Vaya semanas, el mexicano no dejaba de dejarle rosas en su pupitre, era lindo en cierto punto, pero últimamente recibía mensajes de Miguel Rivera.

"Tengo que hablar contigo".

¿Quién le había escrito aquel mensaje? Ni idea ya que el mexicano estaba ciego, en fin lo único importante aquí es que el mexicano lo buscaba y otro también.

La diferencia entre Miguel y Marco era que Marco era aceptado tal y como era, no le importaba a sus padres que el fuera gay, ya había tenido una relación con un tal Tom.

En fin, un día el joven Hamada estaba saliendo con sus amigos, estaban en el café de la tía del chico, riéndose de cualquier cosa, Hiro como siempre fingiendo que estaba bien. - ¡Hamada! - hablo una voz que el joven conocida y al ver de donde proseguía la voz encontró a Marco Díaz.

- Llevo días insistiendo... Hazme caso... -

- Marco... -

- Hiro... Mira una batalla si yo ganó... Tienes una cita conmigo, si tu ganas no te insistirá más -.

- Bien -

No hace falta decir que Marcó estudio karate y le ganó a Hiro.