Bajé de la segunda planta. Hoy era día de escuela, ah.

Me encontré con mamá en la cocina.

—Buenos días mamá —la saludé, ella me devolvió el saludo—. ¿Ya está el desayuno? Tengo hambre —toqué un poco mi estómago.

—Ya está servido —indicó señalando el comedor con su dedo índice —obvio, lo sé—.

—Gracias mamá —me dirigí al lugar, tomé asiento y comencé a degustar.

Unos minutos después Anais aparece y me acompaña desayunando. Al terminar de desayunar subo a mi habitación, debo alistarme.

Entré y ahí estaba Darwin... de-de... ¡Desnudo!

Me vio y se cubrió rápidamente con su toalla. Una clase de pensamientos impuros y nada apropiados sobre el cuerpo de Darwin invadieron mi mente. ¡¿En qué estoy pensando?!
Estuve divagando en mi mente sobre esto por un largo tiempo.

Solo salí de ahí dejando a Darwin avergonzado.

Durante toda mi rutina diaria, estuve pensando en lo que vi recién y en los pensamientos que pasaron por mi cabeza. No es muy propio de mi parte pensar así y no puedo pensar así sobre un hombre, menos si se trata sobre mi hermano.

Segundo capítulo editado \:v/

Me salieron menos palabras que del capítulo original y me costó algo adaptarlo. Tenía un leve relleno y quise quitarlo —innecesario—.

Próximamente los capítulos serán más largos. Está asegurado.

Editaré el tercero pronto. Nos leemos.