Capítulo 5

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Jennie escribía un libro en su dormitorio. Era la única manera de sobrevivir, o al menos tener algo de dinero al salir, pues seguramente saldría con ceros, de nuevo.

Yuki estaba con ella, dándole algo de apoyo moral mientras veía las fotos de las hijas de Jennie.
Se parecían mucho. No podía creer la historia de Jennie, era mucho para lo que una chica de 19 está acostumbrada. Al menos lo que podía ver en películas.

Yuki también le contó algo de su historia a Jennie. Toda su vida fue una chica buena, amable; con su familia cuidaban de una granja, era pequeña, pero tenía un ambiente tan hogareño como una casa enorme y minimalista, o incluso más.
Un terrible día, los padres de Yuki fallecieron gracias a una peste que comenzaba a invadir parte de Texas.
Paseo por New Jersey, esperando encontrar algo de comer después de meses, algo que no fuera basura o restos de alimentos.
Los trabajadores sociales la encontraron pidiendo limosna en las calles y la trajeron al orfanato de "New Crest".

Todos tenían una vida bastante dura al parecer.

—Tus hijas son realmente bonitas, Nini. Se parecen mucho a ti.—

—Si conocieras a su padre no dirías lo mismo. Son iguales.—

Jennie dejó su libro por un momento para sacar unas cuantas fotos de su armario.
Fotos de ella con JungKook cuando eran más jóvenes, fotos de JungKook, de ella, de sus hijas. Pero ni una de JungKook con Sol y Luna.

—Wow, realmente son iguales. Creí que exagerabas. ¿Por qué no hay ninguna de él con las bebés?—

—No quiero hablar de eso... Mira, aquí hay una en donde nos conocimos.—

—¿Se conocieron en el festival del amor? Wow, que tierno. Eso significa que su amor será duradero.—

—Sí... Seguro.—

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—¿Encontraron a Jennie? Eso hará todo más complicado...—

—No necesariamente, Jisoo. Si encontraron a Jennie significa que...—

—Significa que ahora está en el orfanato de New Crest. Eso es fabuloso, Tae. Tenemos que hablar con NamJoon e ir a New Jersey, ahora.—

El viaje duró unas horas hasta llegar a su destino. TaeHyung iba demasiado nervioso. Nunca en sus 8 años de carrera como agente del FBI había tenido un caso así y no sabía cómo actuar exactamente, aunque trataba de no demostrarlo demasiado.

—Lo harás bien, V. No tienes de que preocuparte.—

—No me preocupa el cómo vaya a salir, me preocupa el qué hacer... No había tenido un trabajo tan raro desde que entré, prácticamente, ¿Tú sí?—

—Bueno, tampoco es que lleve siendo agente especial mucho, Tae, pero no. No sé si quiera de qué trata todo esto. Es, confuso, si sabes a lo que me refiero.—

TaeHyung terminó la plática con un asentimiento de cabeza para regresar su vista a la ventana de coche en el que iban. Ya habían llegado a aquel lugar en el que se supone estaba Kim. Un gran edificio, aproximadamente unos 5 pisos, se veía muy desgastado, la pintura se caía, los juegos para niños se veían viejos y las vallas que habían ahí ya estaban demasiado usadas.
Al menos eso era lo que se notaba a primera vista.

Parecía que los niños no disfrutaban estar ahí. Los columpios, que ya se veían viejos, estaban a punto de romperse, esto podía hacer que se cayeran.
El gran barco pirata estaba muy acabado, casi que ni servía. ¿En serio podían tener un lugar de gobierno así?

—TaeHyung.—

Llamó Jisoo mientras esperaba en la puerta del piloto. V salió de su ensoñación y bajó del auto, acomodando su traje mientras veía a los alrededores.

Estaban en medio de la nada...

Para suerte de ellos, una señora de rojos cabellos y vestimenta oficial salía de aquel edificio, dispuesta a decirle algo a los niños que se encontraban ahí.
Esta, al verlos acercarse se puso algo nerviosa, pero trataba de disimular.

—FBI.— Saludó Jisoo desde afuera, separando su tarea por unas vayas de madera que llegaban hasta su cabeza. —Queremos hablar con Jennie Kim.—

—¿Hizo algo malo?— Preguntó la señora mientras se acercaba a abrirles la puerta de madera. —Porque si es así...

—Nada de eso. Sólo queremos entrevistarla.— Habló TaeHyung mientras miraba como la puerta era abierta —¿Ella se encuentra aquí?

—Sí, le diré que quieren verla.

La señora se alejó de ellos lo más rápido que pudo mientras llamaba a los niños de afuera para que entraran al lugar y subieran a jugar.

—La encontramos.

—Es hora de descubrir qué es lo que pasa con Kim.

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