Ben me observa con una sonrisa que saca relucir sus blancos y alineados dientes.

—Que alegría verte.— digo yo, rompiendo el silencio que se formó en nosotros después del saludo.

Aunque no era completamente mentira, no sonó demasiado convincente.

Ben no deja de sonreír.

—También me alegra verte.— concuerda, sin quitar su mirada de encima mío.

Nos quedamos viendo unos minutos, sin movernos o hablar.

—Lynette, ¿estás sorda o que?— escucho preguntar a Judy, con su mano en mi brazo.

Yo sigo ignorando sus palabras, con mi total atención en él.

Observo de reojo como Judy voltea a vernos, alternando su vista entre Ben y yo.

—Solo venía a decirte que te muevas, ya es nuestro turno.— habla, con una sonrisa de burla en su rostro.

—Claro, claro. Ya voy para allá.— digo, mientras Judy se acomoda de nuevo en su lugar, dejándonos nuevamente solos a Ben y a mi.

—Bueno, creo que... ya tienes que irte.— dice Ben, con una sonrisa de boca cerrada.

—Si— afirmó, volteando a los lados nerviosamente.

Antes de que Ben se dé la vuelta para irse, se acerca un poco más a mi, como si quisiera preguntar algo.

Más no dice nada.

Y eso me pone nerviosa, empezando a crear teorías en mi cabeza, preguntándome: ¿qué querrá?

—¿Qué película vas a ver?— pregunta, acabando con la intriga.

—Titanic, ¿y tú?— respondo, extrañada.

No esperaba que preguntara eso.

Estás en un cine, duh.

Bien, eso era cierto.

La sonrisa de Ben vuelve a aparecer en su rostro.

—Ahora lo sé.— responde, ya para finalmente darse la vuelta y dirigirse a la taquilla para comprar los boletos.

Una sonrisa aparece en mis labios ante lo dicho por el.

Siento como alguien me toma bruscamente del brazo, sacándome un buen susto.

—Lynette.— me llama Judy, con su mano tomando mi brazo.

—¿Huh?— respondo, volteándola a ver.

—Te estuve llamando para que tú vayas a comprar los boletos, y después fuéramos a por la comida.— explicó. —Parece que estás en las nubes. ¿Estás bien?— me mira, examinándome con la mirada.

Yo asiento en respuesta a su pregunta, empezando a caminar con Judy a mi lado.

—¡Ciao!— saludó al chico que está detrás de la caja vendiendo los boletos. —Dos boletos para Titanic.

El chico, de tez morena y cabello rizado y obscuro nos sonríe a ambas.

—Claro, ¿nada más?— pregunta, observándonos.

Antes de que pueda responder, Judy se acerca estrepitosamente a mi lado, asustándome.

—Sí, ¿cuál es tu nombre, lindo?— pregunta, en un tono pícaro relamiendo sus labios lentamente.

Está coqueteando.

Una sonrisa burlona aparece en mi rostro, más no dijo nada, queriendo observar que más haría mi mejor amiga.

El chico se queda quieto detrás de la caja, con un sonrojo apenas notable invadiendo sus mejillas.

—U-hm— balbucea, notablemente nervioso.

La pregunta lo tomo por sorpresa.

—Eugene. Un gusto.— se presenta, ofreciendo su mano como saludo.

—Eugene...— repite Judy, en un tono un poco más bajo volviendo a su tono de "te estoy coqueteando".

Volteo para ver hacia otro lado y no reírme de la situación frente a Judy.

Y mis ojos captan a una persona de pie en la fila de al lado.

—Un boleto para Titanic.— pide Ben.

Y una risa sale de mis labios, captando su atención.

—Hola, acosador.— saludo, recordando el día que pensé eso sobre el.

Benjamin voltea a mi dirección y me sonríe.

—Hola, rubia.

Rió ante la mención del apodo.

—¿Vas ver Titanic?— pregunto, sin dejar de mirarlo.

—Es un clásico.— se excusa, aunque yo y él sabemos que esa no es la verdadera razón por la cual va a verla.

Yo asiento en respuesta, concordando con el.

Finalmente, Judy toca mi hombro avisándome que ya podemos ir a comprar la comida.

—Te veo en la sala, acosador.— me despido, sonriendo.

Ben ríe, con los codos apoyados en el mostrador haciéndolo lucir provocativo.

Y sexy.

Yo y mi mente pervertida.

—Te gusta.— dice Judy, sacándome de mi burbuja de pensamientos.

—¿Qué?— preguntó.

—Te gusta Ben.— afirma. —Venía sospechándolo desde hace rato, pero solo es necesario verte junto a él, te encanta.— dice, señalando con la cabeza hacia la dirección donde el se encuentra.

Una risa nerviosa emerge de mi sin saber que responder.

—Pues... es guapo...

—Bastante.— concuerda Judy.

—Pero no importa, apenas y nos conocemos, no es como que vayamos a ser novios de un día para otro.

—¿Y eso qué importa?— habla, y antes de que pueda responder, ella continúa hablando. —No son desconocidos, ya te ha invitado a una cita ¿no?

Asiento.

—Además, yo creo que tú también le gustas— dice con una mirada pícara.

—No lo creo Judy.— digo.

Judy me guiña un ojo y continúa hablando del tema.

—Créeme, tengo un don para esas cosas.— dice, con airé orgulloso.

Yo rio ante lo dicho.

—¿Un don?

—Ajá.— afirma.

—¿Y... por qué no tienes novio aún?— pregunto, molestándola un poco.

La expresión de Judy cambia a una molesta, haciéndola lucir parecida al emoji de WhatsApp.

—Oh, cállate.— me hace callar, para empezar a caminar hacia el área de comida.

*

Entramos a la pequeña sala donde veremos la película, abarrotada de personas.

—Hubiéramos visto Little Women.— susurra en queja Judy.

—Cállate y vayamos a sentarnos— le digo, quitándole las palomitas de las manos.

Judy me mira indignada.

—¡Oye!— se queja riendo, empezando a subir escaleras arriba detrás de mi.

Rió durante el camino, siendo callada por las personas sentadas en las demás butacas.

—Shhh— me callaron varias personas al unísono.

—Lo siento...— susurro, sentándome en el asiento E-5.

Judy toma asiento a lado mío, empezando a beber soda mirándome divertida.

Le doy una mirada de: no digas nada. Sabiendo que empezaría a reírse de mi.

—Yo no dije nada— murmura divertida.

—No, pero ibas a hacerlo.— refutó, rodando los ojos.

Busco mi celular y decido mandarle un mensaje a mi mamá, avisándole que he salido de casa.

Mamma♥️:
-Salí al cine con Judy, regresó en unas horas.

Apago mi celular y lo dejo en mi regazo, observando a Judy meterse palomitas a la boca.

—Vas a acabártelas.—le reprendo, tomando mi vaso de soda y bebiendo de el.

—Pues luego voy por más. Relájate.— contesta.

Las luces de la sala se empiezan a apagar, dando inicio a los anuncios publicitarios.

Antes de que se apaguen por completo, Judy y yo escuchamos pisadas provenientes de las escaleras a nuestro lado.

La figura de Ben aparece al lado de Judy —quien está en la esquina— con una sonrisa en el rostro.

—¿Está libre?— pregunta.

—Mi amiga si, ¿por qué?— responde Judy, haciendo que abra demasiado los ojos ante la sorpresa que me causaron sus palabras.

Le propinó un codazo en el brazo, qué hace que suelte un quejido.

—¡Auch!— se queja, mirándome confusa. —¿Y eso por qué?— dice.

—¡Shh!— la callan las personas, volteándonos a ver disgustados.

—Son los anuncios, rilassati un po '— dice, haciendo que me cubra el rostro con las manos.

—Si, está libre.— contestó finalmente a la pregunta de Ben, quien yacía de pie viéndonos mientras evita reírse.

Él asiente en respuesta y pasa por enfrente de nosotras hasta que toma asiento a lado mío.

Judy guarda silencio, prestándole atención a los anuncios en la pantalla.

Yo, estaba con la mirada enfrente y con el rostro completamente rojo por lo sonrojada que estaba.

No lo mire hasta que el llamo mi atención.

—¿Tu amiga Judy es muy directa, cierto?— pregunta, sintiendo su aliento en mi nuca.

¡Alerta! Situación no manejable.

—Emm... sí.— respondo, volviendo mi vista a la pantalla frente a mi.

Ben nota mis nervios y una sonrisa socarrona aparece en su rostro.

Voltea y no vuelve a decir nada, dejándome nerviosa.

La película empieza, haciendo que olvide por un rato la situación con Ben.

O el menos eso creía, pero que equivocada estaba.

No olvidaría ese día.

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Ciao, babys.💕

Los extrañe🥺

Nuevo capítulo wuu.🙊

¿Qué opinan de Eugene? 😌 tomará relevancia en los próximos capítulos.

No olviden votar y comentar.♥️

Angie D.✨