Destino o Casualidad

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Este capítulo está dividido en dos partes para que no sea demasiado largo.
Disfruten...


Dylan


Nunca pensé que tratar de convencer a un borracho que se suba a un auto sería tan complicado.

Roni pataleó, gritó y protestó hasta que perdí la paciencia.

Tuve que llevarla cargando en mi hombro como un costal de papas.

Cuando llegó el Uber la senté y amarre con el cinturón de seguridad para que estuviera quieta porque la borrachita no dejaba de picarle los cachetes al conductor diciendo que tenía la piel suave.

Fue el jodido viaje más largo de mi vida.

El verdadero desafío fue bajar del carro, mi mejor amiga hizo un berrinche enorme al darse cuenta que ya no estábamos en la fiesta,
el conductor del Uber me estaba hirviendo la sangre con sus comentarios estúpidos de que ya se tenía que ir.

En un impulso desesperado le toma de nuevo las piernas sin la menor amabilidad para pasarlas por mi hombro, la sacó del auto con la cabeza apunto de explotar, me encamine a la puerta de mi casa mientras ella me daba pequeños golpes en la espalda.

En un movimiento rápido se safa de mi agarre para resbalarse de mi hombro y correr de nuevo detrás del Uber que se estaba yendo.

- SEÑOR ESPÉREME.

- LOCA - le gritó

Se tambalea como tonta sin darse cuenta que un zapato se le sale y corre con un solo tacón.

Fastidiado con las venas de mi cráneo palpitando por tanto estrés voy detrás de ella tomando el tacón que se le callo, la alcanzó de nuevo para subirla en mi hombro con fuerza y así no escape.

Por un momento pensé en llevarla a su casa pero no podía dejarla en aquel estado.

Era su primera borrachera.

Quién sabe, quizás la dejaba y lo primero que haría está loca sería brincar desde el techo hacia su piscina.

En cuanto entramos a mi habitación la aventé a mi cama, ella estaba enojada, no dejaba de parlotear de como se la estaba pasando bien y yo se lo arruine.
No estaba de humor con ella y su voz se volvía cada vez más fastidiosa con cada queja.

- !QUIERO REGRESAR A LA FIESTA!- me grita en la cara.

- Ahora no sabes cuánta mierda me vale lo que quieras - espeto molesto.

- Eres un malo -  me saca la lengua cruzada de brazos.

- Yo no soy el que está hasta el culo de alcohol - también le saco la lengua - Así que deja de ser un puto dolor de cabeza y duérmete.

Al principio no se mueve, se queda así parada enfrente de mí asesinándome con la mirada.

Después camina con tranquilidad hacia mi ventana, la abre y en un instante a otro arroja su tacón por esta, sale volando para acabar casi en la banqueta.

- Qué rayos.

- Dame mi otro tacón - me pide acercándose a mi.

- ¿Para que se lo claves en la cabeza a un transeúnte?

- Regresare a la fiesta y como tienes la puerta bloqueada saldré por la ventana.

- Estás loca - alzo el tacón encima de mi cabeza para que no lo alcance, Roni es de estatura pequeña así que no me preocupo de que lo vaya alcanzar.

- Dámelo - brinca tratando de agarrarlo.

- No

- Que me lo dés.

- Niguas

- Te juro que si no me lo das te patearé las bolas, dámelo.

- Y yo te juro que si no te tranquilizas te pondré una camisa de fuerza maniática.

Se cansa de tanto brincar, hunde sus cejas mirándome con chispas de rabia en sus ojos.

- Sabes, no importa me iré así -  camina descalza hacia mi ventana para tratar de salir por ella, pone una pierna afuera sujetándose del marco pero no logra sacar su otra pierna porque la tomo de la cintura arrastrandola de nuevo hacia dentro.

- Suéltame - chilla pataleando - Suéltame

- Cálmate ya Roni. - la llevo de nuevo a la cama - ¡Qué es lo que pasa contigo!

- Lo que pasa es que no quiero estar en la misma habitación que tú - se levanta para plantarse enfrente de mi - Eres un completo Idiota conmigo, me ignoras toda la fiesta pero ahora sí te interesa lo que hago  - me empuja con todo su enojo acumulado - Eres un tonto.

¿Ignorarla yo?

Si ella fue la que no se le despegó ni un segundo al idiota que trajo.

- Tú eres quien quiso traer a ese tipo contigo

- Tenía que

- No, claro que no tenías que.

Roni soltó un suspiro pasándose la mano por el cabello caminando de un lado a otro con la cara roja de rabia.

Yo seguía enfrente de la puerta negando el acceso por si se le ocurría huir.

- Es que no lo entiendes.- pregunta desesperada.

- ¿Entender que?

- Tengo que irme, Sam de seguro está preocupado por mi.

- Explícamelo - digo ignorando la punzada de celos que ocasiona ese nombre.

- Tengo que ir con él

- Dímelo

- Porfavor...

- Explícame.

- En verdad no quieres saberlo.

- ¿Si te pregunté fue por algo no?

Estaba escondiéndome algo, lo sabía, la manera en la que me miraba ahora, cansada de guardar un secreto estaba impregnada en su semblante.

Relajó sus hombros y soltó sus brazos a cada lado rendida.

- Estoy cansada Dylan, solo quiero dormir.

Baja la cabeza mirando sus pies descalzos.

- Está bien, pero lo harás aquí.

- Okay - me dió una sonrisa tonta.

Deje pasar el momento y el hecho que me estaba ocultando algo, no era el día ni el estado adecuado en el que estaba para confesarse.

Al final ella me lo diría, no me ocultaba nada.

Ambos nos dirigimos a la cama en silencio, no nos pusimos una pijama, nos metimos entre las cobijas con la ropa de la noche.
Dejé a Roni acostarse primero para que estuviera entre la pared y yo.
No quería arriesgarme a qué escapara de nuevo a la fiesta mientras durmiera, por lo menos si intentaba irse tendría que pasar por  encima de mi y ahí me despertaría.

La arrope para acomodarme junto a ella, el calor que desprendía su cuerpo era agradable mezclado con el mío.

La tomé de la cintura para pegarla a mi pecho, dormir de cucharita era costumbre.

Los minutos pasaban cuando seguía mirando la pared pensando si Roni ya se había dormido, no podía ver muy bien su rostro desde esta posición, tenía miedo de moverme tanto y despertarla, si es que estaba dormida claro.

Su melena rubia olía a flores, algunos mechones de su cabello cosquilleaban en mi nariz haciendo que respirara profundamente ese aroma exquisito que me volvía loco, solté el aire demásiado fuerte haciendo que ella se despertará, se voltea entre mis brazos tranquila para quedar cara a cara, el cielo de sus ojos luce espectacular con la luz tenue de mi lámpara de noche que había prendido.

- Lamento haber arruinado tu noche - su voz es  casi tan baja como un susurro.

- No lo arruinaste - subí mi mano a su cara para quitar un mechón rubio que le cubría la mejilla - De hecho me hiciste un favor, sabes que no soy la clase de chico que va a fiestas.

- No a menos a qué Ross te lo pida.

Me quedo en silencio sin saber muy bien que responder o que respuesta a de esperar Roni de mi.

- ¿Estás enamorada de ella?

Abrí mis ojos sorprendido, está no era la pregunta que esperaba oír hoy y menos viniendo de ella.

Me miraba fijamente esperando una respuesta, estaba sería, sus ojos me analizaban como si quisiera leerme la mente para saber que pensaba con exactitud pero también note algo que resaltaba en su expresión, ¿Miedo?

- No lo sé.

- ¿Cómo es que no lo sabes?

- Nunca tuve a nadie que me explicará de que se trata el amor Roni.

El hecho de imaginar a Marvin y yo sentados para que me explique cómo es amar a otra persona es el mejor chiste que pudieran decirme

- Y no sé si he sentido esa clase de amor hacia otra persona - confieso.

- Nadie entiende el amor Dylan, ni siquiera los enamorados, no comprendemos las razones por la que amamos a otra persona, solo lo hacemos.

Me quedo callado mirándola.

- No te entendí ni vergas.

- Dios mío - empieza a sonreir de forma divertida - Jamás vas a saber si amas a una persona si te la pasas pensando.

Empiezo a reír con ella, es inevitable no hacerlo cuando Roni lo hace.

- Tu qué sabes - le pico una costilla - No has estado enamorada.

Su sonrisa se fue apagando con rapidez por mi comentario ¿Pues que rayos dije?

Baja su mirada viendo mi camisa.

- Yo jamás dije que no lo estuviera.

La imagen de su inútil amigo y ella tomados de la mano en la fiesta viene a mi mente cambiando mi humor en nano segundos.

Mi mejor amiga y ....

No...

Ella me lo diría.

- Soy una Romántica perdida ¿recuerdas?

Asiento con un raro sabor agridulce en la boca por el giro que dió nuestra conversación.

Me alejo un poco de ella con la cabeza a mil pensamientos por hora para acomodarme boca arriba perdiendo mi vista en el techo gris de mi recámara.

"No comprendemos las razones por la que amamos a una persona"

¿A qué se refería?

Carajo porque este tema era tan complicado para mí, odiaba la frustración que se creaba siempre que trataba de entender el amor.

Había leído cientos de libros y visto demásiadas películas alrededor de mi vida que son el único ejemplo en dónde sé cómo debe ser el amor, cómo debe lucir, o que hacer cuando estás enamorado, pero esa era la verdadera pregunta ¿cómo sabes que lo sientes?

Nunca se lo había dicho a Roni pero el amor era algo que me aterrorizaba, quizás también por eso nunca quise saber nada de él.

Esa era la única y verdadera razón por la que me tarde mucho pensando si quería a Ross como novia.

Se hacen locuras al amar, te cambia a veces para bien o algunas para mal, pero durante la  experiencia de mi existencia solo había visto como el amor despiadado cambio a mi abuelo convirtiéndolo en un alcohólico mientras día a día su corazón iba muriendo de dolor por falta de ese amor y ese dolor angustiante que vivía dentro suyo lo sacaba a relucir conmigo.

Cómo era que esa palabra de 4 letras y dos sílabas fuera tan importante para subsistir, no entendía cuál era la gran cosa acerca de ello.

Al final de todo se acaba, las personas mueren, te abandonan, traicionan, hieren, mienten, es algo tan vital en nuestra naturaleza como el amor, con la única conclusión de una irremediable tortura que deja después de enseñarte el paraíso de sentimientos hermosos para después caer sin consentimiento en el infierno de las consecuencias que tiene amar.

Lo peor era que aún seguía siendo un adolescente de 17 años al que nunca le habían dicho ni una sola vez que lo amaban y tenía cierta curiosidad de saber que efecto produciría en mi al escucharlo.

No lo crean, aunque odiaba la idea de tener que entregar el corazón a otra persona ciegamente, aveces me gustaba imaginarme como se sentiría ser amado.

Mi mamá murió cuando era bebé, de mi papá ni siquiera se su nombre y no tengo más familia asi que lo más tierno que me ha dicho un familiar es un Buenos días por parte de Marvin.

Nunca tuve a alguien que me lo demostrará, sería lindo tener a una persona en el mundo que si te ame....

- ¿Qué debería sentir?

No sé si lo pensé o en realidad salió de mi boca.

- ¿Qué?

- El amor - me volteo hacia ella acercándome - ¿Cómo se que lo siento?

- Simplemente lo sabes.

- Si ¿pero como?

Sonrió triunfante como si llevará esperando demásiado tiempo a qué le preguntara acerca de este tema.

Levanta su palma abierta para descansarla en mi pecho indicando el lugar de mi corazón.

- Lo sientes al respirar, como si lo estuvieras haciendo por esa persona, al no tener otros pensamientos en los que no esté ella, las ansias y deseos que tienes para que te toque - me mira directamente  a los ojos rompiendo algo dentro de mi - Como no puedes imaginar esa persona con alguien más porque la quieres solo para ti.... Cuando sientas su nombre tatuado en tu corazón y sepas que es difícil de quitar, estarás perdidamente enamorado.

- Eso es tan asquerosamente cursi - digo acariciando su mejilla.

- Tal vez... pero es verdad - sonríe.

Sus palabras hicieron de mi estúpidos latidos una locomotora y la sonrisita tierna que me dió al final no ayuda en nada.

Joder, joder, JODER.

Las ganas ardientes de estrecharla contra mi pecho para que no vaya a ningún lado me consumen de una manera que no creía posible.

- Algún día sabrás cómo es - habla Roni bajito acurrucando su cabeza en mi hombro mirándome.

Pienso en todas esas veces que dormimos de esta manera, como en las noches desde pequeña ella se escapaba de su casa y venía a la mía porque siempre supimos que durmiendo juntos dormías mejor.

Todas las veces que la estreche entre mi brazos queriendo que el día no llegará para estar así toda la noche.

Las veces que hablamos de todo hasta quedarnos dormidos, las veces que lloró en mi hombro mientras la abrazaba protegiéndola del mundo.

Todas las veces que estoy a su lado y mi corazón ....

- Y que pasaría si ya lo he sentido y no quisiera admitirlo - digo en el mismo tono bajo como si estuviéramos contándonos un secreto que no queremos que nadie escuché.

- No tengo respuesta para eso.

Su mirada fija en la mía hace que mi alma sienta una corriente eléctrica que nunca en mi vida había sentido antes y joder.... se sentía muy bien.

¿Era así como se debería sentir? ¿Era esto?

Si lo era.

Maldición.

¿Porque le pregunté cómo se sentía el amor?

Porque no mejor me quedé con la duda viviendo en la ignorancia.

Tenía miedo carajo, no quería sentir nada de lo que estaba sintiendo ahora mismo con ella a mi lado, pero lo peor de todo es que una parte muy al fondo de mi no quería que acabará.

Le tenía miedo ahora a mi mejor amiga, como es que fui tan estúpidamente ciego.

¿Es que siempre lo supe?

Quizás si o talvez no.

¿Era real lo que estaba pasando?

Dios no no no.

Estába apunto de colapsar.

Cada que respiraba mi corazón daba un golpe  más fuerte gritando, aclamando, más bien ordenando solo una cosa que realmente me tenía mal.

Lo deseaba más que otra cosa.

- ¿Roni?

- mmmh

- Quiero besarte.

No había vuelta atrás, sentí como su cuerpo se tenso hasta el último músculo.

Levantó su cabeza, sus ojos eran de un azul tan intenso en ese momento.

- ¿Qué estás esperando para hacerlo?

Su respuesta me dejó sin aliento, sin duda iba morir  de un paro cardíaco al besarla.

Qué forma más ridícula de morir, pero moriría feliz al fin sabiendo que alguien me demostró amor.

No.....  Puede.....  Ser ...Mirenme.

Llevo 2 minutos de enterarme que siempre estuve enamorada de mi mejor amiga y ya soy un maldito romántico!

Me sentía tan frágil en este momento, miles de miedos, miles de inseguridades, millones de sentimientos estaban en mi a la hora que  acerque mi rostro al suyo.

Sentirme de esta manera hacía que ella derribara todo dentro de mí.

- Tengo tanto miedo de besarte y que tú nombre quedé tatuado en mi corazón - recargó mi frente en la de ella - Pero me aterra más  saber que eso ya sucedió.

Junto nuestros labios.

Quede anonado, realmente quisiera decirles lo que sentí en ese momento pero ni un diccionario de 700 páginas tendría las palabras suficientes para expresarles una mínima parte de lo que se sentía.

El rose y la presión fue perfecto, ella se quedó quieta unos segundos reaccionando a lo que acababa de pasar.
Abrió la boca para saborear nuestros labios, los suyos están tibios, eran perfectos, suaves, se amoldaban completamente a los míos.

Era como si por primera vez besara a alguien, como si fuera la primera vez que se cómo se debe sentir un beso de verdad.

Ross jamás causo estos sentimientos en mi.

Recuerdo a ver leído en varios libros de amor como los protagonistas se sentian al besarse por primera vez, cómo era tan mágico, tan exquisito, tan irremediablemente hermoso.

Bueno pues esos libros se pueden ir a la mierda porque lo que ahora Roni hacia que sintiera era muchísimo mejor que cualquiera descripción que un libro romántico.

El beso no fue rápido o apresurado, nos tomamos el tiempo ambos de reconocer y grabar en nuestra memoria los labios del otro.

Tomo mi cabello para llevarme más hacia ella, nuestros labios llevaban un ritmo delicioso que disfrutaba pero en el momento en que ella adentro su lengua en mi boca una ráfaga de electricidad inicio prendiendo fuego en mi pecho para dirigirse a todos lados de mi cuerpo haciendo que mi corazón se acelerará.

Joder no podía creer lo bien que se sentía!!

Nuestras lenguas se movian, gracias al top que traía puse mi mano en su cintura tocando su piel caliente.

Era como si nos hubiéramos retenido por mucho tiempo, el beso se volvía más urgente, con más deseó.

Más.

Más.

Me estaba volviendo un loco.

Cuando ella metió su mano tibia adentro de mi camisa una alarma en mi cabeza hizo que recordara sus labios con sabor a tequila.

Estaba borracha.

- No Roni - separé nuestros labios - Así no - trataba de sacar mi lado racional antes de que el deseo me cegara por completo.

Ella me miró confundida.

- Trata de dormir.

Me levanté lo más rápido que pude de la cama para salir de esta habitación.

- ¿No dormirás conmigo? - Preguntó con una expresión herida.

- No es correcto - Después de todo lo que había pasado era peor idea quedarme con ella y dormir a su lado sin tratar de besarla de nuevo, cómo iba a estar de nuevo en una habitación con ella sin querer hacerlo.- Me quedaré hasta que te duermas.

Logró decir para sentarme en la orilla de la cama.

Me dió una última mirada antes de decir.
- Buenas noches Dylan.

Se hizo un ovillo entre las cobijas y me quedé 20 minutos hasta que pude confirmar que estaba dormida.

- Buenas noches.

Ahora tenía más miedo que nunca.

El sonido de un celular vibrando alejo mi vista de ella dormida.

La pantalla se iluminó con el nombre de Sam y una foto de Roni sonriendo mientras que ella está en las piernas de él sentados en un viejo sillón.

Los celos me hierven en la sangre encendiendo mi furia hacia él que solo termina de empeorar cuando le manda mensajes.

Verónica, en dónde te metiste!!
estoy preocupado llámame porfa:(

Solo dime qué estás bien para que pueda dormir tranquilo

Hermosa hablame cuando veas mis mensajes.

Preciosa porfa contestame...

En un arranque de rabia tome el teléfono para aventarlo por el aire chocando con mi repisa.

Fue un milagro que Roni no se levantara por el ruido.

¿Porque le hablaba así? ¿Eran novios?

¿Era eso lo que me estaba ocultando?

Yo de estúpido abriendo mi corazón hacia ella ¿Para que? Para enterarme que ya tiene novio.

Todo fue una equivocacion.

Jamás debí dejarme llevar, jamás debí besarla, jamás debo de sentir esto hacia otra persona.

No lo iba a permitir, no lo permitiré.
No puedo dejar que ella me haga sentir de esta manera.

La miro por última vez antes de salir de la habitación.

¿Qué iba hacer contigo Roni?


Corran a leer la parte 2 .....



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