—¡Hermano, al fin llegaste! Nos tenías tan preocupadas sabes —dijo Gloria, liberando horas de ligera angustia de encima. Mientras dejó pasar a Víctor, vio que la niebla de la ciudad se estaba volviendo muy densa, las casas de los vecinos prácticamente estaban a nada de desvanecer dentro de ella—. Busqué en las noticias algo acerca del clima, pero todos los medios le están prestando atención al Torneo Mundial Pokémon en Ciudad Driftveil.

—Eso lo explica todo…—dijo el entrenador novato en su mente, despejando muchas incógnitas que había entorno a la situación actual—. Gloria, ¿dónde está mamá?

—Está en su cuarto, debe est—

—¡Victor! —gritó una voz femenina adulta, mientras se acercaba para abrazar al joven entrenador—. Me siento tan aliviada al saber que ya estás en casa, ¿por qué te tardaste más? Creí que estarías de regreso para las 5 de la tarde.

—Mamá lamento haberte preocupado, pero, siento decirles que tenemos un problema muy grave aquí, ¡debemos irnos lo antes posible! —exclamó Victor, con toda su adrenalina acumulada, confundiendo a su hermana y madre.

—¿¡Irnos?! Creo que te está afectando la niebla hermano, ¿por qué tendríamos que abandonar nuestra casa? —preguntó bastante consternada su hermana menor, la idea de salir de casa en busca de ser independiente es duro, pero, ¿abandonar tu hogar así de la nada? Sonaba bastante fuera de lugar.

—Se que está haciendo bastante frío en Striation cariño, pero no es tan grave como para considerar esa opción —argumentó la madre de los Black, intentando calmar al chico de ojos marrón.

—La niebla es solo el comienzo, lo que vendrá junto con ella, ¡congelará Striation y ciudades cercanas! —afirmó el hermano mayor de Gloria, tratando de sonar lo más convincente posible, sin parecer un paranoico.

—¿Pero como es que sabes eso? Suenas tan seguro que debiste sacarlo de alguna parte —Su hermana no lucía tan convencida, la tensión se estaba formando poco a poco.

—¿Gloria recuerdas cuando me llamaste?

—Si, fue hace como una hora.

—La razón por la que me tardé tanto, no fue solo por el clima, también había un bloqueo en la carretera Nacrene–Striation —comenzó a explicar, debía contar todo si realmente tenía oportunidad de convencerlas.

—¿Y se tiene planeado realizar una evacuación? —Esta vez fue la mamá la que decidió preguntar, y tiene un buen punto, si es tan grave la situación, la población debería ser evacuada cuanto antes.

—No mamá, esa es la cuestión, quienes realizaron el bloqueo no les interesa la población, nos van a… —No pudo terminar Victor la oración, su voz se habia quebrado, pero tanto su hermana como su madre entendieron lo que quiso decir—. P-por favor, deben creerme.

—Victor, ¿con quién hablaste? —preguntó con temor su hermana, sabía que la respuesta que recibiría no iba a ser nada agradable.

—Fue con el Team Plasma, Gloria… —Victor dio su respuesta bajando su mirada, deseando que no hubiera sido verdad ese encuentro, pero al mismo tiempo se siente agradecido que por lo menos le advirtieron de lo que realmente está sucediendo, cualquier otro miembro simplemente lo hubiera ignorado.

Hubo un breve silencio, claramente estaban aterrorizados por dentro al estar pasando por esta situación, el rumor de que habría retorno de la organización más peligrosa de la región, se ha vuelto una realidad muy desafortunada.

Antes de que alguien pudiera decir otra palabra, sonó el teléfono fijo, afortunadamente el frío aún no era tan extremo como para que la generación de electricidad fuera imposible, y por ende dejar incomunicado a millones de habitantes.

La madre de los Black no dudó en contestar la llamada, llevándose una grata sorpresa.

—¿¡Mikami?! —gritó con asombro, no había sabido de ella en meses, prácticamente desde la última vez que fueron a visitarla a Nuvema.

—Víctor, ¡es la tia! —dijo Gloria, reaccionando igual que su mamá, ¿necesitará ayuda, o desconoce lo que está ocurriendo?

—Seguramente ella sabe lo que está sucediendo Gloria, más que todos —Víctor fue el único que no tuvo una reacción de asombro, pero si despertó su curiosidad, después de todo es la madre de Hilbert, para el Team Plasma sería un blanco fácil, debería estar preparada para lo que viene.

Mientras los hermanos dialogaban, la conversación de la llamada continúa.

— … Si, estamos enterados, tampoco lo quería creer a la primera, pero, ¿cómo está Nuvema? Aquí en Striation está el frío como si fuera invierno  —Desde la perspectiva de los hermanos, solo se podía escuchar los comentarios de su madre, generando preguntas e incertidumbre, solo quedaba especular por lo mientras.

—Haru, necesito que me prestes mucha atención, queda muy poco tiempo para entrar en detalles, la temperatura rebasará los grados bajo cero en cuanto el Team Plasma llegue a tierra sureste ¡Tu y los chicos necesitan salir de ahí pero ya! —exclamó la tía de Gloria y Víctor, confirmando que ella ya está al tanto de los planes del Team Plasma, la pregunta sería, ¿cómo?

—Entiendo esa parte Mikami, ¿pero hacia a dónde nos vamos?

—Ir hacía el norte sería un suicidio, desde allá va a llegar el Team Plasma, necesitan venir para Nuvema, ya se tiene un plan de escape, así que agarren lo que necesiten, trataremos de esperarlos lo más que podamos, ¿entendido?

—Está bien Mikami, allá nos vemos.

—Buena suerte Haru, la van a necesitar —Se despidieron mutuamente, ya para finalizar la llamada.

—¿Qué dice la tía mamá?

—Si madre, ¿hay buenas noticias? —preguntaron los hermanos al ver qué la llamada ya había concluido.

—No muchas, su tía no quiso entrar en detalles para no perder más tiempo, Víctor, Gloria, necesito que agarren su mochila y solo metan en ella lo más indispensable y pónganse más ropa para soportar el frío que seguirá aumentando —comenzó a explicar Haru, tomando a sus hijos de los hombros, tratando de mantener la calma y seguir el plan que ya se estableció—. Nos vamos a Nuvema, allá nos estarán esperando, así que, ¡vamos! No hay tiempo que perder.

Y así, sin pensarlo dos veces, cada quien fue a su cuarto por sus cosas, tratando de demorar lo menos posible.

Cada segundo ya representaba una bomba de tiempo, y la cuestión emocional no era de gran ayuda, cargar en tu mochila solo lo más necesario, dejando atrás recuerdos reflejado en fotografías y en el sentimiento puro que trae consigo cuatro paredes, prácticamente dejas una parte de ti junto con la casa…

La luz de la nada se había ido, el frío ya era demasiado para seguir produciendo electricidad, sin embargo eso no detuvo a los Black de seguir “empacando” sus cosas.

Cuando por fin terminaron, todos se reunieron en la sala muy bien abrigados para las temperaturas de grados bajo cero, agarrando en la cocina comida para el camino.

—Bien, parece que estamos listos, es hora de irnos—dijo Haru, encendiendo el auto.

Mientras el auto calentaba lo suficiente, los chicos daban un último reojo de lo que fue su hogar desde que nacieron, probablemente sería una última vista, nada aseguraba que volverían o si la casa será destruida.

Gloria fue la más emocional, de un momento a otro quebró en llanto.

—Vamos a estar bien, lo importante es seguir unidos —dijo Víctor mientras abrazaba a su hermana menor, lo mejor en estos casos es desahogarse cuando de la nada ese sentimiento recorre todo tu cuerpo, el hermano mayor también sintió esa sensación, sin embargo decidió mantenerse fuerte.

Sin más que decir, ambos subieron al coche, el cual arrancó sin dificultades, al abrirse la cochera, se pudo contemplar que la ciudad ya estaba cubierta de nieve, y la tormenta continuaba, además de que la niebla seguía ahí, a pesar de las dificultades, Haru no dudó en acelerar y salir a la carretera.

—Se que es difícil cariño —dijo Haru, percatandose de lo sucedido hace un momento—. Pero encontraremos un nuevo hogar, donde también tendremos buenos momentos que recordar, lo prometo…

Gloria asintió, aunque no dio una respuesta, solo se limitó a ver a sus alrededores.

—Mamá todas esas personas… ¿Hubiéramos podido salvarlas? —preguntó Victor reflejando su remordimiento, estaba mirando por la ventana las casas cubiertas de nieve y sin electricidad para poder aumentar la temperatura, eso sin agregar que ya estaba oscureciendo, se desconoce cuánto más podrán aguantar así.

— … No lo se, pero no iba a tomar ese riesgo, ustedes son mi prioridad número uno, se que suena egoísta, pero mi obligación es mantenerlos a salvo, si hubiera tomado esa decisión, o se salvan todos, o no se salva nadie… —explicó su madre, tenía un buen argumento, aunque hubiera convencido a la mitad de la población, tal vez el tiempo no habría sido suficiente, o caso contrario, nadie les crea y decidan quedarse de todas formas, es el hubiera más pesado que podrían preguntarse.

—Se que te sientes así porque también hubieras querido hacer algo, pero…

—Me amenazaron…

—¿Qué? ¿¡Quién?!

—Los miembros del Team Plasma que me contaron todo, me amenazaron en acabar con nosotros si decía de esto con alguien más que no fueran ustedes —explicó Víctor, liberando así toda su impotencia y frustración, que acaso, ¿se darían cuenta si al menos salvaran una vida? ¿Tienen a la población contada?

—Víctor… —dijo consternada su hermana, imaginaba la presión por la que estaba pasando su hermano al tener la facultad de decir unas cuantas palabras que podrían cambiar el rumbo a miles de habitantes, pero, ¿a qué costo?

—Por eso me contuve antes de llegar a casa, no quería ponerlas en riesgo, y pienso, que así debe seguir —finalizó el entrenador novato al tener un nudo en la garganta, realmente lamenta a todos aquellos que no tuvieron la oportunidad de escapar.

—Cariño, lamento que tengas que estar pasando por esto, no tenía idea que también estabas bajo amenaza. Lo único que nos queda es no mirar atrás para que el sufrimiento sea menor… —Haru no sonaba muy convencida con sus palabras, pero la decisión ya estaba tomada, y después de eso, ya nadie dijo ni una sola palabra…

El viaje fue un frío silencio, decenas de kilómetros llenos de nieve cubrían la carretera y sus alrededores, ver cómo la gente intentaba escapar mientras terminaban enterrados en la nieve era una verdadera pesadilla, imágenes que seguramente quedarán marcados por mucho tiempo.

No había forma de evitar el resentimiento, ni aunque cerraran los ojos, aún así, su supervivencia no estaba asegurada, cada segundo que transcurría, parecia el indicio de una larga agonía.

Gloria terminó dormida en el hombro de su hermano, era la mejor opción para escapar momentáneamente de la realidad unas horas que tener que ver más tragedias ocurrir.

Víctor por otra parte, simplemente no pudo hacer lo mismo, su mirada no estaba enfocada hacía alguna parte en específico, quería tener su mente en blanco, pero tampoco lo logró, solo deseaba que esta pesadilla terminara.

—Mamá, ¿Qué pasará si mi tía ya no se encuentra en Nuvema? —preguntó el hijo de Haru, finalmente rompiendo el silencio, la realidad es que ya había pasado bastante tiempo, y actualmente cualquier circunstancia puede suceder.

—Vamos Victor, no digas eso, si el Team Plasma no nos ha alcanzado, significa que no aún han llegado a Nuvema —argumentó la madre de los hermanos, sin estar completamente segura, puede ser que también elementos del Equipo Plasma vayan a llegar por el sur.

—Lo siento mamá, estoy tan desesperado y con la mente tan bloqueada, que no estoy pensando claro —con una voz que estaba por quebrarse, respondió el entrenador Pokémon—. Desearía que papá estuviera aquí, él hubiera sabido que hacer…

Las palabras que salieron del nuevo entrenador Pokémon no fueron precisamente las más claras o apropiadas si se llegara a entender del lado erróneo, sin embargo la culpa a este punto lo estaba dominando psicológicamente.

Haru lo tomó por ambos sentidos, aún así decidió represar la parte negativa para no afectar más a su hijo.

—Tu padre seguramente habría apoyado tu decisión Victor, nos has mantenido a salvo tal como él hubiera querido —dijo ella finalmente unos segundos después, con el fin de tranquilizar un poco al chico de 14 años—. No se puede ser el héroe para todos, pero lo eres en esta familia.

Un silencio más esperanzador resonó en la mente del adolescente de cabello negro, su humanidad distorsionó su prioridad y posibilidades realistas, había tomado la decisión correcta acorde a la situación prestada.

Pero aún no estaban salvados, con demasiadas complicaciones lograron pasar Pueblo Accumula (Terracota), las variaciones en la temperatura eran de locura, ni una sola persona se podía percibir con el rango de visión tan corto, era evidente, el Equipo Plasma está cada vez más cerca...

—Jamás imaginé presenciar algo así con mis propios ojos — dijo la madre de 35 años, en un tono resaltando sorpresa, más no miedo, o solo lo ocultaba bien para mantener de cierta manera la calma relativa que aún había en el vehículo.

—Apuesto a qué Hilbert pasó por algo similar cuando embarcó su aventura —mencionó el adolescente con abrigo color gris pensando en voz alta, su corazón latía al sonido del aguanieve.

—Ese muchacho... Me preocupa que haya huido de la región debido a que iban detrás de él, ¿crees que esté enterado de esto?

—Algo me dice que si mamá, la tía Mikami se tuvo que haber enterado por él, ¿de quién mas seria? —el juego de palpitaciones hizo que también llegara una corazonada que le llegó inmediatamente a esa conclusión, sin titubear.

—Bueno, me comentaron por ahí que la Profesora Juniper cuenta con contactos "especiales" —hizo enfasis la madre de los Black.

—De algo podemos estar seguros, alguien trabaja en cubierto a favor nuestro —dijo ligeramente aliviado Victor, hasta que volvió a mirar afuera de la ventana, cientos de Pokémon de tipo volador huyendo al compás de la tormenta, dándole un retortijon en el estómago.

Como si fuera un imán de mala suerte, minutos después por sorpresa un Pidove congelado cayó e impactó el parabrisas, provocando pavor a los que están despiertos en el vehículo.

—S-se que al final se descubrió que Team Plasma no buscaba la liberación de los P-pokemon, p-pero esto, esto es no tener alma...

Con algo de culpa, Haru activó el limpia parabrisas para que hiciera su trabajo, necesitaba todo el rango de visión posible para seguir aunque en esa zona se haya estrellado un poco el vidrio.

Esto era solo el comienzo, más adelante se podía apreciar la caída de más Pokémon de tipo volador en su primera etapa evolutiva debido a las temperaturas extremadamente bajas, el tamaño de su cuerpo les permitía soportar lo que arrojaba la naturaleza manipulada.

Un cielo gris oscuro imponía el inicio del final del sureste de Unova, Pokémon por tierra también se manifestaron saliendo y entrando del bosque en busca de un refugio para aquellos tipos que eran muy débiles frente a este tipo de clima.

Victor observó de reojo el cielo, sin prestar atención al ya caótico paisaje de Pokémon, había una figura en particular que le generaba la sensación de mayor inquietud, cómo si alguien los estuviera observando.

Sacó su Pokédex para ver si a esa distancia se podia detectar de que se trataba.

Para su sorpresa, al aumentarle el Zoom al foco de la cámara, dicho aparato logró detectar lo que temía; un Pokémon, pero no se trataba de cualquier Pokémon que te encuentras en la ruta 1, sino...

Thundurus
El Pokémon Centella
Altura 1.5 m
Peso: 61.0 kg.

Se dice que las tierras por las que Thundurus pasa quedan con incontables cicatrices y marcas provocadas por la caída de sus rayos.

La energía eléctrica que está cargada en la nube de Thundurus genera grandes lluvias, las cuales pueden despertar grandes tormentas cargadas de truenos.

Es un Pokémon muy agresivo ya que lanza rayos sin más, provocando incendios forestales por diversión.

Sobrevuela la región de Unova provocando rayos, camuflándose en su propia nube para que no sea distinguido por las personas.

Al leer internamente la descripción de su enciclopedia, la reacción de su sistema nervioso fue inmediata, provocando que su cuerpo temblara ya no solamente por el frío del ambiente.

—M-mamá, ¿c-cuánto más falta para llegar? —La manera de temblar del adolescente parecía coche jaloneandose, miedo, frío, dolor de estómago, dolor de cabeza, no se le desea a nadie sentir algo así combinado.

— Ya debemos estar cerca cariño, no se ve el pueblo por la niebla pero calculando más o menos lo que llevamos de recorrido, llegaremos en unos 15 minutos —dijo segura Haru, estaban a poco de llegar al lugar pactado y precisamente por ello habría que mantener el optimismo a flote.

El primer rayo impactó en medio de todo este desconcierto, el rugir de la electricidad fue fuerte, el margen de error era cada vez menos.

Victor por todo lo que estaba sintiendo lucia como si estuviera a punto de deshacerse cómo hielo en una piscina de agua.

—M-mamá ya no queda tiempo, d-debes acelerar —afirmó, quedarse callado no iba a servir de nada.

—Si hago eso, estamos más propensos a que el coche patine por cómo está la carretera —explicó la mujer de cabello castaño con lentes, sabía a lo que se exponían.

En eso, una segunda descarga eléctrica nació desde el abismo negro en el que se ha convertido el cielo, ninguna estrella era visible para apoyarlos con algo de luz, por más insignificante que fuera.

—Si no lo hacemos, ¡vamos a ser freidos por ese Pokémon! —gritó desesperado el chico de 14 años, explicando lo que le indicó la Pokédex hace unos momentos.

Al enterarse esto Haru, estaba contra la pared, la presión estaba invadiendo sus circuitos, la concentración en cualquier momento iba a provocar un movimiento en falso.

No quedó otra alternativa más que pisar el acelerador y rezarle a Arceus, esquivar los embates de un Pokémon considerado legendario mientras la carretera era prácticamente una pista de hielo sonaba de película, aunque desearían estar detrás de la pantalla grande en vez de estarlo viviendo.

—Vamos... —Hacia lo posible la mujer de cabello castaño de mantener firme el vehículo, Victor solo observaba el cielo aferrándose a su mochila, veía como el Pokémon Centella simplemente recorría un lugar a otro sin ningún esfuerzo.

—Solo está jugando con nosotros... —dijo en su mente, y así estuvo el Pokémon con sus constantes transiciones un par de minutos hasta que desapareció repentinamente.

"Pueblo Nuvema, 3 kilómetros" decía el letrero que no había caído aún a pesar de las rafagas de viento, tan lejos y a la vez tan cerca...

No pasó ni el disparo de ligera emoción al saber que quedaba poco cuando un destello de voltaje azul desató lo que a continuación sería desvastador.

Ni una fracción de segundo fue permitido para reaccionar ante el imponente voltaje ensordecedor que impactó justo a unos cuantos metros hacia delante del vehículo.

Ese segundo tan hablado, dónde se siente como si el tiempo fuera más lento, ves pasar diversas imágenes salidas de tu mente, y después regresas a la normalidad, viniendo consigo la calamidad, a merced de la suerte.

La reacción natural del cuerpo salió contraproducente, al provocar que Haru sin querer girara el volante para evitar los residuos que se esparcieron por el rayo.

El vehículo comenzó a patinar y no había marcha atrás, 360 grados a diestra y siniestra, continuó así por unos 50 metros hasta que terminó saliéndose de la carretera e impactó de lado contra uno de los cientos de pinos alrededor de las afueras de Nuvema...

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Notas Adicionales:
3240 Palabras

¡Saludos queridos lectores!, este capítulo fue algo más especial hacer, prácticamente tiene fragmentos de los diferentes años cuando se quedó guardado como un simple borrador nada más.

Siento que este climax del prólogo va a establecer lo que puede llegar a ocurrir a lo largo de la historia cuando menos lo esperes, me agrada temáticas más maduras, siento que será un gran experimento.

En fin se agradece mucho el apoyo, la próxima semana se viene la última parte del prólogo, espero genere una grata satisfacción por su desenlace y el potencial que llevará consigo está historia, aún no tengo fecha definida para estrenar el Capítulo 1, probablemente sea iniciando el 2023, tal vez antes, quiero esperar a ver la recepción y opiniones que reciba de ustedes ya con el prólogo completo ya estrenado.

¡Y con esto me despido por ahora, nos vemos la próxima semana lectores!