Perspectiva de Shawn

En cuento leí y vi por enésima vez la publicación en todas las redes sociales me levanté del asiento para salir casi corriendo a mi habitación con todos los sentimientos revueltos sin saber que sentir exactamente. Al entrar vi a Sianna dejando a los gemelos en sus cunas para dormir lo que logró que me tranquilizara un poco.

—¿Me explicas esto? —dije intentando no escucharme muy grosero, pero no lo logré tanto.
Le entregué el móvil y se quedó paralizada viéndolo, sin poder creerlo.

—¿Qué? ¿Cómo obtuvieron esto si...?

—¿Entonces si estabas al tanto?—guardé silencio buscando la manera de no alterarme, algo demasiado complicado—¡¿Cómo pudiste ir a hacerles una prueba de ADN a nuestros hijos?! ¡¿Qué estabas pensando?! Sianna somos personas públicas, todos los medios se encuentran siempre arriba de nosotros y vas y haces esto—señalé el móvil— ¡¿Acaso dudabas en que fueran mis hijos?!

La última frase que dije la tomó demasiado por sorpresa, no dijo nada y caminó a un cajón donde empezó a buscar algo, en cuanto lo tuvo en sus manos me los lanzó enojado con los ojos llorosos.

—¡Jamás dude de que fueran tus hijos! ¡Nunca! Lo hice para poder demostrarles a todos de que son tus hijos, para poder demostrar que nunca te haría un daño como el que ellos dicen —dijo soportando las lágrimas.

Ambos guardamos silencio sin saber que decir o cómo actuar, quería entender el punto que Sianna tenía, pero no me gustaba la idea de que quisiera complacer a los demás, para que así ellos se dieran cuenta que todo lo que decíamos era cierto.

—¡Estoy harta de que todos se metan en nuestras vidas queriéndonos arruinar! ¡Estoy cansada de no poder tener una vida normal fuera de que cada cosa que hagamos sea criticada!—se detuvo con las lágrimas cayendo por sus mejillas— Yo solo era una simple fan que te amaba con locura y que soñaba en conocerte, pero jamás deseé estar en este medio, Shawn.

Al terminar de hablar salió de la habitación y los gemelos empezaron a llorar al escuchar tanto ruido, no supe cómo actuar, los llantos se escuchaban demasiado fuerte al igual que las palabras de Sianna en mi mente, tenía que calmar a mis hijos así que caminé hasta la cuna para moverla lentamente y arrullarlos mientras empezaba a cantarles, eso los tranquilizaba demasiado.
No podía creer la pelea que acababa de tener con Sianna, lo que me había dicho, jamás se había quejado o había hablado conmigo acerca de su incomodidad en el medio, siempre creí que le gustaba estarlo y tal vez hasta cierto punto lo hacía ya que le encantaba modelar, conocer fans y todo lo bueno, pero al igual que cualquier persona famosa odiaba que se metieran en su vida y a ella le estaba afectando mucho más que a mí, tanto así que llegó al punto de probar que en verdad los niños eran mis hijos.

En cuanto toda la casa se llenó de un enorme silencio, salí de la habitación para ir en busca de mi esposa intentando hacer el menor ruido y que los bebés no volvieran a despertar, abrí la puerta del jardín trasero encontrándome a Sianna sentada en una silla metida en sus pensamientos, comencé a caminar hacia ella y en cuanto llegué la tomé de la mano con fuerza, se volteó a verme soportando las lagrimas.

—Perdón por ver reaccionado así. Si, pedí hacerles una prueba de ADN a los niños para callar a Camille y a todos los que nos decían mentirosos, estoy cansada de ella y de todo este medio...—ahogó un sollozo lo que le indicó que era hora de abrazarla— Perdona por fallarte, pero no puedo seguir con todo esto Shawn, necesito salir del mundo de la fama, lo necesito ahora o me hundiré, perdón— sentí como mi corazón se destruyó y ella no soportó más, así que dejó salir las lágrimas. No podía creer lo que estaba escuchando, Sianna realmente se encontraba destrozada, estaba llorando de una manera horrible y lo peor es que no podía hacer nada, solo la abrazaba esperando que sirviera.

—Nunca me haz fallado, ten eso en claro, siempre he estado orgulloso de ti, te amo como no tienes una idea y si decides salirte de todo este mundo te apoyaré sin duda alguna, haría todo lo que fuera para que te encuentres bien —Le dije mirándola a los ojos con toda la sinceridad posible.

—Quiero salir —dijo en cuanto terminé de hablar, no lo pensó para nada, pero la apoyaría.