Perdidas en el bosque. ¿Quién lo imagina? Katie la chica dulce del campamento merodeaba por el boscoso lugar con su hermana del alma Sadie que la arropaba de la cintura con sus brazos mientras temblaba; ambas transmitían el pavor a la otra y lo peor era haberse extraviado durante un desafío. ¿Qué dirían sus compañeros de las viajeras que en realidad ni lo son? Recopilan el miedo para agrupar este con el ajeno en una extravagante combinación tangible.

"Sadie, tengo miedo..." Emitía susurros acendrados por su notoria expresión estupefacta mientras suspiraba. Pasar una noche era lo simple del reto que se suponía debían ejecutar, ¿No? La producción había matado a los pasantes con sus osos y Chris lo había mencionado con tanta normalidad cómo si estuviera sumido en la asesina cotidianidad que era espeluznante. Era palpable el desempeño de los bagres; usar la excursión a su favor, con las dos que se alejaban de su conjunto por el hallazgo acerca de los arándanos. La emoción de ambas por el fruto azulado era una sintonización sin igual, más el confesionario en el que declaraban ser M.A.P.S era extenso y utilizar la situación cómo algo benévolo era erróneo.

"Yo también, Katie..." Interpretó a su gusto la morena el gesto como algo negativo. El recordatorio de la agonía inminente la abrumó; su psique se alborotaba con cada paso que daban, apartándose de los seres de dudosa procedencia que las acechaban desde la penumbra. Las sombras poseían movilidad y la exclusiva que contemplaba eso era Sadie al estar atrás ya que Katie solo se sumía en sus memorias de antaño. El propulsor del pavor eran los ruidos extraños y el eco que retumba en sus oídos con una desgarradora sensación. Rememoraba cuando el sarampión consumió a la tez de las dos mujeres ahora atemorizadas.

Compartiendo experiencias se abundaban antes de soltar alaridos de auxilio al equipo con esperanza de que el socorrer sea verdadero; el acordarse de cuando en el supermercado se habían naufragado y sus progenitoras estaban tan enfadadas las hizo escapar una risotada. Trás eso fue vano el fingir normalidad ya que deambular sin saber dónde están les jugó en contra, aquella pelea que se desató que nunca nadie podría haber siquiera retratado con esas dos.

"¡Estamos perdidas y esto es tu culpa!" Exclamó la de delgada figura con la cólera a sus talones por el destacable remolino de emociones chocando entre sí; con una solución inepta. El orgullo de Katie no accedía a asumir la culpa, pintando un ovillo en el terreno con su hermana irreal antes de detenerse.

"No. ¡Esto es tu culpa porque si no estuvieran tú y tu inexistente inteligencia; estaríamos con los demás!" La de peso excesivo entrecerró sus ojos por cómo soberbia Katie posiciona sus yemas alrededor de su cintura, con su postura desafiante ante el insulto por su intelecto mientras Sadie se deshace de los minerales que se adentraron a sus zapatos sin permiso, juzgando su orientación en el tema.

Katie se encargó de mostrarle su lengua a Sadie en ira mientras se restauraba su desagrado, manifestándose en oraciones incomprensibles para cualquiera no perteneciente a ese ejército. "Al menos sé manejar..." Murmuró audiblemente la de manso carácter antes de rodar sus monótonas obsidianas siendo contrarrestada por Sadie.

"¿Te acuerdas de esa vez en la playa?" Cuestionó la de menor estatura mientras enredaba sus nudillos, en caso de que alguna guerra se elevara de nivel entre ellas; no dudaría en precipitar su organismo antes de arrojarla de la escala.

"Oh sí, me acuerdo de mi bikini estaba tan linda..." Sus fantasias perfeccionaron a la mueca de la morocha mientras soñaba despierta en ser una estrella; quizá con Sadie cuando se reconcilien. En fin; esa ropa interior solía alzar al regocijo en ella y exterminar su realidad ficticia por las sentencias de su conexión.

"Chocaste el auto de mi mamá con un puesto de comida! Agradece que no te llevo en autobus al centro comercial." Con ímpetu se avecina la viveza de Katie mientras apretar sus puños, con una montaña rusa fabricando sus rieles de la máquina desafortunada a base de engranajes rotos.

"Sin mí; ¡No irías al centro comercial!" La porción de oxígeno exhalada por Sadie denotaba ofensa; estaban tan enfocadas en ello... "Sin mí; ¡NO SABRÍAS el camino al centro comercial!" Fundidas en la presa mutua; los predadores las escudriñan, examinando cada mínima virtud cómo un logro. Mientras discuten sobre que Katie introdujo al programa a Sadie, que su belleza es más que la de ella y así.

Porque una de ellas tenía a la otra en un pedestal, pero a la otra siempre le dió igual. Una estaba encadenada a la dependencia emocional, la otra no.

Porque ella era la estrella y ella solo una fan. Porque ella era su todo pero ella solo una más. Porque una iba corriendo pero la otra se quedó atrás.

'Porque yo era una opción y tú mi prioridad.'

Los halagos raros de el parrandero a la surfista y los chillidos de la aspirante a abogada por una cena eran de lo peor; el único que se percató de la ausencia de las inseparables fue Duncan, el cual quiso ir a decidir sus destinos pero solo retrocedió.

Volviendo a ellas... ¿el mismo árbol con el tenedor? Basura. ¿El sonido de los búhos melifluos? Otra falacia más que las hizo huir, así anunciando la llegada de ambas a una cueva repleta de murciélagos. Incluído el cuento horroroso de Duncan con grave intensidad antes que la pecosa se burlase arrebató sustos. El garfio espantó a DJ, Harold y Geoff por sus punzante filo mientras Bridgette Courtney y Harold se ocultaban trás DJ el cual se balanceaba. La fobia de Bridgette de habitar con animales extravagantes creó una protesta; siendo el sobresalto al quemar la carpa tangible y más con los campistas en sus internos.

Courtney luchaba con Duncan el cual defendía a la rubia que solo se reprochaba, limitándose a disculparse. Las adversarias se abrigaban con la calidez de la otra en la caverna; mientras la somnolencia se apodera de sus juicios con lentitud.

Lastima que Katie no se percibió cómo un intruso se colaba entre sí... Un peculiar "insecto"

"Katie, ya paró la lluvia..." la de piel nívea se retiraba de la energía de Morfeo; así tallando sus gemas relucientes antes de proceder a qué los rayos solares opten por arremeter contra ella. "¿Estás bie-"

Su mutismo se activó cuando se contrajo, mientras admiraba un líquido negruzco fluir por la cavidad bucal de Katie con un monstruo que se adhería a su metabolismo; devoraba sus órganos expuestos y tejidos de su metabolismo, variando su tamaño antes de empujar a Sadie.

Ahí fue cuando el gruñido de oso la desesperó, con lágrimas corriendo por sus cuencas antes de que unos dientes se clavaran en ella.

Aunque esa bestia también propinaba sus colmillos en la carne viva...

Cuando el anfitrión truena por las dos faltantes integrantes en los bagres; Courtney recalcó que seguramente fueron consumidas por los lobos y que era un total alivio.

Pero oh; su percepción se reemplazó cuando unos intestinos estaban justo en el respaldar de su colchón, junto con una caja envuelta en sangre.

"¡Feliz día de tu muerte, Courtney! ¡Aquí tienes un regalo!"

Y las tripas rebasaron el contenido.

No se me ocurrió nada más lol

Aunque se me ocurrió cuando ví un fanart de Katie con mariposas en IOTS reversed.