𝕀𝕟𝕥𝕣𝕠𝕕𝕦𝕔𝕔𝕚𝕠𝕟

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-SE RUEGA A TODOS LOS ESTUDIANTES QUE ACUDAN LA GRAN COMEDOR INMEDIATAMENTE- todos los estudiantes oyeron la voz de la profesora McGonagall por los altavoces.

-¿ Que creéis que habrá pasado? - preguntó Ron.

-No sé- respondió Harry.

Hermione se encogió de hombros.

- No lo sé, pero será mejor ir a ver que pasa.

Los tres se encaminaron al Gran Comedor.  Por el camino, se encontraron con Neville y Ginny.

-¿Vosotros sabéis que ha pasado? - preguntó Ginny.

-Sabemos lo mismo que tu. Osea nada- le contestó su hermano.

Una vez en el Gran Comedor, se sentaron en la mesa Gryffindor junto a los gemelos Weasley, Lee Jordan, Dean Thomas, Seamus Finnigan, Angelina Johnson, Alicia Spinett y Katie Bell.

Una vez todo el jaleo se hubo calmado, Dumbledore empezó a contar:

-Buenas tardes. Os  hemos reunido porque hay una noticia que daros, pero antes, démosle paso a nuestros invitados.

Todos los Weasley, Remus Lupin, Nymphadora Tonks, un perro negro,  Kingsley Shackelbot, Alastor 'Ojoloco' Moody y Oliver Wood.

Todos se sentaron, excepto Canuto que se tumbó al lado de Harry, en la mesa de Gryffindor.

Cuando todos se hubieron sentado todos, continuó:

- Se que os extrañará que hayamos suspendido las clases como también sé que tenéis un montón de teorías en vuestra cabeza y es probable que una sea más ridícula que la otra pero ninguna será la correcta. La razón de haberos reunido es porque ha venido una visitante de otra realidad.

Todos empezaron a murmurar, hablar y gritar. Algunos se preocupaban del Estado mental del profesor y no se ocultaban ni procuraban bajar la voz para llamarlo loco,  otros se debatían en sí debían creerle, otros estaban emocionados. Dumbledore volvió a pedir silencio.

-Ésto es un ultraje, un escándalo- gritó el ministro Cornelius Fudge a los cuatro vientos.

Harry y los demás, que hasta ese momento no se dieron cuenta de que el estaba sentado junto a Umbridge, lo miraron con detenimiento.

-No es mentira, señor Ministro- dijo una voz de otra parte del comedor.

En la puerta del comedor, se encontraba un encapuchado, que a juzgar por su voz, se nota que era una chica.

-Yo no soy de esta realidad, vengo de una en la que desgraciadamente no hay magia y vosotros no existís.

-¿ Como que no existimos? - dijo alguien de la mesa de Slytherin.

- En mi realidad, vosotros solo sois personajes de un libro de J. K. Rowling.

- ¿ Como es eso posible?

- Y a mi que me cuentas, yo lo único que sé es que  me han ofrecido hablaros sobre eso. Así que, ¿Queréis que os cuente como sois en mi realidad, las parejas que el loco fandom de Harry Potter ha creado junto a memes y leer sobre la vida de Harry Potter para saber como derrotar a Voldemort?

-Yo si- los gemelos levantaron las manos junto a algunos Huffelpuff.

-Yo quiero derrotar a Voldemort pero no quiero leer mi vida- dio Harry-. ¿Porque mi vida?¿Porque no el de otro?

-Porque por algo todo te pasa a ti y por algo se llaman: Harry Potter y... Harry Potter y ... Harry Potter y...- le contestó la encapuchada-. Pero antes de eso, me presentaré. Antes de leer los libros, veremos cosas relacionadas con el mundo mágico como por ejemplo, que actores os representan en las peliculas, chistes que han creado de Harry Potter y mi favorito, os diré los ships que tenéis. Y me va a importar una mierda que no os guste, Harry, lo tenéis que saber.

-Señorita, proceda a presentarse- dijo Dumbledore señalando la tarima dónde el da los discursos.

-Bien- se encaminó a la tarima-. Yo soy Kate Stark.

Se bajó la capucha y se dejó ver una chica delgada, con el pelo pelirrojo hasta la cintura recogido en una coleta. Llevaba puesto unos vaqueros rotos, unas botas blancas y un jersey de rayas azul, rojo y blanco.

-Tengo dieciséis años, por desgracia de donde vengo no hay magia así que soy muggle. Según una página oficial de Harry Potter, soy Huffelpuff pero antes era Gryffindor. Mi patronus, también según la página, es una yegua blanca. Me gusta leer, escribir historias y escuchar música. Eso sería todo de mi- la desconocida ya no tan desconocida terminó y le dejo paso al director.

-Ahora, como ya se ha presentado y es tarde, vamos a ir a dormir y mañana empezaremos. Todos iros a vuestras salas comunes excepto Harry Potter, Ronald Weasley y Hermione Granger. Los invitados os quedaréis en unas habitaciones que hemos preparado para vosotros.

Todos le hicieron caso al director y se fueron para asimilarlo todo.

- Profesora McGonagall, profesor Snape, Harry, señor Weasley, señorita Granger y señorita Stark a mi despacho.

Todos siguieron al director Dumbledore hasta su despacho pero el ministro y Umbridge empezaron aseguirlos murmurando cosas incoherentes.

NARRA KATE

Sigo sin creerlo. ¡¡¡ESTOY EN EL UNIVERSO DE HARRY POTTER!!! Me he presentado ante mis héroes. Pero que pena que tenga que soportar a Umbitch y su estupida chaqueta. Con un poco de suerte, podrán salvar a Fred, Sirius, Moody, Snape, Remus, Tonks, Colin...  Aún me  duele cuándo lo leo, pero ¿a quién no?

Cómo sea, me estoy desviando del tema. Junto al trío de oro, el trío legendario y los dos pelotas del Ministerio me encamino hacia el despacho de Dumbledore. Voy a poder ver a Fawkes por primera vez, que ganas. Sé que esto sonando cómo una lunática fan de Harry Potter pero es que eso es lo que soy, así que. 

Después de un rato caminando, llegamos al despacho. Dumbledore se siente en su silla detrás de su escritorio e hizo aparecer con una floritura de su varita más sillas para sentarnos.

Vi un sillón que parecía muy cómodo pero me di cuenta que la cara de sapo también se quería sentar ahí, por lo que caminé deprisa hacia el sillón. Estaba ahí, a un milimetro. Pero ella también. Logré quedarme con el sillón, y esa perra tuvo que sentare en una silla incómoda. Seguro que tenía una sonririsita de suficiencia en mi cara. Miré a Umbridge y vi que tenía una cara que espantaría hasta al mismísimo Satanás. Los demás se nos habían quedado mirando. Harry, Ron, Hermione y McGonagall se reían por lo bajo. 

-Perdón- me disculpé.

-Ahora,  ¿puedes explicarlo con más detenimiento, porfavor?- me pidió Dumbledore.

-Por supuesto. Haber, en primer lugar, no se cómo acabé aquí pero me di cuenta de que hablando con usted, quizá se podrían salvar muchas vidas inocentes.

-¿Cómo cuál según tú?- preguntó la cara de sapo.

-Cómo por ejemplo la de Dumbledore, la de Sirius, Fred, Remus, Tonks, Snape, Colin Creevey, Ted Tonks, Rufus Scrimgeour, Moody, Dobby, Hedwing y la de mil estudiantes más- le contesté mirándola con asco-. O también evitar que intentes hechar a Hagrid del colegio y ataques a McGonagall.

-¿¿¡¡HECHAR A HAGRID Y ATACAR A MCGONAGALL??!!- gritó el trío de oro.

-Si, junto a otras cosas cómo el asesinato de Amelia Bones, tía de Susan Bones de la casa de Hufflepuff - dije-. ¿Sigues dudando de que lean tus libros, Harry?

-No, tenemos que leerlos y así poder evitarlo.

-Esa es la actitud- dije emocionada.

-Pero también has dicho que eso no es lo único- dijo Hermione.

-A si, he pensado que primero podemos hacer lo divertido y luego el sufrimiento- informé-. Pero sino queréis no- agregé rápidamente.

-Yo quiero saber con quien me juntan- dijo Ron levantando la mano.

-Si, yo también- dijeron Harry y Hermione.

-Advierto, que también hacen ships de profesores. Lo digo por si os incomoda- avisé por si acaso.

- Usted tranquila, señorita Stark - habló Dumbledore-. Señorita Granger, señor Weasñey y señor Potter, podéis iros ya. Pero antes, señorita Stark ¿Dónde le gustaría dormir? ¿En que casa?

- ¿Podría ser la casa Gryffindor? Tengo curiosidad en ver como es.

-Harry, Ron y Hermione te van a enseñar la sala común, ¿lo podéis hacer?- les preguntó a ellos.

- Por suspuesto, profesor- dijeron a la vez-. Ven, siguenos- me indicó Hermione.

Seguí a Ron, Hermione y Harry hasta la Sala común de Gryffindor. Mientras íbamos, miraba con atención todo con atención. No tenía ganas de perderme nada.

Vi los cuadros que se movían y hablaban, veía con asombro las armaduras sin creerme que aquellas fueran las armaduras que McGonagall hechizaba para la batalla de Hogwarts.

Al llegar, vi por primera vez a la Dama Gorda, el cuadro de la Sala Común de Gryffindor.

-¿Santo y seña?

- Cabeza de cerdo- dijo Hermione-. Ven, te llevaré a mi cuarto.  Prácticamente, duermo sola. ¿ Te importa?

- Para nada, al contrario. Tengo ganas de compartir cuarto contigo- dije emocionada. Y es que lo estaba, estoy conociendo a mis héroes.

- Buenas noches, chicos- se despidió Hermione.

- Si, buenas noches- me despedí yo.

- Buenas noches, chicas- dijeron ambas.

Hermione me guió hasta la habitación. Yo siempre pensé que compartía habitación con Parvati Patil y Lavender Brown pero veo que no.

-¿ No compartes habitación con Parvati y Lavender?

- No, ellas comparten otra habitación por lo que yo la tengo sola. Así mejor, porque tengo más sitio para los libros. Puedes escoger la que más te guste- me sonrió.

Yo le sonreí de vuelta.

- Emmm... ¿Crees que podrías hacer aparecer un pijama para mi? - le pregunté un poco apenada.

- Claro- movió su varita y dijo un hechizo que no entendí y de seguida apareció un pijama para mí.

- Gracias- le sonreí.

- No hay de qué- me sonrió de vuelta-. La verdad, me gustaría mucho que intentemos ser amigas.

- ¿De verdad? Si, porfavor- dije emocionada.

- Genial. Mañana, si te parece bien, bajamos juntas al Gran Comedor.

- Por supuesto que me parece bien, todavía me pierdo- bromeé.

Ella y yo nos miramos y empezamos a reírnos a  carcajadas. Estuvimos bastante rato riendo hasta que nos dolió el estómago. Fue entonces cuando nos dimos las buenas noches y nos quedamos profundamente dormidas.








































Holaaaa!!!! ¿Como estáis? Espero que bien, se viene nueva historia *hace baile raro* . Voy a subir cada sábado, no se a qué hora.

He cambiado a la chica porque me daba un poco de vergüenza, así que la he cambiado por la hija de Tony Stark porque quiero añadir un peronaje de ese universo. 

Buenos días. Y si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches.

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