Esp 1: Tomame

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[Advertencia: Contiene lemon así que de ser posible proceder con cautela]

Tomados de la mano, se miran fijamente antes de acercar sus rostros en un beso demandante que les quitaba el aire, no hacían falta palabras para lo que estaba a punto de ocurrir, quizás sí, quizás no, no recuerdan, pero tampoco les interesa, en esos momentos su mente está completamente ocupada en rememorar aquellos momentos donde ambos lograban sentirse bien haciendo feliz a su pareja. En un rápido movimiento por parte de Guren, Shinya queda tendido sobre las blancas sabanas a medida que el contacto que mantenían sus bocas no se separaba, solo se hacía más movido, presos en el placer y las sensaciones que el contrario causaba en su cuerpo comienza una batalla de lenguas.

Primero fue sencillo, sin llegar a mucho, pero tan pronto el azabache intento tomar el control total su pareja comenzó a dar guerra, no se iba a dejar tan fácilmente vencer, y aunque le encantaba sentirse sumiso ante su querido esposo, esa vez prefirió ser un poco abusivo por la falta de atención de estos últimos meses. Así que sin pensarlo mucho y con ansias de mas, comienza a moverse mas rápido en el interior de la cavidad bucal de Guren, pero le sale completamente mal, ya que aunque habían pasado mucho tiempo sin hacerlo, su esposo aun conocía todos los puntos débiles del albino, esos que le hacían caer en un abismo de amor y lujuria tan grandes que no habia boleto de retorno.

Sin darle tiempo a reaccionar posa ambas piernas a los lados de las caderas del albino, una de sus manos se dirige a la nuca del menor, en ese punto donde el cuello y el cabello se unen, comenzando a acariciar con mucha dulzura esa zona. Pequeños jadeos y gemidos intentaban salir de la boca de Shinya pero estos eran atrapados por esos labios que lo devoraban, la penetrante mirada amatista sobre su persona nublaba sus sentidos, anulaba todo pensamiento racional, llenaba su mente de esos bellos ojos pertenecientes a la persona que robo su corazón y lo volverá a hacer cada vez que quiera, porque ya era suyo, cadenas invisibles los unían, no de forma dolorosa y pesada, sino de forma firme, algo así como la gravedad, que los mantiene fijos en el suelo y en el contrario.

Por fin se separan sus rostros, pero no mucho, solo lo suficiente para que el pequeño contacto se rompa, dejándoles de todas formas, unidos por un pequeño hilo de saliva que se deshizo al instante que comenzaron a hablar.

--Ha...hace mucho que no los probaba pero tus labios siguen siendo igual de adictivos, Shinya--le sonríe de forma provocativa para proceder a lamer levemente el lóbulo de la oreja del albino--me equivoque, todo en ti es adictivo--

--Ah~, Guren~...--gime ante las caricias en su oreja

--Que sensible...me encanta--continua con sus estimulaciones esta vez bajando un poco por el cuello del albino hasta llegar a la base del mismo

Como si estuviera poseído por algún espíritu empieza a succionar algunas partes del blanquecino cuello de su pareja, dejando diversas marcas que seguro tardaran días en desaparecer, pero...acaso les importa? la respuesta clara es no, a ninguno les importan las maracas que podrían quedar o si la gente las puede ver, son una prueba de que Shinya le pertenece a Guren y a nadie más. Ante taeles acciones el albino no puede hacer más que gemir de forma moderada, intentando no alzar demasiado la voz, algo prácticamente imposible, sobre todo para él que tiene una piel muy sensible.

--mgh...ngh...ha~...--intentando reprimir sus gemidos pero a pesar de todo ligeros jadeos se le escapan haciendo imposible el mantener su boca cerrada

--No los escondas...--se separa un segundo de ese cuello que le sigue llamando para poder darle confianza a su pareja--los mocosos ya no son tan niños...no importa que nos escuchen...--besa nuevamente los rosados labios que tenía enfrente a medida que con una mano comienza a desabrochar el pijama azul celeste que portaba el albino

--...lo...lo sé....peroh~...--un gemido medianamente moderado se escapa por entre las pequeñas bochadas de aire que ambos toman--aun así me avergüenza que mis pequeños nos escuchen...--

--Ya deben estar adaptados, solo relájate y...--muerde un poco el cuello expuesto del albino sacándole un gemido--disfruta~--

--Ah~...l-luego no vengas quejándote de que Shinoa se burla de ti~--

--No soy el único del que se burla~--

--Pero a mí no me empieza a sermonear nuestra hija~--Guren soltó un ligero bufido, no quería admitirlo pero ese era un punto para Shinya quien siempre era tratado como la victima por sus hijos y él siempre quedaba como el malo de la película*--así que hasta la mañana...disfrutare de tu cuerpo hasta el fondo~--

--Pero que cosas dices Guren~, pero esa es una de las razones por las que me enamore de ti--

--Y te arrepientes?--

--Nunca~! Para mí el estar a tu lado es lo mejor que me pudo pasar, eso solo lo supera cuando estamos toda la familia unida~--

--Te refieres a cuando vienen los niños de visita y hacemos "cenas familiares "con tu hermana que terminan en competencias de baile--

--Pero nos divertimos--

--Lo sé cariño--

--Guren...--pone una sonrisa complacida, a veces, solo cuando quería, el azabache podía ser muy tierno, pero eso era algo que Shinya no quería esa noche, no quería la ternura que le brindaba, quería la rudeza con la que siempre era tomado por su pareja, y si tenía que provocarlo para que lo hiciera, a la mierda si sus hijos los escuchaban, esa noche iba a recuperar el tiempo perdido--Te amo--enreda sus brazos alrededor del cuello de Guren para así impulsarse hacia arriba y besar una vez más esos labios que lo llamaban, firmes como su querido esposo aquí presente

Las caricias volvieron y esta vez más atrevidas, si Shinya ya le habia dado el permiso poco le importaba que el resto de las dos casas les escuchara, esa noche iba a volver a hacer gemir a su querido albino como hacía tiempo no lograba escuchar.

--Estas listo?--pregunta a su pareja aun en brazos

--Siempre lo he estado, ven con todo lo que tengas~--

Continua desabrochando la camisa del pijama hasta dejar el torso del albino completamente al descubierto, limpio y listo para ser marcado. Guren se relame los labios imaginando por donde podría comenzar, todo se veía tan apetecible ante sus ojos, sin mas preámbulos se decide por lamer suavemente uno de los botoncitos rosados que adornan la figura del menor.

Al sentir como el azabache devoraba sin piedad esa extensión de piel suya, el albino deja de intentar ocultar los gemidos que tantas ganas tenia de que salieran, dándole así una razón mas para continuar con esas acciones tan placenteras para ambos. La voz de Shinya no solo era música para los oídos de Guren, sino que era un canto celestial, capaz de sacarlo del mismo infierno, pero eso se aplicaba para ambos. Una mano traviesa se cuela por entre los dos cuerpos de ambos y comienza a desabrochar la camisa del azabache con torpeza, por tanto tiempo que se estuvo reprimiendo acabo pariendo algunas habilidades que pocas veces utilizo, aunque también hay algunas que no perdió y eso Guren lo probara esa noche.

El ambiente que anteriormente estaba cálido va subiendo de intensidad sobre todo cuando por un descuido de ambos sus partes privadas se rozan por encima de la tela del pantalón, y a pesar de que ese fue un roce sin sentido e inútil fue lo suficiente para que descargas de corriente atraviesen la espina dorsal de los esposos llenándoles de una pasión aun mayor que la de hacia unos minutos. Los botones eran soltados uno a uno dejando a la vista ese torso tan sexi que derretía al albino, así como todo el cuerpo de el azabache, pero él quería mas, en un rápido movimiento se quitaron la camisa del pijama mientras se besaban de forma tan apasionada que la saliva se derramaba por los pequeños espacios que obligatoriamente tenían que dejar para tomar aire, si tuvieran que describir a su pareja solo habia un par de palabras que pasaban por su mente "santo pecado".

--...ah~...Gu- Guren~...t- tocameh~--dice entre jadeos a la vez que lleva la mano de el azabache a su miembro por encima de la tela

Abrumado por el calor, el cuerpo de su amante y ese bulto caliente que está en su mano derecha mueve la misma de arriba a abajo, con intenciones de hacer sentir mejor a Shinya, olvidándose por un momento de su "problema" sintiendo la respiración de ese tesoro en su oído. Ambos están sentados sobre la cama, aun mantienen los pantalones pero no por mucho ya que las intenciones del albino de provocar a su querido gruñón comienzan a dar frutos. Perdiéndose en las sensaciones pero recordando que no era el único que sentía dolor en esa parte decide imitar as acciones que recaían sobre su entrepierna en la del azabache, consiguiéndole sacar un gemido algo alto por lo inesperado que fue, pero que se volvió al instante jadeos suaves y pequeños gruñidos por el placer, pero querían mas.

--ngh...Shin~...ngh...co- como siempreh~?...--

--ah~...--dejando salir el aire contenido en un suspiro vuelve la vista a sus preciados amatistas antes de responder con un asentimiento

Con el permiso de el albino ya tomado comienza a bajar el pantalón del pijama, tirando de él hasta dejarlo encima suyo, una sonrisa ladina y una mirada picara logran sonrojar a Shinya pero este imita su acción tomando los bordes de el pantalón de Guren para luego tirarlos para abajo en un momento desesperado pero tierno. Juntan una vez más sus bocas, como llevan haciéndolo toda la noche, a medida que se van quitando los bóxers quedando desnudos para su pareja. Las miradas fijas demuestran la lujuria, pero sobre todo, el amor que sienten el uno por otro, ya no ms espera, la impaciencia les asalta.

A medida que pasaban los segundos sus cuerpos se enredaban mas entre sí, terminando en un placentero roce entre sus partes más intimas, sacándoles mas gemidos, ahogados por la unión de sus bocas, pero sonidos indecentes al fin. Solo basto un segundo para llevarles a un límite inesperado, antes de que pudieran prever cualquier cosa Shinya toma una de las manos de Guren y pone en ella el frasco que solo dios sabe cuando tomo, pobre frasquito, fue comprado hacia ya medio año y todavía no se habia vaciado.

--N-no pue- puedo...ngh...esperar mass~--avisa pasando los brazos por detrás del cuerpo del azabache

--Pues allá voy...--al momento toma un poco que aquel liquido semi-espeso, llenándose los dedos de la sustancia blanquecina--Mira lo que tengo~...--señala con la cabeza su mano

--Mal-malvadoh~--aunque trato de sonar como un reproche, ya que, ciertamente, no puede más, el tono de voz que utilizo fue suplicante

--Lo siento~--

Tan pronto termino de hablar, y antes de que su querido albino intentara decir algo para quejarse, abre las piernas del menor, dejando así ver su camino a la gloria, al momento un dedo habia tocado la cálida entrada del menor, con suaves movimientos alrededor logro ablandar un poco el área preparándole para la intromisión del primer dedo. Con calma, ya que habían perdido esa parte de la costumbre, por lo menos Guren, adentra aquel digito de forma suave, para evitar la mas mínima incomodidad, por suerte Shinya no mostraba rastros de alguna sensación que no fuera el placer. Gracias a ese gesto recupero un poco la confianza que perdió tan pronto tomo aquel recipiente, aunque parece que ya no hay por qué dudar, claramente ambos lo deseaban, a pesar de que ya lo hayan hecho muchas veces, paso mucho tiempo desde la última vez.

Pasan unos momentos explorando el área antes de introducir el segundo dedo, con calma también, para no herir a su querido Shinya, la reacción es casi la misma, mas jadeos, y ligeros gemidos que se escuchaban cuando movía el par de dígitos, en vueltas, abriéndolos como tijeras, con el único objetivo de expandir mas aquella estrecha entrada preparándola para lo que viene. Pero como dice el dicho, más vale prevenir que lamentar, espero hasta que se acostumbra a un tercer intruso en su interior para decidir pasar a mayores.

Tan pronto supo de podía entrar sin problemas aparta la mano con la que hurgaba en su interior, recibiendo un quejido, aun así poniéndola sobre el abdomen para acariciarlo, mientras que comparten un acalorado beso, todo lo anterior solo fue una distracción pues cuando menos Shinya se lo esperaba algo más grande se abría paso en su interior. Intento soltar un quejido por el dolor pero la boca sobre la suya le impedía dejar salir algún sonido, las manos que recorrían todo su abdomen, desde el pecho hasta las caderas, lograban relajarle un poco, aunque no lo suficiente.

--Ahg- Guren~...--gruñe tan pronto siente como todo el miembro de su esposo se encuentra en su interior, le duele, cierto, ya ha pasado mucho tiempo desde la última vez que tuvo relaciones, pero se seguía sintiendo tan feliz como la primera vez

--Shin...ya...e-estrecho...gh~--intenta no moverse, está evitando lastimar al menor en sus brazos pero parece que a este no le importa ese hecho, ya que toma e los brazos al azabache mientras intenta mover, aunque sea un poco, sus caderas

Rápidamente Guren capto el mensaje que su albino le quería transmitir, por lo tanto arremete con fuerza en su interior, logrando así, sacarle gemidos de dolor y placer mezclados a Shinya, quien se removía a la vez que mas sonidos indecentes salían de su boca.

El miedo y la duda que tenia Guren al inicio comenzó a desaparecer cuando se dio cuenta de que no estaba haciendo nada malo, que Shinya no se sentía mal o le desagradara, más bien parecía que estuviera disfrutando con la rudeza con la que era tratado. Pero entre toda esa fuerza se escondía un rastro de ternura y cariño, para quien no les conociera pensaría que solo llevan una relación física pero para ellos es algo más que eso, es un acto de amor puro, una manera de demostrar que tanto el cuerpo, como el alma y el corazón, le pertenecen a su pareja. De esa forma se cuidan el uno al otro, unidos se dedican miradas llenas de cariño, sus corazones comparten un ritmo desenfrenado, al igual que sus cuerpos, buscando fundirse en uno solo, ser los únicos que vieran las expresiones llenas de placer que el otro mostraba en la intimidad, ser los únicos en sentir el choque de sus labios cuando quieren, pero mas allá, ser los únicos capases de con solo una mirada hacer sentir nervioso pero feliz a su pareja, los únicos en abrazarse con ternura en espera de nunca separarse, de nunca perder a aquel que les complementa.

Guren y Shinya se complementan como la noche y el día, el burro de ultimo para que no se espante*, la noche fría y misteriosa pero que llega a fascinar a quien la sepa apreciar, el día brillante y alegre que ilumina a todos, llevándole a un nuevo comienzo, tan distintos pero a la vez tan iguales, dos seres humanos que pueden representar con facilidad fenómenos tan naturales pero a la vez tan fascinantes que a veces hasta da risa verles juntos. Pero no importa lo que digan los demás, ellos saben que si están juntos nada les puede hacer daño, siempre apoyándose en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad! pero a diferencia de esas secas palabras que dice un cura en una iglesia solo para cumplir con el protocolo, ellos le añaden...no....más bien le cambian, una de las frases, la muerte no les va a separar, ya que desde el día en que se casaron decidieron estar juntos...en la vida y en la muerte...

Tantas cosas pensaban mientras sentían como eran llevados al éxtasis, sus ojos no se despegaban del contrario, como transmitiéndoles todos sus sentimientos, es por eso quizás, que no hubo necesidad de palabras al momento de llegar al clímax, las mismas expresiones, movimientos, miradas que se enviaban, era el único aviso necesario. Tal vez fue por eso, que no se sorprendieron cuando llegaron al clímax al mismo tiempo con un gemido bastante alto, cayendo dormidos al momento, abrazados y con una sonrisa de satisfacción y felicidad en el rostro.

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