"Escape de la Isla DE-T" (1/2)

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Stanford entró a la selva, sabiendo que su hermano podía encontrarse ahí dentro. Una zona sin explorar podría resultar ser algo peligrosa, lo que no se conoce la mayor parte del tiempo se toma como peligroso o algo malo.

Determinación, eso fue lo que lo trajo allí en primer lugar, así que no la iba a perder en ese momento. Tenía que encontrar a su hermano; en el camino quizá aproveche para recabar información sobre la misma isla en la que terminaron varados.

Estando apenas adentro, solo logró ver mucha flora, puras plantas exóticas por doquier y palmeras junto con otros árboles. Tuvo que hacer mucho esfuerzo para pasar entre las grandes hojas. Luego, de un momento para otro, un paraíso se mostró en frente de sus ojos; era hermoso.

Un gran lago estaba ahí, junto a varias aves sobrevolándolo; se podía presenciar una cascada a la lejanía. Varios animalitos indefensos tomaban agua y se retiraban. Stanford quedó impresionado.

—Vaya, esta es una verdadera maravilla de la naturaleza —miró a su alrededor, pero no halló a su hermano—, aun así, las prioridades son primero.

Tomando un rumbo indefinido, Ford fue en la búsqueda de su hermano quien ahora se encontraba más perdido que nunca; lo que jamás tomaría en cuenta, sería lo que pasaría después.

________________________________________________________________________________

—¡Ford! ¡Nerd! ¿Dónde estás! —Stan seguía corriendo, persiguiendo una ilusión creada por su..., ¿subconsciente? Su mirada afligida era notable.

No podía soportarlo más. Se detuvo por la falta de condición. Respiraba pesadamente mientras sostenía sus manos en las rodillas. Su hermano ahora se había desvanecido entre la frondosidad de la selva. Lo perdió de nuevo y ahora una gran sensación de frustración lo invadió. Cayó rendido

—¡Stanfooord! —gritó con todas sus fuerzas, esperando que su hermano lo escuchara y regresara. Él no estaba seguro de lo que si perseguía era real o una ilusión; fuese lo que fuese, quería verlo de nuevo.

Lo único que quería era salir de aquella pesadilla viviente.

________________________________________________________________________________

— ¡Stanfooord! —un gran grito se escuchó en el inmenso paraíso en el que se encontraba. Giró hacia donde había escuchado dicho grito y tomó rumbo hacia allá.

Tras pasar hojas y ramas que estorbaban en el camino, Stanford pudo hallar una cueva. Creyó que ahí se encontraba su hermano y entró.

—¿Stanley? ¿Estás aquí? —mientras más se adentraba a la cueva, más oscura se volvía. Llegó un punto en el que ya no veía nada—Será mejor que regrese.

Y, así, Ford procedió a salir de la cueva lentamente, procurando no tropezar con nada durante el trayecto. Al ver la luz, lo tomó por sorpresa, le lastimó sus ojos. Se cubrió el rostro y salió. Luego de acostumbrarse, vio a su alrededor y sintió que algo andaba mal; diferente. Se aventuró nuevamente por la isla y salió de la selva. Estaba en la costa una vez más.

Caminó hacia el mar para remojar su rostro. Acto seguido, salió del agua y su mirada se fijó en algo peculiar. Había un hombre acostado en la arena. Se acercó lentamente a él.

—Pero ¿qué...? —Ford se percató de que aquel hombre era él mismo.

La lógica en la situación se hizo cenizas. Nada tenía sentido. Era como si hubiera viajado al pasado y al mismo tiempo hubiera cambiado de posición en la isla, pues llegó muy rápido hacia la costa.

Tratando de encontrar una explicación razonable al asunto, decidió sacar una libreta de notas de su chaleco; menos mal se salvó. Antes de hacer cualquier cosa, el Ford del pasado se movió un poco. Eso alarmó a Ford y corrió hacia la selva.

Analizó la situación, pensó que era más importante su hermano en ese momento, por lo que decidió ir a buscarlo. Por otra parte, sabía que no debía interferir, pues si en verdad había viajado al pasado, cambiar el rumbo de los hechos podría alterar su presente. Solamente debía averiguar donde se encontraba su hermano.

________________________________________________________________________________

Stanley, por su parte, seguía inspeccionando la selva para ver si encontraba alguna señal o rastro de su hermano, pero no hubo nada. Eso lo alarmó.

Una voz detrás suya le habló.

—Es inútil, esta isla está hecha un rompecabezas; un laberinto improvisado, creado por la misma naturaleza. Nunca sabrás donde estás o... cuando —Stan volteó para averiguar de quién se trataba y era el mismo hombre de cabellera blanca.

—¿Por qué siempre andas detrás de mí? Solo déjame en paz, no harás que pierda las esperanzas de encontrar a mi hermano.

—Como sea, no es algo que en verdad me interese —expresó con desdén—. En fin, tal vez deberías seguir buscando.

En ese momento, se escuchó que las hojas se movían.

—¿Stanley?

—¡Ford! —y así Stan prosiguió a seguir aquella voz.

—Pobre crédulo —el hombre sonrió y se desvaneció.

________________________________________________________________________________

Ford encontró a su hermano, pues ya sabía en donde estaba. Se quedó viéndolo para saber cómo se encontraba. Estaba detrás de una palmera, con una cantidad reducida de cocos, había como unas seis en ella.

Divisó a su hermano entre la arena, se levantó y se destanteó un poco. Tras ello, se burló de la naturaleza diciendo que nadie podía contra él.

Ford sonrió por ello, le parecía gracioso y un poco sacado de locura.

Pasaron las horas y se quedó dormido. Descansaba plácidamente entre las hojas, otorgaban un leve calor que lo protegían del frío, de haber sabido eso, hubiera dormido entre las hojas de la selva.

Un grito desgarrador lo despertó, vio que ya era de mañana. Se preguntó cuál fue la causa de ese grito. Vio a su hermano, estaba agitado.

"Tal vez sólo fue una pesadilla...", pensó.

Observó cómo se adentró al mar para remojarse. Al terminar, ya estaba saliendo, pero, entonces, sucedió algo que lo dejó en shock. Su hermano cayó al agua y parecía que no se iba a levantar. Un impulso dentro de su ser lo empujó a ir a ayudarlo, sin embargo, algo lo detuvo... Más bien, alguien.

—¡Nerd! ¡Por fin te encuentro! —ante su sorpresa, era su hermano Stanley, quien no dudó en darle un abrazo al instante.

Hasta ese momento, ya nada tenía explicación lógica.

________________________________________________________________________________

Stan seguía en la persecución de una simple y triste ilusión. De igual forma, tenía fe y esperanza de que se tratase de su hermano.

—¡Ford! ¡Aquí estoy! —inútilmente, trataba de llamar la atención de su hermano.

El espejismo solo lo ignoraba y continuaba con un rumbo indefinido. Stan se limitaba a seguirlo, hasta que tras unas hojas le perdió la vista. Logró observar una cueva, intuyó que tal vez había entrado ahí.

Siguiendo su instinto, se adentró hacia la cueva; al igual que Ford, se rindió por tanta oscuridad que demostraba la cueva y decidió regresar, a diferencia de su hermano, él no notó que nada hubiera cambiado en lo absoluto.

Decepcionado, se rebuscó entre la arboleda y, para su gigantesca y grata sorpresa, como si de un milagro se tratase, encontró a su hermano.

— ¡Nerd! ¡Por fin te encuentro! —sin siquiera dejarlo responder, se abalanzó contra él para darle un gran abrazo. Por fin, después de tener tanta fe, logró reencontrarse con su hermano.

— ¿Stanley...? Pero ¿qué demonios...? —a pesar de tener la evidencia en frente, ahora había dos versiones de Stan en el mismo sitio: uno ahogándose y el otro intacto justo a su lado, bueno, aunque presentaba ciertos signos de hambruna.

—Me muero de hambre... —vio los cocos de aquella palmera y las bajó con una simple patada llena de desesperación; el otro Stanley seguía en el límite de la muerte, por lo que ni siquiera pudo darse cuenta de nada.

—¿Cómo llegaste aquí? —Ford, aún incrédulo, preguntaba por una explicación lógica.

—¿Eso que importa? Por fin estamos juntos y de una vez por todas me ayudarás a entender qué carajos sucede conmigo. A penas ayer casi muero y no fue por voluntad propia, ¡es como si mi propio cuerpo quisiera haberse suicidado! Qué locura, ¿no lo crees?

Ford, ahora en shock, trataba de comprender la información que acababa de recibir. En ese momento recordó al Stanley que se estaba ahogando. Tras mover las hojas vio que su hermano ya no estaba en el agua, mas se veía agitado y confundido, sin mencionar que asustado. Regresó la mirada al Stanley que supone es el de su tiempo, confirmándolo con la palabra "ayer", pues en el momento en el que estaban se suponía que era "ayer".

—¿Dices que tu cuerpo actuó por sí solo? —Stan asintió.

Ford ahora sospechaba que algo andaba mal con su hermano, ¿sería la isla? Improbable, pues de ser así también le habría afectado a él..., ¿o sería que dependía de la persona? Varias hipótesis se presentaban en su cerebro científico, pero se percató de que ese no era el lugar ni el tiempo para razonarlo, más teniendo a un Stan de otro tiempo tan cerca de ellos y con la altísima probabilidad de que los viera a ambos. Por ende, tomó a su hermano del brazo y se retiraron de ahí, sabiendo que todo estaría bien.

________________________________________________________________________________

Ya alejados del lugar, Ford procedió a examinar a su hermano. Se veía demacrado, cansado y un poco irritado. De verdad que la pasó mal, ¿qué le habría pasado? Bueno, si estuvieran en Gravity Falls sería mucho más sencillo estudiarlo y saber con exactitud qué era lo que ocurría con su gemelo. Para saber un poco más, decidió interrogarlo, era importante averiguar la causa de su estado.

—Y dime, Stanley, ¿qué más pasó aparte de que casi mueres?

—Bueno..., ¿qué te digo? Mi cordura no es que fuese del todo sana tras dicho acontecimiento. Empezaba a ilusionar cosas, voces e incluso personas..., hasta llegué a verte a ti escapando sin mí, dejándome aquí varado, algo que por supuesto creí imposible; agradezco haber tenido razón.

¿Voces? ¿Personas? ¿Él escapando? Vaya, parecía que su hermano estaba totalmente caído en la locura. Meditó un poco las respuestas de su hermano; sin embargo, antes de responderle, Stan continuó hablando.

—Sobre todo, destacó ese hombre peliblanco, vaya que sí me estaba volviendo loco y hasta paranoico. Trató de convencerme varias veces de que tú no estabas buscándome, que me habías dejado a mi suerte, que no te importaba..., algo a lo que obviamente me negaba. Ford, a pesar de lo que te hice en el pasado, jamás serías capaz de dejarme solo, ¿cierto? —sonrió con calidez y con esperanza.

—Por supuesto que nunca te dejaría, después de todo, somos hermanos, ¿no es así? —Ford correspondió su sonrisa. Tras esto, ambos se dieron un fuerte abrazo.

—Bueno, nerd, creo que ya va siendo tiempo de irnos mucho al carajo de aquí... Me estoy hartando, ya ha sido mucha desventura, a pesar de ser apenas como el quinceavo día en el que andamos en este loco viaje. A menos de que nuestra siguiente parada esté llena de mujeres, no estaré dispuesto a seguir con esto.

—Ahora que mencionas todo eso, creo que tienes razón; aunque me parece algo desalentador. De igual manera, me agrada que hayamos descubierto esta isla, será algo que ponga en mis investigaciones y, ¿sabes...? Si nadie cree sobre la existencia de este lugar, igual puedo escribir un libro de "ciencia ficción y aventura" sobre la misma. De una u otra forma, debo sacar provecho de este lugar y tú serás quien me ayudará, pues tu inminente locura será quien le dé mucho más interés a mi redacción.

—¿Bromeas?

—No.

—Qué bien, porque unos millones por tu estúpido libro basado en la vida real no nos vendrían mal—rio por ello y Ford le siguió la corriente.

—De acuerdo, pues pongamos el plan en marcha y retirémonos de una buena vez —con esfuerzo, ayudó a Stan a levantarse. Ambos se dirigieron nuevamente hacia la cueva por la que entraron.

—¿Por qué vamos a la cueva otra vez?

—¿Acaso no te diste cuenta? Viajamos al pasado, un día atrás para ser más exactos. Debemos de al menos viajar al futuro, de todas formas, nosotros somos los Stan's del presente, por lo que por obvias razones no hay Stan's del futuro todavía rondando fuera de la isla y, de ser así, seguro hicieron lo mismo que nosotros estamos a punto de hacer.

—No te entendí ni un comino, pero, bueno, tú eres el inteligente y el nerd, yo solo soy el aventurero que no le teme a nada —razonó mejor lo que dijo—, bueno, a casi nada. Solo una pregunta más, ¿cómo estás tan seguro que esta cueva es como que... mágica?

—Según yo, todas las son, no sé si nos metimos en la misma cueva tú y yo, pero estoy seguro de que al menos una de ellas nos llevará al futuro y a otra parte de la misma isla...

—¿Y estás seguro de que no nos llevará a otro lugar que no sea la isla? ¿Has pensado en ello, genio?

Ford enmudeció, era cierto, no se detuvo a pensar en ello, ni siquiera lo tomó como una posible variable.

—Tienes toda la razón... esta isla es una Deformadora del Espacio-Tiempo... y ahora que mencionas ese pequeñísimo detalle, existen muchas variables. Incluso podríamos terminar en la otra parte del mundo y no poder volver jamás, es probable que, al salir, la cueva por la que hayamos salido desapareciera, eso siendo uno de los peores escenarios.

—¡Demonios! ¿Entonces qué hacemos? No toleraré ni un día más con estas voces en mi cabeza y esta tonta isla; te dije que estaba harto...

—Solo debemos tener esperanzas de que no nos bote fuera de la isla, mientras podamos irnos al menos a otro tiempo sería más que suficiente. Además, me temo que no podré hacer mucho si no me dedico a investigar más sobre esto.

—Haz lo que tengas que hacer. Solo quiero largarme de esta maldita isla.

—Lo haré...

Así, ambos hermanos se adentraron a la cueva con esperanza, sin imaginarse lo que vendría después.

—Buena suerte, aunque conociéndolos, no la necesitarán. Además, estoy seguro de que Él no los dejaría quedarse aquí varados por mucho tiempo, pues los necesita para llevar a cabo el plan —musitó el peliblanco sonriente para luego desaparecer.

Vota si te gustó!!!!

Comparte si lo merece!!!

Nos leemos la próxima!!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro