Guardaré lo que siento. No por miedo al rechazo ni por miedo al abandono, guardaré lo que me alteras porque de este juego ya me sé las reglas.

El juego que por mucho que quise jugar junto a ti hoy me toca ver desde la perspectiva de un tercer jugador, que por mucho que quiero veo que aún no está destinado el darte mi amor.

Lo que siento no es que sea ni malo ni bueno, puede que lo que siento sea lo correcto en el momento incorrecto. Tal vez en algún momento ya pueda cambiar el control del jugador y tomar aquel trofeo que el juego me hará proclamar ganador, uno que no lo decide una medalla ni ovación de personas de electricidad. Si no el suspiro que emites al hablar del amor que espero algún día ser yo.

Oculto lo que soy al caer en esta droga tan fuerte que es el amor, porque si por amor me puedo inspirar y en mis millones de sueños volar, también me puedo ocultar y esperar.