Jackson ya no entendía lo que estaba sucediendo.

—Si quieres hacerlo vas a tener que compartir con Mark, Sseunie.

Volvió a mirar a Jaebeom a los ojos. Esos estrechos ojos castaños que tanto le gustaban, lo miraban de vuelta con una mezcla de burla y lascivia que nunca les creyó capaces de reflejar.

Su vista se posó entonces en Mark.

Sus miradas se cruzaron, ambas ansiosas y ligeramente avergonzadas.

Nunca le había pasado algo así. Nunca había tenido que compartir sus cosas. Ni siquiera con Mark.

Lo que Jaebeom les proponía era descabellado, sí. Una verdadera locura. Pero, de cierta forma, también era la única solución.

Una solución que, curiosamente, no le estaba sonando tan mal.

—¿Qué tenemos que hacer? —dijo finalmente. Estaba decidido. Quería tener a Jaebeom de la forma que fuera. Mark lo miró por un segundo, luciendo sorprendido y a la vez aliviado con su decisión, como si secretamente esperara que fuera Jackson quien diera el paso al frente en lugar de los dos.

Jaebeom dejó salir esa sonrisa ladina que lo hacía lucir demasiado sensual. Demasiado irresistible.

—Sabes muy bien lo que quiero que hagan.

Se dejó caer en el sofá, aun con esa sonrisa. Sus brazos amplios sobre el respaldo. Dispuesto a disfrutar el show.

—Mark... —Jackson entendió perfectamente— Ven. —Lo sujetó por una de sus muñecas y tiró de él. Acercándolo. Mark tenía un suave rubor en sus mejillas, pero aun así, su mirada lucía tan decidida como la de Jackson.

Eso se veía bien. Mark, en general, lucía bastante bien.

Sí.

Podía hacerlo.

Enredó su mano libre en los cortos cabellos de la nuca del rubio y lo acarició brevemente, aún acostumbrándose a la idea.

—Hazlo. —Pudo escuchar la voz profunda de Mark. Vio bien de cerca como sus gruesos y sensuales labios se movían, relamiéndose en esa mezcla de nervios y deseos que parecía estarse apropiando de todo su cuerpo. Vio el suave recorrido que hizo su lengua y el brillo que su saliva dejo sobre la rosácea piel de su boca. Nunca se había fijado con tanto detalle.

Decidió no demorarse más. Cada segundo sería valioso.

La mano que tenía en la cabeza de Mark apretó sus cabellos con un poco de brusquedad. Casi lanzándose sobre él, atrapó los labios del americano en un primer beso que fue algo torpe, pero apasionado. Mark gimió contra sus labios al sentir su poca delicadeza, pero no se apartó. Sus manos apretaron la sudadera de Jackson a la altura de su pecho y dejó que la lengua de su también rubio mejor amigo se abriera paso dentro de su boca.

Jackson lo besó como le gustaba besar. Duro y salvaje. Mordisqueó sus labios y recorrió su boca ávidamente. Mark se sentía bien entre sus brazos y la forma sobrecogida en la que se dejaba hacer por él también era genial.

Tal vez ese trato que estaban sellando no fuera tan malo después de todo.

Rompió el beso después de unos segundos que le parecieron más cortos de lo que en realidad fueron. Sonrió a notar el fino hilo de saliva que unió ambas bocas por un instante. Sus dedos juguetearon un poco más en los cabellos de Mark mientras lo miraba a los ojos, haciendo todo lo posible por suprimir una sonrisa complacida.

Se giró hacia Jaebeom, enfrentándolo con la mirada.

—¿Era esto lo que querías?

Jaebeom elevó una de sus comisuras, luciendo más que complacido.

—Eso y más, Sseunie. Mucho más...

Resubida porque pobrecita

Esta historia es... Pues bueno, lo que acaban de leer: MarkBumSon en todo su esplendor.

Quienes ya la habían leído saben que tiene unos diez capítulos. Los estaré subiendo en estos días. Honestamente esta historia es uno de mis hijitos feos al cual no le tengo mucha estima, pero varias veces me han preguntado por ella así que... Bueno, nunca está de más.

Informo, además, para quienes no saben que, en esta historia, Jaebum es activo, Mark pasivo y Jackson vendría siendo versátil.

Eso es todo por ahora.

Kaku out!!!