El cumpleaños de Cassie llegó haciéndola ponerse de mal humor sumado a que el gato callejero sigue insistiendo con permanecer en su vida. Con Agustina no decimos nada de ese asunto o acabaremos en un basurero luego de un brutal asesinato. Es mejor que ella vaya a su tiempo y cuando quiera o necesite hablar vendrá con nosotras. Desde que nos volvimos amigas ha sido así, Cassie es muy reservada y le cuesta mucho confiar en las personas. Pero si te tomas el tiempo y la paciencia de quitarle sus capas de limón agrio encontrarás al final a una gran amiga.

—Bella luces hermosa —Agustina me saca de mis pensamientos y veo su cabellera rubia asomarse por encima de mi hombro. Llevo puesto un short de jean corto negro, con un cinturón del mimo color, un top de encaje negro y una chaqueta de tela fina blanca que me llega a los muslos. Combinado con unas botas negras cortas sin cordones, maquillaje para la noche y el pelo suelto lacio.

—Tu igual Agus te ves de muerte —viéndola con detenimiento se ve hermosa con su vestido rojo corto. Tiene un pequeño vuelo en la parte del escote y es de tirantes que se cruzan en su espalda para luego atarse en un moño en su espalda. Lleva unos tacones color crema, su cabello rubio recogido en una coleta alta que tiene el pelo rizado en hondas y con un maquillaje sutil para la noche—. Alan se quedará embobado con tus piernas —señalo sus piernas y Agustina se ríe sonrojada, sé que aún le cuesta aceptar que es sexy tal y como se ve.

—¿Qué tal? —entrando en mi habitación aparece Cassie con un vestido de terciopelo negro corto. Con mangas de tul abullonadas y ajustadas en sus hombros, codos y puños. Su pelo azul lo lleva suelto y de un lado recogido en tres trenzas estilo mohicano que despejan su rostro de un costado, un maquillaje oscuro, pero labios rojos sangre hace que destaque más.

—Estás divina Cassie —habla Agus acercándose a la teñida y la hizo girar en su lugar viéndose aún más bonita.

—Hermosa, eres cien por ciento tú —me acerco tomando su mano para hacerla girar de nuevo. Se ve preciosa en ese vestido, su rostro está iluminado y se ve diferente por algo que no sé explicar que sea.

—Si bueno... gracias por todo lo que hicieron por mí —nos dice ella bajando su mirada al suelo un instante antes de elevar su mirada nuevamente. —No me gusta celebrar mi cumpleaños y por ustedes lo estoy intentando —estábamos viendo a una Cassandra que trataba de demostrar sus sentimientos y viniendo de ella es algo que no pasa muy seguido con nosotras. Agustina abrazo a la teñida a pesar de que ella no es aficionada a estos afectos. Cassie no la alejo y rodeando el cuerpo de la rubia se fundió en el abrazo. Sin perder mucho tiempo me les uno abrazándolas a ambas.

—Las quiero chicas —la primera en hablar es Agus que como es costumbre se muestra emotiva.

—Ya es suficiente, las quiero, pero no me van a hacer llorar —separándose de nosotras Cassandra sale de mi habitación dejándonos solas nuevamente.

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Se habló que la fiesta sería pequeña, no contábamos con más de quince personas al momento de organizar todo. Ahora en la fiesta puedo contar a más de treinta personas por el departamento. No conozco a la mitad de estas personas, pero Cassie sí y por eso los dejé continuar en la fiesta. El ambiente era animado, la música no es muy alta porque estamos en un departamento no podemos armar mucho escándalo y los invitados están bebiendo y bailando. Todos se la pasan muy bien, hasta incluso vi a Agus y Alan escabullirse al balcón para poder besarse a escondidas.

—Bonita fiesta —James aparece en mi campo de visión, vestido muy bien con un jean azul y una camisa negra con estampado de timones de barco blancos muy pequeños. Una cerveza en la mano y su pelo alborotado en todas direcciones.

—Sí, Cassie se la está pasando muy bien qué es lo que más me preocupaba —digo tomando un trago de mi cerveza, cuando era una adolescente detestaba tomar cerveza por su gusto amargo y ahora me puedo beber tres latas.

—Yo la vi hablando con Valentino y el chico que sale con ella no está muy contenta con eso —la risa de James es fuerte y contagiosa, por más que no me resulte graciosa la situación no pude evitar reírme. Mirando de reojo a Cassie la veo hablando con Valentino en una charla casual y a una distancia prudente veo al gato callejero mirando con recelo la escena. Si ese chico quiere estar con Cassie debe aprender que a ella no le gusta el compromiso y mucho menos que la celen como si fuera un objeto al que quieren poseer.

—Set y Cassie no están saliendo —respondo apartando mi mirada de la festejada y volviendo a los ojos azules de James. Su mirada hace que me pregunte en qué tanto piensa, antes podía descifrarlo, pero ahora lo veo como un código al que se tiene que profundizar para entender.

—¿Quieres bailar? —extendiéndome su mano James deja en un mueble su vaso y espera a que yo le responda. Desde que pasó lo de Dylan no había bailado mucho y menos con un chico. Sé que es solo bailar, pero eso me asusta o la verdadera cosa que me asusta es bailar con James. Aun con muchos pensamientos en mi cabeza tomo la mano de James, dejando mi vaso en un mueble camino con él a la sala.

Habíamos corrido los muebles para hacer una pista de baile, había unas cuantas personas bailando. Con James comenzamos a bailar al ritmo de Feel me dé Selena Gomez y la letra de la canción me puso un tanto nerviosa.

"Every time your lips touch another

I want you to feel meI want you to feel me
Every time you dance with somebody
I want you to feel me
I want you to feel me"

James me hizo girar y poco a poco fui dejándome llevar por la música sin preocuparme por más nada. Mi cuerpo se movía a la par del de James y comencé a reírme de los pasos exagerados del muchacho. Imitando también comienzo a bailar de manera exagerada y escucho su risa contagiosa. Nos detenemos cuando la canción termina, quedó perdida en su sonrisa como diría Agustina hace un año, es perfecta. Pero mi sonrisa se borró al escuchar el tema que estaba pasando por las bocinas, mi cara se tornó roja porque entiendo cada palabra de esa canción.

Bichota de Karol G, soy de las pocas personas en esta casa que sabe español a la perfección, es mi lengua madre. James me toma de las manos evitando que pueda escapar y me motiva a bailar. Cerrando mis ojos evado mis miedos y me pongo a bailar, hace mucho no bailo canciones en español. Estoy algo oxidada para el perreo, pero igual lo hago cuando la canción lo amerita y James también lo hace logrando que se me escape alguna que otra carcajada.

"Por encima se me nota que me sobra el piquete, piquete
No' dimo' par de botella' y ahora estamo' al garеteYo también tengo una JeepetaLa tеngo fuleteá' con to'a mí' shortie'
Dejamo' el miedo en la gaveta
Cuida'o con lo que sube pa'l story"

Canto a todo pulmón acompañado del defectuoso español de James que hace que me ría aún más. Sus movimientos de baile son estupendos, pero al hablar español le falta mucha práctica. En el momento que termina la canción ya estoy sedienta y tomando la mano de James nos guio en busca de nuestros vasos de cerveza.

—Bailas muy bien —le digo al chico tomando un largo trago de mi vaso —Nunca me hubiera imaginado que supieras perrerar —finalizó entre risas.

—Fue algo que me enseñaron mis primas en una de las tantas reuniones familiares para entretener a nuestros primos pequeños. Se rieron mucho, fue divertido —responde él tomando lo que le quedaba de cerveza en su vaso.

—Aprendiste muy bien, tu hermano no sacó sus dotes de bailarín —murmuró en lo bajo viendo a Alan y Agus bailando y de verdad lo hacen mal pero se complementan.

—Alan nunca fue bueno bailando y eso que mis primas quisieron enseñarle, pero es una tabla —responde entre susurros James sin despegar los ojos de su hermano.

—Si tú eres tan bueno enséñame tus pasos —ahora soy yo quien le ofrece su mano a James y este acepta con una enorme sonrisa en sus labios.

Comenzamos a bailar con soltura, siguiendo el ritmo de la canción y ahora puedo ver los pasos de baile de James. Se mueve muy bien algo que me sorprende y como soy muy competitiva empiezo a enseñar mis pasos de baile expertos. Nos movemos juntos y siguiendo el ritmo de la canción poco a poco nos vamos acercando. Sus manos se aferran a mis caderas y siguen mis movimientos lentos. Lo miro a los ojos, azul océano, intrigantes y profundos. El pulso se me acelera cuando lo veo acercarse a mí. Sus labios tocan los míos haciendo colapsar mi sistema, el agarre de sus manos se afirma sobre mis caderas. Cierro mis ojos y terminó por besarlo, pasión, deseo y lujuria. Nuestras bocas se abrazaban en una lucha por querer probar más del otro, como si esperaran esto desde hacía mucho tiempo. Desconectar mi mente para profundizar en ese acto carnal que nuestras bocas estaban tentando. Un beso que a gritos decía lo mucho que nos estábamos deseando.

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Hola nuvole, ¿Cómo están? ¿Qué les pareció el cap? Hubo chispas en ese beso per dio¹

1 por Dios