01

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Esos hermosos orbes zafiro que lo hipnotizaba, sus labios rojizos que formaban una pequeña sonrisa en su rostro, su cuerpo delgado haciéndolo parecer tan delicado que difería con su dura personalidad y difícil temperamento, pero todas esas características hacían de Nakahara Chuuya un ser perfecto y lo amaba tanto al punto que estaba decidido a pasar el resto de sus días a su lado.

Lo planeó con detenimiento, no había error.

Paso al apartamento del pelirrojo cerca de las 8pm, cenaron juntos en un restaurante italiano que se encontraba en el centro, la comida sin duda exquisita junto el vino elegante que encargo y entre una tranquila conversación, las risas y discretos coqueteos volvieron más íntima esa velada

Le siguió una romántica caminata por la playa.

La luna llena brillaba en medio del firmamento, las olas se movían pacíficamente, se veía tan pacífico, solo eran ellos dos haciéndolo el mejor momento para su propuesta

-Chuuya-se detuvo son soltar su mano, sosteniendolo con firmeza -hay una cosa más que prepare para ti

- realmente estoy sorprendido, no creo que haya otra cosa que superé esta fantástica noche - se separó un par de pasos sin borrar la sonrisa de su rostro mientras sentía la fría brisa mover los mechones de cabello

- todo lo hice para llegar a este momento - metió su mano dentro de su saco buscando la pequeña cajita de terciopelo rojo- Chuuya

El mencionado dio media vuelta para que ambas miradas, celestes y avellana, se encuentren

- ¿de que hablas Dazai? - se acercó un par de pasos quedando a pocos centímetros de su rostro

El castaño se inclinó quedando con una rodilla sobre la arena - Chuuya, hemos pasado muchas cosas juntos y ... - se vio interrumpido cuando el mafioso llevó uno de sus dedos sobre sus labios para que dejara de hablar

-Dazai... para - su corazón latía con fuerza, sabía a la perfección a lo que iba y solo pudo limitarse a abrazarlo - estoy tan feliz, te amo tanto

-y yo a ti Chuuya, te amo - se separaron, abrió la cajita mostrando el anillo de oro y retirando su guante negro de su mano izquierda lo colocó en su dedo anular

Ellos se entendían sin la necesidad de palabras, sus acciones lo decían todo, su sonrisa y el brillo en su mirada describían ese sin fin de emociones que hacían latir sus corazones de forma sincronizada, su amor era puro, sincero y era solo el principio

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro