Capítulo Extra

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El tiempo transcurrio rápidamente, las semanas se volvieron meses y los meses años, cada día que pasó fue un verdadero reto para ambos pero al final consiguieron superarlos un paso a la vez hasta lograr formar la familia por la que tanto lucharon, sin problemas, sin miedos, sin dudas, crecieron y aprendieron con ayuda de ese único sentimiento que los unió desde un principio, un amor sincero y puro

Seis meses después de rescatar a su hija de las garras del demonio Dostoievski comenzaron a vivir juntos, el pelirrojo junto a la menor se mudaron al amplio apartamento del castaño donde nada les falto, incluso su vida se lleno de lujos algunos innecesarios pero que a su pequeña le hacian feliz, los problemas iniciaron cuando el trabajo de ambos consumia la mayor parte de su tiempo

Dazai quería hacer por todos los medios que la madre de su hija volviera a la mafia, que mejor forma de mantenerla segura si volvía a su puesto como ejecutivo siendo la mano derecha del castaño, así tendrían el control total de la ciudad y sus enemigos la pensarían dos veces antes de atacar, pero Chuuya no pensaba de la misma manera.

Chuuya quería continuar en la agencia de detectives, ayudar a los inocentes y proteger a los débiles además de que al permanecer con ellos el convenio existente entre ambas organizaciones sobrenaturales aseguraría una verdadera paz, Hikaru, hija de dos usuarios de habilidad poderosos era la más clara prueba de que se pueden unir para acabar con cualquiera que amenazara la tranquilidad existente en Yokohama.

Y aún con esas ideas totalmente diferentes ambos aprendieron a vivir, pues poco tiempo después una noticia que cambiaría sus vidas por segunda vez llegó

Mareos y náuseas matinales, extraños antojos y otros cientos de malestares fueron los indicadores de que Nakahara estaba gestando

Era como volver a empezar solo que esta vez el pelirrojo no estaba solo

- Chuuya- el mafioso entró a la habitación con un par de bolsas que contenían frutillas y otras cosas dulces, encargos de su pareja - aquí está lo que me pediste

- gracias Dazai - removió los mechones castaños que caían por el rostro de su pequeña quien tras leerle un cuento había caído profundamente dormida a su lado

- últimamente a estado muy apegada a ti- se acercó a la cama ayudando a acomodarla cubriendola con la manta

-esta emocionada con su hermano menor - con dificultad se levantó sosteniendo su enorme vientre de casi ocho meses de embarazo

- lo se, a todos los que conoce les dice que pronto se convertirá en hermana mayor - tomó sus manos para ayudarlo a ponerse de pie y llevarlo hasta el comedor lentamente  - preparare té

- gracias - se sento en una de las sillas revisando las bolsas buscando lo que podrían comer, quería todo pero ya había subido demasiado de peso y odiaba la figura que tenía

- deja de pensar le hará mal al bebé si continuas mortificandote - la voz provenía de la cocina, el castaño conocía a la perfección al menor y cada día se repetía la misma escena - no estas gordo Chuuya debes comer bien por el bebé, sobre todo porque estamos cerca de la fecha de parto

- ya lo se pero... no me gusta como me veo - dejó las cosas a un lado desviando la mirada con preocupación - no quiero que dejes de amarme porque ya no te parezco atractivo - sus inseguridades habían aumentado tras el tercer mes de embarazo, desde que el mafioso adquirió la costumbre de posar sus manos en su vientre abultado

- eso es una estupidez Chuuya -  con delicadeza sostuvo su barbilla con sus largos dedos para encontrarse con sus brillantes orbes zafiro -yo te amo no sólo por tu físico, también por tu personalidad y porque eres la madre de mis hijos - se colocó de rodillas delante suyo mostrando una pequeña caja color rojo borgoña atada minuciosamente con un liston blanco - por eso quiero que te cases conmigo Chuuya,  creo que estamos listos para unir nuestras vidas para siempre

- Dazai... - sus ojos se humedecieron y diminutas lágrimas descendieron por sobre sus niveas mejillas al mismo que cubría sus labios con ambas manos por la impresión causada

-¿que dices? - saco el anillo de oro tomando su mano y colocarlo en su anular, pese a no haber recibido una respuesta sabía cual sería

- si, si quiero - ignorando su condición se inclino para rodearlo con ambos brazos uniendo sus labios en un beso lento y dulce al menos hasta un fuerte dolor en su espalda baja lo alarmó

- ¿que ocurre Chuuya? ¿te sientes bien? - se levantó para cargarlo sin embargo la preocupación lo invadió cuando noto algo húmedo bajando de entre sus piernas - sangre... - actuó lo más rápido que pudo, lo dejó en el sofá tomando su celular y llamar a Kouyou, ella cuidaria a su hija mientras llevaba al pelirrojo al hospital, era en la única en quien podía confiar a su pequeña después del incidente

- Dazai... me duele - el dolor se volvía más agudo, sentia como si fuese a romperse, como si el bebé integrara salir de su cuerpo atravesandolo

- tranquilo Chuuya- volvió a cargarlo, bajaron por el ascensor y subieron al auto que los esperaba

No se quedaron para saber cuanto tardo la pelirroja en llegar, en ese instante lo que ahora tenía su atención era la llegada de su segundo hijo.

Una vez llegaron al hospital, doctores y enfermeras se apresuraron a atender al prometido del líder de la Port Mafia, no pudieron hacer mas que un ultrasonido y con eso fue suficiente que el niño que creció durante casi nueve meses en su interior iba a nacer.

Lo llevaron a la sala de parto, colocaron la anestesia epidural para adormecer todo el abdomen y piernas comenzando con la cesárea

Fueron horas de trabajo de parto, hubieron complicaciones pero como se había esperado un niño de 3 kilogramos llegó a los brazos de su padre.

- quiero... quiero ver a mi bebé- el pelirrojo estaba apuntó de desmayarse, a pesar de que no hizo mucho esfuerzo ni sintió el procedimiento quirúrgico su cuerpo estaba débil y la pérdida de sangre lo tenía cansado - es hermoso mi pequeño Fumiya- acarició su mejilla con sus dedos siendo sostenidos por el recién nacido

- es idéntico a ti Chuuya- no podía alejar la mirada del rostro de su hijo quien apenas había cesado su llanto sino hasta que la máquina que señalaba los latidos del corazón de su pareja comenzo a sonar

No pudo permanecer más tiempo a su lado, su mayor temor estaba latente, no podía perderlo de nuevo

La noche fue eterna y una tortura, tuvo que esperar hasta el amanecer para obtener una respuesta sobre el detective pero para su fortuna consiguieron salvar su vida, solo debía esperar que despertara

En ningún momento se apartó de su lado, sostenía su mano con dulzura esperando pacientemente por él.

〰〰〰

-ese... ese es mi bebé- en medio de la oscuridad podía escucharlo, a pesar de la distancia percibió un llanto tan familiar que su instinto le gritaba que era su hijo - Fumiya- lentamente abrió sus ojos acostumbrandose a la luz que entraba a través de la ventana iluminando la blanca habitación

- Chuuya no te muevas, llamaré a la enfermera -por inercia se puso de pie pero el agarre del pelirrojo era firme pese a que su cuerpo aún estaba débil

- quiero cargarlo, tiene hambre-

El castaño no pudo negarse, temía que sus brazos no soportarán el peso y lo dejara caer al suelo pero también sabía que Nakahara jamás haría algo que pudiese lastimar al producto de su amor

- claro mi Chuchu- con sumo cuidado se lo entregó permaneciendo atento a cada uno de sus movimientos quedando embelesado al ver a su hijo alimentarse del pecho de su madre, no creía que el pelirrojo fuese a producir leche materna nunca lo pregunto en el caso de su hija

- eso es mi bebé, solo tenías hambre y tu papá no te daba de comer - delineó su frente y mejillas con sus dedos grabando en su mente las facciones de su rostro como una fotografía, no iba a olvidar ese día sin importar cuantos años pasaran

- lo siento, no lo sabía - avergonzado desvío la mirada rascando su sien, tenía mucho que aprender para ser un buen padre y se esforzaria por ello

- descuida- con su mano libre tomó la del más alto entrelazando sus dedos, no podía definir en palabras lo feliz que se sentía, la dicha que inundaba su pecho de que finalmente tendría una familia, la familia que deseo desde que descubrió su verdadera naturaleza, no era un experimento, no era un arma, era un ser humano que solo buscaba la felicidad

Esa era su nueva vida y apesar del dolor del pasado había un nuevo camino que podían seguir juntos sus hijos, les darían un hogar lleno de amor, jamás les faltaría nada y no permitirian que los conflictos que pudiesen existir entre organizaciones afectarán a su familia, eso era lo que ambos habían elegido.

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