𝐱𝐢𝐱. nobody's son, nobody's daughter

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CAPÍTULO DIECINUEVE ᅳ el hijo de nadie, la hija de nadie


song of the chapter
chemtrails over the
country club, lana del rey

📍Soho, Londres
📆 2019 (Años terranos)
🔊 Azalea

SEIS HORAS PARA EL ARMAGEDÓN

   Volví al apartamento y revisé el contestador, tenía una llamada de Azirafel preguntándome como estaba y avisándome de que había salido hacia el sur de Londres para buscar unas primeras ediciones. Ahí fue cuando mi cabeza empezó a funcionar.

Libros. Nunca fui una gran fan de las lecturas, aunque sí me había leído Hamlet y El gran Gatsby cuando estuve en París. Pero a Fell le encantaban, obviamente, tenía una librería.

Me acordé de aquella noche cuando aquella desconocida se dejó un libro en el Bentley. Y me acordé de lo nervioso que se había puesto Fell por el.

Exprimí mi memoria hasta recordar el milisegundo que había estado con el libro en la manos. Las buenas y acertadas profecías de Agnes la Chalada. Tal vez ese libro me pueda servir de algo.

Volví a salir del apartamento, esta vez más apurada que nunca. Subí corriendo la calle hasta llegar a la librería, abriendo las puertas con un chasqueo de dedos, cerrándola tras mi espalda con el cartel de muy cerrado perfectamente colocado.

Nada más entrar ya sentí una presencia extraña, pero le resté importancia, tenía cosas mucho más importantes en las que pensar.

Me paseé por las estanterías de la librería, buscando el libro. Fui hasta la mesa, donde tuve que revolver varios papeles y primeras ediciones hasta dar con el manuscrito.

Ahí estaba. Portada de cuero negro gastado y letras en dorado. Me senté en el sillón, abriendo por la primera página. No esperaba encontrarme con un dibujo con lápices de colores. También con un montón de notas escritas por Azirafel.

Empecé a leer las profecías, algunas eran muy claras, como lo que causaría la pasión frustrada de Hitler por el arte. Otras estaban más encriptadas. Pero hubo dos, solamente dos, que aunque no tenían nada que ver con el Anticristo, me llamaron demasiado la atención.

Profecía 00067: tan poderosa y tan...

La tinta se había corrido. Unas gotas de lo que parecía ser vino tinto habían caído hace a saber cuanto tiempo sobre el papel haciendo que fuera ilegible. Entonces pasé las páginas, fijándome en la segunda.

Profecía 76548: para el ser confuso que pueda llegar a leer esto: vale la pena intentarlo, todas y cada una de las veces.

¿Qué probabilidades había? Ninguna. ¿Cómo iba a saber Agnes la Chalada de mi existencia? Aunque esas dos preguntas seguían rondando mí cabeza, levanté el teléfono, marcando el número de Crowley.

ᅳCrowley, soy yo ᅳdije rápidamente, justo después de que cogiera el teléfono.

ᅳ¿Azalea? ¿Qué haces en la librería de Azirafel? ᅳpreguntó, noté algo de resentimiento en su voz.

No contesté porque escuché como petaban a la puerta.

ᅳDebe ser Azirafel, espera un segundo ᅳme separé un poco del teléfono, chasqueando los dedosᅳ. ¡Está abierto, Fell! ¡Siento haberte dejado puertas para fuera!

Fruncí el ceño, al ver que nadie entraba.

ᅳAza... ᅳSu tono de voz cambió, ahora mucho más preocupado.

ᅳ¿Por qué no entras, Azirafel? ¡Pasa! Tengo a Crowley al teléfono ᅳexclamé con una media sonrisita, volviendo a pegar la oreja al teléfono. Entreabrí la boca, pero Crowley ya me estaba gritando.

ᅳ¡Aza! ¡Tienes que salir de ahí, joder! ¡Vienen a por ti, te lo avisé...!

Siguió soltando exclamaciones pero ya no di para escucharlas. Dos demonios habían entrado a la librería, me habían cogido por los brazos y me habían bajado al Infierno, sin yo dejar de gritar:

ᅳ¡CROWLEY! ¡CROWLEY! ¡LO SIENTO, VALE! ¡CROWLEY, POR FAVOR!

・🍷・

CUATRO HORAS PARA EL ARMAGEDÓN

Llevaba demasiado tiempo en lo que parecía una jaula, con varios demonios a mi alrededor haciendo guardia. Tenía la sensación de que ellos no tenían ni idea de que podía oírlos perfectamente.

ᅳEs peligrosa ᅳdecía uno, mirándome por encima del hombro.

ᅳLo sé ᅳle respondía el otro, en un susurroᅳ, pero creo que ella no lo sabe.

Yo no había abierto la boca las últimas dos horas, por si acaso y porque estaba un poco aterrada. Lo disimulada bastante bien, con una mirada seria casi mortífera. Un tercer demonio entró en la sala acompañado por nada más y nada menos que Belcebú.

Por supuesto, había oído hablar de él, cientos de veces. Ahí fue cuando empecé a temblar de verdad.

ᅳ¡Todos fuera! ᅳexclamó Belcebú, vaciando la habitación al completo.

ᅳ¿También quieres que me vaya? ᅳdije, con una sonrisita amplia.

Entornó un poco los ojos, acercándose hacia mí con moscas revoloteando a su alrededor.

ᅳNo tienes ni idea cuanto tiempo llevábamos buscándote, Azalea ᅳdijo, casi en un murmullo, cerca de los barrotes.

ᅳSupongo que el mismo tiempo que llevo yo escapando ᅳacerté, arqueando las cejas, inclinándome hacia Belcebú.

No pudo decir nada porque un enorme estruendo empezó a sonar fuera de la habitación. Miré hacia la puerta, al igual que Belcebú, sin dejar de escuchar el estruendo y los gritos de fuera.

Entonces, las puertas se abrieron de una patada y mis ojos se iluminaron al ver quien estaba tras ella.

ᅳ¿Crowley? ᅳexclamó Belcebú, frunciendo el ceño.

ᅳ¡Crowley! ᅳgrité yo, poniéndome de pie, pero cayéndome hacia atrás por culpa de las cadenas en mis brazos.

Crowley discutió un poco con Belcebú, consiguiendo que se fuera de la habitación resignada.

ᅳPor el amor de Dios, Aza, ¿estás bien? ¿Te han hecho algo? ᅳSe pegó a los barrotes, haciendo un milagro para romper el candado y las cadenas.

ᅳEstoy bien, estoy bien ᅳle aseguré.

Al momento que pude salir y ponerme de pie, salté a sus brazos.

ᅳNo fuiste a Alfa Centauri ᅳmurmuré contra el hueco de su cuello.

ᅳNo podía dejarte ᅳdijo, con la barbilla apoyada en mi cabeza.

ᅳTenemos que aprender a hablar antes de actuar, ¿verdad? ᅳhablé sin evitar sonreír un pocoᅳ. Aprender a comunicarnos y todas esas cosas.

Noté como Crowley me abrazaba un poco más fuerte y yo me atreví a dejar un suave beso en el hueco de su cuello. Fui yo la primera en separarme y mirarle a los ojos, di gracias porque no tenía las gafas puestas y así pude ver perfectamente esos ojos ámbar que tanto había deseado por tantos años.

ᅳNo sé si lo recuerdas, pero tenemos que parar un Armagedón.

NORA IS (S)TALKING . . .

crowley omg pick me please

no sé si alguien le interesa (supongo que sí¿), pero ya estoy escribiendo OTRO fic de Crowley pero con una dinámica diferente que creo que os va a molar mucho. Por ahora no puedo revelaros mucho, peeero el título es The Winner Takes It All, así que os podeis imaginar cositas jijii

os amo <33

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