He vuelto a soñar.

Me hallaba en una campo de flores de todos los colores, los cuales ya echaba de menos. Una suave brisa me revolvía el cabello negro y las ropas de este mismo color, haciéndome sentir una paz inmensa en lo más profundo de mi ser.

Y allí, en la lejanía, había dos personas más.

A una de ellas la reconocía incluso a esa distancia: era Carina.

El otro ser se trataba de un chico no más alto que yo, vestido de forma similar a la de Carina. Ambos tenían la mirada clavada en mí, como deseando que me acercara. Y yo no sabía con quién ir de los dos.

A pesar de todo el amor que empiezo a sentir por la bella Carina, el otro sujeto me inspiraba una confianza mayor que ella, a pesar de tratarse de un desconocido.

Di un paso, dispuesto a averiguar más sobre él.

Nada más posar mi pie sobre la hierba fresca, desperté.

Y aquí me encuentro, minutos después de abrir los ojos.

Ahora, hay otra cosa de la que te quería hablar, supuesta persona que va a leer este cuaderno algún día, o como yo he decidido llamarte, SPQVALEAD, lo cual se lee como Specvaled y he decidido abreviar a Spec, es de Shadow. Sí, esa sombre que todos los días me trae de comer.

Pues bien: hoy no ha venido. Siempre, nada más despertar, sea la hora que sea, mi desayuno se encuentra sobre las colchas de la cama gris en la que duermo. Hoy, no hay ni rastro de alimento en el cuarto.

Espero que Shadow no se haya olvidado de que habíamos formado una bonita amistad sin siquiera usar palabras.