me tiende el celular.

-¿Es el mío?

-Sí, te llaman...

Lo cojo con el ceño fruncido, y tengo qur leer el nombre más de una vez para creerlo. Alzo la vista encontrándome con los ojos de mi hermano.

-Acéptalo, te sentirás mal si no lo haces.- aconsejó.

Mordí mi labio inferior.- Ahora vuelvo...

Me alejo unos cuantos pasos, y cuando los altavoces se oyen con menos intensidad, acepto la llamada.

-¿Hoseok?...

-Ah. Hola.- oigo que se aclara la garganta -¿Cómo estás? Supongo que... muy bien.-su voz no lleva rencor ni nada parecido, es de total tranquilidad.

-Sí... la verdad es que estoy muy bien...- echo un vistazo a la fiesta.

-Me alegra mucho.

-Gracias, Hobi.- me permito llamarle por el apelativo que le puse cuando éramos más que amigos.

-Uh... yo sólo llamaba para felicitarte y decirte que... te deseo en serio lo mejor. Esto sonará gastado y repetido, pero si estas bien yo también lo estaré, ¿de acuerdo?

Se me forma una sonrisa cohibida mirando a la nada.- Vale, por favor sé feliz tú también.

-Te lo prometo.- dijo.

-Yo... soy consciente de que te debo mucho a pesar de que no llegaste a mi vida para quedarte.- sin darme cuenta se me corta un poco la voz.- De nuevo perdóname por lo que hice, Hobi...

-Hey, tranquila. Yo ya estoy bien, eso ya está olvidado.

-Tienes un corazón tan grande...

-Prométeme que serás feliz.

-Está bien. Sí. -asiento con la cabeza inconscientemente.

La llamada terminó con un "Adiós" de parte de los dos. Yo me quedé observando mi celular algo pensativa. Y suspiré mirando al cielo, inhalando y exhalando profundamente.

-¿Nena?

Reconozco la voz de Tae, le volteo a ver con una espontánea y escueta sonrisa que extiende rápido mis labios.

-Aquí estás, te estaba buscando.- me toca la mejilla con cariño.

-Ah. Sólo estuve aquí.- respondí. Su mirada enfoca el celular en mi mano, pero por alguna razón no hace preguntas.

-¿Vienes?. Quiero que bailemos.- tira de mi mano hacia la fiesta, y nos perdemos entre los invitados, situándonos para bailar.

Hay ya algunas parejas disfrutando de las canciones, entre ellas Jin y Lisa, quienes se ven como dos auténticos tortolitos.

Nuestros hijos están jugando con los hijos de los amigos de Tae que han sido invitados, y veo a Sook Hee pidiéndole a Eun-Sang que baile con su hermano pero está muy concentrada en hablar con un chico de su edad con el que parece ha hecho amistad.

La fragancia conocida de una colonia me devuelve la vista al frente, y alzo el mentón para coincidir con los ojos de mi amado. Tae me da besos esquimales, mis brazos roedeando su cuello y sus manos aparejadas en mi cintura. Estamos dando vueltas lentas en el lugar mientras nos miramos ensimismados, sumidos en nuestro planeta personalizado.

-¿Recuerdas que Dae nació el mismo día de nuestra boda pasada?- pregunta él de repente sonriendo.

-Sí, fue un caos.- dije riendo.

-Pero fue un día más que especial.

-Claro que sí.

-Aunque no más que este.- añadió ladeando la cabeza.

-Tienes razón.- admití.

Reforcé el abrazo y coloqué la cabeza en su hombro, él hundió la nariz en mi cuello dejando un beso.

-¿Mañana California?.-volví a mirarlo.

-Ajam.- asintió.

-Qué emoción.- digo suspirando.

Tae rió.- Lo pasaremos de maravilla, ya verás.

-Contigo siempre estoy de maravilla, Tae.

-Bueno, en California y conmigo estarás mucho más de maravilla.- me besa en los labios cortamente.

-¿A dónde iremos esta noche?- indago.

-Hmmm. To fuck all light long?- susurra mordiéndose los labios para reprimir la risa.

-Yah, hablo en serio.- digo y reímos.

-Tenemos reservación en un hotel, ya deben haber dejado nuestras cosas para mañana en la habitación.

-¿Sabes? Creo que estoy queriendo irme a ese hotel ya.- planteo mirándolo, y aguanto la risita cachonda que se me quiere salir.

-Ouh, you're a bold, nena.

Dice, y hago un gesto orgulloso siguiéndole el juego.- Yes, I am.

Él chasquea la lengua. Le sigue un cómplice intercambio de miradas y un par de risillas tontas.

Nos cubre el sonido acompasante de la canción por un rato.

-Me pregunto que hubiese pasado si... ya sabes hubiéramos quedado por caminos distintos.- dijo él.

-También me pregunto eso.

-Joder, en serio me había dado por vencido, Tn. Me tenía creído el que jamás ocurriría nada entre nosotros.

-Tae, ya está bien. No quiero hablar de esto. Ya todo pasó y... lo importante es que ahora te he vuelto a perdonar y estamos bien. Para mí aunque no lo creas también es... embotante, a veces no creo que esto esté pasando en realidad. Tú cambiaste, hemos cambiado, ya no somos los mismos de hace tres años.

-Oh. Nena.- reacciona abrazándome con fuerza.

-Oww! Pero que lindos se veen- De repente Lisa aparece en mi campo visual grabándonos con una cámara.

-No! Manoban qué haces, ¡es acoso!.

Tae rompe el abrazo.- Vamos Lisa.- se queja divertido.

-Anda yaa, no sean así, posen para mí, se ven preciosos.- no veo que hace por pausar o detener el video.- Posen, venga, les voy a sacar una foto.

Taehyung se acomoda para la foto, y a mí no me queda otro remedio que posar.

-¡Amma, papá, yo también!- Ambos tenemos que mirar hacia abjo para encontrar a nuestro pequeño correr hasta nosotros.

-Ay, cariño, ¿tú también quieres salir en la foto?- dije enternecida.

-Sí.- sí asintió arrimándose más a nosotros.

-De hecho deberían salir todos.- comentó mi amiga.

-Es verdad. -dijo Tae.

-Llama a Eun-Sang, está allí.- le digo.

-¿Pero quien es ese niño? Llevan hablando cómo nueve horas.- gruñó haciéndonos reír.

-¡Princesa! ¡Eun, ven! - Eun-Sang nos analiza y se levanta de su asiento sorprendida para asercarse de inmedito.

-¡Se iban a tomar una foto sin mí!

-Pero qué dices, nos acordamos de ti y te llamamos. Además estabas muy entretenida con el niño ese.- reprochó Tae.

-Estábamos conversando, papá, no es mi novio ni nada.

-Jaj, pues claro que no.

-Jaj.- Eun imitó su risa.

-¿Me hiciste burla?.

-Hmm. No papi, no.- sonrió meciéndose en el lugar con carita de "yo no fui".

-¿Ya puedo tomar la fotoo?- habla Lisa.

-Amor ¿qué hacen?- Jin se acerca.

-Qué va a ser Jin, tomar una foto.

-¿Me puedo colocar yo también?

-Claro Jinnie, ven.- lo invito sin pensarlo y él se suma.

-Amor, pero tienes que salir tú.

-No, mi vida, yo tomo la foto.- dice Lisa levantando la cámara nuevamente.

-Aigoo! Llegamos justo a tiempo a la foto grupal.- Jimin se unió a nosotros conjuntamente con Jungkook, quienes posaron inmediatamente.

Una vez ellos se acomodan, entonces es Lisa quien vuelve a bajar la cámara.- Oigan, yo quiero salir.

-Ash.- Jin sale del grupo- Dame eso.- le quita sutilmente la cámara de las manos y busca algo con la mirada. Rápidamente encuentra a uno de los del marketing que está distraído repartiendo dulces y lo llama.

-¿Sí, señor?

-Amigo, necesitamos una foto.- Jin le entrega la cámara, el desconocido asiente.

-¿Ven?- levanta las manos.- Ahora podemos salir todos.

-Un momento, no hay foto sin mi madre.- menciona Tae.

-Es cierto, falta la abuela.- dijo Eun.

Yo la encuentro mirando a la nada muy sumida en sus pensamientos, y Tae parece que también.

-¡Mamá!

El grito le llama la atención, y ella mira enseguida en dirección a nosotros confundida.

Con señas entiende que queremos se sume , y no tarda en acercarse.

-Ven aquí, mamá ¿cómo puede haber una foto en familia sin ti?- Tae le besa la mejilla.

-Pues claro, ¿como puede?- dijo ella divertida.

Taehyung pone un brazo alrededor de sus hombros y el otro alrededor de mi cintura.

-Hey, cuando quieras.

Pongo mi mejor sonrisa, y el flash detiene el tiempo capturando la fotografía que marcó el verdadero comienzo de nuestra felicidad. Seríamos felices, ahora sí por mucho, mucho tiempo.

Fin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro