Cap. 8: Imposible, dureza

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Capítulo dedicado a: ALINA-SOL

«Cualquier persona que tenga una sonrisa continua en su rostro, oculta una dureza que es casi aterradora»

Greta Garbo.

Camino dando pasos firmes por el pasillo, desplazándome con la mayor rapidez, ya el timbre había sonado y estaba llegando excesivamente tarde, gracias a mi querido padre, que creyó que pasaría el resto de la semana despechada y apagó de nuevo el despertador.

Te amo, papi, pero no soy de esas.

Cierro mi taquilla y corro lo más rápido que puedo, casi resbalando cuando cruzo una esquina para llegar a mi salón. O eso pretendo, pero entonces capto por el rabillo el letrero del laboratorio de química y voluntariamente me desvío.

Ahí, por la ventanilla, distingo las coletas de Polly Pocket de mi mejor amiga, en el asiento continuo de los remolinos negros que trae Nicholas como cabello. Hago una mueca y pretendo retroceder, adueñada de la vergüenza, aún no me atrevía a verlo a la cara. Regresando, soy atrapada por la mirada de Ceci y debo detenerme. Resoplo y dejo caer mi mochila al piso para empezar un juego de señas con mis manos para avisarle de mis planes:

—En el almuerzo en la azotea... —digo lentamente, señalando arriba para que entienda. Cosa contraria que pasa y me responde con un "¿qué?" sordo, moviendo solo sus labios. Suspiro y repito—. Sube —Señalo arriba de nuevo y ella niega no entendiendo—. Arriba —Aún nada—. La-a-zo-te-a —Deletreo y ella siguiendo mis labios esta vez entiende y sube sus purgares.

Río en voz baja y asiento, asustada por un momento cuando me percato de la mirada de Nico, siguiendo los de mi amiga y parando en los míos. Aplano mis labios y, antes de que voltee de nuevo, bajo mi cuerpo y me escabullo a mi clase, cosa que no me tiene muy emocionada, porque sé que al cruzar la puerta lo encontraría ahí, a él, esperándome en el asiento de atrás.

Y así pasa. Solo tengo que tocar la puerta y pasar, recibiendo el regaño de mi profesora de por medio, para encontrarme con sus ojos color café muriéndose por pedir explicaciones, asunto que sucedería y vendría más tarde, mientras mi pecho se comprimía y mis posaderas se sentaban para que pudiesen continuar la clase.

Ahora que tenía las cosas claras podría actuar.

De algo estaba segura: no los perdonaría tan fácil. No puedo culpar del todo a Verónica, al menos fue sincera y vino hasta mi casa a decírmelo en la cara, incluso si con eso se llevaba otra posible cachetada. Me siento traicionada y al mismo tiempo culpable. Ceci, al momento que se fue ella, dijo que solo vino para buscar manipular la situación, pero no lo creo así.

Conozco a gente manipuladora y...

—Ama ven, mira —Sostuvo mi mano y me atrajo a un grupo de personas, intercepté los ojos de uno de ellos y este se acercó sonriendo hacia nosotras.

—¿Ya me cambiaste, Vero? —Ella rió suavemente y soltó mi mano para que la estrechara con él.

—Es mi prima, Amanda, se transfirió hace poco.

—Oh, ¿es ella? —Me miró mostrando sutilmente sus dientes, pasando a apretar un poco y agitar nuestras manos—. Bienvenida. Mucho gusto, Amanda.

Verónica no es así.

—¿Aquel chico? —Me preguntó y asentí, sonriendo como una estúpida mientras hablábamos.

—Sí, ese lindo de camisa negra que me presentaste el otro día en el almuerzo, ¿cómo se llamaba?

—¿Te refieres a Jerry? —Sus ojos se agrandaron y su sonrisa se ensanchó—. ¿Te gusta?

—Mm... ¿Un poco?

—¡Ah, no puede ser! —gritó de felicidad, alzando sus brazos hacia el techo y casi que brincando—. ¡Lo sabía! ¡Los vi muy juntos! Es estupendo, él me preguntó por ti temprano, ¿programo una cita? Oh, espera, ¡ya sé! Podemos...

Esa alegría genuina...

—Mira esa sonrisa, ¿pasó algo con Jerry?

—¿Te harás la sorprendida? —Ella abrió sus ojos y yo negué riéndome—. Me acaba de invitar a salir este viernes después de clases.

—Te juro que no tuve nada que ver —Alzó sus manos en son de inocencia.

—¿En serio? —Afinqué la mirada.

—Bueno... —dudó un poco—. Tal vez le comenté un poquito de ti de más...

—¡Vero!

Cada vez que hablábamos de él...

—Me besó —dije.

—Te besó —repitió.

—Me besó —confirme.

—¿Te besó? —dudó.

—¡Si, me besó! —exploté.

—¡Oh, por Dios, te besó! —gritamos.

No eran falsas...

—¡Ama lo oí todo! ¿Cómo es eso que son novios y no me dices nada?

—Acaba de pasar, ¿cómo...?

—Yo hago las preguntas aquí. Ahora, ¡cuéntame!

No fingía...

—Entonces es oficial.

—Estoy feliz... —Sonrió más para sí—. Serán una pareja increíble...

¿Por qué acaba así...?

—A él le importas, eres más que su compañera, más que su mejor amiga. Han compartido muchísimo y te tiene mucha estima —Se abrazaba a sí misma, apretando su brazo para no bajar la mirada—. Por favor, Am, no me molesta si no vuelves a hablarme, pero... no seas tan dura con él —dijo la tarde anterior cuando fue a buscarme a mi casa.

"¿No ser dura?". Pienso, recogiendo mis cosas para irme a la siguiente clase. Una vez puesto mi bolso siento como una mano me sujeta el brazo y me hace voltear. Sus ojos asustados me piden un minuto para hablar, pero yo sacudiéndolo me niego y comienzo a caminar.

—Amanda...

Lo ignoro.

—¿Am? ¿Podemos hablar?

"No, no podemos".

—Am, espera, por favor —Me logra alcanzar y lo miro de forma hostil.

De nuevo, esos ojos triste me preguntan porque mi agresivo trato y siento que me derrumbo, obligándome a cerrar los míos con fuerza y, cuando intenta volver a hablar, callarlo, usando mi dedo índice.

—Tú y yo tenemos que hablar —susurro y él asiente, intentando hablar ahora, más lo vuelvo a parar con el dedo poder—, pero no lo haré ahora, tengo clases y tu sola presencia me da dolor de cabeza.

Sus ojos se abren y su boca intenta articular de nuevo palabras, lo miro amenazante y se vuelve a callar, haciéndome sonreír forzadamente antes de darme la vuelta y desaparecer de su vista, dejándolo con la boca semi abierta.

No puedo sopórtalo... ahora mismo, no puedo ser la dulce Amanda que perdona todo.

Ya pasé por eso, no se lo deseo a nadie.

—¡Ama! —Volteo asustada, aliviándome al ver que la que corre hacia mí es Ceci.

—Que bueno que te veo, lo que trataba de decir temprano es que nos viéramos en el almuerzo arriba, en la azotea.

—Eso lo entendí —Ríe sin gracia, recuperando un poco el aliento antes de enderezarse—. Aunque pudiste solo dejarme un mensaje en el chat, Ama.

—Oh... —Me trago mis palabras, no lo pensé.

—Más importante —Traga saliva, enderezándose—: te voy a matar.

—¿Qué? —Junto mi entrecejo—. ¿Por qué?

—Aún nadie lo sabe, ¿cierto? Lo de esos dos... —Negué rotunda—. Lo supuse, menos mal no dije nada. Fue incomodo, hasta que pude despistarlo.

—¿A quién?

—Nico —Pone sus manos en la cadera, retándome con la mirada—. Preguntó por ti antes de que la clase comenzó y, después que te vio por la ventanilla en química, cuando acabó, empezó a perseguirme —abre enorme los ojos, exagerando—. Noté como lo evitaste, así que hice lo mismo.

—No es que lo evite —"Bueno, sí"—, pero ¿dónde está?

—Deben salir de Física en un rato, le pedí a Albert que me cubriera.

—Gracias, Ceci —Suspiro un tanto aliviada.

—Pero ¿qué ocurrió? ¿Por qué huyes de Nico?

—No es eso... —Repito suspirando—. Luego Hablamos, ¿sí? —Intento irme.

Con todo lo que pasó con Verónica olvidé explicarle lo que ocurrió después con Nicholas. Es algo incomodo, así que lo dejaré para más tarde. Apenas puedo pensar decentemente, ¡tengo la cabeza hecha un lío, es demasiado!

—Oye —Me retiene del brazo—, ¿cómo sigues? ¿Estás bien? —Bajo la mirada, entendiendo a que se refiere.

—Lo estaré —Aseguro, tratando de auto-convencerme.

—Vale... —Me suelta insegura, despidiéndose con un beso en la mejilla y se aleja por el pasillo contrario.

Me quedo un par de segundos, rompiendo con la quietud al alzar mis manos al techo y suspirar por lo alto, ¿por qué ocurren estas cosas? Sin alguna respuesta, me doy media vuelta y camino hacia mi siguiente clase, deteniéndome de golpe cuando noto como el número de las aulas ascienden en vez de descender. Llevándome una mano a la frente me regreso sobre mis pasos.

—Me equivoqué, era el aula o... —Paro en seco y trago saliva— ¿Nico?

"Demonios, ¡no ahora!". Pienso mientras lo veo levantar la mirada tan asustado como yo. Hace un momento hablaba con Ceci, ¿él... nos escuchó?

—Yo... ¿Estabas...? ¿Cuánto tiempo llevas ahí?

Veo como aprieta los ojos, haciéndome pensar lo peor. Me mira en silencio sin saber que decir, pasando un par de segundos antes de suspirar, calmándose.

—Iba a clase, me detuve para guardar algo en mi bolso —explica tratando de parecer tranquilo, colocándose dicho objeto sobre el hombro.

—Oh... —Desvío y regreso la mirada, tratando de tranquilizarme también, aunque me de mala espina todo esto.

Una idea se me cruza por la cabeza, deteniendo mis movimientos.

«Preguntó por ti antes de que la clase comenzara y, después que te vio por la ventanilla en química, cuando acabó, empezó a perseguirme»

Lo miro bajar la mirada. Estará preocupado.

«¿Qué ocurrió? ¿Por qué huyes de Nico?»

Es cierto, ¿por qué huyo? Es Nico de quien hablo, él...

—¿De verdad siempre estás bien? —preguntó en voz baja mientras veíamos a los demás.

—Obviamente que no... —Reí sin gracia, evitando su mirada.

—¿Por qué siempre dices que "lo estaré"? ¿Por qué no simplemente dices que no?

—¿No es más fácil así auto convencerse?

—¿No será que solo te reprimes?

Sonrío internamente, ¿por qué esquivo a alguien así?

—¿Sabes...? —murmuro llamando su atención—. Quería hablarte, yo...

Una pequeña, pero traviesa sonrisa me interrumpe.

—No has captado —Baja la mirada y se acerca a mí, poniendo gentilmente una mano sobre mi hombro desnudo.

—¿Qué? —La pregunta sale antes de que piense.

—Hoy seré tu confidente y haré de cuentas que no te vi —Acaricia sutilmente mi hombro, hablando por lo bajo.

Su voz siempre me ha parecido bonita. No es ronca, ni tan masculina como la de otros muchachos, pero tampoco es aguda, es madura y tranquila. Siempre ha logrado reconfortarme, entonces, ¿por qué me inquieta tanto?

—Nos vemos luego.

—No... —Lo detengo del brazo, pero no voltea a verme—. ¿Nico?

—Amu... —Suspira, finalmente mirándome sobre su hombro—. ¿Estás bien?

La realidad de la pregunta me golpea con fuerza, haciéndome soltar lentamente la tela de su chaqueta. De repente un nudo se aloja en mi garganta y siento la necesidad de apartar la mirada, pero la sostengo como puedo. En mi lugar Nico ni piensa en apartarla y me estudia en silencio, haciéndome preguntar en que piensa.

—Otra vez te haces la fuerte... —Su voz ronca es como una caricia—. No está mal no siempre estar bien, no tienes que forzarte a estarlo si no lo estás...

—Tengo algo que arreglar todavía... —Bajo lentamente la mirada.

—Entonces ve... —Lo miro de nuevo y me detengo en seco.

Está cerca, extremadamente cerca... Se había inclinado hacia mí para mirarme. Sus ojos oscuros parecen adsorber la luz, resaltado el tono verdoso que poseen. Está de perfil, pero su porte es tan seguro que me hace preguntar si de verdad es Nico o un clon de él.

Las cumisuras de sus labios de ensanchan en una confusa sonrisa. Me da dos golpecito suaves y se separa. Entreabro la boca no entendiendo un carajo. Un dulce deja vu se aloja en mis memorias, pero antes de que pueda intentar recordar, me doy cuenta de la hora en el viejo reloj del pasillo y salgo corriendo a mi clase, pensando muy preocupada a que se refería Nico y si en realidad solo actuó, para no hacerme ver en que estuvo escuchándome.

Pero... ¿Eso sería algo malo?

Su mirada... Nico a veces me mira de una manera rara, pero nunca he querido preguntarle que piensa para poner esos ojos, ¿qué es lo que esconde la mirada de Nicholas?

¿Confidente? ¿Hacer de cuentas? ¡Estoy confundida!

Este día cada vez es más estresante, me siento cada vez peor...

"¿Peor?". Me detengo, mi entrecejo se junta y mis ojos miran sin punto fijo el suelo del pasillo, un par de imágenes difusas intentan agarrar color en mis memorias, pero la nitidez con la que se presentan desaparecen.

Cielos... no lo entiendo. 

_______________

¡Holiwis, my loffes!

¿Cómo pasaron Halloween?

Yo con dolor de barriga y en cama :'c

¿Cómo estuvo ese día de muertos?

Yo me pinté mi catrina e hice una mini sesión de fotos XD

Pero ajá, ¿ya pensaron que no vendría hoy?

De broma sí, porque me puse a escribir Distancia al mundo y casi lo olvido, pero ¡eh! llegué

Este capítulo habla mucho, no sé ustedes, y realmente no solo de Amu sino también de Nico

Ese pequeño acercamiento me robó el aire por un segundo :'v

Y ese Flashback :'3

Eeeen fiiiiin

¿Qué piensan de lo que dijo Verónica?

¿Qué creen que decidió Amu?

¿En qué demonios pensaba Nico?

Manita arriba si también te emocionaste por ese acercamiento entre ellos :'3

En el próximo capítulo habrá mucho drama :'v ¡Traigan palomitas!

Es todo por hoy, así que me despido.

CHAUUUUUUUUUUUUUUUU

ATT: Keni

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro