Perspectiva de Sianna

Abrí la puerta del departamento demasiado ansiosa porque necesitaba descansar un poco ya que el día había sido demasiado duro, me habían tomado demasiadas fotos en distintos lugares, estar ahí era divertido, pero después de un tiempo empieza a cansarte, deseaba lanzarme a la cama y estar con Cora.

Entré y caminé hasta el comedor donde me encontré a Honey alimentando a mi hija, de inmediato una enorme sonrisa apareció en mi rostro y me abalancé a ella para tomarle de sus mejillas, apretujarlas despacio y llenarle de besos el rostro, logrando que empezara a reírse.

Le di una enorme sonrisa y la cargué para sentarme en una silla del comedor.

—¿Mucho trabajo? —preguntó mi hermana frente a mí.
Tomé la papilla de Cora y la senté en mis piernas para darle de comer.

—Un poco, pero siempre vale la pena y aún más que me encanta hacerlo. —hablé sonriendo.

Seguimos platicando mientras Cora terminaba de comer. Seguía sin acostumbrarme a estar en la casa de mi hermana con una hija y a punto de divorciarme, jamás me acostumbraría a eso, todo era demasiado extraño y lo odiaba por completo, aún más que aunque le entregué el divorcio a Shawn lo seguía amando con la misma intensidad de siempre, pero me repetía a mí misma una y otra vez que lo mejor era estar lejos de él.

El timbre sonó y como nos encontrábamos muy cómodas viendo unas caricaturas en la televisión  ninguna de las dos adultas nos queríamos levantar, pero como yo me encontraba más cerca me levanté y fui a abrir la puerta.

Me lleve una enorme sorpresa al ver quien se encontraba ahí.

—¿Es usted Sianna Kale? —preguntó la persona. Afirmé con la cabeza demasiado confundida sin comprender lo que sucedía—Firme aquí.

En cuanto lo hice me entregó el enorme ramo de rosas que traía y se alejó sin decir palabra alguna.

Entré a la casa y caminé hasta la sala, donde mi hermana y Cora voltearon de inmediato a verme, Honey se levantó y caminó hacia mí sorprendida, deje el ramo en la mesita de centro y vi la carta que tenía colgada, tragué saliva y tomé aire antes de que empezara a leerlo, estaba llena de miedo por saber quien lo había enviado.

—¿Es de Dylan? —preguntó Honey sorprendida e intentando ocultar su emoción.

En cuanto saque la hoja blanca y vi quien era el remitente miré a mi hermana y negué con la cabeza, logrando que su boca formara una enorme O y pareciera que se hubiera quedado sin vida, pero los nervios hicieron que la ignorara y empezara a leer.

12 de Abril de 2024

De: Shawn
Para: Sianna

Espero que cuando veas que yo soy el que te ha enviado las flores (y no Dylan) no las lances a la basura, sino todo lo contrario y se que no me merezco que hagas eso, pero si lo llegaras a hacer créeme que lo entenderé por completo y tal vez ya te he llenado de disculpas de mi parte y diciéndote que soy el mayor imbecil de todos y jamás me cansaré hacerlo, porque te quiero de vuelta, quiero que volvamos a ser la hermosa familia, no quiero ir por Cora a la casa de Honey, llevármela y que juguemos ella y yo solos, sino que seamos tres personas jugando, que sea su mamá y papá, lamento estar metiendo a nuestra hija en esto, pero es lo que deseo, también quiero despertar cada mañana y verte dormida, abrazarte por la espalda, llenarte de besos por sorpresa o que me des una de tus maravillosas sonrisas, extraño cada parte de ti, todo lo que te convierte en Sianna Kale, porque eso hace que te amé con locura y para que veas que no miento te prometo que te amaré hasta que todas las rosas se marchiten (y una es artificial).

Con muchísimo amor y tristeza.

Shawn.

Y si ya casi todos los días me ponía a llorar porque lo extrañaba esa carta fue la gota que derramó el vaso de ese día, me lancé al sillón detrás de mí para empezar a llorar sin parar, mi hermana tomó la carta para leerla rápido y abrazarme con sus fuerzas, solo sentía la mirada de la pequeña Cora intentando averiguar el porque lloraba.