24

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Ya habían transcurrido siete días días desde que el pelirrojo volvió a su hogar, había recuperado algunos de sus recuerdos así como las imágenes que veía en sus sueños se volvieron más claras, pero pese a ello lo mantenían en su apartamento, no porque le temieran al contrario, todo era por su seguridad.

Durante todo ese tiempo no hubo rastro alguno del extranjero, parecía que desapareció de Japón sin embargo no llegarían tan pronto a esa conclusión pues con anterioridad ya lo habían creído y ese error lo pagaron demasiado caro.

Pero eso comenzaba a cansar a Nakahara.

Odiaba sentirse encerrado, quería salir, ver la ciudad y a todas las personas que influyeron alguna vez en él, quería volver a la mafia y pasar tiempo con quienes consideraba cercanos.

Así que sin pensarlo dos veces, en cuanto tuvo la oportunidad escapo.

Camino durante horas, desde el centro de la ciudad hasta el barrio más pobre de Yokohama, el barrio mortero, no podía describir la emoción que sentía aunque hubiera deseado que el detective lo acompañara.

- Dazai - una pequeña sonrisa se formó en su rostro decidido a ir a buscarlo hasta la agencia, pero una extraña figura a lo lejos llamó su atención deteniéndose de inmediato- tú... pensé que...

-¿que me había ido? ¿eso te dijeron? - el azabache se acercó a paso lento posando sus manos sobre su delgada cintura - no Chuuya estuve buscandote por días

- ¿en serio? - desvío la mirada con preocupación recargandose sobre su pecho cuando ambos brazos rodearon su cuerpo

- si, ahora hay que irnos - lo jalo por la muñeca con algo de fuerza al punto de lastimarlo - anda el auto esta cerca

- ¿que? Fyodor espera, no quiero volver- se detuvo en seco obligándole que le suelte

- ¿que dijiste? ¿no? creo que no has entendido mi hermoso petirrojo - acarició su mejilla lentamente hasta tomarlo por la barbilla - eres mío y tu haces lo que yo digo -

- no Fyodor, yo no soy tu muñeca de porcelana - dio un leve golpe a su mano para alejarlo - ya no dejare que hagas lo que quieras conmigo

- entonces creíste todo lo que Dazai te dijo- un largo suspiro se escucho de su parte observando esta vez sus orbes celestes con una ira contenida que provocó un leve temblor en el mafioso - sabía que no debía dejarte salir tan pronto pero puedo arreglarte de nuevo Chuuya y esta vez para siempre - de un rápido movimiento saco de su capa un trapo humedecido con cloroformo, el pelirrojo no tuvo tiempo de reacción inhalando esa toxina tras la sorpresa.

De pronto su mente se nublo, se sintió mareado y a los pocos segundos cayó inconciente sobre los brazos del ruso.

- duerme mi ángel cuando despiertes te sentirás mejor-

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro